Bueno… se terminó  FIMI.  Si queréis que os diga la verdad, no lo he podido disfrutar mucho, dado el calor tan horroroso que pasé.

El sábado tuvimos una temperatura deliciosa, de primavera y dentro del recinto, yo creí morir. Estuve con gente con la que había quedado y poco más.

Ver cada marca y cada temporada para el próximo invierno fue una tarea imposible, ya que me apetecía constantemente salir a tomar el aire.

No podía concebir cómo mucha gente iba abrigadísima y ver que estaban tan contentos.

Sí que me paré en algunos stands, cómo no, saludé, reñí, jajaja, puse caras a muchas con las que me hablo por correo, etc…

Pero ya os digo que prefiero ir poco a poco y no poneros adelantos del invierno. Ya sabéis que me espanta ir tan deprisa. Es más, no sé si volveré a FIMI. Seguramente sí, porque siempre ves algo nuevo y conoces a alguien.

Además, de una edición a otra, se me olvida el calor tan atroz que paso.

Estuvimos comiendo al lado de toda la familia de la marca “La Amapola”. Muy ricas Martina y Beatriz, las protagonistas de sus colecciones e hijas de José Serna y Beatriz Bustamante, diseñadora de la marca.

Yo le dije a Martina que era famosa y ella me dijo que no. Muy graciosa y muy rica. Además, daba gloria verlas vestidas igual. ¡Por fin! He tenido que ir A FiMI para ver a hermanitos iguales… ¡increíble!

Y como ya veis que soy un poco atípica (no concibo que las que escriben sobre moda infantil se pasen allí metidas los 3 días que dura la Feria), pues vamos a lo nuestro, que del próximo invierno, ya habrá tiempo de sobra para hablar.

Y voy a hablaros una vez más de mis bebés, en concreto, de bebés lenceros, monos, con ropita que da gloria y con los que les puedes llevar a cualquier Ceremonia que quedarás como los propios ángeles.

Os voy a enseñar lo que me dé tiempo, ya que me encantan las cinco colecciones que tiene “El Armario de Lucía”. Ya os he hablado de ella en otra ocasión: empresa con amplia trayectoria en el diseño y confección infantil, con marca propia desde 1998.

Hace todo, como en botica: colecciones clásicas que tiene siempre, Ceremonias, Arras, Bautizos, Bebés… increíble la cantidad de palos que toca. Y lo bien que lo hace, porque aquí, la excepción rompe la regla de que “el que mucho abarca, poco aprieta”.

Lo cierto es que lo hacen todo primorosamente, para todas las edades y con tejidos excepcionales, con los que puedes coordinar a los niños, con diferentes diseños y con un trabajo ímprobo, me parece a mí.

El caso es que me apasiona lo que os voy a enseñar. Es para comprar cada una de las colecciones, de verdad.

Empiezo por la colección “Blue” y su vestido evasé: precioso, delicado, con la parte central con una puntilla preciosa, entredoses y lazote. Divino totalmente.

Una cucada, como podéis ver, el conjunto de cubrepañal de piqué, con la misma puntilla y la deliciosa camisita de plumetti, con el cuellito de volante, rematado en celeste, al igual que los puños, y entredós en la parte central.

Un bebé así en un coche de capota en plena primavera, quita el hipo, vamos. Y si de la mano llevas a su hermanita con el vestido…¡Olé!

¿Y la ranita Blue? Me pirraaaaa del todo, fruncida, con su lazote y sus tirantes. ¡Qué pocholada de bebé, por Dios!

Para ella, una blusita de plumetti de manga larga preciosa, como también os enseño aquí. Y luego que no hay monerías para niño…

Tan requetemono o más, el pelele Blue, tan sencillo y tan divino a la vez. Fijaos

que lo hacen hasta los 24 meses… Para dejarnos encantadas a las que nos gustan los bebés así.

Y ya, de poner en una vitrina, como digo siempre, la braguita y la capotita Blue. Parecen de muñeca. Lenceras, coquetonas, con la tira bordada preciosa…

Una familia a la que no saco ni un pero y ya es difícil ¿eh?

Mirad cómo queda el Jesusito Blue con la braguita y capota a juego…¡De fábula!

¡Ayyy! Estas cosas de bebé me pueden, como ya habréis podido comprobar. No veo nada más bonito para los bebés y  ya no hay quien me cambie de gusto, por supuesto.

Que no me vengan ahora las que dicen, que los llevamos así por egoísmo, por nuestro propio gusto, ya que los niños van incómodos. No lo repito más.

Otra familia de locura auténtica: la Liberty. Estos de El Armario de Lucía se han confabulado contra mí para que me quede con la boca abierta y no sepa ni qué decir…”Vuela esta canción, para ti, Lucía…la más bella historia de amor que tuve y tendré”… pues fijaos que no sólo digo, sino que canto. ¡Qué canción tan preciosa, de Serrat, por favor!

Hoy es todo precioso. Y como ya sabéis que canto bien… jajaja. Me troncho, yo creo de puro agotamiento, pero cantar siempre me tranquiliza, me chifla, me apasiona.

A ver… que me voy del tema. Estábamos con esta colección de cuento. Vestido de vuelo y vestido evasé. A cada una, el que más le guste. El de vuelo es cañón, con la tela que más bonita no puede ser, la pechera, de piqué rosa y los dos lazotes. La puntilla del bajo y la lazadota trasera rematan esta belleza. Una niña de dos años con él, de lo más bonito del mundo.

Y el evasé, otra maravilla, con distinto diseño. El piqué ocupa todo el central del vestido y con unos zapatitos rosas…” no hay nada más bello que lo que nunca he tenido”… (es que sigo con la canción, porque tenerlo, sí lo he tenido, gracias a Dios).

La ranita, idéntica que la de la otra colección en el diseño, pero con esta tela para niña y lazote rosa , casi me dan ganas

de llorar de no poder ponérsela a nadie…

Y maravillosa también la blusita para poner por dentro con su cuellito de volante rematado en rosa y puños a juego.

¡Bufff! Me está entrando un calor… Casi como en FIMI.

El conjunto de cubrepañal con la blusita de manga sisa para pleno verano es de locura.

Fijaos bien en él,  en el diseño, en su exquisitez… Una bebé así vestida no tiene precio para mí.

Y rematamos, con la capota y braguita, de las que ya no digo nada. Sólo que las miréis y miréis, como yo, que me puedo pasar horas. Me imagino a la niña con ello puesto, y la camisita y me derrito…

Daos cuenta del diseño de la capota, con ese doble

volante de enamorar, cómo está hecha… No sé por qué me tengo que fijar tanto y ser tan exigente.

Ojalá haya mucha gente que lo aprecie, porque hay cada una, que mejor me callo. Ayyy, cómo estoy hoy… perdonad, es el cansancio…(supongo)

Y para las amantes del color blanco con tostado (alguna que tengo muy, pero que muy cerca…), llega la colección Nácar.

Me repito de nuevo, pero ¿qué queréis que haga, si no hay nada feo?

El pelele, para merendárselo de preciosote que es. Con esa puntilla bárbara en la pechera, los entredoses y el lazo tostado… ¡Uhmmm! Me encanta hasta para bautizo, si el niño es un poco mayorcito. ¡Qué cosa!

Chiflante como siempre, la ranita, que parece un bombón de nata y chocolate. Vislumbro a un bebé con ella y con la deliciosa blusita de manga corta de plumetti, con un pequeño entredós y lacito tostado…

También ideal la de manga larga, claro, todo según el tiempo que haga.

Otra vez, el precioso vestido evasé, que en esta colección, quedaría divino hasta para llevar las arras en una boda… coronita de flores tostadas y zapatitos tostados y… unas damitas de película.

De morir el cubrepañal con la camisa de manguita corta (me imagino a tres hermanitos con esta colección y me muero de gusto) y cómo no, la capota, con su preciosa puntilla y entredós y la braguita a juego, de piqué y con entredós y lazote tostado…

Si queréis lujo, estas colecciones lo son. Si alguien no está de acuerdo, que me lo diga o que calle para siempre…

¿Con cuál de las tres os quedáis? Lo siento, pero hoy no puedo decidir. Me han enamorado del todo y por igual. Y ya es raro, os lo juro.

Aún quedan dos colecciones magníficas para que los bebés deslumbren a su paso: La Mimosa y la María.

No tienen desperdicio tampoco. La Mimosa es la más arregladita y totalmente idónea para cualquier tipo de Ceremonia.

En color crudo, mezcla piqué, plumetti y encajes de una forma magistral.

El vestido evasé, con la pechera de plumetti y encaje y los dos lazos a los lados es una obra de arte. Divino para las ocasiones más bonitas o eventos de cualquier tipo. Es una colección llena de gusto y delicadeza.

También puede ir con la braguita en tallas más pequeñas y es una maravilla más. O el Jesusito, con la capota incluida…

El vestido evasé, en el caso de una Ceremonia, yo se lo pondría con la blusa de plumetti de manga corta. Hace “más de vestir” y más elegante. ¡Chapeau!

Lo mismo ocurre con el pelele de esta colección: es el idóneo si te invitan a una boda. Precioso también con la blusita de plumetti de manga corta. De lo más bonito que he visto para una Ceremonia y para un bebé.

Y el mismo pelele con la capota, por si es una bebota quien lo lleva… ¡Qué lujazo de ropa, madre mía!

Hacía tiempo que no veía tantas colecciones y todas tan absolutamente divinas.

Por eso mismo, lo que voy a hacer con la colección María, que es otra exquisitez en rosa pálido, es iros dejando fotos para que veáis otra maravilla más, pero no me quiero repetir y no me van a salir otra cosa que piropos y alabanzas.

En esta colección, se mezla el piqué rosa, con una tira bordada de lujo y entredoses… ¿Qué más quiero yo? También perfectísima para ocasiones especiales.

Ya veis si hay marcas de bebés lenceros… lo bueno y bonito no se acaba nunca, por mucho que algunas nos llamen antiguas.

Y también os he dejado alguna foto de su colección de Ceremonia y Arras, de las que ya hablaremos otro día…

Ayyyy, si es que no está hecha la miel… no sigo, que ya os he dicho que hoy estoy un poco tontorrona…

Vuela este beso para ti, Lucía