¡Bienvenidos todosssss! Después de las ansiadas vacaciones, vuelta a la rutina. Yo, por decir algo, porque lo que es vacaciones vacaciones… no he tenido. Y a pesar de ser pesada con el calor (la última vez que lo digo Charo, lo prometo), no he tenido vacaciones por culpa de las asquerosísimas temperaturas de este año.

Fue irme del infierno de Madrid al infierno de un pueblo de Almería, es decir, el super infierno. Un calor devastador, húmedo, irritante, horroroso…

Vamos, que he jurado no volver. Este año, no me quedó otro remedio que ir allí por diversas circunstancias, no os creáis que soy masoquista.

Por eso, ahora, en septiembre, nos vamos unos días a mi Norte del alma, aunque sea para poder respirar, para sentir frío si hace falta, para ponerme manga larga, para comer, beber y disfrutar con ganas.

Bueno, dejo el clima, que parezco el hombre del tiempo. Ya parece que cada mochuelo está en su olivo y que todo ha vuelto a la normalidad. Por lo menos en mi casa ya estamos todos, y es que mi hija se ha ido tres meses tan ricamente por ahí: que si con amigas a un sitio, con mi madre y mi sobrina a otro… en fin, ¡ella sí que ha tenido unas señoras vacaciones!

Yo he estado trabajando mucho con asuntos de marcas, de gente que quería organizar cosas… Si sale algo, os lo iré contando. Por cierto, quiero agradecer a todos la cantidad de mensajes de cariño y consultas que me habéis hecho todo este mes, sobre todo , para ir a bodas y Ceremonias. Espero haber acertado y que hayáis ido todas como auténticos pinceles. ¡Seguro que sí!

Hoy no voy a hablar de una marca en concreto, sino de una tendencia de este otoño-invierno, de la cual no puedo estar más encantada: el escocés en todas su formas, diseños y cuadros y también de los cuadros, aunque no sean escoceses propiamente dicho.

Prácticamente todas las marcas, han incluido una colección de cuadros y os voy a enseñar varias y todas muy distintas aunque tengan ese denominador común.

El otro día, leyendo una conversación en Facebook sobre la ropa que se llevaba esta temporada, hablaban unas madres desesperadas, que decían que no había nada nuevo, que todo era cuadros y que no veían nada del otro mundo… Yo me quedé alucinada. Pero ¿qué quieren? ¿Qué saquen algo exclusivo en un tejido inexistente para que sus niñas (hablaban de niñas) sean únicas, aparte de ir haciendo el ridículo? De verdad, que pienso que a algunas, todo ésto, se les va de las manos.

¿Pero,  no comprenden que lo más bonito es lo de siempre, y que bastante se devanan los sesos los diseñadores, para ofrecernos todo tipo de modelos, innovando cada año, y creando con ello la moda?

En fin, reconozco que me puse de mal humor cuando leí que “hasta que no vea algo totalmente diferente a todo, este año, no compro”. Me dieron ganas de intervenir… pero me frené a tiempo. Veremos cómo va la niñita en cuestión. Desde luego, me lo puedo imaginar…

Y como ya me he desviado (ya empiezo) del tema, voy a lo que os he dicho, a la tendencia total y absoluta, reina de este invierno: los cuadros.

Empiezo con la maravilla de modelos de la marca “Nora, Norita, Nora”, con un colorido divino y su siempre imaginación portentosa, en la que las niñas parecen salidas de un cuento. En colores azul y mostaza, la colección Colette, reconozco que me ha enamorado. Tenéis vestido, falda, mono y conjunto de niño. Todos, con la lazadota blanca al cuello, que les da un aire que a mí me chifla, de niños antiguos y con una sutil puntillita blanca en las niñas. Sumado a los abrigos de la misma colección, el resultado es espectacular.

¿No os recuerda a alguna película de colegios ingleses? A mí si y por eso me chifla. Mirad bien toda la colección porque los abrigos en marino merecen la pena. Y el sombrero a juego… divinooooo.

¡Bufff, varios hermanitos o hermanitas así, quitan el sentido! ¿No os parece? ¡Qué bien lo hace Davinia! Y no me digáis que no es distinto del clásico escocés…

Otros, superiores, más clásicos, son los de La Martinica, y por cierto, igualmente preciosos. Con unos cuadros en verde caqui, azulón, rojo y blanco, también podéis elegir entre varios modelos. El Jesusito es un bombón con su capota de lujo y el conjunto del niño… sin palabras. Un colorido divino para combinar con rojo. En fin, que no lo puedo ver más bonito.

Los vestidos de las niñas más mayorcitas, sobrios, con clase…¿qué más se puede querer? A mí me han enloquecido desde siempre. Y no os enseño ahora sus otras colecciones, pero me atrevería a decir, que excepto una, todas tienen cuadros. ¡Biennnn!  ¡Bravooooo!

Sigo acordándome de marcas… ¿Qué me decís, las que sois menos clásicas, de la exquisita colección «Kiss» de Coccó Rose? Cuadros por todos lados. El vestido Kiss con mangas y cuello de piel ha sido un éxito sin precedentes y lo mismo os digo, nada más alejado del escocés de siempre. Si bien el escocés de la tela es más clásico, lo moderno viene con el diseño: el cuello mao, la hilera de botones rojos a un lado, el pelo en las mangas y cuello, el lazote…

Y lo mismo ocurre con sus capas: yo no las veo nada clásicas. Tienen un toque retro que enamora: la una de pelo y la otra de paño, pero con su pelo también y, por supuesto, el lazote escocés en las dos. En la de paño, además, los botones, los bolsillos y los bombachos.

Y es que el escocés ha sido, es y será siempre bonito, sea como sea. Es muy pero que muy difícil no acertar con un escocés. Muy horroroso tendría que ser…

Y paso a la colección de Belcoquet, siempre tan romántica, con vuelos, llena de detalles… Aquí lo podéis ver en éstos  vestidos y Jesusitos: el vestido de talle bajo, en tonos rojos, con puntillas blancas y el Jesusito coquetón con

sus braguitas llenas de puntillas, así como la blusita, las mangas y la capota. La típica bebota de mordisco. ¿Qué os parece? Con la banda y la cinta de la capota en terciopelo rojo, lo que le da un aire más sofisticado para ir a cualquier, y digo bien, cualquier sitio.

También el vestido de talle alto es monísimo, así como el conjunto de bombachos con los volantes en el culete y la monada de conjunto de bebé.

Ya me diréis si no da juego el escocés. Belcoquet ha hecho de él una colección de lujo. Me parece divina para todo. Por un lado, es escocés y por otro, tiene el punto de glamour y ropa arregladita de todo lo de esta marca. ¡Fetén!

Otro ejemplo de que el escocés manda esta temporada lo tenemos en la marca Baja Costura. Clásico, sobrio, ideal. A mí me fascina.

Mirad el vestido de la niña, abrigadito, con unos cuadros divinos y ¡qué cuello, por Dios! La manga francesa con ese volantito en crudo, igual que el cuello subido, el lazote rojo agranatado a un lado y suelto… no necesita nada más. Unos complementos como Dios manda y una niña bonita de toda la vida. Estos conjuntos son divinos, ya que los niñitos van de eso mismo y no parecen disfrazados, como ocurre con otras telas.

Son conjuntos de los de siempre: uno con pantalón corto en la tela de cuadros, el otro, con cubrepañal… las camisitas crudas preciosas y la picunela beige… todo pensado para dar este resultado tan cañón. La camisita del bebé es divina, con su cuello de volantes y manguita corta y lo mismo la del otro niño, con esa pechera preciosa y manga larga. Eso sí, yo les pondría a todos medias y zapatos rojos… lucen mucho más.

Vamos ahora con “La Amapola”, marca de alta costura y altos vuelos, en donde nos deja varias colecciones de cuadros, si bien hablo hoy de la colección «Beatriz”, que no es la típicamente escocesa, pero cuya combinación de colores siempre me ha fascinado. Granate y celeste, una mezcla absolutamente perfecta.

Como corresponde a su estilo, es arregladita, para ir a cualquier evento incluso. Divina. Bien combinada con granates (para mi gusto, claro), no tiene igual. Fijaos en el vestido de arriba, de talle alto, cuello bebé y cuatro botones burdeos. Precioso ¿no os parece? O en éste otro, de diferente diseño e igualmente bombonazo: cuerpo en azul Bilbao, cuello bebé y fajín granate. Para un poco más mayorcitas, divinísimo.

Toda la colección es un canto al buen gusto. Y si no, aquí os dejo el testimonio en esta foto sin igual. A elegir, señores… ¡Divinísima de la muerte!

Ya sabéis que (sí, señoras sabelotodo)  a pesar de ser cuadros , como los de toda la vida, podéis epatar al personal con este Jesusito impresionante en el que, desde luego, vuestra niña pasará de todo menos desapercibida.

Y otra marca que no se olvida del escocés: la exquisitez de ”Eva Castro”, nos presenta una delicatessen en rojos que es difícil de olvidar: mirad qué tres. Tres eran tres… Tanto el vestido con pololos (ayyyy, qué impresionanteee) como los culottes con blusa divina y jerséy están enamorando a media España. Y no es para menos…

Mirad la trasera del culotee: ¿no es de impresión? Para que luego digan que está todo visto… En fin… ¡Ayyy, quién tuviera ahora unas diez niñas para vestirlas como Dios manda!

Eso sí, luego cada una a su casa ¿eh? Jajaja. Bueno, Eva, exquisito, como siempre.

“Laura Montaño”: me impresionó cuando lo vi. De un gusto fuera de dudas, tiene varios modelos con cuadros y todos realmente bárbaros. Yo hoy os enseño la colección Balmoral, extraordinaria de bonita: un vestido para recordar, con el cuerpo en un azul divino, con cuatro botones dorados y cuello y manga francesa con el mismo volante, con topitos. La falda, de cuadros, como mandan los cánones de la moda. ¿Impresionante no? ¡Clasón!

Seguro que de ser Almudena de esta edad, este vestido, ya estaba en su armario. Tiene clase, sencillez, lo tiene todo. ¡Me privaaa! Me lo imagino con zapatos del mismo azul y una capa burdeos… y ¡muerooooo!

Más de siempre, la marca «Carmencitas” también cuenta con su escocés o escoceses. Os enseño la tela de siempre, con las innovaciones y maravillas que incorpora la marca.

¿Qué os parecen estos vestidos? Que nadie venga a decirme que es “lo de siempre”, porque con perdón, no tienen ni la más mínima idea.

Además Carmencitas es amante de los cuadros, como nos lo viene demostrando en todas sus colecciones, por lo que para ella, habrá sido coser y cantar.

Os enseño sus modelos, tanto los vestidos de siempre en camel, pero con cuellos espectaculares, así como bombachos, con el chaquetón a juego, como también los escoceses en tonos rojos, con lazos verdes, de siempre y siempre bonitos.

Me chifla el pelele de la bebé, con el cuellote blanco y picunela y lazo en verde. ¡Está de mordisco!

Y en fin, un poco de todo, como en botica, pantalones cortos, bombachos con camisola a juego, conjuntos de niño… ¡Viva el escocés! Y viva Carmencitas, que cada temporada se supera de una manera asombrosa.

Le toca el turno ahora a «Marta y Paula”. Nos enseñan un escocés de lujo, de fiesta, diría yo…delicadísimo, con plumetti y volantes…

Observad bien los distintos modelos de vestido, así como el conjuntito del niño. Me parecen irresistibles. Los cuerpos en rojo, si bien uno con manga francesa con volantes de plumetti, y el otro de manga larga. Las faldas, de volantes, uno sí, uno no, uno sí, uno no… Y el del niño, mayorcito… ¡Estilazo sin igual! Tal cual le pondría yo.

El escocés sobrio y sencillo, viene de la mano de “ Sainte Claire”. La tela la tuve yo de pequeña y me encanta. Ya veis qué sencillez y qué maravilla. Menos siempre es más. Me chifla tanto el

 vestido de la mayorcita como la ranita de la bebé. De toda la vida…

En la marca “Maria la Peppa” nos encontramos con los escoceses más alegres: un verde botella espléndido que contrasta con los cuadros finos blancos y aún más sutiles en rojo. El resultado es divino. Cuellos y mangas francesas de volantes blancos, picunelas rojas… y también los complementos en rojo, por supuesto.

El vestido cortito con fajín rojo y lazo en la cintura y también puntilla roja por debajo es realmente precioso, así como el Jesusito de la bebé, que sólo con verla, dan ganas de cantar.

¿Hay o no maravillas y novedades dentro de lo escocés? Y porque no sigo…que ya sabéis que me enrollo.

Eso sí, termino con la exquisita marca “Froky”, la favorita de mi madre y como ella diría de forma tajante y sin lugar a dudas: “éste es el vestido que hay que llevar en el Norte, con un buen barbour y con estilo, ni más ni menos”. Jajaja, si me oyera…

Pero tengo que darle la razón. No sé cómo lo hace Gema, pero sus diseños clásicos y sencillos siempre me enamoran. Y no cabe duda de que este vestido camisero, además de super ponible, es sencillamente de desmayo.

Un simple vestido camisero, repito, en tonos crudos y cuadros azules, tostados y burdeos, con el detalle de la tapeta y vuelta de los puños en azul Oxford. ¡Chiflante! Da muchísimo juego y con botas queda de cine.

En fin, seguiría y seguiría, pero ya tendremos tiempo. Ahora, que alguien me diga que no hay cosas monas, monísimas y diferentes de las de otras temporadas, por muy escocés que sea.

Mañana intentaré estar más dulce, que he parecido enfadada ¿no? Jajaja, será que hace tiempo que no escribía y esa conversación me puso de mal humor. ¡Que noooo estoy de mal humor! ¡Estoy happy!

Os dejaré fotos de otras marcas, si puedo.

No os olvidéis de que los cuadros triunfan porque generalmente son bonitos.Y lo escocés, siempre, siempre estará de moda.

Un beso a cuadros