
Ha amanecido un sábado absolutamente primaveral. No hace calor (estaría bueno), pero si miras a la calle desde la ventana, casi dan ganas de ponerse de verano.

¡Con lo que me gusta a mí el invierno! Ayer, que estuvimos comiendo por ahí, tampoco hacía nada de frío y la verdad es que, a veces es una gozada ir en pleno invierno con una chaqueta. Como en Burgos no se sabe lo que es eso, pues lo aprecio más.

Estuvimos todo el día fuera de casa y me encontré súper a gusto. Al final del día, me voy poniendo más nerviosa, peor… No sé si tendré remedio alguna vez.
Aún creo que no voy a poder vivir en Madrid y que me tendré que volver a Burgos, lo que para mí sería una derrota. Pero como soy derrotista, pues pasará o yo qué sé… Espero con toda mi alma que no, que pueda ser capaz de vivir aquí sin Luis.

Me lo repito todos los días: “tú puedes”, pero al final, son tantas cosas que no sé qué será de mí.

“Era mi vida él, mi primavera él y mi mañana”… Sin querer, me salen constantemente canciones así. Perales era la bomba con sus letras… Me matan.

Y es que con él, me sentía a salvo, amada como la que más e increíblemente feliz.
Hablo con él, le pido que me ayude a vivir sin miedos, sin angustias…
Le pido que lo que tenga que vivir, lo pueda hacer feliz. Él no soportaría verme así. Eso lo tengo claro, así que, a ver si empiezo a notarlo.
Como os dije el otro día, yo misma “me autoimpido” ser feliz.

Con mis hijos, mi familia, mis amigos, etc. Es como si me lo hubiera puesto de castigo.
No sé, nunca he sido una persona simple. Soy complicada, como diría mi madre.
Y hablando de moda, que es para lo que estoy aquí, hoy os voy a dar ideas para los regalos de Comunión.
Nada más y nada menos que camisones, pijamas, batas y otros complementos.
Ya sabéis que me pirran y que siempre ha sido mi regalo estrella. A las niñas (y también a los niños, aunque menos) les encanta. Os lo aseguro. Siempre he triunfado con ello, jajaja.

“Didal”, de la que ya os he hablado en más ocasiones, se encarga hoy de enseñaros sus colecciones tan preciosas. Taller y tienda a la vez, hacen del mundo de las Comuniones, todo un arte. Desde las exquisitas enaguas hasta, como os digo, las batas y camisones más fantásticos del mundo.

Rosana dirige con maestría todo el cotarro. Se hacen labores de cuento. Desde el recién nacido, hasta el pastwork, la técnica para los amigurimis (ganchillo en espiral con forma de animalitos o lo que se quiera), packs de playa o piscina, complementos de todo tipo, las enaguas en las que participan las madres y abuelas de las comulgantes y miles de cosas más.

Ya les hubiera hecho una visita desde que les descubrí, si no fuera por el pequeño detalle de que están en Burriana (Castellón), que es el pueblo donde más calor he pasado en mi vida. Ya sabéis que el calor y yo llevamos reñidos toda la vida.

En Didal, cada año eligen un color para su colección de camisones, pijamas y batas. Este próximo año, es el frambuesa, que no puede ser más favorecedor y además, como lo regalas en plena primavera, la gente ya está deseando que llegue el verano y no os podéis imaginar cómo gustan.

El color de este año que está terminando era el verde, que, paradójicamente, aunque sea el color de la esperanza, no nos trajo buena suerte, así que os enseño también esos modelos, porque podéis elegir el color que queráis, ya que todo lo hacen por encargo.

Es decir, si en vez de frambuesa (que tendrán en stock), preferís el azul, no tenéis nada más que encargarlo con tiempo y lo hacen en azul. ¡Todo a la carta!
Os dejo también arriba fotos de las enaguas, porque merece la pena ver el súper trabajazo que llevan.

Y no deja de ser emocionante el pensar que han contribuido en esa obra maestra tu madre, tu abuela…

Son tan bonitas, que es tradición que las niñas se queden con las enaguas solamente, después de la celebración. Semejantes maravillas hay que lucirlas y además, con ese calorazo, lo estarán deseando.

Y también os dejo fotos de las cosas que hacen para bebés, que son un verdadero primor.

Así que, tanto para las Comuniones, como para los bebés que van a nacer en este nuevo año que va a comenzar, podéis acudir a Didal. Fue un hallazgo genial que hice y del que estoy encantada de mandar a la gente. Estas monerías no deberían desaparecer nunca.

Me encanta el trabajo de Rosana y su equipo. Siempre me ha chiflado la moda. La infantil y la de mayores. Pero ver estas maravillas cuando ahora escasean los niños bien vestidos, es una gozada. Al menos para mí.

Sé que muchas madres van al Carrefour de turno y dicen que les compran cosas monísimas. Pues bueno… Mejor me callo, que estoy mejor. Soy un peligro.

Retomo ahora el post. Hemos estado tomando algo y se estaba de locura, con el solecito. Tess, la pobre, está con miedo porque el otro día la mordió un perro en el parque.

Al principio, empezó a llorar y como está muy mimada, no le hicimos caso, pero después, en casa, vimos los mordiscos. ¡Pobrecita mía!
Tengo la colcha, las sábanas y todo lleno de sangre. Si lo viera mi madre… A mí, ahora me da igual casi todo. Ya lo lavaré.

Acabo de hablar con mi prima Beatriz y me ha dicho que sólo va a Burgos dos días, que tiene suficiente. Es increíble lo de este año… Yo no me doy cuenta bien porque me ha coincidido todo y bastante tengo con lo mío. Pero realmente, la vida ha cambiado para todos.

Me siento tan mal, tan triste, tan sola… Tengo que repetirme una y otra vez que tengo que seguir adelante, que hay mucha gente que me necesita.
Yo pienso que no, que para el único que era realmente imprescindible era para Luis y ya no está.

“No te rindas, por favor. No cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento… Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo”…
¿Habías oído hablar de la resiliencia? Yo, hasta ahora, no. Pero tengo un amigo que es sabio y me ha dicho que soy única, especial (eso es cosa de él). Bueno, pues por lo visto, es la capacidad del ser humano de adaptarse a la adversidad. En fin…

Todo esto tan bonito del poema de Mario Benedetti y que me mandó Miguel el otro día es lo que me repito una y otra vez. De momento, no da resultado. Todo se irá viendo…

Me da una rabia increíble no ser fuerte, no poder con ello. Se me hace todo cuesta arriba y tengo la espalda que es un puro nervio.

Me alegran muchísimo los mensajes que me mandáis, de verdad. Lo que pasa es que la muerte de Luis me ha dejado muda, ciega y sorda. No lo asumo.
Enviádme buenas vibraciones para que, si no puedo ser feliz, al menos, pueda estar tranquila y superar en algún momento esta tristeza tan atroz que me invade.

Mando un beso para todos y en especial, a mi amiga Títi, que me ha demostrado mucho en este año. Mucho más que otras personas, de las que me esperaba algo más.
A ver, que mis amigas de siempre no son… Esas han estado ahí, a las duras y a las maduras. Lo aclaro, porque son muy celosas y después, les tengo que estar dando explicaciones…
Ellas ya saben quiénes son.
De nuevo espero que os hayan gustado las ideas que os doy y que tengáis salud y tranquilidad para todo. Si me prestáis un poco, os lo agradezco en el alma.

Un beso muy delicado