¡Salió el sol! Yo lo he visto sólo por la ventana, ya que esta noche, he tenido otro parto. Y un parto difícil. Thelma, otra de mis gatitas persas, se puso a dar a luz a las 12 en punto de la noche. Nació el primero y estuve esperando 4 horas a que saliera el segundo, pero ni segundo ni tercero ni nada de nada. ¡Sólo uno! Con la tripa que tenía…

Ahora estoy pensando si se le habrán quedado dentro y ya estoy negra. Esto de ser comadrona de gatos es horrible cuando el parto es difícil.

Así que hoy estoy con un ojo abierto y otro cerrado. ¡Menuda nochecita! Además, no sé si sobrevivirá porque mucha leche no tiene la pobre. Es la mejor gata que tengo y mirad…¡Ayyy! Si es que con todo me llevo disgustos. Si viérais qué mona es la niña… ( perdón, la

la gatita…). Es una cálico diluida preciosa. Pero ya sabéis que soy pesimista y no le doy ni dos días y eso que le estoy dando biberón.

Bueno, así que ni he salido de casa ni nada. Estoy como si me hubiera pasado una apisonadora por encima.

Y un día más que no salgo con Pablo. Éste se va a Mallorca como vino al mundo, os lo digo yo…

Yo venga a hablar de ropa y mi hijo desnudo…jajaja.

Y bueno, aunque sea agotada, os diré que me ha escrito bastante gente que va a FIMI y hemos prometido vernos, charlar…Pienso en la ilusión que me hacía ir cuando tenía la tienda: qué elegiríamos, que marca habría nueva… Era increíble. Ahora voy de otra forma, pero también con muchas ganas de ver lo que hay.

Y por cierto, que siempre se me olvida decirlo, muchísimas gracias a todas las tiendas que me decís que estáis aprendiendo un montón de marcas y de cosas monas gracias a mi blog… Estoy encantada. Además, sé de una marca que me dijo que una tienda le había comprado la colección completa, porque la conoció aquí. ¡Qué ilusión!

Espero que todo siga así, porque con eso, me quedo tan contenta.

Ayer os hablé de una marca emblemática en el mundo de la moda infantil, Sanmar, marca veterana, de la que dije maravillas, porque es lo que pienso.

Bueno, pues hoy le toca el turno a “Juliette en voyage”. Quienes la conozcáis, sabréis por qué hablo de ellas dos días seguidos. Y es que, ésta última no es ni más ni menos, que la línea más fresca y desenfadada de Sanmar, que nació el año pasado para dar gusto a más público.

Sobre todo a los que ven Sanmar como una marca demasiado seria para sus niños y quieren llevarlos de una manera más moderna, más para el día a día, es decir, otro estilo, si bien manteniendo la calidad intacta de Sanmar.

«Juliette en voyage» tiene un aire fresco, de niños que quieren jugar, tirarse por el suelo y disfrutar de la vida. Los detalles siguen estando presente y la confección, muy cuidada, se hace en Galicia, cómo no.

Predominan los tonos chillones, alegres, como los flúor, el verde, amarillo, blanco, los print vegetales y frutales…tejidos coloridos y frescos, como os he dicho, pero que, como ahora veréis, esos pequeños detalles de los que os hablaba, marcan la diferencia.

Aquí nada es tan serio como ayer: veréis pitillos, minis, vestidos, sudaderas, cazadoras…Nada de un traje tipo Chanel. ¿? Bueno, ya veréis más adelante.

A mí, cuando lo supe, me pareció una idea estupenda, ya que hay muchísimos padres jóvenes que ven a sus hijas “demasiado señoronas” con la ropa de “Sanmar”. Y, se conoce que los dueños de la marca, empezaron a dar vueltas a la idea y la misma,  se convirtió en realidad, justo hace un año. Es decir, Sanmar, tiene una “hermanita pequeña y rebelde” que es “Juliette en voyage”.

¿Me diréis después que estoy pesadita con los gallegos no? ¿No veis que tengo razón?

Que la gente quiere también otro tipo de ropa, pues la confeccionan. Y les queda de maravilla. Eso se llama sabiduría, señores.

En ningún momento, se pierde el estilo clásico, pero ahora es con colores fuertes, para otro público. Pero con los mismos cortes maestros de los que os hablaba ayer.

¿Vamos a conocerla? Siiiii. ¡De acuerdo! No os pongáis así…

Os enseño en primer lugar unos conjuntos en fucsia y blanco. Se ve claramente la diferencia con la elegancia de ayer ¿no? Se trata de un vestido blanco de crochet, de manga corta, talle alto con cordón rosa y lacitos rosas en las mangas. Ponible a más no poder.

Igual que el conjunto de falda de la más mayor, con la falda de vuelo blanca de crochet y un blusón monísimo fucsia, con tirantes en tira bordada blanca y lacitos de cordón. Conjuntos ponibles y favorecedores.

Cierto que con este tipo de ropa, captan más público, eso está claro. Con lo que os he enseñado van más desenfadadas, sin tanto cuidado para que no se manchen, más libres, etc.

Hay también en fucsia un vestido realmente encantador, con baberote doble rematado en cada capa por las borlitas blancas. Es divino. Y mirad la espalda: en forma 

de uve, con el volantón y las borlitas con dos tiras atravesando la uve. ¿Me explico, no? Además, aquí se ve perfectamente.

Seguimos con el fucsia ¡color reventón para el moreno! Esta niña está ideal con este otro vestido, de manga corta, pliegues en el delantero y tirantes de tira bordada con los lacitos tipo cordón. Sencillo y monísimo para cualquier día. ¡Con alpargatas o bailarinas fucsias, por favor!

Pasamos a los amarillos flúor, entre los que a mí, hay un vestido que me parece una locura de bonito. Aunque, con el morenito y bailarinas amarillas… poquito lo veo para tirarse por la hierba, jajaja. Ya lo veréis.

Os enseño a estas dos niñas, saladísimas con estos conjuntos: la una con vestido de tela impecable y con los detalles de los madroñitos en blanco que le dan un encanto especial. Los lleva tanto en los tirantes que van al cuello, como en un adorno cerca de la cintura… La espalda, divina, con un botón forrado (los detalles cuentan), una pequeña abertura lateral ovalada y cremallera blanca.

Y el conjunto de la otra pequeñaja es de shorts, con volantito en el bajo y un blusón sin mangas, fresquito y pocholo, en blanco con estampado de plátanos. No me digáis que no están de película.

Y no os perdáis las espaldas. El blusón también con su abertura y con botoncitos de perla… Ni para la ropa de mucho trotar esta marca da puntadas sin hilo… ¡Monísimas y si están morenas, bárbaras!

Y aquí llega mi “super vestido”. ¿Vosotros os creéis que con esta monería voy a dejar que la niña se tire por el césped? Pues de eso nada, monada.

En el mismo tono de amarillo, tiene un diseño divino. Simplemente con el cuello, ya vale. Es una auténtica maravilla con esos volantones y todo el mundo la seguirá con la mirada. Después, el resto, igualmente precioso, con el volante en el bajo. Os dejo fotos para que penséis si realmente, esta ropa no es de cinco estrellas. Pues para mi sí, está clarísimo.

Lo veo tan favorecedor… tan de rompe y rasga…¡Buff! Difícil nos lo ponen ¿eh? Ni padres jóvenes ni mayores, esto gusta a cualquiera.

Ahora os enseño unos vestidos blancos que me han enamorado por completo. A mi me parecen de piqué, pero no sé si será otra tela. El de la mayor, es completamente impresionante, de talle bajo, con cuello redondo y manga casi hasta el codo, con un detalle amarillo que hace el efecto como si la llevara remangada.

Las letras de la marca, bordadas en el mismo amarillo y pliegues a partir del talle bajo que le dan un vuelo exquisito. ¡Mirad el resultado! ¡Me super pirraaaa!

Aquí la veis al lado de la niña del vestido amarillo tan mono que os he descrito antes. ¡Qué monadas!

Y no os perdáis la versión de la pequeña: me priva, es igual pero con una tira amarilla en el talle bajo y dos volantes. Las letras bordadas e igualmente sin mangas… Para las del Norte, que las abuelas vayan haciendo chaquetitas curritas amarillas y bailarinas amarillas. ¡Nada, que no hay manera de que yo las deje tirarse por la hierba así tampoco! ¡Ni de broma!  Estos vestidos, son una joya.

Bueno, y paso a los verdes, también flúor: vestido sencillísimo pero monísimo de esta niña morenita. Sólo con el color ya dice bastante. Para los días calurosos de verano,

perfecto.

A juego, veis a otra  niña con short en el mismo color y blusón de crochet blanco. En los bolsillitos traseros, lleva el detalle del blusón y el short va deliciosamente acabado en ondas. La mochila, a juego totalmente.

Digamos que éste es más ponible, para todo…. pero con todos los detalles, ¿os dais cuenta?

Sigo con el verde que te quiero verde:

Camiseta blanca de punto, con doble volante en el cuello y un increíble elefante bordado o como quiera que esté cosido, con todos los posibles colores más reventones del mercado. A juego del short de antes, perfecto. Esto, muy mono para pleno verano, pero ya lo veo más de todos los días. Originalísima la camiseta.

El problema surge cuando al conjunto anterior, le añadimos esta maravilla de chaqueta tipo Chanel, con rosas, amarillos, negros…

No la puedo describir. Me gustaría para mí. Desde luego, el contraste queda divino de la muerte, de una originalidad que pa qué contarte.

Miradla qué divina es cerrada también, con sus

cremalleras y todo tipo de detalles en negro, rosa y amarillo. ¡Ohh, Dios mío, me alucina de bonita!

Con el conjunto de pantalón pitillo pesquero verde (más abajo) y la camiseta del elefante, va que ni pintada, porque juegas al efecto contraste y te da un estilazo increíble… ¡Bufff, un cañon de chaqueta!

Aquí arriba, la veis puesta con lo que os digo, por encima de los hombros, haciendo estilo. La niña está de matrícula de honor doble. Sí, tiene un aire más rebelde. Pero super estilazo es lo que veo yo.

Y ya me quieren terminar de matar con esta joya de vestidos en el mismo tejido y colores, con todos los detalles

divinos: dos vestidos también tipo Chanel, uno recto y otro con el talle bajo. Ambos con los botones característicos en los bolsillitos de adorno y sin mangas.

Ya me diréis quién lleva a las niñas así cualquier día… Francamente, en estos conjuntos no veo tampoco el aire fresco para tirarse a la hierba, jajaja. Ni loca les dejo.

Son una maravilla que yo se las pondría para lucirlas y requetelucirlas, pero bien. Una exquisitez de vestidos. Es verdad que luego lo puedes combinar, como han hecho ellos, con algo más informal, pero que queréis que os diga. Estos vestidos piden zapatos y no zapatillas, como se los pondrían algunos que yo me sé.

Y esta es mi opinión de Juliette en voyage. Algunos conjuntos más normalitos, para ir más desenfadada, es verdad, pero otros en los que no estoy de acuerdo. Los que os he dicho, deberían ir de cabeza a Sanmar….

Bueno, no me voy a poner a dar lecciones a los maestros, que ellos sabrán por qué los han incluido aquí. Serán las telas, el tejido más ligero… no lo sé, pero a mí, me han conquistado.

Y os dejo, que estoy agotada y tengo mil cosas que hacer.

Acordaos de que ayer os dije que estas marcas vienen cargadas de sorpresas para el invierno…Esperaremos…

Un beso de contrastes