Empiezo a escribir el post con un calor de pleno verano y sudando. Vengo de pasear a Tess y tengo la lengua fuera. Me temo que lo malo empieza para mí. No soporto el calor, pero ni de lejos. Sé que la gente está encantada, pero yo lo paso fatal. Es como los frioleros, que se quedan inmóviles con el frío.

Bueno, pues yo, para llevar la contraria, justo al revés. Yo iría ya con vestidos de tirantes, pero no me pega… Así que voy mona, acorde con la estación,  muerta del calor y echando pestes.

Siempre que hablo del calor y del frío, me acuerdo de Adela, mi amiga del alma,  de la que ya os he hablado más veces, que es la persona más friolera que he conocido en mi vida. En pleno mes de julio, está en el trabajo con la estufa.

A veces me pregunto que cómo podemos ser amigas. Sí, parece una bobada, pero recuerdo un verano en Santander, en el que no hacía un día muy allá (qué raro) y yo insistí en ir a la playa.

Jajaja, lo que nos reímos… pero ella tomaba el sol con jersey y yo con bikini… Éramos un auténtico cuadro… Y aunque ahora vivimos en ciudades distintas, nos entendemos con la mirada.

Menos mal que, como os dije, y si no hay ninguna catástrofe en mi casa, mañana me voy a un pueblecito encantador de Asturias, en el que espero que sople el viento de mi norte querido. Aunque el Norte ya no es lo que era… Hace mucho mejor tiempo ahora.

No he hecho ni la bolsa… no sé ni qué tipo de atuendo llevar. Seguro que no doy una, como dice mi madre. Pero que me quiten «lo bailao”. Pienso disfrutar como una enana y aprovechar cada segundo. Lo que pasa  es que nadie me quita la preocupación de lo que dejo en casa: mis gatitos, mi perrita y dos de mis hijos.

En fin, ¿no sabíais que en esta vida sólo hay pequeños momentos de felicidad? La felicidad plena no existe y quien lo diga, que me enseñe el secreto. No me lo creo.

Bueno, también quería comentar a todos los que leen mi blog que estos días voy a estar «out», pero que espero que no se olviden de mí, porque el lunes volveré cargadita de novedades.

Y hoy, como no podía ser de otra forma, voy a hablaros de una marca, que es como mi alma gemela. Esa ropa es

exactamente la que yo he puesto a mis hijos, totalmente de mi estilo y a la que no puedo poner ni un pero. Han tenido que pasar muchos años para que mis ojos volvieran a ver este tipo de ropa.

Gansetes: una de mis marcas favoritas, exquisita la mires por dónde la mires, con los complementos absolutamente perfectos y que parece que se hubieran metido en mi piel a la hora de diseñarlos.

No sé por qué no he escrito de su colección de verano hasta hoy. Por un lado, es como si  quisiera reservarla sólo para mí y no enseñársela a nadie, jajaja. Pero, aparte de que la conoce un montón de gente, yo soy buena  y las maravillas, las comparto.

Bueno, empiezo, que hoy no tengo mucho tiempo. Os enseño la colección “Ramos”. Como todo es maravilloso, espero no entretenerme. Bueno, claro, éste es mi gusto. Sé que habrá disparidad de opiniones, como todos los días.

Se trata de unos vestidos sencillos, donde el precioso estampado es el protagonista. En flores delicadas de un azul exquisito y puntilla azul en el cuello y las mangas. Es una monería por delante y por detrás. Si tienes algún evento, van perfectos, como casi con todo lo de esta marca. Les pones complementos como aquí (arriba): coronitas de flores y bailarinas azulonas y perfectos. El conjunto del niño, delicioso: camisa azulona sin cuello, abierta entera por delante y con bolsillo con botón. Preciosa y jersey en idéntico color.

Con pantalones cortitos color piedra, a juego del fondo del vestido de las niñas, puedes formar un grupo cañón. Son absolutamente encantadores y nada, pero nada recargados. Al revés.

La colección “Abril”, ha triunfado, lo cual no es de extrañar. Vestidos monísimos de volantes en rayas rosas y blancas, pero volantes de arriba abajo, incluido un cuello ideal con volantito y lazo a un

lado. De tirantes, es una delicia.  Chaquetita currita a juego por si las moscas (en el Norte es necesaria)  y el conjunto del niño, con pantalón de las mismas rayas y jersey rosa. Más bonitos, imposible. Yo los veo absolutamente de diez. Tengo unas ganas de ver a unos niños así por la calle y parar a su madre… ¡Os lo juro! Yo creo que, desde la última vez que estuve en San Sebastián, no he visto niños tan monos. Colección totalmente maravillosa. Felicidades a las diseñadoras. Sé que son dos amigas. A lo mejor, se cuentan sus ideas, comparten sus opiniones…  y de ahí salen estas joyas.  ¡Qué envidia!

En el club social al que íbamos en Burgos, se veían niños monísimos también: los hermanitos iguales, las niñas con el mismo vestido…Pero desde que estoy en Madrid…»rien de rien». ¿Dónde diablos se meten estos niños?

Voy con la colección “Cielo”, también super mega todo, en rayas celeste y blancas. Algunos vestidos con el cuerpo de punto de algodón y la manguita francesa, ya son increíbles. ¿ Y el vestido del mandil de plumetti blanco? Buaaaaa, yo quiero unooooo. Con esta marca, siempre lloro. De verdad. Me

chifla tanto que rabio de que mis hijos sean mayores. Es horrible. Os parecerá que exagero pero lo digo tal y cómo lo siento. ¿Es que no veis el vestido? Sin mangas, con las dos puntillitas en el canesú y en el bajo y la chaquetita currita de la que tanto y tanto os hablo en mis artículos… ¡Qué maravillaaaa! ¿Y el lazo que llevan todas las niñas? ¿Os habéis fijado en que no llevan » tocaditos», porque ni pegan, ni son bonitos, ni nada?

Un buen lazote bien planchado, unas bailarinas azules y no he visto cosa igual que lo que hace esta marca. Y también para niños, pantalones cortitos de rayas y jerseys azul cielo maravillosos, como podéis ver.

Bueno, y doy paso a la «Navy”. Ya sabéis que no puedo vivir sin estos colores en verano. Pero es que, encima ¡cómo son Dios mío! Los vestidos de mil rayas en marino ribeteados de rojo,  con detalles en el canesú y en el bajo, chaquetita y

capota roja.  El conjunto de falda blanca, con detalles marineros, el ancla marino grabada en la parte de atrás, la blusa sin mangas divina con las tres florotas en los colores marineros; los botones marino, el lazote rojo… todo va haciendo un mundo maravilloso de conjuntos increíbles… Los jerseys marino con detalles en rojo y bolsillo canguro delantero ya me pueden… ¡Cómo nos

viene esto en el Norte! A determinada hora, siempre hay que sacar la chaqueta. Y como es una marca gallega, se ve que lo saben. Por eso, casi todos sus conjuntos van acompañados de chaquetita o jerséy. Espectaculares es poco. Sólo conozco unos cuántos niños conocidos que vayan así… ¡Qué pena! Lo que me alegra es el éxito de la marca, lo que quiere decir que gusto hay, pero como somos muchos, está muy repartido… Vamos, como el Gordo de Navidad.

Colección “Organza”: increíblemente sencilla y bonita. Vestidos de manga tres cuartos, con un volantón precioso, en color marfil con topitos grises, a juego de la camisa de los niños. Ponible y práctica, a la vez  que divina. Os he dicho que son super sencillos, con tan sólo el

volante de las mangas y otro superpuesto en el bajo. Preciosísimos. Os dejo fotos. Con los complementos en gris (lazote del pelo, y bailarinas), van de cuento. Ayyy, por Dios, esta marca me puedeeeee…

Y espectacular también, la colección “Coqueta”, en un rosa ¿palo?, con una tela brocada de infarto. Aquí tenéis un peto cortito increíble para las niñas. En la tela que os digo, con un bolsillito central de adorno, con tira bordada blanca, igual que en el bajo de los pantalones y en el borde de la chaquetita divina y

currita. No me digáis que no es de impresión. Os lo dejo de todas las maneras posibles, porque es digno de recrearse con él. La trabilla de la cintura, el lazote del pelo y la super mega blusa blanca de plumetti con ese volantón… Si hace calor, te quitas (es una pena) la chaqueta  ya que la blusa es divina, sin mangas, fresca… ¡Ayyy, qué calores me están

entrando!  Y el conjunto del niño, precioso, con camisa blanca sin cuello y pantalón cortito en la tela rosa. Para niños pequeños, claro.

“Cosa más linda que tú, cosa más bella que tú…” ¡hala! De Eros Ramazzotti, que no es que me apasione, pero le va que ni pintado… También se la he oído a Sergio Dalma, la acabo de poner. Es un chico que siempre me ha caído bien. Es una canción dedicada a Gansetes… “gracias por existir”… lalalala…

Bueno, que son los niños únicos, lindos, bellos…¿no? Pues eso. Ya sabéis que me sale cantar siempre.

Otra colección espectacular: la “Liberty”. Blusa de plumetti blanca y una especie de short-bombachos de volantes en liberty. ¡Ayyy, qué maravilla! Observad bien a la niña y si tenéis alguna en esas edades ¿ cómo es

que no lo compráis? Y otras que no podemos… La tela ya dice todo. Y el diseño… Estas chicas son como los ángeles para mí. Tenía unas ganas de ver una marca clásica y bonita… Conozco otra del estilo, que colabora con este blog. ¿Os he dado una pista? Jajaja. Y también se la rifan.

La camisa del niño con la tela de libery es totalmente bárbara, sí, esa es la palabra. Ya era hora de ver a los “pobres niños” monos ¿no?

Es que, como veis en esta foto, ya se adivina la maravilla. La blusa de plumetti sin mangas y esa coleta con el lazo fucsia reventón… ¡Muero de gustoooo!

¿Habéis visto algo que no os guste? Por un lado, tengo que agradecer tener a los niños creciditos, porque si no, me compraba todas las colecciones. Os lo juro. Ya saben los que me conocen que es verdad.

Y ¿por qué iba a ser más fea la colección “Sol”? Para hacerme rabiar, es otra exquisitez, en azul y amarillo. La tela, preciosa,  con fondo azulón y florotas amarillas. Escote de la espalda en uve, con lazote amarillo y  dos tiras de volantitos amarillos: una en el canesú y otra más abajo. Si te mueres, resucitas. De verdad. Me las imagino con las bailarinas amarillas, el lazote…

¡Si es que llaman la atención a un kilómetro! Por favor, tengo que hablar seriamente con las diseñadoras, porque yo diseño siempre este tipo de cosas…

El conjunto del niño es de diez. De los más completos: Camisa de cuadritos azules, con cuello mao y pechera, pantalones cortitos

amarillos y jersey marino con rayas amarillas. ¡Para que se quejen las que sólo tienen niños! Tienes tres chicotes ,  los pones así y te los llevan a una exposición… ¡Son tan escasos!

Maravillas, una detrás de otra, como veis. Los vestidos de flores y cuadros vichy, de los que no tengo el gusto  de saber cómo se llama la colección, ideales, frescos, ponibles, de toda la vida… La tela es una maravilla en si bemol, de flores preciosas entre rojas, corales… El fondo, de un gris clarito y todo el vestido sabiamente combinado con la tela de vichy roja. El escote trasero es cuadrado

con una banda con lazada en flores, cuyas tiras terminan en la tela de vichy…También en el bajo, un volantito de vichy. Y el lazote delantero…¡Bufff! Lo que os digo. A mí me han matado ya del todo.

Ahora, la gente empieza a preguntarme, y de verdad,  que no sé qué colección recomendar. Bueno, que me pregunten, que yo disfruto preguntando cómo son los niños, para qué ocasión es, el color de la piel… Todo importa.

Hoy os tengo que dejar ya. Pero fijaos qué puente os he preparado… Un recreo absoluto para la vista. Tengo pasión por esta marca.

Me voy a hacer el «atillo” para el viaje, que como os digo siempre, en tres días, fijo que tenemos el tiempo de las cuatro estaciones del año…

Que disfrutéis todos mucho y nos vemos el lunes. Gansetes, qué lejos vais a llegar, por Dios. ¡Si cada vez lo hacéis más y más bonito! ¿Quién os para ya? Nadie.

Mi Enhorabuena con mayúsculas  de corazón por este gusto que tenéis, que es ni más ni menos que el mío.

Un beso enamorado