Bueno, pues otra semana más. Sí, y además ha vuelto el fresquito. Yo no quiero que haga un calor achicharrante pero tampoco ésto. Me da pena que a mediados de junio, estemos como en invierno, sobre todo en Burgos, que este fin de semana se celebraba el Curpillos y es costumbre ir al “Parral” (un descampado en el que se montan chiringuitos con chorizo, morcilla y pinchos) y todo el mundo lo pasa pipa

bebiendo y comiendo.

A mí se me pasó la edad, pero mi hijo Pablo se fue expresamente para pasar ese día y por la tarde llovió. Todos los años pasa lo mismo. Es un asco…

Ya os dije que algunas veces, he ido a los toros a finales de junio con el termo del café…

En fin, en Madrid no ha sido para tanto pero también ha llovido y se ha notado el bajón de las temperaturas. Los niños, desde luego, no habrán podido estrenar sus conjuntazos de verano.

Lo «bueno» es que aquí, dentro de nada, estamos otra vez asándonos…

Ha sido un fin de semana raro que no me ha cundido nada. Pablo se fue el viernes y volvió el sábado; Almudena sigue en Burgos, y nosotros no hemos hecho nada especial. Todo lo que tengo que comprar a Pablo para su viaje, lo haremos esta semana o me temo, que se va con un pantalón de chándal gris de algodón, con el que se debe de ver irresistible, ya que no se lo ha quitado en todo el año, al igual que unas zapatillas «divinas» en tres azules, que dan miedo de feas, aparte de que tienen un agujero…

Os digo que en cuánto se vaya, lo primerito que hago es tirar todo a la basura. ¡Qué desastre de niño! ¡Qué edad más endiablada!

Bueno, la carrera ya la tiene decidida: una rama de Ingeniería Informática dedicada a la inteligencia artificial, videojuegos, etc… No sé, pero difícil debe de ser. Esperemos que vaya madurando porque es

exactamente lo que él ha querido hacer.

Eso sí que lo tengo claro: hacer algo que no te gusta es lo peor que te puede pasar. Por ejemplo, mi trabajo en Madrid es realmente asqueroso, no lo soporto. Así que, a ver si vivo del blog… jajaja.

Bueno” Antoñita la fantástica” se calla y paso a hablar yo. Hoy os voy a deleitar con una marca que descubrí hace poco. En realidad, empezó este invierno, así que tampoco la podía conocer mucho antes.

En realidad son dos en una, es decir, la marca en sí se llama Frambuesa Happy & Chic. La línea Happy se dedica a la ropa de sport y a los accesorios, mientras que la Chic es confeccionada en talleres de alta costura, más arregladita.

Hoy os voy a hablar de Frambuesa Chic: Me ha dejado realmente encantada. Apuesta por tiradas cortas y saca cosas nuevas al mercado constantemente. Se confecciona bajo pedido y destacan las telas y los colores y les apasiona coordinar a los hermanos. Los piqués, libertys, flores, plumettis y vichys son los protagonistas que a mí me han transportado en un segundo,  a momentos increíbles de mi vida y a una ropa que creí que estaba desapareciendo.

Al frente está Belén González, madre y empresaria, con un gusto exquisito y clásico por excelencia. Con ella han vuelto los vestidos y conjuntos de bebé sencillos pero con mil detalles.

Pero no detalles de altos vuelos de los que no paramos de ver ahora, es decir, miles de volantes, tocados en el pelo, tules, lazos en las chaquetas a juego de lazos y mil detalles de los vestidos, encajes, tiras bordadas una encima de otra, capotas imposibles para niñas pequeñas…

No, nada de eso. Los de Belén son los detalles de siempre, de toda la vida. Colores de niños pequeños y diseños totalmente adecuados a cada edad, sencillos y monísimos a la vez.

Ropa que huele a niñez, a mi infancia, a la de mis hijos, a niños monos y cuidados, a miles de cosas.

No hay nada recargado, nada “muy puesto”. Todo es encantador, del día a día. Para llevar a los niños coquetones y monos, pero normales, exquisitamente normales y con detalles encantadores.

Os voy a ir enseñando cosas. A ver por dónde empiezo… Bueno, por los bebés: Me encanta el conjunto de “flores malvas”, con bombacho tipo faldita, blusa fresquita y capota ideal. Mirad cómo es de mono. Lo que os he dicho, con detalles de su edad, sin tener ocho capas de puntillas. ¡Me parece divino!

Igualmente digo del conjunto “fresas”: en blanco, con lacitos coquetos, rojo…

Monísimo y puede estar combinado a la perfección con su hermanita. A elección del cliente. Ya veis que monada también el “vestido fresas” (más arriba). Para comértelas de monas.

Otro parecido es el conjunto

“Fantasía”, que consta de blusa, cubrepañal y capota. Monísimo conjunto clásico para los días de calor. Las telas son exquisitas y los acabados, perfectos.

Ideal para los bebés es también la “blusa con lazos”: una blusa exclusiva de piqué de nido de abeja, abotonadura trasera y lazos en los hombros. Perfecta para combinarla con sus pantaloncitos y cubrepañales.

La “blusa bebé flores” es una auténtica pocholada: blusita estampada con botones traseros, cien por cien algodón y combinada con cubrepañal. ¡Qué cosita más exquisita!

No me digáis que no veis a esos bebés por la calle y no os dan ganas de daros la vuelta. ¡Si yo lo veo! Veo pocos en Madrid, pero a esos pocos, todo el mundo les mira. ¡Cómo no! Es una gozada ver a los bebés así vestidos. Si no van a ser bebés nunca más…

Monísima también la “blusa cuello volante”. ¡Uhmmm,

preciosísima! Con tela de vichy y topitos, cien por cien algodón, con cubrepañales o pantaloncitos. Totalmente personalizable. Por Dios, qué cosas, ¡cuánto me alegro de haber conocido esta marca! Es que son absolutamente deliciosos todos los conjuntos…

Os enseño la “blusa topitos cuello flor”, exclusiva, en celeste o rosa.

Con topitos, atada por detrás. ¡Combínala con sus pantalones o bombachos! Un conjunto de enloquecer. ¿No os parece divino? Me chifla el cuello…

Y más monadas, como la “Ranita unisex cuello flor”, de satén color piedra o rosa chicle. ¡Son absolutamente maravillosas! De bebés monos monísimos, con un toque actual

increíble. ¡Qué bien lo ha sabido hacer Belén! El cuello redondo en forma de flor en blanco,  me apasiona. Son realmente de un gusto y una clase superior. Hacedme caso…

Y los tonos… más no ha podido dar en el clavo. Para un bebé rubio, el color piedra es lo más bonito y elegante del mundo.

Y otra “Ranita unisex” que me encanta, es ésta, en estos dos colores divinos: el aguamarina imprescindible del verano y un rosa

exquisito. ¡Qué bombonazos!. Algodón y tul a juego y sin costuras internas para total comodidad del bebé. ¡Ohhhh!

Y del conjunto de blusa y cubrepañal, ¿qué me decís?  Con lazos, volantes, adaptable a muchísimas telas y colores, espalda cruzada, con florecitas y topos… Bueno, una auténtica locura de buen gusto. Es el no va más…

Y espectacular la colección “Liberty chic”. Comprobádlo vosotros mismos. Rayas, cuadros, florecitas… todo increíblemente combinado. La capota y el culotte me pueden y lo mismo el conjunto de camisetita y culotte, bien fresquito para el verano. ¿Veis qué monadas sin necesidad de tanta rimbombancia? Dónde esté lo sencillo y bonito…

¿ Es que no lo estáis viendo? Pues me imagino que sí… es increíble de pero cierto.

Y paso a enseñaros vestidos, también clásicos, de siempre, que a todos os sonarán, porque son de toda la vida de Dios. Lo bonito, como siempre os digo, nunca pasa. Y menos, lo clásico.

Magnífico el vestido liberty rojo, de espalda cruzada, con botones ajustables y lazadota trasera.

Ideal verano tras verano. Y por supuesto, el vestido liberty azul, de algodón cien por cien y plumetti. Igualmente con la espalda cruzada. Dos auténticas maravillas, sencillos y coquetones.

Monísimo también para este

verano en concreto, el vestido, con el mismo diseño, pero en topitos aguamarina. Combinable con el niño e imprescindible esta temporada. Fijaos en los detalles, no tienen desperdicio…

El vestido «vichy rojo con mandil y lazo», un clásico total. Ya os he dicho siempre que, cada verano, mi hija tenía un vestido con mandil. Me apasionan. Y en la tienda encargabamos muchos porque en Burgos somos muy clásicos y siempre encantan este tipo de vestidos.

De piqué de nido de abeja blanco y vichy rojo cien por cien algodón. Con lazote y volantes en las mangas y en el cuello. Una niña mona de toda la vida.

Os enseño los vestidos “Índigo” y «Rose”. Con una maravillosa tela de flores, en azul y blanco el Índigo y en fucsia y blanco, el Rose. Preciosísima la espalda en uve y la lazadota trasera. La elección depende del color que os guste más. Son los dos de morir, pero como siempre me mandáis opinar, pues obedezco y en este caso, me decantaría por el Índigo. ¡Me chiflan los azules bonitos para niñas!

Pero ojo, me super mega chiflan ambos, que quede clarito. Ya sabéis que luego depende de mil cosas, del tono de piel, de los ojos… No a todas les va el mismo color.

Coquetón y lencero , el vestido

«Cielo”, de estilo ibicenco con tira bordada celeste y tela de plumetti. ¡Ayyy! Con lazadota atrás. Más arregladito e ideal para una ocasión más especial.

Desde luego, la niña estará divina, pero yo también se lo pondría cualquier tarde de verano con unas alpargatas celestes. ¡Monísima!

Y sencillo y femenino como ninguno el vestido “Cotton”, que lo tenéis en varios colores. De rayas de algodón, lazo trasero y volantes en las mangas. Siempre con la opción de llevar a un hermano a juego, haciéndole la camisa y los pantalones. Sencillos y

monísimos. Y lo mismo digo de los colores… ¡Vayan eligiendo, que hay muchos! Y todos bonitos. Aquí, me quedo con el amarillo con alpargatas a juego.

¿Y vosotras? El que más favorezca, eso siempre.

Para más pequeñitas, me encanta, me pirra, me…todo,

el vestido “Lidia” y el vestido “Aurora”. Los dos sin mangas, botones traseros, en piqué de nido de abeja y liberty, cada uno en una tela diferente, a cada cual más ideal. Unas niñas así me dejan totalmente embobada, os lo juro. Se ve tanto fantoche por ahí… Y ya siento decirlo,

pero es que es así. No lo puedo entender.

¿Pero qué les cuesta ponerles así? Ya sabemos que por el dinero no es, ya que los fantoches a los que yo me refiero que veo, llevan dinerales encima. No quiero ser intransigente, pero hay gustos que merecen palos. A mí, descubrir esta marca, me ha parecido como encontrar un tesoro, algo que parecía que estaba en peligro de extinción…

Y de verano total, el vestido “ibicenco”. Estiloso, fresco, derrochando gusto… con puntilla camel y tela de plumetti de escándalo. Lazada trasera y ¿qué más queréis? Bueno, pues ya puestos, unas alpargatas camel monas. ¡De anuncio!

El vestido “rosas con mandil”, con el mandil exclusivo y tela de flores, cien por cien algodón, plumetti en tono coral, lazote y botones traseros…. Otra cucada. Como el vestido “Biznaga”, en gris y rojo. ¡Qué bonita ha sido siempre esta combinación! Las flores en gris y blanco y tela roja de topitos en algodón. Lazote trasero y faldón interior para darle más vuelo. ¡Guauuuu!

¿Monos o no? Clásicos, pero con la opción de que tú elijas las telas, se lo hagas a juego a los hermanos… nos lo ponen en bandeja.

Y os enseño los clásicos looks de Frambuesa Chic, que son las blusas con lazo trasero, a juego de bombachos o pantaloncitos. Por ejemplo, este bombacho gris de topos,¿cómo os gusta más? ¿Con la blusa roja o con la amarilla? O con cualquier color de los muchos que tiene… Podéis elegir la blusa en cualquier tela, de cuadros, flores, lisa, etc y hacerselo con cualquier bombacho o pantalón, así como llevar a varios hermanos iguales.

Es una delicia de ropa, me he quedado «flipada», como dicen mis hijos, jajaja…

Me chiflan también éstas blusas en piedra con lazote rosa o celeste. Divinas las miles y miles de combinaciones que puedes hacer… Aquí diseñas tú. Me encantaría encargar dos. Por ejemplo, una con bombachos y otra con pantaloncitos. Pasas un verano fetén…

Como siempre, me dejo cosas. Entrad en su página y veréis todo.

Belén, ha sido un placer. Dejamos otro día para hablar de la línea Happy. ¡Esta marca promete, es un pozo de sorpresas! Y lo de ir sacando cosas poco a poco es una idea estupenda, la gente lo está deseando. Así no ven todo de golpe y compramos más, jajaja….

Un beso con mandil