
Ayer, ni escribir, ni vivir casi. Escribo hoy, que, aunque mañana es sábado, algunas estaréis por aquí y me leeréis y si no, pues ya será otro día.
Se me han acumulado tal cantidad de cosas, que, cuando iba a ponerme con ello, eran las tantas y la verdad, me dio pereza, porque iba a tardar mucho y hoy tenía que madrugar.

Todo el día, con consultas sobre la marca nueva Marina´s, pero todo el día… Bueno, a parte, algún asunto personal que también nos llevó tiempo, pero lo que más, lo que os digo.

Además de dar los puntos de venta (aviso que están publicados en mi blog) a todo el mundo que me lo pedía, tenía que hablar con las tiendas para reposiciones, tallas… en fin, fue una paliza.
Y después, todas las que me habéis preguntado cómo combinar algunos de los modelos. Una a una os fui contestando, hasta que llegó una chica, que ha comprado el modelo Leonor, fantástico, en celeste (imaginaos un vestido celeste con tul de plumetti y un encaje maravilloso, de verano) y me dijo que qué medias y zapatos le ponía…

A mí ya casi me da un patatús. Sé que a lo mejor fui brusca con ella (no lo puedo remediar a veces), pero le dije que si le ponía calcetines y zapatos de charol, como era su intención, que yo no le recomendaba nada, porque se cargaba el vestido entero.

¡Calcetines blancos y zapatos de charol con ese vestido! A veces pienso que la combinación de calcetines blancos con zapatos de charol, tenía que estar tipificado como delito en el Código Penal,

jajaja.

Me río por no llorar. No sabéis cómo queda con alpargatas monas, con unas sencillas bailarinas del mismo tono…¡Pues no! Que las niñas iban a pasar frío…

Todas las que hayáis comprado estos u otros vestidos, de pleno verano, absteneros de preguntarme por el tipo de medias o calcetines, porque lo digo desde aquí: no se les pone NADA a esos vestidos en los pies, por fresquito que haga.

Que se aguanten las niñas, que además, no creo que sea para tanto. Y si no, que opten por modelos más abrigaditos, que también los hay. No, por favorr, medias, no.

Otras (estas preguntas me gustan más), me decían que iban a comprar un par de conjuntos a los niños y que qué color se llevaba.
Aquí es cuando disfruto. No porque sepa si se lleva un color o no, que a mí eso me la repanflnfla, como siempre. Yo les he llevado con lo me más me ha gustado a mí, se lleve o no.

¡Pero si en verano siempre se llevan los mismos! Colores alegres, fuertes, vivos… Y algunas, como yo, que los ha llevado de caqui y beige también.

Pero bueno, como está claro que siempre hay alguna tendencia, he decidido que este año voy viendo ya bastante amarillo, y como es un color que me chifla para el verano (sólo para el verano), le recomendé dos, uno de ellos en amarillo, para que fuera «a la última».
Amarillo, un clásico de siempre.
Os voy a enseñar varias marcas que han contado con este color en sus colecciones de este verano. Y no son pocas. Es un color que da mucho juego, favorece, da alegría, transmite optimismo y sobre todo, es francamente bonito. El color… Después los diseños son otra cosa.

Empiezo por “Eve Children”, la marca que cada día enamora a más y más gente. Ya os dije que su stand, en FIMI, estaba a reventar, siempre había gente.

Ni me acerqué a saludarlas, porque, aparte de esto, no me gusta parecer pelota ( no tengo por qué parecerlo, pero por si acaso) y además, aunque no lo parezca, soy tímida.
No soy de hacerme fotos con las diseñadoras, ni de hacer fotos a sus stands, etc… Cada una hace lo que quiere, digo yo. Saludé, eso sí, a las que conozco más, a algunas con las que había quedado y a nuestras vecinas de stand.

Bueno, la colección de caballitos en gris y amarillo, no puede ser más ideal. Esa es la palabra. Me parece un bombazo de bonita. Sin vuelos, ni puntillas, ni tules. Un estilo absolutamente de mi gusto, de niña, ponible, irresistible…

Disfruto cada vez que la veo… El vestido, sin más adorno que el lazote gris divino en el canesú y las mangas tipo alitas, preciosas, que continúan hasta la espalda con escote cuadrado. Nada más y nada menos. ¡Absolutamente delicioso! Las fotos son de la tienda online «Ropitas y Más», que tiene un gusto exquisito y elige siempre lo más bonito.
Inma y Eve, desde que no hace mucho tiempo “invadieron” la moda infantil, tuvieron estrella, magia. Su ropa se vende como churros y es que no hay nada más bonito que la sencillez con un toque coquetón, algo especial.

El conjunto del niño, también monísimo con bermudas en la misma tela de caballitos y camisa gris de plumetti. ¡Qué hermanitos, por Dios!

También el mono, que aquí lo veis sin niña, pero lo tenéis hasta los 14 años. Me imagino a varias que yo me sé con alpargatas o bailarinas en gris y me derrito.
No puedo nada más que felicitar a la marca por estas joyas. Nos han dado una buena lección de buen gusto y sencillez. Tanto vuelo, tanta mezcla, tanto encaje para diario… pues, la verdad, empacha. Por lo menos a mí.

Delicioso también su vestido amarillo de estrellas en el que su sello de cuellos grandes aparece. El resto, de nuevo, sencillez.

Mirad al bombón… Un vestido súper ponible, al igual que el anterior. Es de lo que se trata en verano. De ir monas, favorecidas y amortizarlo.

Ya lo veis, un cuellote generoso y después recto. Basta con esto.
El Jesusito, a juego (qué delicia, ver a dos niñas así), por supuesto con el lazote por delante y capota.

Por detrás, como el eterno vestido mono de tirantes cruzados con volantes. ¡Qué placer es siempre hablar de Eve Children!
Vamos con una marca sevillana, concretamente de Marchena, que, aunque menos conocida, viene pisando fuerte. Es otro estilo, evidentemente. Más arregladito, más “puestito”, pero no el exceso de muchas marcas que ya no saben ni qué novedad añadir al último volante de cada vestido.
Se trata de “Abuela Tata”. El aire andaluz se nota en cada diseño, alegría, viveza de colores, fiesta…

La colección que os enseño se llama Lola, cómo no… ” La Lola se va a los puertos”… de los hermanos Machado, andaluces, aunque amantes de Castilla, claro.

Amarillo, marino y blanco se mezclan en esta preciosa colección. ¿Cómo la veis?

El vestido de vuelo, monería coquetona con volante amarillo en el escote cuadrado, estampado limpito con fondo blanco con anclas y lazote marino. En el bajo, amarillo y picunela marino.

Detalles monísimos como los dos minúsculos lacitos de rayas en el escote, bordeado de marino y un movimiento en la falda muy bonito, muy de Lola…
Conjunto de bombachos, también muy andaluz con volantes amarillos en el culete y fajín amarillo con lazote delantero. La camisita con los detalles de lacitos de nuevo y el volante amarillo en el escote. ¡Olé!

Lo mismo el conjunto de falda, monísimo para las mayorcitas. Coquetón del todo, es como si me las estuviera imaginando en un tablao flamenco…

Este cañamón va vestida con la ranita- peto de anclas y volantes, tanto en el culete, como bordeado entero por delante. Con blusita, aunque yo la llevaría sin nada por debajo.

¡Ojito las marcas muy emperifolladas, que esta marca les pisa los talones! Una monería de colección. Te puede gustar más o menos el estilo, pero hay que reconocer que los coordinados, colores y diseños, son impecables.

Más amarillo con “Noma Fernández”. En su exquisita y elegante línea, no hay un amarillo chillón fuerte único, ni nada que nos haga pensar en cualquier cosa que se le pueda parecer ni de lejos a la vulgaridad.

Fascinante, bárbara e impresionantemente bonita, la colección Narciso, en blanco brocado y detalles amarillos, como son los pequeños lacitos que lo adornan y la puntilla que asoma por el bajo.
Yo me muero de bonito… El vestido de vuelo (no mucho vuelo), blanco, sin mangas, con dos lacitos a un lado del canesú .

Os enseño la espalda arriba, porque fijaos qué movimiento tiene… Pura exquisitez y buen gusto. Nunca nada fuera de lugar, nada excesivo ni vulgar. Es de un gusto de estremecer, francamente. ¿No os dais cuenta de que lo sencillo, pero hecho con este don, que sin duda, lo tiene, es lo más bonito?

¿Y el Jesusito? Mirad qué niña por detrás, con los dos lacitos amarillos y cuatro botones de nácar. La braguita y nada más… ¡Me gustaría tanto ponérselo a la mía! Jajajaja, como no la adopte, ya nada.

Con la capota, está de comérsela. Nada de capotas que parecen girasoles, ninguna cosa rara… Tan sólo una buena tela y un diseño sobrio y magnífico.
Por delante, el escote muy cerrado, que favorece con el lazo amarillo fuerte.¡Uhmmmm! Delicatessen absoluta. No para todos los días, aunque tal vez, yo sí que se lo pondría.
Otra marca que nos presenta una colección en la que el color predominante es el amarillo, si bien más emborrachado con más colores: “Belcoquet” y su colección Argema. Vestido de vuelo, conjunto de bombachos, jesusito y conjunto de niño. Arregladita, como todo lo suyo.
Desde luego, es muy mona y de favorecer muchísimo. Ya veis que sobre la base de todos los conjuntos, en amarillo, lleva como una sobrefalda de flores multicolor superpuesta con frunces y pasacintas con lazo amarillo. ¡Bombones de verano!


Vestido de vuelo monísimo, en el que ya aparecen los pasacintas, tiras bordadas en el cuellito de volante, picunela en rosa… Detalles que jamás faltan en “Belcoquet”.
La espalda del Jesusito, no tengo más remedio que enseñárosla, porque es una joya.

No explico nada más: sólo miradlo. Y, a pesar de todo lo que lleva, no lo veo recargado. Eso sí, todos se darán la vuelta a su paso. Es inevitable.
Termino con “Meriche”, otra marca reciente y llena de vuelos, sofisticada y para amantes de tules, detalles exagerados, terminaciones originales, etc.

Limoncello es el nombre de la colección y de nuevo, en varias versiones, como el vestido de vuelo , Jesusito, conjunto de bombachos, conjunto de falda, conjunto de niño… una colección infinita, en la que cada una podrá elegir cuál es el que más le va a su bombón.

Lo vais viendo aquí. Carlota posando con el conjunto de falda con vuelo, con el talle alto rematada con bolillo a modo de cadeneta y en el bajo, un tul limón. Camiseta con collar de crochet que favorece a la cara… ¿Cómo la veis?
La espalda, con la lazada del collar cayendo y la falda, a la que el tul le aporta un vuelo increíble. También lleva un cinturón muy fino. Toda una señorita…

El conjunto de bombachos, con jersey de perlé de rayas y el cuello y las mangas llenas de volantes o como se quiera llamar, pero el efecto es muy Meriche, es decir, de llamar la atención, de no pasar desapercibida.

Aquí no cabe la normalidad, todo es exceso, creatividad, pomposidad…¡Cuántas adeptas a este estilo, madre mía!
El bombacho también puede ser blanco. Todo, a tu gusto. No le falta detalle. Las maripositas, símbolo de la marca están presentes por todos lados. La tapeta de mil rayas, ya veis, no un simple bombacho blanco.

Vestido de vuelo con manga farol, muy mono y el más “normal” para lo que es Meriche.

De talle alto y de nuevo, con el vuelo espectacular que le aporta el tul, Carlota no cabe duda de que está ideal. Bien cortita, como me gusta a mí.

El Jesusito y el vestido de vuelo, puede ser también con estas tablas en blanco, lo que le da elegancia, pero le suma algo más: vuelo, tul, tablas…

Vanessa ha apostado por este estilo y está triunfando con él.
El Jesusito sin tablas lo lleva en este caso, Mérida, que es salada como ella sóla y su pequeño acompañante, que luce un peto bombacho ideal para los días achicharrantes de verano.
La espalda del Jesusito, con el chato blanco en la capota, y el tul que adorna su parte delantera, a juego con el bajo.

También, por supuesto, vestido de tablas, faltaría más… ¿Con cuál os quedáis? Yo, con el que no las lleva. Lo veo más ponible, si bien depende de para qué ocasión lo queráis, claro.

Termino con la gabardina Julieta, un clásico ya en la corta vida de Meriche, pero que este invierno ha levantado pasiones. Y cómo no… ¿Amarilla o blanca? Ayyy amigos, no es todo tan fácil. Vanessa lo pone muyyyy difícil. Te da tantas opciones, que te hace dudar.

La blanca es preciosa, con el borde amarillo. La lleva Ainhoa, una niña ideal que ya tiene bastantes tablas y se nota. Solapas exageradas con volantes, vuelo en la falda…ya veis.

La amarilla, también muy bonita. Muy marcada, no sirve para cualquier cosa, pero con el vestido de rayas de vuelo, me encanta.

¿Amarilla o blanca? ¿Blanca o amarilla? He ahí la cuestión. Ahí os lo dejo. Vosotras decidís. Yo les sustituiría el tocado por un buen lazo, ya sabéis, pero no sería Meriche.

Y los zapatos, aunque Vanessa ha apostado por los dorados, yo se los pondría amarillos.
Pero tampoco sería Meriche. Además, no sería fácil, porque el amarillo es un poco “amarillo yema de huevo”y vete a buscar unos con el tono idéntico…
Muchas más marcas tienen una colección en tonos amarillos para este verano, así que, ya sabéis, si queréis estar a la última…¡Limoncitos para todos!
Un beso ácido