
¡He estado unos días fuera! Necesitaba desconectar un poco y nos hemos ido a Sevilla. Hemos vuelto encantados y agotados.
Yo había estado hace muchos años de pasada y francamente, no la conocía.
Por supuesto, me ha encantado todo. Una ciudad que tiene mucho que contar, una Giralda “que no se pué aguantar”, y

donde casi ruedo al bajar.

Claro, nadie llevaba tacones, sólo yo era la tonta del bote.

Todo el mundo con sus zapatillas y preparadísimos para patear la ciudad menos yo. Pero bueno, ya estoy acostumbrada.
Hemos visto lo más significativo, claro, porque es enorme. No me la imaginaba tan grande…
Fuimos andando a casi todas partes excepto una mañana que cogimos un coche de caballos para ir al barrio de Triana.

Hacía una mañana espectacular y eso que el día anterior llovió lo que quiso y más.

¡Madre mía! El primer día nos tuvimos que meter rápido a un mercado de esos que son muy monos, y que están muy de moda, donde hay puestecitos en los que cada uno, ofrece pinchos o tapas diferentes.

Y ahí iba entrando todo el mundo, ya que no se podía andar del aguacero que estaba cayendo.
¡Increíble lo que cayó en una hora! Las carreteras inundadas, todo empapado hasta el punto de que, a pesar de llevar paraguas, daba exactamente igual.

Mi pelo se convirtió en una escarola. Entre lo que sudaba por la noche y la lluvia del día, se me hizo una especie de peinado muy curioso, jajaja.

En fin, que ha sido un viaje muy bonito, pese a la lluvia, porque de temperatura, hacía de lujo.

Claro, que si me dieran a elegir (yo siempre estoy comparando), casi me quedo con Córdoba, donde fuimos el año pasado por las mismas fechas.
Es más moruno, más típico, más recogidito y pequeño… No sé, a mí, las grandiosidades no me van mucho y ojo, que os he dicho que me encantó.

Pero tanto tanto con Sevilla y Córdoba no se queda atrás. Ni Granada.
Es como cuando me dan a elegir entre París y Londres. Yo, siempre Londres.

Serán manías o será mi gusto, está claro.
Y bueno, he vuelto justo para hablaros de la nueva colección de verano de “Kids Chocolate”, una marca que gana puntos cada día, por su buen gusto, la coordinación exquisita de niños y niñas; de niñas pequeñas con niñas mayorcitas; la combinación de cuadros con rayas y que quede espectacular. En fin, porque coincide totalmente con mi gusto y no es una marca cuyos precios se suban al guindo como muchas otras.

Jesusitos deliciosos, vestidos con marcadas y exageradas mangas de volantes y conjuntos de niño de morir forman la colección de este verano, además de conjuntos de shorts, vestidos de tirantes y más cosas…

El color amarillo limón, combinado perfecto y dando lugar a vestidos y conjuntos que te dan ganas de comprar con sólo verlos…

Los marineros, con su “toque particular”, divinos. El blanco y negro unidos y mil cosas más que ya estáis viendo.
La colección Lemon es de llorar de bonita. Así de claro.

El Jesusito de plumetti… tan sencillo y tan sensacional a la vez. No me puede gustar más este estilo coquetón y encantador.
Con un volantón y esas manguitas , es de escándalo.
O ¿preferís el blanco con estrellas amarillas y ese baberote tan delicioso?
A ver quién es la guapa que elige…

¡Victoria, qué difícil nos lo pones!
No pueden ser más divinos. Sencillos (insisto en esto), coquetones, sin mil vuelos, ponibles, pero ponibles del todo. En fin…

¡Qué lazotes en el pelo! Esto es lo mío, totalmente, vamos.
Este niño, con el jersey amarillo con una estrella y bermudas blancas, no puede ir más perfecto para un verano fantástico, para hacerle fotos y recordar después…

Miradle aquí con Aroa, que lleva un vestido de tirantes con volantitos pequeños y el estampado de estrellas en amarillo limón. ¡Cómo están! De postal.

De nuevo, el modelo de tirantes con estrellas, que, cuando se está morena, es un cañón. Blanco con amarillo… ¡Uhmmmm! A las morenitas, les puede sentar de cine y causar estragos por la calle.

Y el modelo de mangotas con volantes, que se lleva cada vez más, también divino, más arregladito e ideal si se quiere ir un día a algún sitio especial. También en conjunto de shorts.
No a una Comunión, aunque yo hasta para eso lo veo, sino a un cumpleaños, cualquier día que quieras lucir a la niña, etc.

Indescriptible también el vestido amarillo de plumetti con lazote marinero de rayas marino y blancas. ¡Qué bombonazo de niña, por Dios!
Y el consabido lazote también en el pelo… ¿Me estarán haciendo caso las marcas? Porque cada vez, veo más de las que me gustan, con lazos y no con tocados… ¡Vivaaaa!

El mono marinero, con volante amarillo de plumetti, otra monería sin igual. ¡Qué cucada para los días de calor!

Más bonito, imposible…
Y con el conjunto de la pequeñita, con volantes amarillos de plumetti…
¡Requetechiflante Victoria! No

sé dónde te inspiras, pero cada vez lo haces mejor.

Delicioso el vestido de rayas marineras con mangotas de doble volante. Una en la misma tela y otra en plumetti rojo… ¡Mamma mía!

El Jesusito, igual, pero con el canesú rojo entero. ¡De infarto! Vestidos bonitos de siempre, con toques innovadores que nos hacen soñar…

Fijaos hasta dónde bajan las mangas-alitas. ¡Qué diseño tan formidable!
El niño, preciosote con su conjunto de jersey rojo con un pececito (ni que lo hubieran hecho a propósito para rendir homenaje al pobre Gabriel, al que lloramos todos) y bermudas de rayas.
Un niño bonito de toda la vida.
Sí señor, ya era hora de ver niños normales, con ropa ponible y perfecta y no disfrazados los pobres para igualar a las niñas…

Los conjuntos de punto de las más bebotas, de nuevo sencillos y encantadores, como este amarillo limón, que levanta a un muerto.

Con esta niña también de llamar la atención, claro, que todo hace… Ideal con la blusita blanca de doble volante.

O en azul, igual de preciosota. Un azul precioso para el verano, también con chaquetita, braguita y blusa. ¡Chapeau!
En azul grisáceo, muero con este

conjunto de niño, con la camisa de cuello mao con estrellas, tres botones y las bermudas, que parecen de lino, a juego… ¡Cómo está el angelote!

A juego, el Jesusito.
Ya me diréis cómo veis esta colección. O estoy ciega, o de lo más bonito de este verano porque, como os digo, además de conjuntos colosales, son súper prácticos, no para dejar en el armario.

Para rematar la maravilla, el vestido, que es más que sensacional.

Me chifla el color, el diseño, con doble manga de volantes y cómo van cayendo hasta la altura de los bolsillos (si los tuviera).

Yo correría bastante peligro si mis hijos estuvieran en esas edades. Seguramente, hubiera comprado todo, jajaja. Me río, pero lo digo en serio. No sabéis cómo he sido yo con los niños cuando me gustaba algo…
La falda de tirantes para más mayorcitas… ¡Colosal!
Camisa de cuadros grises y blancos, grandes y combinado con turquesa… ¿A quién se le ocurrió esta combinación tan fantástica?

El niño es un bellezón y todo le sienta bien, pero hay un montón de niños en el mundo que irían mil veces mejor si les vistieran así. La

ropa hace mucho. Pero muuuucho.

Queda de lujo con este Jesusito con los mismos cuadros y la tela azul de estrellas de antes… ¡Qué monería de Jesusito, por Diossss!

¡Comestible del todo! Qué sencillez y qué difícil que se te ocurra diseñar algo así. La verdad es que me rindo. Me gusta todo.

No os puedo enseñar todo, pero si no lo pongo, no es porque no sea bonito, sino porque no tengo espacio, no puedo escribir un libro.
Las rayas blancas y azules con un poco de tostado las ha utilizado en

este Jesusito, que es otra joya de la Corona y en el vestido asimétrico, del estilo del que hizo el año pasado en marinero.
¡Sensacionales de nuevo! No hay nada más bonito que unas hermanas vestidas iguales.

Conjuntos y Jesusito divinos en color blanco y beige, que sabéis que son mis colores fetiche y que intentaré dejaros en foto y la colección en blanco y negro, con la que Victoria nos vuelve a dar una lección de gusto superior.

Mezclas que saben a gloria, que quedan de cuento y que nunca lo hubieras imaginado. Cuadros en blanco y negro, que es de lo más bonito del mundo.

La niña y el niño con dos conjuntos bárbaros: falda coquetona y blusa de plumetti negro y bermudas de cuadros con camisa blanca con calaveritas o algún motivo, que no alcanzo a distinguir, en negro.


¡Cómo están, por Dios! ¿De darse la vuelta o no? ¡Vamos que si se dan la vuelta! Y si no, es que no tienen ni idea, con perdón…

Pocholo el Jesusito a juego, con lazote rojo y tirantes de tira bordada blanca… Una niña difícil de ver, por desgracia.

Y maravillosa combinación la de cuadros negros con jersey de rayas rojas. ¿Y cómo queda? ¡Otro cañonazooo!
Un derroche de clase y estilo es lo que nos enseñan estos niños.
El niño con jersey con botones negros (detalles…) y la palabra LOVE.

Y Aroa, con su fotogenia increíble y sus tablas, nos lo enseña con la falda. ¿Qué opináis?
Yo ya he opinado bastante y me da pena porque me dejo maravillas, pero todo no puede ser. Buscad los puntos de venta de esta marca, que hoy por hoy, es una de las mejores en cuánto a gusto, precio y funcionalidad.
¡No hay duda! Hay marcas divinas, pero en las que los precios y los diseños limitan bastante.


Son para días contados y aunque yo los compraría, porque he sido la mayor caprichosa en moda infantil, muchas sé que no, que sois más prácticas.
Victoria, hija mía, en Lanzarote, o donde sea (enhorabuena por las fotos también), sigue diseñando y dictando la moda y a ver si muchas marcas siguen (no copian) un poco este estilo.
Un beso refrescante y con color