¿Cómo andáis?  ¿Preparadas para recibir nuevo mes? El mes de las ilusiones, en el que vuelve el buen tiempo (donde vuelva), de los preparativos de eventos, de ir comprando ropa para el verano…

Es un mes bonito. Hoy, día de Andalucía, así que muchas felicidades a todos los andaluces, sobre todo a los que me siguen en el blog, que son muchísimos.

¡Anda, que no hablo yo ahora con diferentes acentos!  De tanto hablar con tiendas de norte a sur, ya sé hablar con acento gallego, valenciano, murciano, andaluz… ¡Soy una máquina!

El viernes voy a un showroom a conocer unas marcas de moda infantil nuevas… Me apetece un montón, pero es increíble la cantidad de ellas que salen año tras año.

Unas triunfarán; otras se quedarán por el camino; otras tendrán unos años de gloria… Por eso, cada día me gusta más lo de siempre, lo que no es muy marcado, lo sencillo, elegante, clásico… Hay marcas que nos lo están demostrando día a día.

Quiero decir, demuestran que con ese estilo que os digo se llega lejos. Ahora mismo, sin dudarlo, os podría decir mis 5 marcas preferidas, que las 5 siguen intactas con los años.

Me voy a tomar un cortadito y empezamos.

Bueno, pues ya. A pesar de que no voy a hablaros de vestidos de Comunión, sí de algo que tiene mucho que ver con ello.

Y ese algo, me priva, como sabéis las que me conocéis un poco.

Es el regalo que siempre hago en todas las Comuniones y que no me puede gustar más.

Si alguien tiene una idea mejor, siempre estoy dispuesta a escuchar. Hasta ahora, es mi regalo estrella.

Ahora, la niña de comunión es similar a una novia y se hace fotos con el vestido, con el segundo vestido, incluso hasta con los camisones y batas (¿no lo sabíais?). Pues sí, hijas, sí.

Os voy a recomendar dos marcas  con las que se os va a hacer la boca agua. Ellas hacen como nadie los camisones, pijamas y batas más bonitas para regalar ese día tan especial. Yo me muero cuando los veo, sobre todo algunos.

“Didal» y «Lan Fairy” se encargan hoy de dar ideas maravillosas y exquisitas para regalar ese gran día.  La primera, divina, con un trabajo ímprobo en muchos de ellos: linos, vainicas, batistas, hilo italiano….

La segunda, con diseños frescos, con mucho ganchillo, como el que nos hacían nuestras madres de pequeñas, con la batita a juego. Ponibles y deliciosos. De niñas monas, de madres exigentes que adoran esto tanto como yo.

A «Didal» os la presenté el año pasado. No voy a repetir todo. Sólo os recuerdo que son de Burriana (Castellón) y que el alma de la marca es Rosana. En su tienda se hace de todo. Me encanta su tradición en hacer enagüas para las niñas y que el día de su Primera Comunión, sea más importante que el vestido.

Sus madres y abuelas están durante todo el año, cosiéndolas, bordándolas… En fin, un trabajo de filigrana que después remata Rosana y que es una auténtica maravilla.

Después de la ceremonia, todas las niñas se quedan en enagüas y con una chaquetita, aunque dudo que haga frío… ¡Un espectáculo verlas!

Todo se hace por pedido, a partir de las medidas de las niñas y no hay un camisón o pijama exactamente igual al otro.

Mirad qué joyas: el camisón de hilo italiano, con vainicas hechas a mano y acabados con volante y entredoses de valencienne. ¿Cómo os quedáis? ¡Qué delicadeza y qué belleza, por Dios!

Las batistas en gris, coordinadas con piqué y el hilo italiano bordado en gris, ha sido un acierto pleno. ¡Cómo son todos! De los de guardar en una cómoda (como haría mi madre) por miedo a que se estropeen.

Ya veis esta monería de pijama gris con encajes de valencienne y lazo. Más coquetón, imposible. Elegante, divino… Y ponible.

Bárbara la bata, en estampado de cashemire en tonos grises y con los detalles increíbles que estáis viendo… ¡Qué joyasss!

Preciosidades que llevan estas niñas en el desfile que suelen hacer para presentar la nueva colección. ¡No me extraña que no sepas a qué carta quedarte!

Mirad la bata de hilo, a juego con el camisón… ¿No es una auténtica obra de arte? ¡Uhmmmm!  Se me hacen los ojos chiribitas.

Llegar a una casa y ver a una niña así… no tiene precio. No creo que veáis a muchas.

El camisón Adriana, otra cucada. ¡Si parece un vestido! De batista con volantes rosas contrastando con las rayas grises y la inicial bordada.

Ni aunque los busques en la mejor tienda, encuentras estas cosas. Queda poca gente que lo aprecie, aunque muchas más de la que nos creemos, que lo veo yo.

De nuevo, esta combinación irresistible en gris y rosa fuerte, en estos dos camisones que desfilan estas niñas…

Diferentes diseños: uno con el nombre y otro, sólo con la inicial. ¡Colosales del todo!

Y os enseño también su colección de camisones y pijamas en cuadritos fresa. ¡Sin desperdicio!

Camisón con pasacintas y tiras bordadas… otra exquisitez, con un buen lazote en la espalda. Pura coquetería, buen gusto, saber hacer…

Monísimo también el camisón Paula, con dos lacitos fresa en el canesú y suelto… ¡Otro sueño cumplido!

Pijama y camisón de la colección. Favorecedores, preciosos. ¡Qué día tan bonito con estas exquisiteces!

El pijama con pololos me tiene loca. ¡Qué baberote con lazo, a juego de los de los pololos!

¿Habéis visto algo tan mono? Parece una bañista antigua… ¡Extraordinario!

Bombones de niñas desfilando con esta colección, que no deja indiferente a nadie. ¡Miradlas bien!  Es para eso y mucho más.

Y estos en fresa intenso, lisos, no se quedan atrás… ¿Os podríais decidir? Yo me llevaría 2 ó 3, fijo.

Pues con éstos,  en vainicas y tonos grises y la colección fresa, os dejo un poco del exquisito trabajo de Rosana, que sólo es una pequeña pincelada de todo lo que hacen en su tienda: todo tipo de ropita y detalles de nacimiento, talleres para tejer y hacer amigurimis (los muñequitos que llevan muchas de las niñas) y desde luego, su punto fuerte también es preparar los vestidos y enagüas de las falleras, que hacen con un mimo y delicadeza fuera de lo normal.

Toallas bordadas, capazos, zapatillas, etc. Y todo, con una presentación de diez, primorosamente en cajas divinas decoradas también.

Hay mucho Didal del qué hablar aún…

Pero suena el reloj recordándome que no tengo tiempo y que esto no son mis sueños, sino una realidad que os quiero enseñar.

Así que doy paso a “Lan Fairy”, con sus camisones y batas. Otro estilo, frescura, niñez, buen gusto por doquier… Ya os he hablado más veces de Mónica, su diseñadora, que igualmente, todo lo hace con un gusto sin igual.

Más ponibles que algunos de los que os he enseñado, por lo menos que los de hilo, me traen, como os he dicho, recuerdos de mi niñez. Mi hermana y yo hemos crecido con estos camisones, bien lisos, bien de florecitas, pero todos con le canesú de ganchillo y las preciosas batas a juego.

El camisón Nadine, cortito, de batista organdizada y cuerpo de crochet de tirantes, ideal para el verano, fresquito como nada, con tira bordada y lazos en un azul vintage.

Ponible y práctico para las noches calurosas de verano, veo de nuevo a una niña que da gloria, coqueta, impecable…

Lo mismo el Ninette, también de batista rosa y cuerpo de crochet, con volante en el bajo, adornado con puntilla. Detalles…

Dan unas ganas de buen tiempo al verlos… Y de ponérselos y de mirarlas una y otra vez.

El camisón Evangeline, de viyela blanca, cuerpo también de crochet,  y volante tableado en el bajo.

Este largo, me recuerda, cómo no, un poco a los de “Mujercitas” o a esas películas donde suspiro al ver este estilo de camisones.

¿En qué momento se perdió el buen gusto y se permitió que las niñas se pusieran esos pijamas de dibujos animados o peores? Madre mía, debería estar prohibido.

Y no es cuestión de ser pija o no pija, que parece que os estoy oyendo… Es otra cosa. Nada más. No lo voy a explicar por enésima vez.

Más monerías con el Marie, en plumetti de batista con tirantes de crochet fruncido en gomas y tira bordada en el escote… ¡Otro precioso! ¿Sí o no?

El Juliette, en batista blanca y ganchillo tejido a mano en rosa… o el Camille, que particularmente es uno de mis favoritos, de plumetti de batista y ganchillo color hueso…

¿Será por eso? Definitivamente, con este color, tengo una tara.

Todos del mismo estilo, con pequeñas variantes, todos bonitos, coquetos y frescos. ¿Qué regalo puede ser mejor que un conjunto de bata y camisón? A las niñas les priva.

En la Comunión de mis hijos (los dos chicos), les regalaron pijama y albornoz bordado con su inicial a juego. Pues me lo daban, como diciendo: “esto, que a ti te va a encantar”, pero ellos se iban con su bici, su reloj o su Play… ¡Qué se le va a hacer, son más primarios! Jajaja…

Por supuesto, para todos los camisones de Mónica, tenéis bata a juego, todas preciosas, cómodas, divinas…

Una para cada camisón, prácticamente.

La Nadine, piqué blanco con gran volante de batista en las mangas, es soberbia.

Con el lazo azul vintage, adivinad con qué camisón va.

La Marie, de plumetti de batista, volante en las mangas, tiras bordadas y lazo amarillo…

La Briguitte, de batista perforada y gran volante con lazo verde antiguo…

Todas y cada una son un regalo para la vista y para la niña de Comunión como no hay otro.

Se sienten como princesas por un día. Están tan emocionadas que ese día no lo aprecian, pero después…¡Que me lo digan a mí!

La Camille, de piqué labrado, evasé, volante de plumetti en las mangas y lazo de raso hueso. ¿Será mi elegida? Jajaja.

Os voy dejando fotos a lo largo del artículo, sin olvidarme de la bata Evangeline, con volante de puntilla en las mangas, corte en el pecho y lazada beige.

Me despido con las más ponibles: la bata Catherina, en piqué acolchado y forrado en batista. La tenéis en blanco y rosa. Tal vez la más práctica y más duradera para el otoño…

Un verdadero placer hablar de estas dos marcas tan únicas, cada una en su estilo.

Rosana y Mónica, no dejéis nunca de hacer estas cosas, que lo bonito, lo de buen gusto, siempre perdurará, les pese a quien les pese.

Por cierto Mónica, en el showrrom del que hablaba al principio, está tu marca. ¡Siempre la veo a ella, pero nunca a ti!

Una delicatessen de beso