“Yo no quiero que a mi niña, golondrina me la vuelvan”. Yo no quiero que a mi niña la llamen a ser princesa…» Me río empezando hoy con este poema de Gabriela Mistral, que en el colegio nos lo teníamos que aprender de memoria y os aseguro, que, cuando le tocó a mi hermana, fue un auténtico suplicio para toda la familia.
Era una empollona y se lo tenía que saber todo a la perfección. Lo que pasa es que éramos bastante pequeñas y el poema se las traía… Era largo y no entendía nada de nada en aquel momento.
Así que durante meses, mi pobre y sufridor padre estuvo preguntándoselo, sin exagerar, cada día, más o menos una hora o más.
El poema (éramos de colegio de monjas, claro) trataba de que las niñas no fueran educadas para ser princesas, que tuviéramos los pies en la tierra, y que no nos llevaran por el camino de la superficialidad, que nadie nos cambiara, vamos.
En fin, es una broma constante que ya le gastamos a mi hermana, por lo que ella sufrió para sabérselo y los demás escuchándola. No está escrito los días que mi pobre padre se quedó sin ver el Telediario, jajaja…
Ni os lo imaginaríais. Si se confundía en cualquier párrafo, volvía a empezar. ¡Torturaaaa!
Y me ha venido a la cabeza ahora, porque recibo siempre mensajes diciéndome que tengo un gusto exquisito, que les encanta, etc, pero que todo es muy caro y muy pijo, que no todos pueden comprarlo.
Por mucho que intento explicar que hablo de todo, los sigo recibiendo, así que es imposible hacerme entender. ¡Será que justo ese día no me leen!
Lo que sí os digo es que para hablar de Zara, de Primark, etc, conmigo que no cuenten.
Hablo de ropa mona, de lo que me gusta y lo bueno, generalmente, suele ser más caro.
Es que si no, ¿para qué escribo? ¿Le voy a hacer la crónica del día a Amancio Ortega? Pues, no.
Voy a seguir en mi línea, dando ideas de lo que se lleva y desde luego, claro que muchas no son baratas, porque son especiales, ideales, de calidad…
Y como todos sabéis, lo bueno se paga. Y además, es que lo vale. La mayoría, vamos.
Sin ir más lejos, de la marca de la que os hablo hoy: “Eva Castro”. Una marca que ha llegado a lo más alto, sin ser precisamente barata y la cuál, se rifan todas las tiendas. ¿Por qué será? Porque sus materiales son buenísimos, porque coordina de manera increíble, tanto los propios conjuntos, como a niños y a niñas. Es una de las marcas que mejor lo hace, con diferencia.
Claro, los niños son pequeños, porque, como siempre os digo, es imposible coordinar durante toda la niñez a niños con niñas, ya que llega un momento en el que los niños corren el peligro de estar ridículos.
Pero aún así, Eva Castro ha diseñado el jersey para niños mayorcitos, a juego de cada colección.
Maestra de los pololos con blusita deliciosa y jersey cortito, se distingue un “Eva Castro” nada más ver a los niños. Tiene su sello inconfundible y eso me encanta, porque quiere decir que ha llegado a un punto en el que es inimitable, a diferencia de muchas firmas, que, al verlas, no sabes muy bien si son de una marca o de otra.
Me parece dificilísimo a lo que ha llegado ella y cómo lo ha hecho, despacio, con buen gusto y tanta perfección en la coordinación de los conjuntos de niña y de niño, totalmente apropiados e ideales para cada edad y finalmente, los vestidos y los jesusitos… ¡Nada se le resiste a esta gallega!
Es una marca para las que queremos “ese algo más”, es decir, para las que no nos conformamos con que los niños lleven cualquier cosa mona.
No. Ese algo más es el detalle que tiene en cada pieza, lacitos, un poco de tul en los bombachos, puntillas (las justas y necesarias)… Y después la monería de jerseys y chaquetas con las que complementa cada colección.
Para este verano, como estáis viendo, ha echado el resto y es que, todo es tan bonito, que me resulta difícil escoger.
La colección Margotte, en tela vaquera y amarillo, una de mis favoritas.
Ponible, de sport, pero ¡qué sport! Pongo sport por decir algo, porque lo tiene todo: perfecta para poner mucho, pero coqueta como la que más.
Ya veis el precioso conjunto de bombacho de tela vaquera con motitas y el detalle de tul de plumetti amarillo, con volantes en el culete, y jersey amarillo de rayas marino. ¡Ideal! La niña, con un buen par de lazos en las coletas… ¡Por Dios, alguien sin tocados! Me rechiflaaaaa.
Aquí, sin el jersey, para que apreciéis bien la pocholada de conjunto.
El bebé, por supuesto, con todo a juego. Fijaos en el detalle de la picunela amarilla en la blusita y el vestido precioso, sencillo, pero con clasón y un lazo de tul amarillo en la espalda.
Con la chaquetita ribeteada, totalmente a juego… ¡Uhmmm!
De los vestidos que te hacen girar la cabeza, aunque no quieras. Bailarinas amarillas y delicioso.
Otra fantástica colección, que sin ninguna duda, sí que creo que es mi favorita, por los colores, es la Alice, en celeste y rojo.
La cantidad de detalles, el mimo con el que está hecho, las blusas con lazos, el vestido tan favorecedor… todo, todo en ella, me trastorna.
No sé ni cómo en alguna tienda puede quedar alguna talla, pero os confirmo que en la tienda on line “Ropitas y Más”, una de las que más tallas tiene siempre de esta marca, aún quedan de varias colecciones.
Aquí estáis viendo la divinidad de colección, donde niños y niñas pueden ir fantásticos.
¡Con qué maestría coordina a todos! El Jesusito, que es una pocholada, va
a las mil maravillas con el conjunto del niño, con una tela azul con lunarcitos rojos realmente deliciosa.
El conjunto de short-faldita no puede ser más mono, por Dios.
La niña, con las trenzas y “lazos” está de muerte… ¿Os gusta la idea de las medias con las converse? Lo digo porque son muchas las que he visto así en el Facebook.
Queda estiloso para los días inciertos, pero donde estén unas bailarinas con las piernitas morenas…
La misma tela de rayitas celestes con motita roja para el bebé. La camisa, con la picunela roja, el jersey…¿Conocéis muchas marcas con tanto detalle? Es impresionante lo bonito que es… Porque detalles hay en otras, pero lo que pasa es que a lo mejor son demasiados… jajaja
Una colección para quitarse el sombrero. Se está poniendo muy alto el listón Eva. Pero seguro que no nos defrauda en la temporada que viene.
El guiño a lo marinero viene con su colección Danna, en marino y rojo. Tiene que hacer equilibrismos para que todo resulte tan perfecto.
La tela colosal de los bombachos en rayas marino, rojas y crudas es perfecta. Por supuesto, no faltan los volantes de tul crudo en el culete, a juego con el cuello de la blusa. Y el jersey de la colección, por supuesto…
El niño, idéntico. Ya me diréis cómo pueden ir unos hermanitos…
Y la colección entera, con el vestido blanco perforado y detalle con dos lazos, el niño de pantalones recortados y el de los bombachos del bebé.
¡Oh la lá! ¿Ya tenéis preferida? Yo sé de más de una que ha comprado varias.
Rosa y azul bebé para su colección Brigitte, la cuál combina también a la perfección. Nunca había visto estos dos colores juntos y parecerme tan bonito el resultado…
Aquí veis los conjuntos de bombachos en rosa con los volantes de tul de plumetti en celeste y el Jesusito en rayas y cuadros rosas… Chaquetita corta, capota… ¡Delicatessen una vez más!
Este Jesusito me recuerda tanto a mi niñez… Parece que me estoy viendo en una foto con mi hermana.
Ya veis que el conjunto de bombachos lleva la blusita de tul de plumetti en rosa con volantes en azul en el cuello…
¡Más delicioso, imposible! ¿Y luego pretendéis que cueste como cualquier cosa que venden y que no tiene nada de nada? Pues no.
Lo que pasa es que hay quién no lo aprecia, mejor dicho, no lo ve. Una pena…
No me va a dar tiempo a enseñaros todas, ya lo veo, pero es que son todas espectaculares y todas hechas con los cinco sentidos, de verdad.
Sensacional también la Claire… en celeste clarito. Una maravilla para estar morenito. Y como siempre, conjunto de niña, de niño, Jesusito, conjunto de falda… ¡Ayyy, esta tocaya mía me mata!
Maravillosa para llevar a los niños en verano. El celeste es perfecto y los diseños, ya los veis…
Y de las más alegres son la colección Mina, en un coral increíble, es un tono especial, chiflante, favorecedor que, combinado con el turquesa, le da un encanto y un toque mágico fascinante…
Fijaos en el conjunto de bombacho porque no le falta detalle… y sin embargo, no da sensación alguna de recargado. Es fresco y alegre como nada.
El del niño, como siempre, coordinado magistralmente. Y divino el Jesusito, de niña mona, lleno de detalles, con capota de morir.
Termino con la colección Ariana, en la que predomina el vichy fucsia, combinado con una tela de estampado pequeñito en azul con florecitas rosas… De nuevo, una monería sin igual.
Aquí veis varios conjuntos de la colección. El jersey es el más alegre de todos para las que no sois tanto de lisos como yo.
El vestido de volantes, intercalando las dos telas, más otro de tela fucsia brocada, es un auténtico espectáculo para la vista. ¡Qué maravilla! Lazotes en el pelo y bailarinas fucsia y …¡Desmayooo!
Y el Jesusito, más de lo mismo. Ya lo veis, con la tela de flores y los bombachos en vichy… Absolutamente preciosísimo.
Volviendo al poema de mi hermana, las niñas no se vuelven golondrinas por ponerse estas joyas. Nosotras y nuestros hijos las han llevado y
hemos salido con la cabeza «muy bien amueblada».
No falta el conjunto del niño. Aquí no falta de nada. Más bien sobra buen gusto y mucha dedicación para que nuestros niños vayan como soles…
Y aunque me repita, bien vale lo que cuesta. ¡Que no me hagan hablar otras marcas, que eso sí que es una tomadura de pelo!
Bueno, y espero que os haya gustado, al menos la mitad de lo que me gusta a mí.
Hay que volar alto, como las golondrinas, aunque se tengan los pies en la tierra.
Un besiño