
Hoy escribo un poco dolorida, ya que ayer cumplí lo que venía “amenazando“ durante tantos meses: empecé a ir a zumba.
Como soy un poco bruta y todo lo tengo que hacer con intensidad, en vez de ir poco a poco, quise seguir todos los pasos y el ritmo frenético que llevaba la monitora y casi me da un síncope.
A los veinte minutos, paré un

poco, porque me ardía la cara y parecía que me iba a marear… Pero después, otra vez seguí igual.

Es divertidísimo y dificilísimo hacerlo bien. Hay que ir poco a poco y no a lo bestia, pero qué le vamos a hacer, si Dios me ha hecho así.
Hoy me dolía la espalda una barbaridad, pero pienso volver a ir y
tomármelo más relajadamente. Lo que pude sudar no está escrito…

¿Adelgazaré los dos kilos que me quiero quitar? No lo sé, pero divertido, lo fue y mucho.
Vamos, que estoy deseando volver ya.
Ya dicen que crea adicción.
Y bueno, hoy voy a atender peticiones, madres que me preguntáis por el modelito para Navidad…
Creo que se puede ir muy mona llevando normales a los niños, pero queréis algo especial, diferente.
Y lo que me pedís, lo hago.
Así que me he ido a buscarlo a “El Armario de Lucía”, que siempre tiene lo que quiero en cada momento. Colecciones arregladitas y perfectas para esos días (y para muchos otros). Variedad de diseños para las diferentes edades y como siempre, telas divinas y una relación calidad-precio extraordinaria.

Sin más, empiezo por su colección Zhenya, una de las que más me gusta. Una tela de cuadros verde seco y camel acompañada de un encaje preciosísimo en verde. Invernal, elegante, soberbia.

Con este vestido impecable de vuelo, desmonto ahora mismo a todas las que no entienden o no quieren entender, que es diferente, lo que yo llamo “niñas repollo”.
Esto es una delicia de niña, vestida impecablemente y con un gusto de morir. ¿Y tiene vuelo el vestido? Pues claro. Y me enamora.
Fijaos bien en todo, en la manguita por el codo, el encaje a modo de babero, los lazos… ¡Soberbia!

Y por detrás, su lazada, como Dios manda, en crudo y lazo de encaje en la coleta. Si esto no es un bombón envuelto para Navidad…
Monísimo también el vestido de un fondo (ya veis por qué se llama así). Sencillo, para las que no seáis tanto de vuelos o para niñas un poco mayores. Otra maravilla, cortito, con el encaje también en la manga al codo, y el pliegue delantero.

Encantador para miles de cosas, lazos en el pelo (Lucía tiene un buen surtido para las que os gustan los tocados y además, son monos, no son tocados-paellera), aunque sigo prefiriendo los lazos.

Las mayorcitas irán divinas a juego con este precioso conjunto de falda con tirantes y blusita con el encaje en cuello y puños. ¡Hasta la florota que lleva es bárbara!

No sé cómo lo hace Lucía, pero es una fábrica de sacar y sacar modelos. Y doy fe de que con una confección impoluta y como os he dicho, fenomenal de precio.

Ya veis también el conjunto de bombachos, pocholote y el conjunto del niño, que con un jersey mono o chaquetón en el mismo verde, estaría de película.


Espectacular la capota, que os dejo en el comienzo del artículo, porque creo que toda madre (bueno, toda no, pero las que a mí me gustan) han querido tener siempre una niña con una capota así… Sin palabras.

Y el remate, la capa camel para el vestido… Mirad qué bombonazo con el vestido más sencillo. Va así por la calle y raro será el que no la mire al pasar.
Deliciosa, con el lazo de raso en el mismo verde, cortita (le ponéis unos leotardos en idéntico verde con zapatos camel) y radiante.

¡Que en Burgos y en el norte no se puede ir sólo con medias! Algunas diseñadoras del sur se olvidan de este pequeño detalle.
Voy con la colección Dasha, otra genialidad de Lucía.
Una tela magnífica y preciosa, como de pata de gallo en gris con estampado de rosas amarillas-mostaza y gran lazada mostaza, hace del vestido una obra de arte. Cerradito con picunela pequeña en el escote, talle alto y volantón abajo.

¿Qué me decís? ¿Es una niña repollo? ¿No, verdad? Es una niña absolutamente de revista, de cine, de catálogo, de lo que queráis.

Ideal también para mayorcitas, el conjunto de blusa blanca de plumetti con esa pechera y la falda en el estampado, con banda mostaza.
¡Fantástica! La niña, perfecta para días especiales. Buscadle lo adecuado para combinar…
Un abrigo o chaquetón gris mono, sería perfecto. Mejor abrigo.


El vestidito de talle alto, en mostaza clarito, otra virguería. Coquetón, dulce, como un caramelito…

Baberote de volantes y también en los puños y un vestido idílico sin mucho adorno, que es lo que más me gusta.
La puntillita blanca contrastando, queda de diez. Y yo lo combinaría con camel o con chocolate.

También, y cómo no, mi pobre niño, que está monísimo con las bermudas a juego.


Y voy con la colección Irina, también preciosa, con tela de príncipe de gales en gris, contrastada con sus encantadoras blusas blancas de plumetti y endulzada con sus lazotes rosas… De nuevo, una colección de lujo.

El vestido de capa, con el escote cerrado y una picunela pequeña en rosa, de talle alto, con el trozo de tela blanco de plumetti y dos lazotes rosas a cada lado por todo adorno. De nuevo picunela en el bajo y una maravilla de vestido sencillo y coquetón.

La manga al codo, de nuevo con picunela… No le falta detalle. Tan sólo que ninguna niña lleva leotardos. Pero es lo de menos. Se los ponéis (grises, no rosas) y perfecta.

Otro modelo es la falda peto, mono, mono, monísimo. Ya lo veis, sobra tanta palabra. El gris con el rosa, cuando es así de precioso es de lo más bonito que hay.

¡Y cómo es el conjunto, señores! Miradlo cruzada por detrás y de nuevo, la preciosa blusita de plumetti.

¿Y el conjunto de bombachos? ¡Buaaaa! No me puede gustar más… Me quedaría con todo, Lucía, de verdad.

¡Qué blusón, con qué detalle hecho! Y qué bombachitos con los lacitos coquetones en rosa. Más bonito no puede ser, la verdad. Si queréis que la niña vaya como un pincel, todo lo que os voy enseñando vale. No sólo irá bien, sino que irá de las que mejor.

El corte del blusón, los lazos en los puños…
¿Y qué me decís del conjunto con la capa Irina? ¡Un cañonazo! Supongo que muchas estaréis babeando como yo… A una niña mona, cuando es pequeña, hay que ponerla de niña, con lazos (todo sin exceso) y con estilo,

cortitas y sin arrastrar la ropa por el suelo.
Aquí la veis con la falda peto… Un lujazo, sí señor.
¡Ahhh! Y capota y braguita de ensueño para las más pequeñajas.
Os hablo un poco de la Milenka y no me va a dar para más, aunque de verdad merecen todas la pena.
Estas son las que más me han gustado a mí, pero las otras también.

La Milenka, es sencilla y de nuevo, espléndida. Con un estampado delicioso de florecitas pequeñas en tonos verdes y malvas, ni le sobra ni le falta nada.

Pocholote el vestido con talle alto, y volante en el mismo, al igual que en el cuello. Sencillez absoluta y clase, mucha clase.

Tiene un vuelo y un diseño perfecto para que la niña se luzca.

El pichi en crudo con la picunela malva, a juego de la blusa (mirad qué mangas), otra delicatessen total. Para niñas morenitas, bárbaro.

¡Qué imaginación y creatividad tienes Lucía! Otra monería como no se le ocurre a nadie…

El colorido del conjunto es fantástico. Con medias verdes o lilas (yo se las pondría verdes), queda de muerte.

Y antes de terminar, tengo que enseñaros algo de su colección Anastasia. Estoy como en zumba, que no puedo parar, jajaja.
Es que es tan bonita, tan alegre, tan bien coordinada… que os la tengo que enseñar. En turquesa ni más ni menos… Sí, pero mirad cómo va combinada con una preciosa tela invernal de cuadros en turquesa, negro y blanco.

¡Qué tela tan soberbia! El vestido de vuelo, como los demás y en su estilo. Coquetón como pocos, favorecedor a rabiar, tela gordita y un volantón con puntilla blanca de

morir.
¡Me requetechiflaaaa! ¿No es una niña de rapto? Con abrigo negro, aunque no os guste para pequeñas, superior.

Lo mismo el vestido un fondo, entero de la tela de cuadros y el volantón turquesa en el escote.
Idóneo para mayorcitas. ¡Qué hermanitas pueden ir a montar un espectáculo, por Dios!

Conjunto de bombacho, por supuesto. Imagináoslo con una

capita negra, que me desmayo. Leotardos negros y lo vivaracho del turquesa contrastando.

¡Una auténtica maravilla!
Ya veis que no puedo seguir, y eso que la colección Sashenka, en estampado fucsia es apropiadísima y perfecta también para estas fiestas y para cualquier día que quieras llevar a la niña como un pincel.
Coordinada con puntilla beige, otra delicia… Habrá más días para abrir el armario.
Un beso de vuelos bonitos