La presentadora de este super reportaje ( jaja, así me llamó ayer una lectora encantadora), os comunica que tiene un dolor de muela espantoso. Siempre igual. Tenía que ir al  dentista, porque esto mismito me pasó en Burgos. Pero me dieron antibiótico y como se me pasó, esperé… hasta hoy, que en este momento estoy viendo las estrellas.

Además, no me puedo quejar mucho porque entre mi marido y mis hijos me matan.

Que si siempre igual, que ahora me aguanto… ¡Buffff! Tienen toda la razón. Pero si ya antes me daba pereza horrible, ahora en Madrid, ni te cuento.

Vamos a entretenernos con la ropita. Os voy a contar cosas hoy de El desván de  Noelia. Yo la he conocido esta semana y me parece ropa muy ponible, muy mona. Con ella sí que puedes llevar a los niños a cualquier lado, que nunca irán demasiado vestidos. Es que hay algunas con unas manías… sobre todo aquí, en Madrid, que por menos de nada, se creen que vas a una boda y para Burgos, irías normalita.

Veréis que se trata de vestidos y bombachos; bermudas, camisas y chaquetones de toda la vida. En algunos modelos influyen las últimas tendencias como es lógico. Si no, iríamos todos vestidos como en los años setenta u ochenta. Pues eso, que la moda evoluciona y también, y quizá más, la moda infantil.

A ver si lo veis como yo: mirad este vestido en tonos grises, con esos cortes y suelto entero, comodísimo e ideal; actual pero nada «puesto». La parte trasera también es monísima, con un lacito. El niño, a juego con los bombachos y ese cuello con botones, está de cuento. Los veo perfectos para ir de compras, de visita o de paseo. A cualquier sitio, os digo. Les pondría los complementos en camel y van ideales.

Éste vestido rosa “puede” que sea algo más arregladito, pero desde luego, yo se lo pondría en cualquier ocasión. Tiene esas mangas de volantes, que son super coquetonas.

Para que el niño vaya coordinado, tiene la camisa rosa de cuello mao, con unos bombachos grises. Así que, con todos los complementos en gris ¡a la calle!

Seguimos con el rosa, con este vestido de tono más intenso y

esa pechera divina,  abierta con tres botones y con pliegues. Lo veo super favorecedor para combinarlo con gris. Le pondría unas medias grises a juego con el gorro que lleva. Niños cómodos y monos, sin llamar la atención por ninguna estridencia.

Unos conjuntos que me encantan, como os imaginaréis, son el vestido camisero de cuadros para la niña y la camisa de cuello mao para el niño.

Me parece logradísimo el tono de los cuadros, con ese toque naranja que lo alegra, pero sin resultar chillón en absoluto. Me chifla con gris oscuro o incluso negro, como lo lleva la niña. ¡Preciosotes! Ya no se lo quiero recomendar a nadie, que después me riñen… que cada cual haga lo que quiera.

Y llegó mi favorito: este vestido en tono piedra con esa lazadota detrás… ¡De impresión! De un estilo indudable, pero por supuesto, también ponible para cualquier día. Y con este chaquetón de cuadritos tipo inglés, viéndose la lazada del vestido por fuera…¡Uhmmmmm! Vamos, que si tuviera una niña de esa edad, estaría en mi armario, fijo. Así que, si a alguien le interesa mi opinión, yo compraría ese…jajaja. Ya os lo he recomendado. No lo

puedo evitar. Tenéis el mismo conjunto para el niño, el chaquetón igual y bermudas. Van deliciosamente perfectos. Y combinado todo con chocolate…

Seguimos con monadas. El vestido azul de lunares es una cucada, con el cuello bobo blanco y esas mangas abullonadas. Es un azul muy bonito para invierno y para combinar con gris. El niño tiene el pantalón corto igual, de lunares. Con una

chaquetita gris, te lo comes. El vestido también tiene el detalle del lacito por detrás (cómo me pirran los lazos bien puestos). Con los complementos en azul marino, queda también perfecto.

Para las más mayorcitas, que ya exigen “moda”, tiene esta falda escocesa, muy alejada de la tableada de nuestros uniformes: con vuelo y tul por debajo. A ellas les fascina. Y la camisa cruda es monísima.

O esta otra, fruncida en la cintura, estampada de flores en tono beige y caldera. Me encanta la falda y la camisa. Se lo pondría con una capa camel o chocolate. Preciosa la niña.

Y como este año el negro triunfa, os dejo este vestido, que se puede decir que sí, es negro pero alegre, ya que las flores blancas grandes hacen esa función, la de que no parezca una viudita. No necesita más colores. Yo se lo pondría con todos los complementos en negro  y el niñito, con las bermudas grises, también con negro. Y repito, para ir a cualquier sitio.

Quiero dejaros con unos camisones que diseña y que son los que he usado toda la vida, en invierno y en verano. Que para eso hay calefacción en las casas… La batita de rayas rosa me priva, con ese cuello y el lacito y ¿qué me decís del camisón y bata azul, con sus puntillas y lacitos? Delicioso.

Me encanta que los niños vayan bien vestidos para dormir, no con cualquier cosa porque «como total no los ve nadie…». Para mí, es satisfacción personal. Además, siempre puede haber algún imprevisto ¿no?

Pues ya sabéis, el Desván de Noelia es ésto: normalidad, buen gusto y vestir a los niños con los pies en la tierra.

Las de Madrid, estáis de suerte, porque mañana, día 27, hay un mercadillo solidario en el Hotel Majadahonda, en la carretera de Boadilla del Monte a Majadahonda, kilómetro 7, en donde, entre otras marcas, estará el Desván de Noelia, así que más fácil imposible…

Mañana mismo podéis tener en casa el modelito que más os haya gustado . Y los precios, fantásticos.

Espero de corazón que sea mucha la asistencia, ya que es por una buena causa, y que todo el mundo venda mucho, mucho, mucho.

Un beso un poco dolorido (por la muela)