
¿Cómo ha empezado la semana? ¡Cómo cuestan los lunes!
Nosotros, el fin de semana, tranquilitos. El sábado fuimos de compras y ya piqué…
Me he comprado un abrigo monísimo (más bien de verano) y conjunto de falda de punto ideal. Es la época de renovar un poco el armario ¿no?
Lo malo, que cuando vaya a


Burgos, con lo que me compro aquí, me hielo de frío… Pero claro, no me entra en la cabeza y la verdad es que aquí, me sobra todo.
Sé que mucha gente dice que en Madrid hace un frío horrible en invierno. Todo es relativo, está claro.
Os agradezco mucho a todos los que me habéis escrito acerca del artículo anterior, tanto los que opináis de política, como a los que me dais la razón acerca de lo que dije de la marca.

De política no tenía que hablar, pero estoy como en mi casa, y a veces, la sangre me hierve…
Sólo digo lo que pienso en cada momento.
Siento si a alguien le ofende, pero como comprenderéis, es un sitio donde hablo yo y opino yo, aunque a muchos les gustaría borrar cosas, pues, lo siento… jajaja.

Un momento, que me llama mi hija por Skipe. Me está enseñando cómo hace una tortilla de patata para la familia irlandesa en la que está.
¡Madre mía! ¡Pero si esta niña


no ha hecho una tortilla en su

vida!

Si vierais el pedazo de sartén honda que ha cogido…
Dice que no las tienen más planas. Me temo el desastre.
Pobre, está nerviosa, pero es que tiene mucha cara al decir que les va a hacer una tortilla…. ¡Ya os contaré!
No sé qué voy a hacer con esta niña. No se le pone nada por delante.

Este fin de semana, ha habido un desfile de tiendas infantiles en el Centro Comercial que tengo enfrente.


Me ofrecieron escribir un artículo sobre ello y les dije que sí. Pero como después, estuvimos tan fatal con el virus, al final no he podido.
Me ha dado rabia, porque así veíais un poco la ropa tan mona que tiene una tienda que se llama Babú.
Lo hacen casi todo ellos y son cosas con muchísimo gusto, exquisitas…
En fin, otra vez será. Con el

clima, está pasando como al principio de verano.
No empieza el frío y la gente retrasa las compras. Al final, muchas lo dejáis para rebajas y así, poco a poco, se va a acabar con las tiendas. ¡Una pena!

Bueno, no me quiero alargar mucho hoy… Os enseño la colección de invierno de “LaBubé”, marca que muchas ya conocéis. Es una ropa para minorías, eso está claro. No es ropa comercial para nada, a mí me encanta y sé que a muchas también, pero lo que digo es así: modelos oscuros, de largos nada convencionales, con estilo antiguo, con misterio… Hay que tener muy claro que tu hija va a estar mona con este estilo y saberlo combinar muy bien.

Me recuerda a siglos pasados, a la posguerra, a las películas de Mujercitas, a series como Tierra de lobos, etc. A mí, más no me puede gustar y por eso os la enseño.

Hay niñas que están como auténticas muñecas con estos vestidos y conjuntos. También se puede estar coquetísima sin vuelos y mil volantes.
Terciopelos con algodón y puntillas en su mayoría… Azul y verde mar oscuro son los colores predominantes para este año, con excepción de sus clásicos de siempre con jaretas o sin ellas, en rosa empolvado, celeste…

Y el burdeos para las ceremonias, también, por supuesto.
Todo ello, aderezado con el buen gusto de Carlota Abril para las fotos y con las flores y adornos del pelo de Sally Hambleton, hace que


las niñas estén sencillamente deliciosas.

Son niñas arregladitas, sin renunciar a las puntillas ni a la coquetería, pero de un modo más minimalista, digamos.

A Carlota le sobran los miles de volantes en cascada y tules con gran volumen para que una niña sea coqueta. Y a mí también, dicho sea de paso.

Por ejemplo, en Burgos, donde la gente viste muy bien para mi gusto, este tipo de vestidos encantan y no los repolludos a los que me refiero siempre. “LaBubé” tiene muchas adeptas en Burgos, que lo sé de sobra.

Este estilo sobrio y con gusto de esta marca nos encanta. No somos cursis, somos como la tierra, sobrias, sin mucho adorno ni cursilería.
Conozco a muchas que pondrían estos modelos a sus niñas y a muchas otras que les horrorizarían, es decir, las amantes de mil vuelos, lazos y encajes excesivos.

No veréis colores alegres, ni grandiosos diseños. Son más que eso. Son buen gusto, clase y un «mucho» de originalidad en este mundo tan emborrachado de lazos y coronas.
No os voy a hablar de cada modelo,


como suelo hacer, porque es que quiero que veáis el estilo de Carlota, en el que no hay cabida para nada más que lo sencillo, casi parece austero, pero sólo lo parece, el sabor antiguo y en su colección cápsula que ha hecho para Arras de invierno (me privan), veréis mucho terciopelo, vestidos capas, capas sueltas, monaguillos, chaquetas de terciopelo con cuello mao para niños, etc.


Todo lo que me parece a mí que es para una minoría.
Pero qué minoría… Hace mil años

que no veo a niños de arras vestidos de monaguillos y me gustan tanto…

Acompañados de los vestidos capa de las niñas o simplemente con las chaquetas de terciopelo mao, están únicos.
Siempre me han pirrado las bodas


en estas fechas y noviembre y diciembre son meses ideales y perfectos para el terciopelo. Si estáis dudando, ni lo penséis. Depende del colorido de la boda, el terciopelo blanco o el burdeos, siempre son un acierto.


El marino, si los niños son rubios o claritos de pelo y piel, también. Si no, prefiero los otros colores. El marino para rubios, como os digo, soberbio.
¡Qué bodas pueden salir, madre mía!
Otra cosa sencilla de Carlota es el punto.
Tanto sus jerseys de cuello aterciopelado, como sus ponchos son divinos y complementan a la perfección cualquiera de sus looks.

Por ejemplo, las faldas de algodón en azul o verde con la blusa gris humo.
Le pones algo de punto por encima,


y parece una niña de la posguerra, sí, pero con todo muy bien estudiado, que Carlota es una

artista y sabe muy bien lo que hace.

Yo intento dar gusto a todas. Además, ya tiene muchas seguidoras.
Y las que no, pues para que la


conozcáis y veáis si os gusta o no su estilo.
¡Por fin, alguien que se sale un poco de lo normal! Y que lo hace con matrícula de honor.
Hay miles de marcas, por suerte para todas.
Pero yo, al menos, agradezco mucho lo novedoso y la creatividad innata de algunas de estas artistas, que empezaron en un garaje y ahora han llegado muy lejos… Jajaja, Carlota. Siempre digo lo mismo.

Además, como tiene ese gusto excepcional, se rodea de fotógrafos que son igual de artistas y de Sally Hambleton, que, como os he dicho, es la dueña de una de las mejores floristerías de Madrid. Ya os conté su historia en otro artículo, y que, como veis, consigue maravillas.
Son colecciones, que, además no son complicadas. Carlota elige varios (no muchos) modelos base y sobre ellos, realiza pequeñas variaciones, diferentes colores…

Así, siempre que queremos un color determinado, lo tiene. Es lista y se nota. Porque basta que lo haya en verde, para que lo queramos en azul. Las clientes somos muyyyyy pesadas. Sobre todo algunas, que nunca lo tienen claro.

A mí nunca me ha pasado eso y por eso, compraba más de lo que debía. Pero me encantaba tanto y gozaba tanto comprándoles cosas a mis hijos, que me daba igual.

Pues, ya veis. Si queréis este año sorprender a todos con un modelazo de “LaBubé”, podéis empezar por uno de sus vestidos “de pobre” como les llaman muchos que no tienen ni idea, aunque ya sé cómo son algunas (y más sus maridos que opinan de todo).

O por un jersey o poncho aterciopelado o una capa con un vestido larguito.
Si a la niña le va este estilo, será la reina de las calles. Muñecas así no se suelen ver y la verdad, yo lo agradecería mucho. Y sé

que muchas también.
Que podéis tener vestidos de vuelo, cosas más alegres ¿eh? Pero

yo probaría a ponerles (si les va) un conjunto de LaBubé, para ver si lo bonito empieza a abundar, aunque sé que es difícil.

Como he dicho al principio, es ropa para minorías. Y creo que siempre lo será. Hay que entender muy bien este estilo para ir con seguridad con tus hijas por la calle.

¡Venga, a las que os haya gustado, animaos y comenzad a cambiar un poco! Que se puede tener varios modelos y de varios estilos, siempre que no sean tartas o árboles de Navidad.

¡Esos no, por favor! ¡Pleaseeee!

Bueno Carlota, hija mía, no sé qué decirte. Que me sigue chiflando todo lo que haces y qué más quisiera que mi hija fuera pequeña de nuevo…
A todas os digo que no os perdáis su colección de Comunión, que la presentaré en el blog, tan pronto como la saque.

¡Vestidos diferentes, como la ropa que os acabo de enseñar!
Marcando la diferencia, y con buen gusto, es como se destaca. Por la elegancia, por la originalidad y no por el exceso en todo.
Un beso del siglo XIX
Hola Eva,
una boda con celebración a la una de la tarde la ceremonia y posterior almuerzo..queda muy mal un vestido largo vaporoso color beige …? Gracias!
Hola, perdona la tardanza en responder. Pues mira, francamente no es lo más apropiado. Ni por largo y menos por vaporoso, da igual el color. Ese es para bodas de tarde. ¡Muchas gracias!
LaBubé un escándalo!!!!
No he visto así nunca ni a Leonor ni a Sofía…por Diós!
Preciosa la ropa, las modelos y las fotos:0
Sí, es diferente y con mucho gusto hecha. A mí me encanta. ¡Gracias!