
¡Aquí estamos de nuevo! Fin de semana buenísimo de temperatura, pero ¿ sabéis cómo he pasado la mañana del domingo? De compras con mi hija. Sí, como lo oís. Hacía un día de lujo pero ”se tenía” que comprar ropa. Era una cuestión de vida o muerte. Así que como toda madre sacrificada, hemos ido por toda la Gran Vía (esa pega tiene también Madrid, que hasta los domingos, abren) y hemos comprado cositas de verano,

porque la pobre “casi no tenía nada”. Le teníais que ver el armario…

Total, que nos ha llevado mi marido y nos ha dejado allí. Después hemos estado en una terracita al sol, que se estaba de maravilla. La Gran Vía parecía un hormiguero de la cantidad de gente que había… Yo lo comparo con un domingo de Burgos, y tengo que reconocer que es como el día y la noche. En comparación, Burgos está adormecido y

aquí había una vida…
Hemos estado charlando del bien y del mal ( hoy estaba habladora) y ha decidido que con el tiempo, se irá a vivir a Barcelona. Os digo que esta hija mía no se de dónde se saca las ideas, pero tiene unos

planes… Es Antoñita la Fantástica.
Y bueno, aquí estoy yo empezando el artículo tardísimo, pero contenta porque dos marcas se han puesto en contacto conmigo y pronto vamos a colaborar. Así que, encantada.

Y como os decía, y para variar, en la Gran Vía, no he visto (y mira que me fijo ¿eh?) a ni un solo niño bien vestido. En fin… Yo sé que los hay, porque las marcas que me chiflan venden todo, pero deben de estar muy desperdigados por la geografía española.
No he visto ni siquiera a dos hermanitos normales

vestidos iguales, nada por aquí y nada por allá. Y era domingo… Pero ni por esas. Ya sabéis, excepto en algunos sitios, en Madrid, libertad absoluta para vestir o mejor dicho, mal vestir.
Bueno, pues esto lo arreglo yo en un segundo. Os enseño la colección de verano de una diseñadora que siempre me ha encantado y que ya está muy arriba, vendiendo absolutamente todo. Pero siempre es bueno que la gente se acuerde de ella.
Se trata de Eva Castro, una marca clásica por excelencia, que ha sabido poner a sus diseños, año a año, los ingredientes necesarios para ir innovando sin exceso y así dar gusto a tantas y tantas clásicas que nos gusta llevar a los niños monísimos pero sin muchas florituras.

Yo me pregunto por qué la gente tiene tanta variedad de gustos… Esto es algo que se me ocurre muchas veces. No entiendo que a la gente no le guste lo mismo que a mí. Eso se llama intransigencia y lo sé. Pero sigo sin entenderlo. ¡Dios mío, no sabéis cómo crucifican a algunos niños, pero así porque sí, porque a su padres les gusta…! Me dan ganas de llorar al verlos.
Pero bueno, voy a intentar ser un poco más tolerante y ceñirme a lo mío, que es hablar de lo que me gusta y recomendaros cosas ideales.

Voy a empezar por el vestido «Mía”, una delicia en rojo y azul, combinación que tanto he llevado de pequeña y después, mis hijos y mis sobrinos… La diferencia está en el tul que lleva este vestido (lo que hablaba de las innovaciones), pero básicamente, es de rayas celestes y blancas, con bodoques rojos y lazotes rojos a cada lado. Es una delicia. Con unas bailarinas rojas, lista, tanto para una celebración como para ir a “ la

Gran Vía” Y ¿qué me decís del Jesusito? Auténticamente de cuento, éste sí que me recuerda a los conjuntos que tuvieron mis hijos… Fijaos bien en el blusón divino de canesú recto con bodoques rojos y lazos; abierto por delante con tira bordada blanca. Y después, los pololos, de cuadros rojos y blancos. ¡Qué mezcla tan superior! Siempre me chifló y veo que vuelve y vuelve…

Sin lugar a dudas, es mi favorito. Y ya, para las más pequeñitas, con la capota de picunela roja y tira bordada… el no va más. Niñas espectaculares. Y lo que pasa con este conjunto, es que, aunque no seas clásica, te tienes que rendir y reconocer que es una auténtica maravilla. ¡No concibo que nadie diga que no le gusta! Fijaos en la capota, con los detalles de florecitas rojas bordadas en el escote… ¡es que es divinooooo! No es por nada, pero lo ha clavado.

No conozco personalmente a mi tocaya. Solo sé que es pequeñita y morena. Y es que las pequeñitas damos mucha guerra…jajaja. Pequeñitas pero matonas.

Otro vestido venido del más allá es el de flores grandes en tonos coral, con plumetti y tira bordada con puntilla en toda la pechera y parte central del vestido… ¡Me mata! Llevad a la niña así, con unas alpargatas coral monísimas que os digo yo dónde os las hacen y se desmaya la gente por la calle… Ya con la chaquetita, tal cual la hubiera diseñado

yo, currita y en coral, con el lazo de plumetti asomando… delicia absoluta. No, pero decidme la verdad y dejad comentarios, que me gusta saber de vuestros gustos para hablaros desde mi punto de vista… Yo lo veo totalmente soberbio, pero sé que no todos lo veréis así…

Os dejo la espalda, fabulosa y espectacular, con los pololos de plumetti. ¡Ayyy, qué gusto, por Dios!
Desde luego, en España se hacen maravillas. Aquí sí que no tenemos nada que envidiar a otros países, por mucho que haya gente que le encante otro tipo de ropa… Hay tantas, pero tantas monadas…
Ya os he enseñado dos vestidos de campeonato, que yo, ya tendría en mi armario, seguro. ¡Qué derrochona soy! Menos mal que se me pasó la

época. Ahora, incito a mis primas a que compren, jajaja. Algunas me hacen caso ¿eh?
Tercera maravilla y de siempre: el vestido Xana, de cuadros celestes. Sencillo, con una tela ideal, arrugadita, tira bordada a los lados del cuerpo y en el bajo y

lazotes en los hombros. En su sencillez está su encanto. Un vestido de toda la vida y toda la vida, divino. ¿Y el Jesusito? Es que las capotas tan divinas me pueden; ese mandilón de tira bordada y los bombachitos de

de cuadros… Ésta sí que está de rapto. Y para que pidan un buen rescate, jajaja… Mirad los dos juntos, con la chaquetita pequeña y de manga francesa y el Jesusito del que os he hablado… ¡Qué cosas!
Y paso a otra delicia, en la que ya sabéis, que con estos colores, no soy imparcial. Pero es que es tan absolutamente divino… Más arregladito, en blanco con tela perforada y tostado. Con tira bordada, plumetti…

Tiene absolutamente todo lo que
me priva. Distintos diseños, pero igual de preciosos. Éste, con toda la pechera tostada, con la tira bordada con bodoques es de muerte. Se llama » Bella».

Con unas alpargatas camel… Superior.
Y del Jesusito “Bella”, ¿qué voy a decir que no veáis? Capota de delirio para mi gusto, tira bordada grandota con bodoques, que favorece a la que menos te lo esperas… Y el resto, igual que el vestido.

¡Enamorate como yo! No tiene desperdicio… Debo de ser una facilona para comprar, porque, como tengo tan claro lo que me gusta y lo que no, soy un peligro. Siempre me lo dijo mi madre y siempre fue así. Y pensar que hay gente que mira y mira y me dice que no encuentra nada…. ¡Ayyyyyy!

El vestido “Marta”, me consta que está arrasando. Y es que ¡cómo sienta! De color crudo con lunarcitos verdes, contrastado con verde con lunarones crudos. Detalles ideales, ya que en el bajo y en los lazos, le das vida al vestido, al ser el verde el que predomina y tener los lunares grandotes…

Y las tiras arrugaditas colocadas estratégicamente… Bueno, que es otra maravilla y punto. Lo miréis por donde lo miréis. Mirad a la niña. Con eso se dice todo. Y con la chaquetita… Desde luego, es el color del verano, eso está más que claro, ya os lo decía el otro día. Y éste, para no ser mi color favorito, me super pirraaaaaa.

Os dejo aquí el conjunto de la más pequeña, con la capota de deslumbrar, pololos de plumetti, y el vestido con la chaquetita. También para un día especial, la niña

va de morir. Ya lo sabéis.
Tanto plumetti, tanto plumetti… parece que lo hacen para fasdidiarme… Ya sabéis que me apasiona el plumetti, y esta mañana, iba mirando, mientras mi hija elegía sus cosas, algo que tuviera plumetti para mí…

¡Os digo que me voy a volver loca!
Y totalmente exquisito y de un gusto bárbaro es el Jesusito Noa, en color marfil, con un estampado divino y muy sutil con florecitas en rosa antiguo, que me gusta llamarlo así.

Como veis, toda la capota de florecitas con su volante y el vestido igual, salvo el bajo y braguita en el rosa que os digo. ¿Cómo está? No me digáis que no os chifla… Los detalles, como el bajo asimétrico de la tela de flores o el tejido del rosa antiguo se ven mejor en esta foto sin niña. ¡Espléndido!

Y el vestido, ni hablo: ya lo veis, con la misma tela divina, cuello de tira bordada blanca, canesú alto y rematado de nuevo con la tira bordada en el bajo. Sencillo pero con todo. No le pongo ni le quito nada. Es perfecto. Y el tono, elegantísimo. También, para ceremonias, si tienes dos niñas y las llevas así…
Y como los del Norte sabemos mucho del clima tan caprichoso que tenemos, ya que, por lo menos en Suances (Santander), en un mismo

día tienes las cuatro estaciones: por la mañana llueve y sales con el chubasquero pero con el traje de baño por debajo porque seguro que despeja… Después, se vuelve a nublar y a llover y vuelta al chubasquero. Y finalmente, por la noche, hay una horita que llamamos en mi casa “la hora de las brujas”, en las que hace frío.

Como todo esto lo sabe Eva, ha diseñado esta preciosa gabardina, que muchos no necesitaréis, pero otros, como os digo, sí y mucho. Es preciosa, como todo lo suyo y la tenéis en beige y rosa. El cuello con volantitos pequeños y lacito, dos botones y talle alto. Los bolsillitos de adorno, una cucada, con los mismos volantes y lacito que el cuello. Todo tiene “algo”, dentro de la sencillez. Todo.

También os dejo foto de la rosa, para las amantes de este color y para las más pequeñas. Yo ya sabéis con cuál me quedo. Pero lo ha bordado. La rosa, para las pequeñitas es una delicatessen.

Y cómo no, también el jerséy, precioso, con la corona “logo” de Eva Castro. Aquí, en rosa chicle, favorecedor a tope y con lacito por detrás. Divino y en muchos más colores. Para el Norte… indispensable.

Y más y más. Me dejo las colecciones “Love” y “ Cenicienta”, de las que os dejo dos fotos para que veáis que también son una maravilla. No rebusquéis, que no hay nada feo. Os lo prometo. Todas sus colecciones siempre me han chiflado, pero este verano se ha superado. No de todas las marcas se puede decir lo mismo…

Yo las admiro, porque tienen que estar al pie del cañón todo el día, ya que hay muchísima competencia en este mundo y cada día salen marcas nuevas y cosas ideales…
Así que lo has hecho perfecto, Eva. ¡Si hasta el nombre lo tienes bonito, jajaja!

No os perdáis nada, poneos en contacto con ella y si no encontráis algo, siempre tenéis a mis amigas, Nani Kids, que venden esta marca en su tienda online… Podéis tener suerte y que quede algo…

Y ahora que lo pienso, no sé de ningún sitio en Burgos dónde vendan la ropa de Eva Castro. A lo mejor sí, pero es que han abierto varias tiendas que no conozco… Y me extraña,

porque en Burgos tenemos muy, pero que muy buen gusto…
Así que, aviso a las tiendas de mi querida ciudad, como siempre que algo merece la pena.
Eva, si vas a FIMI, pasaré a saludarte. De momento, te voy mandando a varias… La gabardina ya la han comprado dos de mis lectoras y se han quedado chifladas.
Un beso de Eva a Eva