Cerca del fin de semana de nuevo… Y cerquísima de las Primeras Comuniones. ¿Hará bueno? ¿Llevaré chaqueta? ¿Pega un vestido largo para la Comunión de mi hijo?

Miles de preguntas me estáis haciendo sobre ello. Yo lo tengo muy claro, y en general, os digo, que chaqueta, torerita o similar, siempre sí para una

Comunión. No pega ponerse de pleno verano y es mucho más elegante.

También os dije que no a todo lo largo. Hay excepciones, pero en las que yo he estado, francamente, había vestidos largos bordados con estola, que pegaban como un tiro para la Comunión.

Siempre es mejor un traje de chaqueta de falda o de pantalón, un vestido con torerita… Siempre. Y fundamental no ir muy recargada, pero sí con mucho estilo.

Cualquier detalle es importante: los zapatos, una flor bonita, un clutch… Tanto o más que el modelo. Que han visto mis ojos cada calzado…

En fin, algunas os complicáis la vida, cuando se puede ir genial con cualquier cosa bonita. Y no será porque no hay…

Como la mayoría tenéis resuelto este problema, con excepción de algunos complementos, no vamos a hablar hoy de eso.

Pero sí de una marca que a mí me encanta y que tiene modelos apropiadísimos para niñas (y este año también para niños) para estas ocasiones especiales.

Una marca llena de magia, vestidos con los que parecen duquesas, como poco.

Hablo de Eva Jerez, la reina de la elegancia en la moda infantil y de adolescentes. Modelos sencillos, lisos en su mayoría, cortes impecables y un gusto exquisito. Siempre dentro de una misma línea, con pequeñas modificaciones y adaptándose a las tendencias, pero sin seguirlas a rajatabla, siempre con moderación, siempre con gusto y como os digo, con elegancia, muchísima elegancia.

De nuevo, esta temporada, Eva ha apostado por colores contudentes, fuertes, como el rosa o el turquesa, tan idóneos para el verano, si bien también el rosa está presente en sus colecciones de invierno.

El vestido Graciela, de crepe, en rosa fuerte, es favoredor como nada. Como veis, abullonado con grandes mangas, un diseño característico de la marca. Con unos buenos complementos, sencillez en estado puro.

Lo mismo que el vestido en turquesa, que cuando estás morena, es una bomba. Con una lazada en el talle bajo, perfecta para Comunión, boda o lo que venga.

Precioso también el vestido Inés, en crepe rosa claro, con volantes asimétricos y una banda en rosa más intenso con flor,  no muy aparatosa, todo es pura armonía…

Yo le pondría los zapatos en rosa, qué le voy a hacer, pero la niña está divina con ese recogido con hojas en verde.

De nuevo sencillísimo, pero con un encanto único, el vestido Carlota, en rosa fuerte, que me encanta para las mayores, incluso madres… Con zapatos de tacón y complementos exagerados pero bonitos, vas cañón.

De crepe verde musgo y espectacular, el vestido Claudia, con tirantes en beige. Bárbaro con la flor rosa a un lado del escote y con el recogido tal cual lo lleva la niña. También quedaría ideal con la melena suelta y bailarinas en rosa. Contrastes…

Lo que nunca he visto en esta firma es el negro liso. Bueno, ni liso ni con otros. En cambio, tiene maravillas en tonos neutros, marino, grises… Me refiero también a invierno.

Y claro, a pesar de que el negro se lleva ahora muchísimo en niños y a mí hay cosas que me gustan, a estos vestidos no les va ese color, porque al ser tejidos de satén, crepe, etc, ver a varias niñas o jovencitas así en un evento nos recordaría un poco a

“La Casa de Bernarda Alba”.

No, el negro es bonito para la ropa más informal, unas rayas, un vichy, un mono de punto y más cosas, pero no para estos elegantes vestidos, que piden a gritos otro color.

Por ejemplo, en tonos oscuros y divinos, el vestido Eva, en satén de color pizarra, con mangas farol y banda de rayas, acompañada del niño a juego, con la camisa de rayas y bermudas pizarra. ¿No están divinos?

Estos conjuntos son los que me gustan para eventos, lejos de tanto vuelo y recargamiento, ya lo sabéis, no lo voy a repetir todos los días.

Es una tontería decir que todos los niños van guapos a las bodas, porque sería mentira, pero hijas, yo no soy políticamente correcta, ya que digo lo que pienso y eso, aunque no os lo creáis, muchas lo ven mal, francamente mal… Dejémoslo.

En rosa maquillaje, de nuevo el vestido de satén. Perfecto, con la banda rústica y la flor grande. Con bailarinas a juego de la banda, ideal.

Y lo poco que no es liso, pues es en este estampado pequeñito de cachemir, el vestido Grace Kitty, que me parece una auténtica monería. De nuevo, sencillo, con una tela ideal y un diseño encantador con mangas farol y banda en rosa pálido.

Más sencillez y elegancia con el vestido Julia de lino Pizarra… Mirad las manguitas de tul, esos pequeños detalles en los que te vas fijando según ves a la niña, el porte con el que lo lleva, la dulzura de lo sencillo…¡Me encanta!  Y da tanto juego para unos complementos jugosos…

O el vestido lino Mar, en el tono verde agua, sin el cual no sé qué hubiera sido últimamente de la moda infantil… Es elegante en este caso, por supuesto, si bien, me quedo con el anterior.

¿Qué os parece este conjunto de falda Marina Mar con la blusa Rocío de lino? Sin duda, uno de mis favoritos.

Excepcionalmente sencilla, con el encanto de la lazada de tul en la espalda, no puede ser más elegante y apropiado para cualquier ceremonia.

Jamás estará fuera de lugar, todo lo contrario.

También lo podéis combinar con la falda Olivia, de tul, a juego de la lazada… Un aire un poco más moderno, pero igualmente colosal.

Otro estampado exclusivo y divino en la falda y blusa Océano… ¡Preparada para todo!  Da gloria verla marcando tipito, con la banda ancha en rosa pálido…

De nuevo, dos niñas perfectas para una boda o lo que se tercie con el vestido Paz, de tul y el conjunto de falda Olivia, también de tul… Sólo el tono de rosa ya dice mucho, muchísimo. Pura elegancia y con unas flores en el pelo en el mismo tono, sensacionales.

Eva tiene claro, como yo, que huye de lo recargado y empalagoso, porque si no, a nadie se le hubiera ocurrido diseñar la maravilla de vestido Leonor que veis aquí en dos colores formidables. De lino, con escote cuadrado y con todo el encanto que se puede esperar de un vestido.

Manga al codo con volante, bandas en marfil y de nuevo, dos volantes debajo de la banda. Me parecen sensacionales y los tonos, barbarísimosss.

Sé que a muchas les parecen sosos (increíble, pero cierto), pero por eso “Eva Jerez” no es una marca de masas. Es una marca para pocos, pero buenos, jajaja. Lo digo como lo pienso.

No está masificada, ni falta que le hace, aunque yo sigo sin explicarme cómo otras marcas venden hasta en las esquinas modelos que me espantan y que la gente se los rifa… En fin, esto es así. Cuántos más adornos tenga un vestido, hay muchas que más contentas están.

¿Qué opináis del vestido Marcela, en crudo? ¿No es mágico?

Bufff, me parece mortal, para niñas exquisitas, elegantes, monas…

No hay nada más que mirarlo dos veces y ver la maravilla que es… Tal cual está, con el recogido adornado con paniculata, va perfecta.

En gris, precioso también, si

bien ya sabéis mi debilidad por el color marfil. Además, a la niña le está un pelín largo (el gris), pero igualmente, es una delicia.

¡Qué gozada ver a niñas así en una celebración!  ¿Habéis visto a alguna? Llaman la atención de lejos.

El modelo Paloma Rasqueta en crudo, de nuevo sencillez con las manguitas de tul. ¡Aquí nada está fuera de su

sitio!  Todo perfectamente estudiado por la mente prodigiosa de su diseñadora…

Monísima la falda Cristina en azul con la blusa de lino Lucía. Más sencillez y más elegancia. Menos es más, qué verdad tan grande… A juego, el pipiolo, que está monísimo con sus bermudas y camisa de lino crudo con cuello mao.

Como idílico me parece el conjunto de blusa de satén y falda de lino Pizarra. ¡Qué tonos! ¡Qué manguitas y lazada de tul como único adorno!

Si sólo con la tela, ya es una maravilla verla… Para adolescentes, superior.

Y como remate, sus preciosas chaquetas de punto cruzadas y anudadas con un lazo de raso… bien en color lavanda, bien en violeta. Divinas para esas blusas y vestido con gran volantón…

Esto y más es lo que yo llamo ir elegante a un evento. Sencilla, con telas de calidad y caídas de impresión.

Menos mal que Eva (mi tocaya) parece que lo tiene claro y así, siempre podremos contar con su gusto y clase para llevar a los niños y mujercitas hechas un sol.

En el próximo FIMI pasaré a saludarte, que en enero te vi muy atareada y no quise molestarte.

Un beso sin florituras