
Hoy os escribo con un horrible virus que se ha instalado en mi casa. Mi marido y yo llevamos cuatro y dos días respectivamente, conviviendo con él y no os podéis imaginar cómo se te queda el cuerpo.

Estamos sin comer, sin dormir apenas, con un dolor de estómago espantoso, sin saber qué hacer.

Por fin, nos ha recomendado el médico tomar coca-cola con azúcar y sin gas (no sabéis qué asco) y empezar a morder biscotes. Ese es nuestro régimen.


¡Menos mal que Pablo se va librando! Así que no sé si hoy acabaré este artículo o Dios dirá…
En fin, que todo sea eso. Pero es increíble cómo te sientes… ¡Para el desgüace!
Además, el calorcito que no para. Yo estoy para ingresarme, de verdad.
Bueno, no me quiero quejar. Sólo es para explicaros por qué no escribo. Muchas me habéis escrito y no he podido contestaros.
Hace calor y aun así, muchas ya estáis comprando ropa de abrigo.
Yo era de esas, porque después me quedaba sin tallas y tenía muy claro lo que quería.


Otras esperáis al final y queréis milagros… De verdad, si os ha gustado algo mucho, no esperéis porque hay gente para todo y te puedes llevar la sorpresa de que no queda.

Yo os aviso, nada más. Pero es que algunas me pedís cosas que son imposibles de conseguir a determinadas alturas del año.
Hoy, os quiero hablar del escocés, que gracias a Dios, está más de moda y más presente en la moda infantil que nunca. ¿Cómo se va a pasar de moda, si es un clásico eterno? Lo digo porque muchas están “hartas de los cuadros porque siempre viene lo mismo”. Esto es lo que me ha enviado una lectora. Claro, una lectora, que no entiende que lo clásico siempre, siempre estará ahí y siempre será una de las cosas más bonitas del mundo.

Escoceses hay muchos, además: el clásico, un poco menos clásico, de diferentes colores, con innovaciones, etc. Pero escocés al fin y al cabo. Me declaro fan absoluta de lo escocés.

Así, que para las que opináis como yo, o todo lo contrario, os demuestro, que siempre se ha llevado y siempre se llevará.

La marca “Baja Costura”, una marca veterana y sabia, a veces demasiado arreglada pero siempre con buen gusto y muy buena calidad, nos presenta su colección Piper con un escocés clásico, ideal y arregladito, para ir los fines de semana monísimos, por ejemplo, con abrigo verde

botella o rojo integral, que van divinos.

Ya veis que hay Jesusito, dos modelos de vestido, conjunto de bombachos, de short, para niño y para bebé. ¡No hay excusas para

decir que no se les puede llevar iguales!
Como veis, la tela es de la más clásicas. Lo que varía es el diseño, que, como os digo, tiende a lo “muy arregladito”, con detalles, vuelos, un poco de “vestir”. Eso ya, va en gustos. Ya sabéis que no me gusta nada lo “repolludo”, pero considero que esta colección, bien complementada y bien puesta, puede quedar sensacional.

El Jesusito es delicioso y el pelele, con doble cuello, ya lo veis. Se nota el mimo y la calidad con la que está hecha toda la colección.

Además, aunque sea una niña mayor, al ir de escocés, casi todo está permitido. No peca ni de ir demasiado infantil, aunque tenga diez o doce años, por ejemplo, con el conjunto de short.

Como os digo, una colección preciosa y sobre todo, para las clásicas “arregladitas», con un toque diferente.
Desde luego, para llevar a los niños “de punta en blanco”.
Y pensando en la Navidad, qué queréis que os diga… ¡Divinossss!
Que parece que queda mucho, pero la vida se pasa en un suspiro y lo escocés rojo es inherente a esas fechas.

Otra marca que hace mis delicias, y las de muchas de vosotras, es «Kids Chocolate”, en la que también tiene modelos escoceses. Y es que las que saben, saben. Eso está claro.

Preciosos conjuntos, esta vez en marino y verde. Un escocés chiflante, con detalles en el diseño que no le deja ser el típico clasicorrón un poco trasnochado, sino que brilla con toda la fuerza que le da las innovaciones que Victoria ha introducido en los formidables conjuntos.

Sensacional el niño con el pantalón largo y el jersey azul. ¡Más bonito no le puedo ver! Ver a un niño así por la calle me da hasta escalofríos, de verdad. ¡Por fin, alguien con gusto exquisito!
También la niña tiene su conjunto de pantalón largo, acompañado de un jersey-sudadera con volantón y puños blancos. ¡Gran lazote en el pelo, como a mí me gustan las niñas!

También preciosa, con la pelliza azul forrada de borreguito… Una colección más fresca, más de sport y ponible que la de la marca anterior. Diferente, en una palabra. Ya sabéis que para gustos…

Monísimo el niño con las bermudas del mismo escocés y el jersey marino con el motivo del coche o haciendo estilo con la gorra

y la camisa, que es divina, por cierto.
¡Qué niño, mamma mía!
Las que os quejáis tanto de que no hay ropa para ellos, tomad nota de éste…
La verdad es que más guapo y estiloso no puede estar.

Y el vestido, pues otra maravilla, ya que a lo clásico de la tela se añade el cuellote y las mangas blancas, no sé si con bodoques o troqueladas.

Da igual. El caso es que la niña está de impresión.
¿Y qué me decís, aquí, con el lazote tal cual lo ha llevado Almudena toda la vida y ese chaleco tan exquisito con alitas en marino? Bueno, bueno, bueno. Para mí, una niña perfecta vestida.
¡Qué bien estaban calladas las que dicen que siempre viene lo mismo! ¿Veis alguna similitud entre una marca y otra? No ¿verdad? Pues eso.

Y entra en escena “Noma Fernández”, con su clase, su calidad y sus detalles exquisitos. Las chicas de Noma son amantes de los cuadros, del tartán, que lo sé yo y a las pruebas me remito.

Siempre presentan colecciones de cuadros, tanto en invierno como en verano, y siempre dan en el clavo con mi gusto y con el de muchísima gente.

Esta temporada, tres de sus colecciones llevan cuadros: La Aneto, con unos cuadros fantásticos y un colorido soberbio, además del diseño, una virguería a las que ya nos tienen acostumbradas.
Predomina el verde en este vestido divino, acompañado de rojo y beige. Volantes de adorno en la zona de los hombros que bajan hasta la mitad del talle y prosiguen por detrás.

¿No es precioso? La hilera de botones con el ojal al aire del escote, otro detalle encantador.

Y el Jesusito, otra obra de arte, con pieza central en el canesú, cuello alzado con volante y lazote de plumetti bicolor blanco y verde adornando la pechera. ¡Perfecto!
Me encanta también el doble volante que adorna los puños.

No me puede gustar más, con su braguita a juego, por supuesto. ¡Qué suerte las que tenéis niñas de estas edades!
¡Bárbaros tanto el vestido, como el Jesusito! Se están vendiendo como churros, a pesar de que no es una marca barata. Bueno, según se mire.
Yo pago gustosa lo que me pidan por

estos modelos y no menos por otros, que no les pondría ni aunque me los regalaran.

Otra de sus colecciones, y otra joya: la colección Alpes.
Se trata de un tartán de rayas rojas y azul claro sobre fondo azul marino. ¡Cómo queda de preciosa! Diferente, original… De talle alto, con volantes adornando la pechera, que sigue como veis por las mangas y parte trasera.

Uhmmm… El plisado blanco del cuello que aporta luz, el rulo rojo del talle… Todo lo convierte en un vestido de lujo. Hasta el pompón azulado adornado la pechera queda bombonazo. Niñas de mirar por la calle ¿o no pensáis como yo?

Y más de lo mismo con el Jesusito, de nuevo, un sueño. En la misma tela y con los mismos detalles, con doble capa en la falda, rematada la más larga por encaje blanco, a juego con el plisado del cuello, para que no resulte muy oscuro en niñas tan pequeñas.
Queda así de precioso. Combinado con rojo o con marino (yo lo combinaría con rojo), son como miniaturas deliciosas que quiero encontrarme por la calle, o cualquier día, sentadas en la mesa de al lado.

¡Noma Fernández, menos mal que mi hija es mayor, que si no, seríais mi ruinaaa! Porque estoy más que segura de que compraría y mucho de esta marca…

Y os enseño un poco de su colección Faro, en un escocés de los más clásicos y conocidos y no por eso menos bonito. A mí me pirra de toda la vida y con la versión de Noma, pues qué más quiero…
Tenéis vestido, Jesusito y conjunto de short, a cada cuál más bonito.

En verde, rojo y blanco, el vestido tiene una pechera con volante divina y un talle alto con caída en aumento que lo hace especial. También lleva un falso volante en el bajo. Otro volante en la manga a modo de brazalete y pompón rojo.

Lo veo una maravilla. Cualquier niña bien peinada con un lazo rojo o verde y abrigo a juego (si puede ser de la misma marca, mejor), no tendría nada que envidiar a nadie, ni a los mismísimos Reyes de cualquier país del mundo.

¿Para qué voy a decir de España, si no hay por dónde coger a las niñas de cómo las llevan vestidas? ¡Qué pena, con lo ideales que podrían ir y lo monas que son!

No sabéis qué rabia me da cuando las veo tan largas, vestidas rancias, de señoronas, jamás han llevado un lazo bonito, ni nada…¡Buaaa, no me gusta nada como las viste Doña Umé!

Bueno, que me disperso… El Jesusito Faro, igual de ideal y con los mismos detalles que el vestido y el conjunto, bárbaro, con shorts rojos rectos y blusón con cuello camisero y cinto para anudar en el talle con

lazada. ¡Oh la lá!
Coquetón, con vuelo, puños camiseros, pompón….
En resumen, unas niñas de diez. Con estos conjuntos, ya se puede ir pavoneando cualquier madre. ¡Ya lo creo!
Y para dar gusto a todas, para las amantes de los vuelos y de las princesas de cuento, os hablo hoy de una de las colecciones de “La Amapola”, que no es que sea santo de mi devoción, pero que puedo reconocer que algunas niñas llaman a este estilo y este estilo las llama a ellas.

También entiendo a las madres que tienen una niña y quieren aprovechar al máximo sus pocos años de niñez, envolviéndolas en vuelos increíbles, tules, bordados, etc.

Pero vamos, la colección que os enseño no es de las suyas exageradas, sino que bien me la puedo imaginar, como os he dicho, en bastantes niñas que

conozco.
Pese a todo, no es sencilla. No hay nada sencillo en esta marca. Para mi gusto, todo es sofisticado, demasiado recargado, demasiadas cascadas de volantes para niñas tan pequeñas. Pero hijas mías, la marca encanta a muchísima gente y por eso, os enseño esta colección, que francamente, es bonita. No es sencilla, pero para ciertos días, es bonita.

Se llama Style y es un cuadro fuera de lo tradicional (lo que os digo), muy bien estructurado y con un toque de plumetti y tul que le da claridad y la sofisticación de la que os hablo.

No hacen falta muchas palabras. Tan sólo que la veáis y opinéis, claro. He querido demostrar que hasta las marcas más dadas a los terciopelos, tules, encajes, vuelos y todo tipo de adorno, han apostado por los cuadros para esta temporada.
El Jesusito, muy armado y con mucho vuelo. La niña está rica, cómo no. Depende de para quién, para qué ocasión… Yo le pondría leotardos en vez de esas calzas ya que todo unido da aún sensación de más volumen y el lazo que llevan en ellas ya me parece demasiado recargado con el Jesusito, pero bueno, eso cada una, a su gusto.

El vestido de vuelo, tampoco es sencillo con ese baberote y el detalle de la cintura de terciopelo, las dos telas del bajo… Es la esencia de La Amapola, eso está claro y ha triunfado en toda España y fuera de ella, así que todos mis respetos.

También tenéis el vestido mix (arriba), con parte de punto y parte de tela, que lleva Martina, que está muy guapa. Ya vais viendo cada detalle y cómo está la niña. Hay madres que las llevan así a cualquier lado y me parece fenomenal, porque las veo orgullosísimas.

Con el tiempo voy aprendiendo a ser menos intransigente. ¡Qué le vamos a hacer! No es mi estilo, pero lo respeto y reconozco que tienen ya su sello y miles de seguidores. ¡Ojalá pudiéramos decir todos lo mismo!

El vestido evasé, como no podía ser menos, lo lleva una niña ya de por sí sofisticada, con un turbante de piel y que parece mayor de lo que es, seguro…
El vestido es bonito. No le pongáis el turbante, que es para la foto, e irá monísima. Yo ahí lo dejo y para las amantes de la marca, ya que me he lanzado, os dejo con la colección Chelsea, mucho más de su estilo, en colores cereza, tinta y azul. Rimbombante, pero con cuadros también y sé de muchas a las que les chiflará.

Por eso, quiero dar gusto a todas, que luego tengo que oir cada cosa…
Como pasó el año pasado con el famoso artículo de las “niñas repollo”. No me quiero ni acordar. ¡Cuánta maldad hay en el mundo, hasta en este mundo en el que parece todo glamour. ¡De eso nada!
Pero bueno, también voy aprendiendo de eso. De todo se aprende en la vida y cada día.
Muchas marcas más han apostado por los cuadros y si puedo, os dejo alguna foto, pero tengo que terminar, que además, mi estómago me lo pide a gritos.

Espero que os haya aportado algo y que ante todo, sepáis que los cuadros siempre, siempre se van a llevar. No es moda, es un clásico. Eso, asegurado.
Un beso redondo