
¡Salió el sol! Y también, el calor a la hora de comer.
Bueno, calor para mí, ya lo sabéis. Lo suficiente para haber estado en el porche tomando el sol y meterme a los diez minutos a mojarme porque no lo aguantaba.

¡Soy un caso perdido! Quiero estar morena, pero me achicharro en un momento.

Tess ha decidido lo mismo, porque se ha metido conmigo a la primera de cambio. En cambio, Borjita, Wallace y Mía (tres de mis gatitos persas, para las que no lo sepáis), no podían estar más encantados espanzurrados al sol.
Voy a tener que empezar a buscar en los armarios la ropa (perezón) de verano. Pero no como en Burgos, no. Aquí, directamente, vestidos de tirantes o te mueres.
Esa es una de mis penas. Ya os lo he dicho siempre: el no poder ponerme una chaquetita mona, un conjunto con mangas, etc. como en Burgos, donde esta época es la más bonita y cuando mejor vestidas vamos.

¡Pues aquí, no hay manera! La gente pasa de los vaqueros a los shorts con zapatillas y camisetas y listo…
Y os aseguro que si fuese yo con alguno de mis conjuntos, siempre iría demasiado “vestida” para las madrileñas.

Que hay de todo ¿eh? Pero abunda lo primero, lo de no molestarse mucho en la imagen personal.
En las provincias nos arreglamos más y mejor. (Es una opinión, claro).
Y hablando de vestir bien y de ir apropiada a cualquier sitio, hablamos hoy de “Eva Jerez”, una marca de niñas que me chifla, por su buen gusto, elegancia, clase, por su falta de recargamientos inútiles. En definitiva, por su sobriedad y ese sello tan personal que tiene ya en todas sus prendas, siempre con detalles llenos de encanto, pero sin excesos.

Hablo de ella, porque hay gente que me sigue preguntando que para las mayorcitas no encuentra nada para celebraciones de cualquier tipo.

Y a mí me parece que con esta marca, puedes ir ideal a una comunión, bautizo, boda o lo que haga falta.
Van elegantes, con tejidos ideales y un colorido al que ya nos tiene acostumbradas Eva, en el que nunca faltan los rosas, anaranjados, corales, rojos…

También este verano, hay unos monos estilosísimos y poco a poco, según he ido viendo la colección, me he dicho a mí misma: ¡Pero qué bonito es todo! ¡Tengo que hablar de ella!

Da gloria ver a las niñas con sus

vestidos, como por ejemplo, con el vestido Karla, uno de mis favoritos.
Precioso y elegantísimo, con corte evasé y mangas de mariposa de encaje bordado…
¡Qué maravilla de vestido! Tiene un detalle de lazo en la espalda, que lo hace femenino y coquetón.
Así me gustan los vestidos para ir a algún evento.

¿Dónde están los miles de volantes, espaldas desnudas, y pecheras con tanta cosa que no se sabe ni lo que son?

Nada de eso. Como os he dicho, la más absoluta elegancia. Un recogido bonito (el que lleva es delicioso) y unas bailarinas a juego y la niña va como un ángel.

Es un vestido de matrícula de honor. Así lo veo yo y así veo a las niñas que se lo pongan. Que serán las más bonitas de toda la fiesta. ¡Olé!
El vestido Mariele, en tres

colores, también es muy apropiado para esas niñas en edades complicadas.
Idóneo y precioso, elijas el color que elijas.

En azulón, tiene una viveza y una intensidad formidables. De corte imperio y falda cruzada en la parte delantera, lleva un fajín de la misma tela con flores, lo que le da el toque arreglado que queremos para ir fetén a cualquier evento.

Me encanta la cinta de la cabeza incluida. Tal cuál la llevaría yo. Ya veis que no tiene más adornos: sin mangas, las flores y los volantes.
¡Qué gusto de diseñadora! ¡No sabéis lo harta que estoy de ver a niñas de tres o cuatro años con la espalda totalmente desnuda y oír que qué maravilla de vestido!
Aquí tenéis a esta tres preciosidades con este modelo en los tres colores. El rosa lleva un rosetón precioso en lugar de las flores, pero el diseño es el mismo.

Para una niña morena, el blanco es divino. Aunque sé que elegiréis antes cualquiera de los otros dos. La verdad es que en mi familia, si tuvieran que ir ahora todas las niñas a un evento, el blanco sería el elegido porque somos morenazas de piel y a nada que tengamos un poco de color, nos favorece muchísimo.

Aunque hay que reconocer que el rosa maquillaje es sensacional. Y ya, más que por el color, por el rosetón, que me gusta más que las flores. Yo, ande o no ande, caballo grande.

Es un vestido tan sobrio y bonito que lo admite a la perfección. ¡Chiflante!

En este caso, no le pondría la cinta del pelo. La llevaría con la melena suelta y natural y la niña va de lujo.

Otra maravilla es el vestido Carmine. Está confeccionado en una mussola, que es lo que le permite tener esa caída tan bárbara. ¡Qué maravilla, por Dios!
Corte en la cintura y falda fruncida con fajín de tul del mismo tono. La cinta de flores es opcional, aunque yo se la pondría sin dudarlo. Es un vestido de locura, totalmente.

Favorecedor, elegante, con clase… Lo tiene todo.
Para una boda, perfectísimo e ideal. Con bailarinas en el mismo tono o con otro que le vaya haciendo contraste, será de las mejor vestidas, sin duda.
Depende de la importancia del

evento, le pondría la cinta en el pelo o no. Está fantástica de las dos formas.

Y más maravillas con el vestido Lola, que lo tenéis en fresa y en verde. Bárbaro, con corte evasé y confeccionado en satén.
Fijaos en las dos grandes lazadas de

los hombros… ¡Qué imaginación para diseñar! Lo hace perfecto para una ocasión especial. Van forradas de tul y hacen que el vestido sea un sueño de bonito.

El color ya, el que más os guste. Y como ya sé que la mayoría elegiríais el fucsia, yo me decanto por el verde. Porque me parece precioso, más original y con un tono divino. No es por nada, soy más de estos colores. Ya lo sabéis.

Si bien, irá deliciosa con cualquiera de los dos.

Ya veis que las dos lazadas son grandotas, para evitar que sea un vestido como otro cualquiera. Para que sea un vestido arregladito. Y qué más quiero yo que los adornos grandes cuando el vestido es sencillo…

Creo que viéndolas a las dos, decidiréis que irán perfectas a cualquier sitio. ¡Apostad por Eva Jerez!

El Leandra, de nuevo, una lección de sobriedad y elegancia. De crepe vaporoso, con tirantes de tul que se cruzan en la espalda y un volantito en el talle alto.

¿Cómo es? Para los eventos en días de calorazo, superior.
Te quedas mirando su espalda sin querer y piensas… ¡Qué buen gusto tiene la madre de esta niña! ¿Sí o no?

Sé que todas las que sois amigas de super volantes y perifollos, estaréis pensando que qué sosería… Ya sabéis, no puedo dar gusto a todas, así que me lo doy a mi misma y a las seguidoras que les gusta lo mismo que a mí, que son unas cuántas.
El vestido Piruleta, de plumetti, otra monería. En blanco o en rojo y el conjunto de falda. Cualquiera apropiadísimo y ponible para otros días.

Con escote cuadrado, mangas de mariposa y el lazote, me parece una auténtica pocholada. Si tienes que ir más arreglada, incluso le pondría una coronita con flores rojas y bailarinas rojas y a ver quién la supera. ¡Nadie! Ni volantes ni tules engolados le harán sombra.
Las niñas son niñas y los cortes de estos vestidos lo demuestran. ¡Magnífica la espalda también! ¿Con cuál os quedáis? No es nada fácil, la verdad.

Y en amarillo, también de plumetti, el vestido Pilareta que nos enseña esta monada de niña con el no menos mono perrito. carlino. Lazote y mangas de mariposa. Un vestido muy normal para ocasiones no tan normales.

Aderézalo con lo que tú veas que le va y la niña parecerá un bombón. Olvidáos de los miles de volantes que no les marca tipo ninguno, de los recargamientos, que tanto se ponen en las fiestas de los pueblos (no me estoy metiendo con ellas, simplemente es un hecho) y de todos los perifollos con los que no parecen ni ellas.
Lo más bonito es lo normal cuando es bonito, claro.

Y “Eva Jerez”, nos demuestra una vez más su clase, su naturalidad y su gusto extraordinario.
Termino con sus monos que este verano van a causar estragos.

En rosa y en azul mar, de punto, sin nada por debajo para días de calorazo quedan estilosísimos. Más monos no pueden ser. Sé que están arrasando en las tiendas y no me extraña.

Lo podéis poner con la blusa de plumetti Lucía, en azul mar también y mirad qué fenómeno queda con el mono.

¿No están de comérselas? De mucho poner, me parecen sensacionales. Tanto en un color como en el otro.
Los conjuntos de falda para ocasiones especiales, son perfectos para niñas mayorcitas que no quieren vestidos.

¡Aguántalas a estas edades! Pues con su falda y blusa Carla, que la veis aquí, van espectaculares, con el gusto de siempre de esta diseñadora.
Acabo de volver de zumba y estoy sudando como no os podéis imaginar, así que me voy a la ducha.

Como siempre, ha sido un placer hablar de Eva y sus diseños.
Ella ya sabe que me encanta cómo viste a las niñas. No podemos coincidir más en el gusto.
Ahora, me voy con Serrat un ratito (¿veis como para gustos los colores?) y enseguida, a cenar, que ya va siendo hora.
Que tengáis un feliz día.
Un beso con elegancia