¡Holaaaa!  Qué ilusión estos días en todas las casas con niños… Eran mis días favoritos. Como siempre he sido bastante histérica, jamás me podía dormir y siempre pensaba que, al verme despierta, SS. MM. se iban a ir sin dejarme nada…

Claro, al final, caía rendida y el día siguiente, era el mejor del año, sin duda.

Mis padres nos lo dejaban todo preparado de forma que parecía que nos habían comprado Burgos entero.

¡Qué ilusión!  Yo iba mirando detenidamente cosa por cosa; en los cuentos, leyendo la página que mi madre me dejaba abierta por dónde estaban las princesas rubias… Horas y horas me quedaba en el salón.

La locatis de mi hermana, enseguida veía todo, se lo ponía por encima lo que podía. Y después… lo guardaba todo «bien guardado» para que “no se lo quitaran mis amigas”, cuando vinieran a casa.

Era un caso. Así que, me consuelo con que Almudena ha salido a ella y aún puede cambiar…

Escribo a trompicones, porque también ando con las últimas cosas de los Reyes, que, aunque «sabemos quienes son», tenemos casi la misma ilusión que los niños.

En un momento vuelvo, pero ya para hablar de vuestra preocupación siguiente. La vida es una pura preocupación, jajaja. Y mientras sean de éstas, genial.

Ya estoy aquí. Bueno, pues vuestra preocupación ahora son los eventos de primavera, como La Primera Comunión.

Lleváis ya un tiempo preguntándome y por eso, ya empecé a hablar de ellas.

Muchas me pedís algo especial, no os importa el dinero; otras, vestidos monos y asequibles, que no tenéis el bolsillo para juergas… y como éstas últimas peticiones abundan estos días, pues voy a ello.

En “De la Dos a la Doce”, podéis encontrar Vestidos de Comunión monísimos y a unos precios que no encontraréis en ningún sitio. Siempre clásicos, sin recargamientos, monos, románticos y con complementos adecuados para cada uno.

Es decir, lo que muchas buscáis. Desde luego, algunos de los modelos, no tienen nada que envidiar a otros que cuestan una fortuna. Ya sabemos que hay auténticas maravillas de tejidos, diseños espectaculares, llamativos, etc. Bueno, pues hoy, no se trata de eso. Se trata de ir ideal con un presupuesto ajustado.

¿Que si se puede? ¡Ya lo creo que se puede! Lo vais a ver ahora mismo.

Muchas madres se gastan un Congo el día de la Primera Comunión y yo lo respeto, porque hice un poco lo mismo. Eso sí, con un vestido ideal de piqué y discretísimo, nada de estridencias… que luego utilizaron cinco niñas más. O sea, que me salió a peseta (bueno a las demás).

Quieren que su hija o hijo, pero sobre todo las niñas de nuestros ojos, sean las más guapas del mundo ese día. Claro, muchas se equivocan, como os dije el otro día, porque las visten de lo que no les va nada. Eso sí, hay maravillas, que para quien quiera impresionar, lo hará. Ya hablaremos de ello.

Me parece estupendo que no queráis que la Comunión sea un derroche. Algunas, porque no podéis, y otras, porque os parece un poco “una paletada” tirar la casa por la ventana.

Y a veces, es así, pues conozco el caso en el que pidieron un crédito para invitar a 150 personas y contratar al coro más importante de la ciudad para que cantara sólo para su niña, cuando ella estaría mucho más contenta haciéndola con el resto de su clase, con sus amigas… Esperemos que estos sean los menos. Pero haberlos, los hay.

Así, que, no hay que preocuparse, ya que con “De la dos a la Doce”, tenéis la papeleta más que solucionada y además, yendo ideales.

Ya estáis viendo varios de sus diseños. Todos clásicos, sin mucho vuelo (como a mí me gusta) y con materiales de siempre: plumettis, tules, creps, linos… Y lo que es más importante: con muchísimo gusto hechos.

Mirad el Vestido Victoria, uno de mis favoritos. Dulce, exquisito, impresionante el buen gusto que irradia por los cuatro costados. Es un vestido de loneta beige, con el cuerpo cruzado y manga francesa. Lleva el cuello rematado con piquillo y un vivo del color del lazo, así como volante en la bocamanga. La lazadota, en seda, color cava, es divina.

¿Qué os parece? Con la corona de flores, la niña está perfecta, pero tenéis más complementos, como un simple lazo, una flor, una trencilla, etc.

No me digáis que no va espectacular y ni os imagináis el precio. Si ya os digo, que no es cuestión de dinero, sino de gusto, de cómo le siente a la niña el vestido, de saber estar, de mil cosas…

Otro delicioso (voy sin orden, como siempre) es el Vestido Erika. Tiene varios tejidos pero ni se nota. Es decir, es tal la sencillez y la armonía que no parece uno de esos vestidos empalagosos y de Meninas.

Todo lo contrario: tiene un cuerpo precioso de crep marfil y puntilla de tul bordado en las mangas y en la cintura, como veis. La falda, de muselina con dos capas de tul superpuesto: una marfil y la exterior, en tul nude. Todo rematado por la lazada de grogré rosa.

¿Y cómo es él? Pues una divinidad. ¡Me priva!  De nuevo, una niña clásica y vestida de niña para un día muy importante de su vida. Me enamoran los tonos del vestido, su originalidad, todo. Un poco más caro que el anterior, pero baratísimo para todo lo que vais a ver por ahí.

Lleva una mini coronita con flores de tela, pero también estaría ideal con un lazote en rosa como el de la lazada o una flor.

Otro vestido fantástico, totalmente de mi gusto, es el Roma, de plumetti de algodón blanco y corto con evasé. El escote cuadrado y rematado en los puños con el plisado de la misma tela que el vestido. La lazada no puede ser más bonita en ese verde seco de seda. La flor, que es una hortensia maravillosa la venden aparte, en complementos.

Me encanta para niñas altas, con piernas largas. Este estilo les va fenomenal. Van preciosas y el vestido, muy acorde con su figura. ¡Me chifla, vamos!

El pelo suelto con  otra hortensia como caída, queda de lujo. Estilazo total. Así, como puesta en un momento, aunque haya requerido tiempo su colocación.

El Juliette,

fantástico también, de loneta beige, tablas en la falda y manga y detalle de volantito en el cuello y en la manga.

La lazada de tafetán en ese azul tan chiflante me puede. Los botones forrados. Otro vestido mágico y otra niña bombón.

No me puede gustar más el aire que tiene. Tan sencillo y a la vez coqueto, dulce, tan poco de “Menina”, como todas las que hicieron la Comunión con Almudena, tan almidonadas y tan artificiales… ¡Todas iguales, parecían las hermanas de Cenicienta!

Y claro, en Burgos, sólo había una tienda en que vendieran vestidos “decentes” y ¡hala! Todo el mundo allí. Pues no me dio la gana. Sólo tengo un niña y esos vestidos me espantaban, así que me molesté y removí Roma con Santiago, pero fue como quise yo, no como me imponía la tienda de turno.

Un poco más sofisticado, dentro de la sencillez, el Vestido Clara lazo, de muselina organdizada con tul bordado superpuesto y lazada de tul verde liso.

El escote, cuadrado tanto por delante como por detrás. El verde cada vez se utiliza más en los complementos y es que queda francamente elegante.

Resulta un vestido bonito, de nuevo sencillo y romántico. Clásico, por supuesto. La manga al codo con el tul bordado le da el toque más arregladito y la mini coronita de flores de tela rosas y verdes con hortensia preservada verde y gysophila marfil, le queda de cuento. Preciosa, pero pequeña, no como una tarta en la cabeza, que ya el vestido tiene bastante riqueza de adornos.

¿Os van gustando? ¿Las más pesimistas veis que sí que es posible?  Seguro que sí. Ya comprobáis que se puede ir de lo más mona y favorecida, sin dejarse un dineral, ni que todo el asunto de la Comunión te quite la vida, ni tengas que estar un año pensando en cómo irá la niña.

De los más sencillos de todos, pero con un encanto arrebatador, el Vestido Florencia, de lino saco marfil, precioso, con más cuerpo que un lino simple. El escote totalmente cuadrado, manga francesa y falda evasé.

Corto y con lazada, esta vez de rafia azul. ¡Me encanta la rafia! Va totalmente forrado y para una niña delgadita, queda de lujo. Además, esta lazada, se puede personalizar con la inicial o con el nombre…

Aquí sí que le va como anillo al dedo la corona grande de flores “Ninfa azul”, hecha de flores secas y regulable. La niña va preciosa, con clase, sin ninguna duda.

Sumamente elegante, el Vestido Isabella, de lino marfil, con remates de encaje valencienne en el escote y mangas. El cuerpo me encanta, adornado con tiras de encaje y lazada de lino marfil.

Desde luego, el tono y el diseño no pueden ser más bonitos para un día tan importante. Un vestido digno de una princesa, y de nuevo sencillo.

El adorno del pelo le va que ni pintado. La media corona Minerva marfil, hecha de hortensias preservadas en dicho tono. ¡Espectacular, bien con recogido o bien con el pelo suelto!

La espalda también elegante, como de reina por un día. Es uno de los más elegantes, sin más. Otros son más coquetos, más favorecedores, más originales. Pero éste es la elegancia en estado puro.

Hay más modelos en “De la Dos a la Doce”, que, seguramente os gustarán y todos, como os he dicho, con un precio excelente.

Estad seguras de que las niñas van divinas sin necesidad de dar mil vueltas, como mucha gente que no sabe ya ni qué hacer para que su hija llame la atención y, también importante, sin dejaros un dineral, que es lo que muchas me estáis pidiendo.

También tienen un amplio surtido de complementos como coronas, medias coronas, flores para el pelo, para los zapatos, para la muñeca, etc…

Aquí os dejo con algunos, para que veáis qué monos son y cómo pueden complementar a la perfección con los vestidos.

También podréis ver las lazadas de tul, de seda, de rafia, etc… y todos los colores disponibles. Vamos, que la niña sale vestida de arriba abajo.

Después, unas bailarinas monas (nada de botas ni estridencias que no van en absoluto con este estilo) y ¡tachánnnn!.. ¿Quién teme al día de la Primera Comunión?

Un beso adecuadísimo