
Bueno, pues otro día más… Dentro de nada, primavera. Estáis todas revolucionadas con los eventos próximos que tenéis…
Ni os cuento a los niños que voy “vistiendo” en estos días. Me encanta… Y doy fe de que van a ir ideales, tanto los que comulgan, como los invitados, comos los de arras… todos, toditos.

Esta mañana, entre hablar

con tiendas y demás, se me ha ido un montón de tiempo y eso que tenía hora para darme no se qué masaje con una máquina que debe ser la bomba para tonificar el cuerpo…

Me convencieron el otro día y a pesar de no gustarme nada, allí me he presentado, ya que tenía hora.

No sabéis la alegría que me han dado cuando me ha dicho la chica que hoy no podía ser porque había una parte de la máquina que no funcionaba…¡Hasta he saltado!

Ellas me miraban como diciendo: “a ésta le falta un hervor”, jajaja. Pero, no. Es que no sabéis la pereza que me daba…
A cambio de eso, me han hecho un “rizado de pestañas”, porque me decían que ya que las tengo largas, las tengo que “aprovechar”.

En fin, con la alegría que tenía, he dicho que sí y ahora no sé si parezco un bellezón o la Betty Boo, jajaja…

Bueno, que me lío. No quiero ni oir hablar de la Semana Santa. Todo el mundo tiene planes, menos nosotros, que ya estamos como siempre.
¿Y a dónde vamos? ¿Qué hacemos con Tess? ¿Y los gatos? Para cuatro días, no merece la pena, etc…
Y me pongo de mal humor, porque me apuesto lo que sea, a que no vamos a ningún lado. Pero bueno, es el pichicharre que me cojo en el momento. Luego, pues se me pasa… A ver, qué le vamos a hacer…

Con los niños no puedo contar, así que…
O nos admiten a todos en una casa rural especial o me temo que, en Madrid nos quedamos.
Bueno, no hay que quejarse. Todo se irá viendo… ¿Quién sabe si al final me da alguien la sorpresa y nos vamos a un crucero? Ejem, ejem…

Y, hoy vamos a hablar un poco de la ropa normal. Quiero decir, la que me decís muchas y la que me gusta a mí, en definitiva. Esa que es coqueta, pero ponible. Llamativa, sin tener nada especial. Ni capas ni encajes por todos lados… La clásica, bonita, de siempre. Y ponible a más no poder, desde luego.

Y lo he decidido, porque ya os dije que estoy un poco empachada de algunas marcas en las que sólo se ven volantes, encajes, más volantes, tules, lazos por doquier… Demasiada cursilería para un día normal.

A mí me encantan muchos de esos modelos para un día señalado, desde luego, y hay que reconocer que diseñan verdaderas joyas.
Pero he visto a una pobre niña de año y medio con un Jesusito, que era poco más o menos como un árbol de Navidad…

Estaba yo con la dueña de la tienda y se lo estaba probando. No sabéis lo mona que podía estar con otras cosas, pero no. La madre se ha empeñado en ése, y ése se ha llevado.
Me daba hasta pena. El volante de la capota era más grande que su frente. Tenía dos lacitos y otro enorme anudándola, con lo que no se le veía la cara.

Y en el vestido, además de tres o cuatro lazotes más, encajes y tres capas de vuelo. No se podía ni mover, la pobre.
Si veis la cara de felicidad de la madre y la de horror de la dueña y la mía… No hay derecho. No sabéis cómo estaba… Se va a ver por la calle un Jesusito super repollo, sin saber quién está dentro, os lo juro.

Y no señor. He venido a casa pensando en la pobre niña y en lo horrible e incómoda que iba a estar… No me chiflaba el Jesusito, pero es que era para una niña de 1 años más, por lo menos, que es como quedan monos.
Y lo malo es que no era para ningún evento glorioso que tuviera la buena señora. Era para ir por la calle un día cualquiera. Lo que os digo… Mejor, me callo, que estoy más guapa.

Bueno, y dicho esto, entenderéis el por qué hoy os voy a hablar de lo que os digo. Y sin más, empiezo por la marca “Kids Chocolate”, que se distingue por sus monadas, sus vestidos y conjuntos coquetos, pero sin ningún asomo de cursilería, de recargamiento o cosa parecida.
Es una marca ideal y tiene cosas exquisitas para pasar un verano delicioso, sin dejarte una fortuna (ni os cuento lo que costaba el Jesusito de mi alma) y para llamar la atención por ir monísimos.

Ya veis, en lo que os estoy enseñando, los detalles, la coquetería con gusto, los coordinados tan espléndidos… ¡Esto sí que da gloria!

Mirad, por ejemplo, estos conjuntos tan divinos… Que el coordinado no se me hubiera ocurrido a mí, con todo lo que diseño, ni de broma… Es una mezcla de un rosa asalmonado con otra tela de rayas azules. ¿Qué os parece?
A mí me resulta delicioso. El vestido de la niña es una auténtica monada, sin más adornos en la parte delantera, que el cuello exquisito de doble volante en las dos telas. El vivo en la tela de rayas azules y punto. ¿Y cómo es? Deliciosoooooo
El niño, pues como debe ir un niño coordinado con su hermana y no vestido de marioneta.

Camisa de rayas azules con cuello mao y tapeta con las rayas en diagonal y bermudas en el rosa del vestido de la niña. Los veo de morir de bonitos.
La espalda ya es otro cantar. Miradla bien… La niña se da la vuelta y abres los ojos como platos al ver esta maravilla: en pico, también doble, como el cuello, con las dos telas… y el vivo en la tela de rayas. Lazadota grande en la tela de rayas…

Con unas bailarinas en este azul… ¿Qué más queremos? Me parece un vestido de cinco estrellas, de verdad.
Otra pocholada, es el vestido verde agua con mangas en forma de alitas en crudo con topos en el mismo verde y también esa tela en el escote. Sencillez, detalles, flechazo…

Un vestido bombón, que llamo yo. Aquí la veis con bailarinas en rosa. Se lleva mucho este contraste, aunque sabéis que soy más partidaria de ponérselas en verde… pero vamos, hasta con ese lazo puesto así, está de película. Un vestido encantador del todo.

Y la misma preciosidad la tenéis en rosa… es increíble lo de estos colores… Ese rosa antiguo que a mí me chifla. Ya veis a la niña, yo no tengo nada más que decir.
Yo la llevaría así a cualquier sitio y en vez de buscar tanto y tanto para ir de invitada a una Comunión, fijaos cómo iría simplemente con este vestido y con un aderezo como la corona de flores misma o cualquier otra cosa. ¡Qué todo es cuestión de gusto y de imaginación!

Os aseguro que todo el mundo se fijaría en ella antes que en esas pobres a las que me las disfrazáis…
Maravilla de niña, de look y de foto… Para recordar, ¿no?

Ideales también son estos vestidos estampados en tonos verdes, tipo toile de jouy, suaves y encantadores.

No me digáis que la niña no está de enamorar… Con la tela ya tiene bastante. El diseño, con un simple corte en el talle y punto.
Arriba veis los dos diseños de vestidos en esta tela: uno con un poco de manguita y el otro sin ella, con un cuellito de volante crudo. ¡Por Dios, cómo están!

¿Veis como no hace falta llenarlas de tantas capas y bordados? Si les ponéis una mini chaquetita en esos tonos y las bailarinas igual, pocas niñas veréis así…
Y claro, no os perdáis la espalda. De nuevo, la sorpresa de una espalda encantadora, pero sin cordones, tules y demás…
Simplemente una espalda en pico con una lazadota en otra tela en el mismo tono de mil rayitas, que apenas se distinguen…

¡Sensacional!
Y sigo con vichys, porque no hay nada en el mundo que me guste más. Esta vez, en fucsia, color favorecedor como nada, si el diseño es bonito, como es el caso.
¡Qué niños! Increíblemente de mi gusto, coordinados a la perfección.


Ella, con un vestido divino de mangotas de volantes y otro volante en el bajo y el niño, con la camisa de cuello mao, tapeta con tres botones y mangas recogidas con una trabilla, a juego con las bermudas en fucsia. ¡No me pueden enamorar más!
Y aquí veis la espalda del vestido en todo su esplendor… ¡cuánto me recuerda a los vestidos que ha tenido mi hija! Todo en él es bonito. ¡Cómo me pirran las lazadotas!
También los podéis llevar perfectísimamente coordinados con estos conjuntos. Los enseño porque esto es lo que significa para mí llevar a un niño, que ya no es un bebé, conjuntado con su hermana: el no ir idénticos, porque siempre sale perdiendo el niño, sino ir en los mismos tonos.

La niña, con un vestido estampado con florecitas azulonas y verdes, con un volantito en las mangas y otro en el bajo y el niño, que para mí sale ganando en este caso, con un maravilloso conjunto de camisa ideal de cuadros en los mismos tonos y bermudas en azulón.

Victoria, su diseñadora, tiene un gusto innato para esto. Desde que conozco la marca, todo me ha gustado siempre. Un estilo clásico sin recargar. De siempre y para siempre.

Y una cucada también este sencillísimo vestido blanco, con las mangas típicas que estamos viendo. Para un verano achicharrante, no he visto nada más idóneo. Con unas alpargatas azules… ¿Por qué azules?

He ahí el quid de la cuestión… Porque la espalda viene también con la sorpresa de esta lazada de enamorar. Pero ¿cómo me pueden chiflar tanto estos vestidos? No lo sé, pero así es.
Me encanta que la lazadota esté tan arriba y sea tan grande. Se lo puede permitir todo un vestido tan sencillo. En este caso, sí. ¡Preciosoooo!
Ves así a tres niñas por la calle y te desmayas… Y quien no, pues allá él. Sé que a muchas les gusta otro estilo. Éste es totalmente el mío…
Que también me gustan más arregladitos y muchas más cosas ¿eh? Pero como os digo, cada uno para su momento, para su ocasión. Yo, mil veces les he llevado por la calle más arreglados, pero jamás como tienden ahora algunas marcas, que más que ponerlos monos, los disfrazan.

Que es mi humilde opinión, que quede claro. Y eso, que en la última edición de FIMI, vi cierto relajamiento en este sentido. Es decir, no vi tanta cosa “cursi” y puesta. Lo vi más ponible, más manejable.

El vestido más arreglado que tiene, es éste, con cuerpo crudo y falda de tul rosa antiguo. Desde luego, para ir a algún sitio un día especial. Y también sencillísimo, pero con un toque diferente. ¿Lo veis?
La niña está divina, hasta con esa coronota de hortensias… La podéis sustituir por una más pequeña o por cualquier adorno mono en el pelo y con unas bailarinas, que en este caso pueden ser de esas tan monas de cintas, arreglado.

Os enseño aquí el vestido sólo para que apreciéis lo sencillo que es, simplemente adornado con un cordón… ¡Precioso para cualquier evento!

Y casi con esta marca, se me acaba el papel… pero os voy a enseñar un poco de otra, que me arrebata de bonita y se puede decir que es un poco más arregladita: “Gansetes”.
Aún no hemos podido disfrutar de todas sus colecciones, pero lo que he visto, no me ha defraudado en absoluto. Todo lo contrario, como siempre.
Os voy enseñando maravillas y vosotras juzgáis.

La colección Perla Blanca es la más arregladita. Impecable y de un gusto absolutamente exquisito como todo lo que hacen estas chicas.
Los vestidos están hechos en un piqué blanco brocado que casi me muero cuando lo vi, de verdad. Y un cuello y detalles en la espalda de encaje chantilly bordado. ¡Loca me vuelvo yo con “Gansetes”.

Ya podéis recrearos con las maravillas, porque está colección es auténticamente de lujo. Yo no sé cómo no se está vendiendo por todo el mundo y en cambio, otras, que para mí no les llegan ni a la suela de los zapatos, se venden como churros.

Bueno, si lo sé… pero me callo. Estoy mejor calladita a veces. Fijaos en la maravilla de jersey cortito, que es lo que siempre busco.
¡Qué vestidos! Fijaos en el maravilloso cuello de encaje, beige tirando a vainilla y el lazo a un lado de idéntico color. Realmente, no sé cómo lo hacen. Son como yo, que hasta que no encuentro el color idéntico, no paro.

Y ¿veis algún tocado en el pelo? Sí, ¿de esos a los que les tengo tanta manía? Pues no. Otro lazote, como Dios manda.
¡Ayyyy! ¿Dónde se me han quedado estas edades en mis hijos? ¡Buaaaaa! Pero lo que disfruto vistiendo a las de los demás, nadie lo sabe.

Esta mañana, la chica que me ha dejado «impresionante» me ha dicho que tengo que vestir a su niño de año y medio y a ella para una boda. Miedo me da. Pero pasarlo… ¡Pipa! Y no voy a consentir que vayan mal. Es una chica muy mona y como ella me ha convencido a mí de que me rice las pestañas, yo le convenceré de lo que se tiene que poner. Quid pro quo, señores…

Mirad el abrigo, como para una Comunión, dentro de la Iglesia… de los más bonitos que he visto, también de piqué brocado, como veis.
Y los niños, ya los habéis visto. Con su camisa de lino blanco y pantalón corto o bermudas, según la edad, van hechos unos pinceles. Zapatos blanditos en beige y monísimos.
Bueno, como os voy dejando fotos, no necesito hablar tanto.

Un poco de la colección Amatista, también deliciosa. ¿Pero estas chicas qué tendrán en la cabeza para diseñar exactamente lo que yo quiero?
Bueno, que hoy me estoy pasando. Pero como el artículo está todo el fin de semana, lo vais leyendo poco a poco, jajaja.

En un tono rosáceo tirando a morado, pero sin serlo (ya lo pongo difícil), impresionantes conjuntos de falda y blusón para las más mayores y vestido para las pequeñas.
El vestidito de la pequeña, de talle alto, con manguitas con tira bordada… un sueño.

Y mirad qué maravilla de combinación con este jersey cortísimo y de morir, en rayas, insisto, del mismísimo color que las flores del vestido. ¡Qué manía les estoy cogiendoooo!
Los conjuntos de las mayores son especiales, preciosos, con gusto, con clase… no tengo más adjetivos.

Cómo queda con la deliciosa chaqueta de rayas (me matan) atada a un lado con dos botones… Yo me compraba todas las colecciones. De eso, no me cabe la menor duda.
Las camisas de los niños, de un gusto de estremecer de nuevo. No insisto más en lo del color… ellas sabrán cómo lo consiguen. Fijaos en el detalle del interior de la tapeta y trabilla con las flores…

Y voy con la colección Coral, que de bonita, resucita a un muerto. A mí no me chifla el coral y sin embargo, es todo ver el diseño, algo bonito y ya os dije el otro día que no hay colores feos, sino diseños feos.

Toda la colección es de morir y como no me quiero repetir, os enseño las maravillas: el vestido de la pequeña, el de la mayor, los bárbaros jerseycitos, y los conjuntos de los niños.

Imaginad que están morenos… lo que os digo. Es un coral rabioso, rotundo, divino…
En el vestido, aparte de la tira bordada en el cuello y en el bajo, quiero que miréis el lazote de flores del jersey. ¿Habéis visto una coordinación igual?
Super veraniego, con la espalda

casi al aire, con tan sólo los tirantes de puntilla blancos cruzados en la espalda. ¿Es que no los veis impresionantes?

Las camisas de los niños, ahí os las dejo. Ya me diréis vuestra opinión. Tanto los niños como las niñas, con el jersey en tono beige, serán una de las maravillas de este verano.
Creo que os he dejado dos marcas de escándalo ¿no? Y aún les faltan varias a “Gansetes”. Deborah y Alejandra pretenden que me de un infarto.
Un beso de total admiración
Me encantan estas dos marcas…. Estilosas, sencillas y elegantes… como diría mi madre : «para niñas finas».
Gracias por tus artículos …me lo paso pipa !
Eva.
Gracias a ti! Me encanta que lo pases bien, jajaja.
Y estoy nerviosita porque se me acumulan tus artículos y luego los tengo que leer de tres en tres …pero de verdad que me encantan.