Bueno, hoy no va a haber artículo normal, de los míos, en los que hablo de mil cosas y me enrollo, y no veo el momento de terminar.

Digamos, que hoy, hago una presentación, como si de un libro se tratara.

Pero, no. No os creáis que he llegado ya a eso…

El origen de lo que os presento está en esta última edición de FIMI, de la que, por desgracia, no os he contado mucho.

Primero, porque ya sabéis que no me gusta adelantar acontecimientos y segundo, por el horroroso calor que hacía, debido al cual no pude estar tanto tiempo como me hubiera gustado.

Uno de los stands en los que sí estuve y me paré (no es por nada, pero de los más bonitos y cuidados), fue en el de la marca “La Amapola”, tan querida y admirada por tanta gente.

Antes de ir, estuve comiendo al lado de las hijas y «musas» de Beatriz Bustamante y José Serna,  que son ni más ni menos que la diseñadora de la marca y su marido y colaborador.

¡Tuve que ir a FIMI para ver por fin a dos niñas monas vestidas iguales! Increíble… Estaban de comérselas. Yo hablé un poco con Martina, que estaba extrañada de lo famosa que era, ya que todo el mundo quería hacerse fotos con ella y su mamá…¡Pobre!

Y no digamos la pequeñaja, Beatriz, que a esas horas, ya estaba totalmente agotada. Si lo estaba yo ¿cómo no lo iba a estar ella?  Tenía un sueño de morirse y la pobre no sabía si iba o venía.

Bueno, monísimas, lo que os digo, con vestido y Jesusito de flores, en  crema y rosa de una de sus colecciones de invierno.

Después, pasamos por fin por el stand, en el que estaba el padre de las criaturas. Vi un poco lo que se va a llevar el próximo invierno (mucho colorido) y me puse a hablar con él.

Habíamos hablado de que le iba a presentar una colección de verano en el blog y, la verdad, es que no hizo falta que me enseñara muchas…  A la primera, le dije que sí, que ésta la presentaba yo. Tengo que decir que es encantador y super amable.

Bueno, la colección de la que os hablo es la colección “Beatriz”. Y ¿qué no os digo de ella? Lo primero es que, como todas, tiene esos vuelos tan  maravillosos y que sientan de lujo, sello de la marca.

Y lo segundo, es que verla fue sentir de pronto el verano, los colores alegres, todo en una misma colección. Fue como trasladarse de pronto de estación. Turquesa, rosa chicle, amarillo limón… esos colores son los de la colección Beatriz.

Digamos que hay como dos versiones, las dos preciosas, y que toda la colección es de plumetti, con lo cual, ¿qué más quiero yo?

En algunas prendas, como los Jesusitos, podéis elegir el turquesa, especialísimo e increíblemente favorecedor, cómo es éste que veis aquí, que lo lleva la pequeñaja Beatriz, que ya apunta maneras y es que… ha tenido una buena maestra.

De un turquesa intenso, lo que en verano favorece de manera increíble, tiene volantes y vuelo, por supuesto y una puntilla en rosa chicle que contrasta de tal forma, que la niña será el centro de todas las miradas.

Talle alto y lazote rosa en el centro… Y a juego, la braguita y la capota, cuajada de las puntillas rosas.

Bueno, vosotras opinaréis… Sé que ya está camino de las tiendas que lo han comprado y que va a hacer las delicias de todas.

De nuevo, lo veis aquí debajo, puesto en otra niña y también, a juego, el conjunto del niño pequeño. Con blusita blanca, y puntillas turquesa en el cuello y manguitas. Ya sabéis que sólo me gusta para niños así de pequeños. Si no, resultaría un poco… ridículo.

Y la segunda versión a la que me refería antes, es ésta: el Jesusito con fondo blanco estampado de flores rosas, turquesas y amarillas.

Manguitas en turquesa, igual que el volantito del escote, por debajo de la puntilla rosa, y de nuevo turquesa (de plumetti, no os olvidéis) en el bajo, con la puntilla rosa contrastando. ¡Preciosooo!

Los pololos, en el estampado, con pasacintas rosa son de cuento. Es todo un canto a la alegría y al verano. ¡De diez!

Fijaos bien en la puntilla rosa, que es fundamental, ya que hace de contraste perfecto con todo lo demás… Desde luego, bonito y veraniego, como nada.

Y aquí arriba,  lo vemos de nuevo, junto al vestido Beatriz, que es idéntico pero para una niña más mayor. Lo lleva Martina y es igualmente delicioso. Colores alegres por doquier, que para eso son niñas, tienen que ir de niñas y alegres, que es para pleno verano. ¡Chapeau!

Las mangas llevan un pequeño remate en el vestido y también, como podéis comprobar, hay un trocito más de la tela estampada en el bajo, después de los volantes turquesa. Un señor vestido.

Lo podéis apreciar mejor de lado en esa niña preciosa: el turquesa, el rosa y el amarillo en todo su esplendor, pero con el fondo blanco de protagonista… Para estar morenitas, insuperable.

Nos deja constancia de que es uno de los vestidos del verano, ¿no creéis?

Y aquí no acaba todo:

Para más mayorcitas, o menos amigas de los vestidos, hay un increíble conjunto de shorts, haciendo juego con el resto de la colección: la camisita estampada, abierta por delante y con las manguitas en forma de alitas, en turquesa.

Los shorts turquesas, adornados en la mitad con la maravillosa puntilla rosa y lazote turquesa de plumetti. ¡Me priva! Y a ellas… me lo puedo imaginar. Impresionante.

Y como colofón de esta preciosísima colección, el conjunto de falda y blusita sin mangas.

Exquisita, de plumetti turquesa con la puntilla rosa y  con un vuelo que dan ganas de bailar. La cintura,  divina, como superpuesta, parece un fajín…¡Uhmmm!

El talle bien alto, para que el vuelo sea bien visible y la blusita en el estampado tan mono de toda la colección, con los detalles en turquesa.

Para las más presumidas, mirad qué coquetón queda todo el conjunto con el tocado de rosetón, totalmente a  juego y  atado con lazo de raso rosa.

¿Cómo lo hace? Sólo Beatriz Bustamante sabe el secreto para que cada día haya más niñas vestidas de La Amapola, una marca que ha dado, da y dará muchísimo que hablar…

Y yo me despido, agradeciendo una vez más a José Serna, el haberme dejado presentar esta colección en exclusiva, antes de que la presenten ellos.

Mil gracias, y hasta la próxima.

Un beso de mil colores