
“Cai, por la madrugá… Como me huele a sal mi Cai…
Cai, que se despierta por la mañana, me llena el cielo de gaditanas”
Hoy empiezo cantando esta canción de Niña Pastori, que me encanta y que sirve de introducción a la deliciosa ropa que os voy a enseñar.

Y por otra parte, también canto, porque estoy contenta. Os dejé con un virus que teníamos y ha sido mucho más gordo de lo que parecía. Mi marido ha estado incluso hospitalizado dos días. ¡Menudo susto tan horrible!

Todo va pasando, pero cuando te encuentras tan mal es cuando ves lo que verdaderamente importa en la vida. Sin salud, no somos nadie, desde luego.

Bueno, estamos con reposo, pero puedo escribir. Llevamos así todo el fin de semana. Juan ha venido a pasarlo con nosotros y bueno, pues un fin de semana absolutamente familiar.
Sólo faltaba la locatis de la casa, que sigue en Irlanda… Y no sé el tiempo que se piensa quedar.
Ella, sobre la marcha. No me deja vivir tranquila esta niña… Siempre tengo alguna preocupación en la cabeza.
Ya os hablé un día de la jovencísima marca “Ochúss”, tan bonita, tan fresca, tan diferente a todos los modelos “encorsetados” que vemos. Inspira libertad, estilazo, niñas monas, gusto, clase, todo lo bueno de la moda infantil, incluidos los precios.

Llega desde San Fernando de Cádiz, esa tierra tan preciosa, con ese mar inmenso tan azul y esa luz de océano que quieras o no, tiene que gustarte.

Y eso que yo soy del Norte en todos los sentidos: me gusta más en todo, en el clima, la comida, los paisajes, etc. Pero cuando vas conociendo ciudades y pueblos del sur, como os dije el otro día, te enamoras de ellos; es inevitable.

Bueno, pues María Luisa, la diseñadora de esta preciosa colección, plasma en sus diseños, la alegría, la falta de sofisticación, el estilazo de sus niñas, las telas no muy gruesas (cómo se nota el clima de su tierra), la sencillez y el súper estilo que tienen todos.

Las fotografías tan preciosas y las niñas tan guapas, tan de revista, hace también que todo me parezca como irreal, ya que niñas de esas, poquitas veo yo.

Nos empeñamos en que todos los niños son guapos y lo siento, pero no. Como os digo siempre, cuando nosotras nos compramos ropa, la vemos en modelos impresionantes, en chicas altas, con tipazo, etc. Si no, ¿nos gustaría igual? Noooooo.

Pues lo mismo pasa con los niños y María Luisa ha sabido a la perfección presentarnos la colección con unas niñas rubias, guapas y vistosas que, unido a las maravillosas fotografías, me han hecho quedarme con la boca abierta.

Una cosa, María Luisa: también hay bellezas morenas ¿eh? Jajaja.
Bueno, pues ya estáis viendo algo de su colección para este otoño-invierno.


Su vestido Albariza me tiene enamorada por completo, de rayas en crepe rugoso, asimétrico y con lazada al cuello… ¡Qué divinidad, por Diosss! ¡Qué niñas y qué vestido!

Esto es lo que yo llamo clasón. Y quien lo entienda, bien y si no, pues no sabéis cuánto lo siento. Tener varias niñas y llevarlas así vestidas, no tiene precio.
Otro es el vestido Sarmiento, rosa envejecido, en punto satén-viscosa, con cinta de terciopelo granate sobre las mangas y lazada en la espalda.

Otra monería de vestido para combinar con granates, que a mí me chifla. Ya veis qué sencillez, que pasmosa naturalidad y qué maravilla.
No sé si para los sitios de mucho frío, será poco práctico. Sé que hay muchas frioleras y lleváis a los niños hiper forrados.

Todo es cuestión de comprar una buena pelliza, si es que os gusta.

Me chifla el vestido Pasa, de estilo deportivo, ajustado en la cintura, de punto-pañete, más abrigadito y en color verde cactus, con capucha trasera.

¡Cómo está este bombón con los pololos negros asomando!

Vamos, si yo tuviera niñas pequeñas…¡Antes no existían estas monerías!

Bárbaro, lo mires por donde lo mires, ¿no os parece? ¿No te gusta para las niñas, Elena?
Otro sencillo y lleno de encanto es el vestido Uva, en

un azul envejecido, en punto satén, con lazos en las mangas y ribetes en negro.

¡Me pirra el color y de nuevo, la frescura del vestido! Divino para combinar con negros o marinos, incluso burdeos…

Niñas divinas, con ropa además, comodísima. Llaman la atención sin quererlo. Eso es lo que tenían que conseguir todas las marcas.

Y en este homenaje que están haciendo al vino, a su elaboración y a todo lo relacionado con él, llega el vestido Cepa, negro, en georgette vintage con lazos en las mangas y ribetes dorados.

¡También exquisito! El negro parece que vino hace unos años y todo el mundo creía que iba a ser una moda pasajera, pero nada de eso. Llegó para quedarse definitivamente y a mí, cada vez me gusta más, excepto en los bebés.

También en negro, el vestido Moscatel, en georgette vintage con galón estampado en la museta, mangas flamencas y lazada en la espalda.

Otra monería, con algo más de luz y repito, ideal para los granates y burdeos….

La niña va natural como el proceso de la vendimia que más natural no puede ser. Niñas poco “formales” en el vestir, telas ligeras y diseños de morir.

Las veo como a espíritus libres, tan diferentes de las que van con tantos vuelos, tocado en el pelo, pascualas, etc…

Desde luego que me encantan los vestidos con telas más armadas también, clásicos, con sus nidos de abeja o sin ellos, pero tener algo de esta colección, nos vendría de perlas para cambiar un poquito y llevarlas más naturales algún día.
El vestido Majuelo, berenjena, que se lleva mucho, es de punto satén-viscosa, evasé y museta delantera y trasera…

¿Cómo lo veis? Yo, encantador. Este color ya lo han presentado bastantes marcas, así que, atentassss.

En la misma línea, el vestido Terruño, bárbaro, de punto, rosa envejecido, con volante sobre los hombros y remallado en negro…¡Oh, qué ideal está la niña!

Complementádselo con viseras, boinas (si les van) y unas botas y estarán sensacionales. Con una capa o abrigo negro, ya la bomba. ¡Probad a llevarlas más desenfadadas y veréis!

Exquisito el vestido Parra para cualquier evento otoñal, en blanco, en georgette vintage con pasamanería de flecos dorada en la museta y puños. En el bajo, un volantón.

Muchas lo elegirán para las Arras de su boda, sobre todo por el Sur, donde parece que el verano aún no se va a ir… Pues mirad qué cortejo tan divino pueden formar. Todo es cuestión de buen gusto e imaginación, no de dinero. Está claro, ¿no?
Se puede ir sensacional sin gastarte dinerales, siempre os lo

digo. Para algunas cosas, soy partidaria de cosas más caras: lo que se van a poner muchísimo, un abrigo o un conjunto clásico abrigadito.

Bueno, que me gustan las dos cosas pero con algo en común: lo bonito y se acabó.
Lo mismo pasa con el vestido Viñedo: ideal para una boda o un evento. También en georgette vintage blanco, con volantes sobre las mangas y encaje bordado sobre tul.
¿No os chifla? Estilazo y delicadeza a la vez. Unas niñas de exposición, de revista, de portada.

Sencillamente, niñas de mirar, de copiar, de dejarte absorta. Así de claro. ¡Cuánto arte hay en Cádiz, madre mía! ¡Que no todo lo bonito en moda es gallego y mira que hay maravillas!

Vestido Hollejo: en gabardina color piedra, otra maravilla, con volante en capa bordeando el bajo, manga capeada y lazada en la espalda superior.

Un color que me apasiona y facilísimo de combinar. El vestido, de nuevo, del estilo cómodo, irresistible, original, como todo lo de “Ochuús”.

Lo tenéis difícil para elegir. Muy difícil. Yo estoy recomendando a la gente que me pregunta y me es dificilísimo sin conocer a las niñas decirles uno u otro.

Hay un modelazo que me tiene robado el corazón y que para niñas un poco mayorcitas ya, es único: consta de dos partes, el blusón Arroba, en negro, de cuadros escocés, con corte en museta y lazada al cuello, divino y el mono Catavino, en punto piqué negro, con museta capeada y adorno lateral dorado.

No necesita explicaciones. Tan sólo que veáis cómo esta la niña, cómo sienta el mono, qué conjuntazo… Yo veo así a una niña y me desmayo.

Otro blusón idílico es el blusón Tonel, en bambula blanca, evasé, con encaje de bolillos en la museta y en los puños.

Lencero, soberbio, le va que ni pintado a la falda Mosto, de paño camel, con cintas de pana lateral y lazos.

¿Cómo veis a la princesa de cuentos? Me mareo de lo que me gusta, sin exagerar. Una boina, visera, lo que queráis, imaginación y a la calle a lucir niñas.

Son mis colores preferidos, mis diseños de toda la vida. ¿Cómo no me va a gustar? Es que me quedo corta si digo que sólo me gusta. ¡Me apasiona cómo va esta niña!

También en bambula blanca, el blusón Barrica, con punta pequeña de bolillos sobre el cuello y los puños.

Ideal para faldas, pantalones y divina con esos pololos, si bien, en invierno, poquito lo pondremos así…

Y el chaleco Sherry no me lo puedo dejar, que está arrasando. Aquí lo lleva Sol, guapísima y con su estilazo innato, sobre un vestido blanco.

Es un chaleco realizado con tejido rústico y pelo imitación a visón con bolsillos delanteros. No puede resultar más bonito. Con calzas, botas y vestido, ya veis cómo sienta. Pero también con pantalones o falda…

Increíble el partido que se les puede sacar a las niñas con un mínimo de buen gusto. ¿Por qué habrá tanta gente a la que esto no le acaba de entrar?
¡Con lo fácil que lo ponemos, madre mía!

Sol, estás de morir, aunque eso ya lo sabes tú (la niña del chaleco).
Y siguiendo con el puro estilazo, el delantal Vinagre, nos ayuda a conseguirlo. De tejido lanoso,

bien para usar como complemento o como jersey sin mangas, mirad cómo queda con el blusón que os he enseñado antes y la falda de lunares.

¡Pues una joya de niña! Cosas que sólo se le ocurren a marcas como ésta. ¡La imaginación y el estilo, al poder!
Mirad también la falda camel de antes con el jersey Andana, de

punto canalé negro, con cordoncillo dorado en el cuello y en las mangas capeadas. En la espalda, un volantito. ¡Oléeee!

O el jersey Soleá, en lana color borgoña, con volantón en la museta, otra preciosidad.

Voy a parar, porque tengo que terminar, pero podéis entrar en su página web y comprar cualquiera de los modelos que os he enseñado y más.
Ya sabéis, y lo digo mil veces, que no hay peor gusto que el de vestirse “demasiado”.
Lo dijo Giorgio Armani, que me chifla, pero yo lo ratifico.
Un beso al buen gusto gaditano
Precioso, diferente y sobre todo se ve muy cómodo.
Hola Nuria. Opinamos lo mismo. ¡Muchas gracias!
me ha encantado, esta linea de ropa