¡Hola a todos! ¿Cómo estáis? Espero que mejor que yo, que ya he cogido el primer resfriado gordo del invierno, así que perdonadme si digo alguna imprudencia (ejem…) o alguna incoherencia, pero la fiebre es así…
De hecho, yo siempre he sido una niña muy tímida e introvertida y cuando en casa, estaba parlanchina, no fallaba: mi madre le decía a mi padre: “Juan Manuel, esta niña tiene fiebre”.
Y como mi madre es medio bruja,
no fallaba. A lo mejor tenía casi 39º… ¡Pero no os imagináis cómo hablaba!
Así que aunque ahora no es lo mismo, porque ya soy más extrovertida, la fiebre afecta a todo el mundo y ahora tenía casi 38º.
Lo malo es que esta tarde quiero ir a la clase de zumba (ahí es donde me lo he pillado) y no sé si voy a ser capaz.
Ya sabéis que soy súper calurosa, y claro, salgo sudando y no me abrigo. Parezco una niña pequeña, pero es que no lo soporto. Todo el mundo va con sus plumas, gorros, etc.
Y yo, pues con lo de zumba y una parka normalita, que, además, no me pongo nada más salir. Ya he aprendido la lección, por la cuenta que me tiene.
Además, el próximo sábado, tenemos comilona toda la pandi en Valladolid y no puedo permitirme el lujo de estar mala con lo que me apetece ir…
Nos reunimos de nuevo todas: Adela, Elena, Lydia, Macarena, Menchines, Teresa y yo. ¡Las más guays de España! ¡Qué momentos vividos con todas ellas!
Nos teníais que haber visto, jajaja. No se puede contar…
Bueno, que me disperso. Hoy he recibido varios mensajes de madres andaluzas todas. Dos de Córdoba (ayyy, como me chifló), dos de Cádiz y una de Sevilla.
Y estoy encantada, porque todas decían que están conmigo en cuánto a lo de vestir a los niños de niños y no de mayores, a raíz de mi
último artículo.
Estoy doblemente encantada, porque en el norte, que conozco más, ya sé que es más nuestro estilo, pero que me lo digan andaluzas… es un verdadero placer.
¡Qué buen gusto hay en todas partes, hombre, claro que sí!
Y de paso, para las que se quejan de que hablo mucho de ropa cara (y dale), os voy a presentar hoy una marca nueva, que lleva muy poquito y a la que tuve el gusto de conocer en verano en un showroom que organizó una conocida.
El nombre: “Con T de Teresa”. Una ropita sencilla, con el encanto de la ropa que nos ponía mi madre a mi hermana y a mí. Ropa con gusto, ponible, coordinando hermanos y fenomenal de precio. La típica ropa de los niños que siempre he visto en el norte (aunque veo que en el sur también). Una colección cortita pero monísima, que arregla el invierno a cualquiera.
Estuve hablando con Teresa, la madre de tres niños, que, como yo, se tuvo que venir a vivir a Madrid, por circunstancias personales, desde su Bilbao natal.
Me dijo que le estaba costando un poco, pero los niños son pequeños y me imagino que a estas alturas, estará encantada.
Y me habló un poco de cómo se
embarcó en esta aventura… Vamos, como yo con el blog.
Como me pareció ropa de toda la vida, y como os digo, monísima y súper ponible, además de tener una relación calidad-precio estupenda, os la traigo hoy aquí para que opinéis y si queréis, compréis, porque desde luego, vuestros pimpollos estarán para comérselos.
Ya estáis viendo sus diseños, que este año son bastante coloridos: unos colores bonitos, nada chillones, muy de niños.
Como por ejemplo, el vestido turquesa, el Debesis, con cuello redondo y volantes laterales (os dije que era moda total). Va cerrado con cremallera invisible en la espalda y forrado totalmente.
Ya me diréis si no es una monería y alegre, para combinar, por ejemplo con gris. Y con negro, a las que os guste… ¡Divino!
Coordina al niño con la camisa polera del mismo nombre y estos son los niños que siempre os digo que quiero ver por la calle. No hace falta que lleven un dineral encima, sólo buen gusto.
El vestido Fiore, que me pirra. De cuello redondo y manga larga, con cierre de botones de madera en la espalda.
La tela es de chándal rosa, comodísimo y lleva por dentro la blusa Fiore, que es una maravilla.
La veo divina, y combinable, con muchas cosas, aunque con gris, estaría de escándalo.
Otra pocholada, que sé que os va a encantar: la
sudadera Fiore, con cuello fruncido subido y manga larga. Precioso bolsillo canguro delantero de tela de flores y puños con goma en manga y bajo.
Lazo coquetón en la espalda y lágrima con cierre de botón. ¡Colosal para vaqueros, shorts y falditas cortas con leotardos! ¡Me tiene locaaa!
No os perdáis la del niño, también llamada Fiore.
En azul, con el mismo bolsillo canguro delantero de cuadros, cuello redondo con dos botones de madera y los puños con goma en la manga. ¿No son divinas? Vamos, de poner muchísimo…
La tela también de chándal azul. ¡Divinas!
Y para combinarla y llevar al niño de diez, la camisa Fiore, de cuadros, como los del bolsillo de la sudadera.
Cuello mao, botones en el puño y botonadura delantera. Una camisa mona y clásica de toda la vida. ¡Y cómo queda el conjunto, por Dios! Con cualquier pantalón o bermudas, va de muerte.
Otro conjunto, perfecto para ir combinados: la falda y blusa Natur, que ya habéis visto. Preciosa blusa verde de plumetti con volantón en el pecho y cuello fruncido subido. Goma en el puño.
Conjuntamos al niño con la camisa y pantalón Natur, en dos colores contrastados y preciosos. De pana verde con la cintura interior ajustable, perfecta para delgados y menos delgados. Y la camisa rosa, de tela Oxford y cuello mao.
¿No da gloria ver a niños vestidos de niños? A mí me levanta el ánimo, de verdad. ¡Vale ya de tanta imaginación y disfraz!
El vestido Seren, en gris, con cuello bebé y puños en blanco, no podía faltar este invierno.
De talle bajo, perfectos para los fines de semana o el día a día si no llevan uniforme. Va forrado entero y es perfecto para un look total en gris, o para combinarlo con crudo o con mostaza. ¡Probad!.
La camisa del niño, en blanca con coderas grises de estrella, perfecta, con su cuello mao y con
unas bermudas en gris, por ejemplo. Los podéis llevar coordinados de maravilla.
Por arriba os dejo más fotos de todo, de la divina falda Mare, en tela de piqué azul mar, con dos botones de madera frontales, cintura fija y tirantes.
Perfecta con la camisa Fiore…
Bueno, mi fiebre me avisa. Así que paro, esperando que os haya encantado esta pequeña colección de Teresa, que con el tiempo, estoy segura de que ampliará y le irá genial.
Porque hay mucha, muchísima gente que necesita y quiere cosas como éstas: monísimas, que vayan coordinados los niños y que no sean caras.
Un beso a Bilbao, que cada día está más bonito.