
¡Rumbo a la Navidad! Sí, aunque muchas no queráis, ya se empieza a oler cierto espíritu navideño.
Las películas de la televisión son monotema ya con la Navidad, los turrones en los supermercados y algún anuncio.
Pronto, con el anuncio de la Lotería, ya estaremos inmersos en los preparativos y todo lo que conllevan estas “anheladas” fiestas.
Os confieso que para mí no

son lo mismo que eran, ya os lo he dicho más veces. Además, ahora con tanto viaje, es un ir y venir y no descansas ni nada.

Sé que muchas la odiáis; a otras os chifla, como a mí antes…
En fin, queramos o no, se acerca y es ineludible. Además, después se pasa rapidísimo. Son más los preparativos que otra cosa.
Lo digo porque ya lo he hablado con mi hermana, los regalos, qué días vamos, etc. Y me imagino que a vosotras os pasará lo mismo.

La decoración y el ambiente me sigue encantando, pero las cenas y comidas, cada vez menos. Ves como los niños ya no son tan niños, las ausencias, todo…

En fin, que no quiero penas. Además, al paso que vamos, este año, puede que podamos pasarla en la playa, jajaja.
No, me temo que en Burgos no será posible, gracias a Dios.
La Navidad sin frío, para mí, no es Navidad.
Hoy os hablo de dos marcas a falta de una. Coloridas y alegres, monísimas, llenas de encanto y vistosas. Vuestras niñas parecerán niñas de cuento, conjuntos coquetones y con una relación calidad-precio estupenda. Son «Pikiliki” y “ Nanalia”.
De “Pikiliki” ya os he hablado más veces, sobre todo de sus exquisitos vestidos de Primera Comunión, de los que ya hablaremos. Pero también ha diseñado una pequeña colección de invierno, cortita pero ideal, de la que os quiero hablar.

Todo se reduce a conjuntos de faldas de crepe y a capas. Los colores: mostaza, buganvilla y negro. ¡Y no veáis cómo van! ¡Como de película, ya os digo!

¿Qué os parecen? ¿No son divinas las faldas de tirantes con el jersey negro de cuello alto, bien currito y un poquito de tul en el bajo? ¿Y el niño? De muerte. Pueden ir tan monos con un poquito de gusto…

Las capas mostaza con la faldita a juego no me puede gustar más. Son pequeñas Caperucitas con las que revives maravillas, van como de damas de honor de película.
Imaginaos que la capa fuera de terciopelo. Pues ya tenéis modelazo para Arras de invierno, tanto que muchas os complicáis la vida…
Los tocados así de pocholos y poco más. Si lo que se necesita es buen gusto, como os digo, y a Beatriz, eso le sobra.

La capa buganvilla con la falda mostaza es un contraste delicioso, sobre todo para Sevilla, de donde es la marca… Allí aún están en verano, por lo que estos colores combinados pegan de maravilla.

Para sitios más fríos, prefiero lo monocolor, es decir, enteras de mostaza o de negro con la blusa blanca, como veis aquí abajo…
Y la mayor, rubita, enterita de negro, está de muerte.
Eso sí, cómo es la niña…
Ya sabéis que todo hace. Si tenéis una preciosura así, ni lo dudéis.


Y el niño a juego con los tirantes mexicanos, otra delicia. ¡Qué bombón de hermanitos, por Dios!
Beatriz, hablaremos pronto tú y yo…

De “Nanalia” no había hablado nunca y es que es nuevita, recién sacada del horno.
También una colección cortita, para niñas, coquetona, sin excesos y con mucho gusto.
Andaluza de nuevo, de Chiclana de la Frontera, donde estuve este verano y diseñada por la madre de tres niñas, que al crecer un poco, le han dejado tiempo para hacer lo que más le gusta: diseñar. ¡Y cómo lo hace!

Mirad estos conjuntos de bombachos de su colección Ópalo… Monísimos, ideales, con cuello de pelo y lazote, con collar…

Me pirra el monocolor, con blusón de punto en estampado geométrico y volantes en las mangas a juego del bombacho, pero el otro modelo no se queda corto: blusón con el mismo estampado y manga ranglan, con pololo negro de punto roma con puntas de lana en el bajo… ¡De estremecer! Vamos, que llevas a las niñas como soles.


Colosal también la colección Zafiro, en un azul Bilbao que llamo yo y con dos diseños de vestido y un conjunto de blusa con capelina. ¿No os encantan para vuestras niñas?

Creo que ha dado en la clave de lo que muchas madres buscan: buen gusto, buen precio y una buena dosis de clasicismo con toques innovadores. Ya lo veis en las formas, collares, cuellos…
Cuando me lo enseñó, me dije: esto lo tienen que ver mis lectoras sin falta. Y dicho y hecho.

La colección Diamante, en crudo, qué os voy a decir… De nuevo, un conjunto de pololos y dos diseños de vestido. A cada cuál, el que más le vaya. Siempre con una cuidada confección y hechos con todo el mimo y cariño del mundo.

El conjunto de casaca con volantes en los hombros (tendencia total) y pololos es una monería, pero los vestidos se las traen. Me encanta lo sencillos y encantadores que son.

Bárbaro éste, con el volantón abajo y el cuello negro de pelo con pompones ¿no? ¡Cómo las podéis llevar de monísimas!
Y más colorido, con la Rubí, tal vez la más moderna. De pana lisa color frambuesa, tiene pichi, conjunto de casaca y bombachos y vestido.

Cualquiera de los tres, depende de cuál le vaya más a la niña, puede ser un cañón.

El vestido de volante abierto de capa en el bajo y lazos en los puños es una auténtica monería. Miradlo con los bombachitos negros, por si la niña se agacha, para que quede ideal de la muerte y se vean… Con unas calzas y mohicanas negras, ¡Tachán!

Y lo mismo con los demás: calzas y botas negras para toda esta colección, sin dudarlo.
Y falta la colección Amatista y es que no hay duda de que el mostaza es tendencia absoluta. Casi todas las marcas lo tienen entre sus mejores modelos.

De nuevo, dos tipos de vestido y un mono. Favorecedores y sencillos.
El mono, ya veis cómo sienta. Con corte museta con cabecilla y sencillamente con esa monería de collar, ya va vestida la niña. Un chaquetón negro y divina.

El de volante en sisa (ya os dije que venían pisando fuerte), súper favorecedor y el otro, también con corte museta, más sencillo, también encantador si se lo combinas de fábula, como deberíais hacer.

Vamos, vamos… ¡Menudas maravillas os he enseñado! Reúnen todo lo que una madre puede querer para sus niñas, creo yo…
Ideales, genial de precio, favorecedores a rabiar y coquetones como nada. ¿Quién da más?

Me encanta enseñaros marcas nuevas que merecen la pena, lo que pasa es que no hay tantas monas. Ya sabéis que soy muy exigente y que algunas de las recientes, me espantan.
Un beso colorido casi en invierno