
¡Hola a todossss! Me voy a poner alegre, porque si me viérais… soy la viva imagen de la desesperación. Sigo contrareloj con los preparativos de la presentación de la temporada de verano de la Marca “Tul y Pompón” y mi cuerpo va a decir basta en cualquier momento.

Si a eso le añades todo lo que ya tengo cada día normalmente… No sé ni cómo me aguanta nadie en mi casa. Me acuesto a las mil y me levanto prontísimo. Hace tiempo que no sé lo que es dormir seguido. Pero, en el fondo, muy en el fondo, estoy contenta porque es una cosa que me apasiona. Lo que pasa es que la falta de tiempo y mis nervios, me pueden.

Bueno, mi casa, como os dije el otro día, sigue siendo un caos, ya que, como no hago caso a nadie, todo el mundo campa por sus fueros y esto es un desastre.
A ver si las cosas van volviendo a la normalidad poco a poco, porque esta vida es de locos, de verdad.

Y que me perdonen todas las que me ponéis mensajes pidiéndome recomendaciones, porque ahora no estoy contestando a nadie, ya que no tengo horas en el día, pero prometo responder a todas en cuanto pase esta tormenta.

Y otro aviso: estoy un poquito “harta” de que me llamen pija. Sí. Pija. Yo escribo de todo, de marcas caras y baratas. ¿Es que no lo véis? Pero nada, es coger fama y echarte a dormir (quien pueda).

Por supuesto que me gustan las cosas caras, siempre y cuando sean bonitas, estaría bueno. Y quien diga lo contrario, miente. Pero también hay cosas carísimas que me espantan y de las que jamás hablaré en el blog. Y esto se extiende también a los adultos.

Hay niños que llevan un dineral encima en ropa y ni me fijo en ellos. Sin embargo, otros, con un poco de gusto pero con mucho menos dinero, hacen que me de la vuelta de inmediato.
Pues lo mismo pasa con los adultos. ¿Aclarado? Seguro que no, pero bueno…Yo lo veo tan claro como el agua y muchas de vosotras, sé que también. Si es una minoría… como siempre, pero es la que más guerra da.

Bueno, a lo nuestro, que es la moda infantil. Os voy a hablar hoy de una marca que, para mí, es un ejemplo de lo que os he dicho. De cómo ir ideal sin dejarte el sueldo de un mes. Así de claro.
Dimelo Hilando: Para empezar, me chifla el nombre y siempre he querido hablar de ellos, pero por una cosa u otra, no he podido. Marca cordobesa clásica, pero no de los años sesenta, sino actual, estilosa y con algo, que se llama clase. No pijos. No dinero. Clase.

Este año, me han dejado con la boca abierta con su colección. Prometieron renovarse y vaya si lo han hecho. Pero con cosas de siempre, monas, con telas divinas, diseños exquisitos, vestidos sorprendentes, todo bonito, vamos.

Así que os la comento orgullosísima. ¿Os podéis creer que a estas alturas de mi vida aún no conozco Córdoba? Pues tal cual. Tengo unas ganas de ir a ver esas maravillas de patios llenos de flores, la Mezquita, todo… Lo que me pasa siempre es el maldito calor. Mi marido me ha prometido que vamos a ir un puente este otoño… ¡Ojalá! Tengo muchísimas ganas.

Y empiezo con los diseños para este invierno. Si a mí me preguntaran que para mí qué es un niño que va mono vestido, lo tengo tan claro que aquí no lo digo. Sé que soy muy radical, pero es así. Mi marido me dice que el gusto es subjetivo, ya os lo he dicho otras veces y que lo dijo nada más y nada menos que Platón (u otro parecido, ahora no me acuerdo). ¿Quién soy yo a su lado? Nadie en absoluto, pero no estoy de acuerdo con tan célebre filósofo.

Niños bien vestidos son éstos que os voy a enseñar: ya veis, con cosas sencillas, estilosas, normales. No es que no me guste de vez en cuando la ropa más puesta, pero todo hay que saber para qué ocasión y a qué lugar se lleva.

Yo, cuando veo un día normal por la calle a una niña con un vestido lleno de puntillas, encajes, etc… la miro porque en el fondo me da pena. Las madres van tan orgullosas, pero eso no es tener buen gusto. Buen gusto es el que sabe cuándo sí y cuándo no hay que llevar eso.

Por tanto, dejo de liaros y os enseño los conjuntos que nos presenta esta marca. Podéis ver que abundan los cuadros y las flores. Conjuntados niñas, niños y bebés. Todo con un gusto exquisito, clásico, e ideal.

El vestido Carpe Green me chifla: con el fondo limpio y los cuadros en verde, azul y burdeos, con la pechera monísima en ese verde caqui tan bonito… A juego, el bebé, también de siempre , mono, con su peto verde… Y ¿véis?

Con medias caqui y botas, para quitar lo excesivamente clásico y darle un punto de estilazo. No me puede gustar más.

El peto del bebé, lo tenéis en los mismos cuadros, más dulce o el peto, en verde liso, también monísimo.

Y lo mismo, para las más mayorcitas con la blusa Carpe Green: una auténtica exquisitez con la misma pechera del vestido, aderezado con una boina y los Slim fit Green, que sientan como un guante (son pantalones pitillo con bolsillo trasero rasgado y aberturas en el tobillo).

¿No os parece que son conjuntos que tienen algo? De sport, para cualquier día y cualquier día ir ideal, no sólo para ciertas ocasiones. ¡Hay que ir mono siempre! Bueno, a mi me ha pirrado totalmente todo esto.

Y en los mismos tonos, que más bonitos no pueden ser para la otoñada, el vestido Catalpa (vaya con los nombrecitos), con fondo crudo y unas preciosas flores azules con hojas verdes y aberturas laterales en tela lisa verde caqui.

¡De morir! Y menos de sport ¿eh? Que con este vestido vas a cualquier sitio al que haya que ir arreglada y vas de lujo.
No hacen falta los rococós de los que os hablaba. Con leotardos en verde caqui y zapatos igual, divino. A juego y preciosota, el conjunto de blusa y pololos de la bebé. ¿No os resulta delicioso?

Más cuadros con la colección Tartán: vestido y camisa de niño, sencillos y de siempre, con los que siempre, repito, vas bien.

El conjunto de la bebé con pololos burdeos a juego completan esta maravilla. La camisa del niño es de las camisas que me han gustado toda la vida, de chico chico y no esas camisitas que sólo hacen para pequeñitos, a veces un poco ridículas para igualar a las niñas.

Y más y más cuadros: otro vestido preciosísimo para esta bebé, con la pechera burdeos me ha enamorado. ¡Cómo me gusta este color para invierno!

Con un buen lazote en el pelo, como a mí me gusta (han adivinado totalmente mi gusto), le pondría los leotardos granates y un abrigo o chaquetón estiloso en burdeos…¡De rechupete!
¡Ayyy! Creo que es mi favorito… es que lo veo super mega, super super, super todo. Y tan sencillo a la vez…
¡Es todo y nada a la vez!

La camisa del niño a juego, como os he dicho que me gustan las camisas, y ¡mirad la parejita! Vamos que si se pueden conjuntar a hermanos… Pero con esta ropa y no cuando las niñas van de damiselas.

También monísimo el bombacho de bebé. Ya veis que hay para todas las edades. ¡Espléndido!

Otro conjunto muy rico para las bebés es la blusa Polera Carpenta (Dios…), que aquí la veis en esa niña preciosa, con bombachos burdeos.

Y también para no tan pequeñas, mirad cómo queda de divino… ¡Uhmmm, qué conjuntazo! La tela es superior y con una capa burdeos o un azul bonito, llamarán la atención por donde vayan.
Fijaos bien en los detalles de la blusa y la camisa del niño que acompaña a este bombón. ¿No están de lujo? Para mí, sí. Como os digo, imaginación en los complementos y perfectos.

Y también la tenéis en este otro color, igualmente espléndida. Cuestión de gustos…

Voy un poco con flores, que también son exquisitas: el vestido Mimosa, con lazada al cuello y manga francesa, ha sido un flechazo. ¿Cómo puede una tela ser tan exquisita sin tener nada más que eso, la tela?

Pues así es: ya veis. Ni un encaje, ni una puntilla. Simplemente la sencillez en sí mismo es lo que le hace fantástico. Con los complementos en burdeos, por favor.
Es una absoluta y auténtica maravilla. Me recuerda a las telas que comprábamos mis primas y yo en Biarritz hace años.

Y la bebé, con la blusa a juego y los pololos, pues divina, claro. El fallo para mí lo cometen algunas cuando lo complementan con cosas algo más repolludas. ¡Noooo! No lo necesitan en absoluto. Un abrigo o chaquetón estiloso sencillo y punto.

Y flores más grandes, pero alegres y bonitas como un sol, las del vestido Gran Mimosa. También una tela de colores impresionantemente bonitos, con lazada al cuello, pliegue en el canesú y otro en el bajo, del que sale un volantito.

Es un vestido que da mucho juego a la hora de poner los complementos: un azul bonito, burdeos, verde caqui… con todos, perfecto.

Y por supuesto, el conjunto de la bebé, que como véis, lo lleva con medias granates. ¡Barbarísimos conjuntos! Sobre todo, el vestido, me parece de confitería.

Vamos ahora con el conjunto de falda de estrellas Green: como siempre, tela magnífica con estrellitas verdes y madroñitos blancos en el bajo. A juego, blusa blanca y collares al tono, que tanto se llevan. ¡Precioso conjunto! Y de nuevo, como veis, sin ningún tipo de recargamiento.

Le pones un chaquetón gris, medias a juego y preciosa. Y también lo tenéis en estrellas grises, como os enseño aquí. Tanto monta, monta tanto… Las dos ideales y muy pero que muy combinables. Conjunto de estilazo ¿no?

También hay bombachos, con la blusa Madroño y otra idealidad. ¿Veis qué fácil nos lo ponen y cómo nos complicamos muchas veces? Niñas perfectamente vestidas para cualquier ocasión, salvo para eventos.

Y llego a las blusas Jacaranda, que para niñas mayores, no pueden ser más absolutamente chiflantes. Tanto en verde botella como en azul, divinas. ¿Qué os parecen? Luego van tan chulitas con los pantalones pitillo de la marca, monocolor enteras y entra en juego cualquier complemento bonito.

Mirad la verde abajo: Me apasiona, con su diseño sencillo pero exquisito, la tela y los collares como todo complemento. Estilo y ¡a correr! Al ser un conjunto monocolor, una gabardina beige, un chaquetón chocolate, camel… ¡Todo le va a las mil maravillas!
Y os enseño la azul, idéntica y para la que vale todo lo que os he dicho en la verde. Con los Slim azules… ¡Qué más quieren estas preciosidades! Botas, gorras… de todo cabe con estos conjuntos tan sumamente estilosos.
Lo tengo claro: cada vez me gusta más lo monocolor, para combinarlo con miles de cosas ideales.


Y aquí no acaba todo. También Dimelo Hilando nos enseña prendas de punto cañón, como este jersey Blue Jeans de niño, con botón de madera y camisa de cuadros, el cual también lo tenéis en beige, tan mono como el otro.

Ya es cuestión de qué color le sienta mejor a la cara.
Ya sabéis que a mí el beige… me puede, pero reconozco que hay niños a los que no les favorece.
El jersey Sofora visón de esta niña, es idóneo para lo que se llama ir estilosa. Con el cierre de cuero precioso, la camisa blanca (ayyy blanco con beige…) y hasta con la gorra tan chic, queda de revista total.


Y también ideal el color magenta. Idéntico, con blusa blanca. Más difícil de combinar, pero si das en el clavo…¡impresionante! Monísimos, estilosos y con clase.
Siento repetirme, pero es así. Lo que nos está enseñando esta marca cordobesa… ¡qué lección para los pimpollos llenos de encajes y volantes!
Que están para lo que están…


Termino con la blusa Jacaranda Marsala, que se me había olvidado y no puede ser, porque mirad que maravilla en tres actos: blusa, pololos y botas. ¿Cómo está la criatura? Este color me apasiona también y con los lazos en el pelo, reconoceréis que estáis ante…¿una pija? Pues no señor, ante una niña bien vestida, con gusto. No tiene nada que ver, así que no mezclemos, que no me quiero enfadar, jajaja.
Bueno, presiento que Córdoba me espera… Sus patios me llaman y tengo ganas de ir ya de una vez. Además, si esta marca es de allí, será todo una maravilla, tal y como me han dicho.
Un beso con claveles reventones en el pelo
Muy bueno!!
Hola Eva, tienes toda la razón, no hay que confundir la palabra pija, con gusto, clase y estilo, que es lo que tu tienes, no te conozco en persona, aunque tenemos una buena amiga en común, así que ratifico lo bueno nos gusta a todos, pero hay que saber combinar, y Eva lo hace a las mil maravillas. Sigue sorprendiéndonos.Animo y bsos
Y toda la razón. . . . me ha gustado amiga. . . pocos trapos, pero bien puestos. Feliz finde. http://conmilamoresyseda.blogspot.com.es/