¿Qué tal? Algunos estaréis de puente, tan ricamente, pero otros, no… Por fin ha pasado el dichoso Halloween, que lo siento por todos los que lo celebráis, pero a mí es una fiesta que me espanta. Pero ¿qué tradición es esa? ¿Porque nos americanizamos tanto?

Para mí, desde luego, hoy es el día de todos los Santos, de nuestros muertos, el día en que se va al cementerio a llevar flores a tus abuelos, padres, a tanta gente…

Me gustaría saber cuántos de los que ayer celebraron Halloween va a ir hoy al cementerio. Ya me sé la respuesta.

En fin, y lo malo es que cada año va a más, porque en los colegios ya les mandan llevar disfraz a los niños, se lo van inculcando poco a poco…

A mí me parece una pena pero qué se le va a hacer. Desde luego, en mi casa, hoy se comen buñuelos y huesos de santo. Como toda la vida. Es nuestra cultura y nuestra tradición y nadie me la va a quitar.

Bueno, esta es mi opinión, que, desde luego no tiene por qué coincidir en absoluto con la vuestra. De hecho, mi hija se lleva disfrazando año tras año… y no la voy a desengañar. Sabe que no me gusta y punto.

Y después de tanta gente espantosa y mal disfrazada (por cierto) que vi ayer por la calle, vamos a poner un poco de glamour al día, ¿no?

Hoy voy a escribir de zapatos. Así, de sopetón. Y lo hago, aparte de que siempre me lo pide alguien, porque me apetece, aunque no es fácil, ya que tengo que coger de aquí y de allá… y seguro que no os enseño todo lo que quiero.

Lo hago, porque me parece increíble que, cuando parece que por fin ves a un niño o niña bien vestido, inmediatamente bajas la mirada a los pies y … ¡plofff! Se te cae el alma a los ídem: calcetines o medias blancos, zapatos increíbles que no pegan ni con cola con el resto del conjunto… Lo que os digo, un desastre.

Y es que el calzado es super importante a la hora de vestir a los niños (y a todos). Llevar un calzado feo, o no adecuado con el modelo, destroza todo el conjunto.

Pero vamos, que hay gente que no renuncia a los calcetines blancos ni a tiros… Les debe parecer más elegante para un fin de semana. Y claro, me encontré a una niña monísima con un vestido rojo ideal de nidos, chaquetita roja y al final, la vi con las medias blancas y zapatos en beige… ¡Destrozado el modelo!

Ya da igual el vestido y todo. Me quedé estupefacta. Y me quedo mirando a su madre, sin hablar, claro, pero con unas ganas de hacerlo… Y ella, tan orgullosa de niña, claro.

Por eso, he decidido hablaros hoy de esto. Porque los calcetines o medias blancas no existen. Esa es la primera regla para ir bien vestidos. Ni tampoco los zapatos con flores superpuestas. Y a ser posible, el lazote que, para mi alegría, llevan muchas en el pelo, que tampoco sea blanco, por Dios…

Algunos dirán que qué bobada, pero es que no sabéis lo “cateto” que lo veo… De verdad.

Os voy a enseñar zapatitos (algunos me gustan más y otros menos, pero todos aceptables si se combinan bien, ya sabéis).

Por ejemplo, para bebés que aún no andan, no hay nada más mono que el clásico zapatito de badana, tanto para niño como para niña. Los hay de todos los colores y son una gozada. Para invierno y para verano. ¡Ideales!

La tienda “Friki” tiene estos zapatos, como muchas otras (bueno, muchas no) y son la monería que remata el conjunto de tu bebé.

Aquí os enseño, en color rojo, los zapatos que han estado años por mi casa. He elegido el rojo, porque es el color que más les he puesto a los niños, después del rosa y el celeste.  Me parecen sencillos y una auténtica monería.

Para más modernas, siempre dentro del clasicismo, tienen estos otros, tipo ante, para los conjuntos tostados que se lleva ahora tanto en los bebés.

O, estos zapatos de cordones, tan monos, también para estos tonos. No me digáis que no son pocholos… Para ir con tostados, beige, camel,  me chiflan. Bien sea con bermudas para climas más benignos o con pantalones, para mi Burgos del alma.

Y luego ya, para más mayorcitos, con suela, el típico zapato del botón, como este de arriba, en rosa (como se lleva tanto el rosa este invierno…), el inglés burdeos con hebilla (también innumerables veces comprado por mí) y el zapato inglés de cordones, que os lo enseño en chocolate, porque se los compré a los niños (chicos) también durante años.

Con sus conjuntos escoceses en chocolate y azul cielo, llamaban la atención. ¡Qué tiempos aquellos!

Aquí no acaba la cosa, claro. Para las que no seáis tan clásicas, hay zapatos monísimos, como por ejemplo, estas botitas burdeos con borreguito por dentro y lacito al tono. Perfecta para los días de frío. De Menut-Pies Pequeños.

También las tenéis en rosa empolvado, tan de moda ahora. Monísimas ¿no?

O estas otras, de ante, en color guinda,  con borlas, de Passitos. Monísimas para ir de rojo o para combinar con rojo. Me encantan.

También muy mono, de Passitos, el zapato burdeos con lengüeta de flecos, en charol y con los remates en un rojo agranatado, así como los cordones. Detalles en el talón, en la puntera…

¡Divinos! ¿Os gustan?

Botitas mezcla de charol y ante, las podéis encontrar en “Calzados Petines” y si el niño va mono, irá mono con estas botitas.

Siempre hay gente que está harta de tanto clasicismo. Pues ésta es una opción perfecta.

O estos zapatitos de charol con borlas, preciosos, uno en camel y otro en rosa… También monos y adecuados para un trajecito que lleven ideal, en los mismos tonos, bien sean de punto, bien bombachitos en camel, etc…

Éstos son de Menut-Pies Pequeños.

Y suma y sigue: Botitas de charol grises con lacito. Todo pura coquetería para esos pies, que desgraciadamente, crecen y no son ni parecidos, jajaja.

O preciosas, también en marino, con esas onditas y los consabidos lacitos… De todos los colores y para todos los gustos. Pero ya veis que no hay nada con flores o con cosas raras incrustadas. Y mucho menos, esos zapatos italianos, que a veces les ponen a los niños. Además de carísimos, horripilantes.

Y aquí os enseño una versión de las típicas botitas safari, pero un poco más de vestir: con los glittter y el lazo. No dejan de ser monas, pero pensad bien para qué. Es decir, cuánto más sencillo sea el atuendo del niño, mejor. Las botas ya dicen bastante.

Para niñas más mayorcitas, las bailarinas de ante, aquí en burdeos. ¡Cómo me gusta este color para invierno! Ya veis, sin adornos de ningún tipo. Así van ideales, con vestido o con falda.

Y una versión más arregladita: las bailarinas de ante con la punta de charol y atadas con una hebillita. También monísimas para un vestido más “puestito”.

Y sigo con estos blutcher en camel.

Cada vez me gustan más los blutcher, tanto en niñas como en mayores. Me parecen de estilo y buen gusto. Bueno, los hay de todo tipo, pero si son bonitos, es un calzado divino. A las niñas les encanta. Y las madres, pues ídem de ídem.

Unas botitas muy especiales en rosa pálido, con la puntera de charol y lazo al tono, que las puse en mi página de Facebook y fueron éxito total son éstas: ya veis, divino el color en el invierno del rosa, delicadas…¡Ojito con las combinaciones!

Las veo monísimas con algún conjuntito de falda en estos tonos, mezclado con camel o chocolates…

Voy y vengo, porque se me olvidan cosas… ¿Qué os parecen las botitas de flecos para bebés? Hay que reconocer que son ideales. Pero no son tan fáciles de combinar. Me gusta con petos de pana, pantalones con jersey monos…

Para niños, hay unas botas casuales y estilosas en marino, que me han encantado para ir con vaqueros: ya las veis, con los detalles de cuero y esos colores tan acertados… la hebilla o eslabón de adorno…

En la exquisita tienda Ganzitos (tienda física en Madrid y tienda on line), me chiflan muchísimas cosas, pero os voy a enseñar sólo algunas.

Siempre podéis entrar en su web y cotillearlo todo bien… Para bebés, lo que más me ha llamado la atención, son las manoletinas Jimmi, de ante y con pompón de pelo, como mandan los cánones de la moda. Me han parecido una monada. No son precisamente clásicas, pero con ciertos conjuntos que he visto van que ni pintadas. Son un capricho. Hasta parecen de adorno…

El Pepito Hugo, perfecto para bebés, siempre. Aquí, en color topo, idóneos para tonos tostados, con su botón para ajustar y sin suela, por supuesto. Ideal.

De un poco mayorcitos, monísimos los Pepito Alex, de ante, ahora ya con suela. Me encantan estos Pepitos, no tienen nada y son preciosos, eso es lo bueno. ¡Nada de tanto adorno!

Es que me estoy acordando de una zapatería de Burgos, que es la que más surtido tiene y ¡Dios mío! Si que tiene cosas monas, pero la dueña es una moderna y cada vez, traía cosas más extravagantes e imponibles. A mí se me nota todo en la cara y como no puedo disimular, siempre me decía: que luego lo querrás, que los italianos ya lo llevan hace años… A mi, que los italianos lleven lo que les de la gana, que yo no concibo esos zapatos para niños y punto.

Monas de siempre las Merceditas Sophie de piel. Os las enseño en rosa, ya sabéis… Sin adornos, pero de buenísima calidad y bonitas.

También encontráis en burdeos la merceditas de ante de Eli con lazo… A mí me parecen monas, pero me gustarían más en este caso sin el lazo… ¡Manías mías! Pero monas y depende para qué, monísimas.

También me encantan las llamadas Pisacacas. Con los modelos adecuados, son super estilosas. Mis hijos y sobrinos las han tenido todos, niños y niñas… ¡Me pirran! Aquí las veis en color chocolate, mis favoritas.

Bueno, no os quejéis ¿eh? Que os enseño monadas fundamentales para rematar un buen conjunto e ir como Dios manda.

Las niñas lo tienen fácil en Ganzitos: ideal de la muerte, la bailarina rosa de ante con la punta de charol. En rosa pálido, con toda la maravilla de cosas que he visto de ropa en estos tonos… no hay nada más mono para darle el punto y final . Son deliciosas y sencillas. ¿Para qué más?

Y divinas igualmente, si bien para ir más arregladitas, también las bailarinas de ante y charol en rosa, pero con cordones y adornos en la puntera…

Me encantan los slipper de ante encerado. Tan sencillos, pero con tanto estilo… Fijaos en el detalle del talón con los glitter. Bueno, me entusiasman para una niña mayorcita que los lleve con gracia. Parecen como zapatillas, pero unas ¡señoras zapatillas!, no así cualquier cosa.

Y voy con más cosas para ellas, que como siempre, salen ganando. Mi hija ya va anotando algunas: divinas las botas Indiana de ante.  No digo más porque lo tienen todo. Son un capricho, pero son deliciosas: bonitas, estilosas, ponibles, versátiles… Observad bien todos los detalles y no tengo más que decir. Bueno, como siempre, que se sepan combinar y poner con la ropa adecuada… ¡Cuánto les cuesta esto a muchos!

Otro bombonazo: La bota Dolfie Landom: de nuevo, novedosa y original. Con los apliques en dorado, me encantan para vaqueros. ¡Magníficas!

Y para las más arriesgadas, pueden quedar bárbaras las Dolfie leopardo, siempre y cuando (repito) se sepan llevar. Veo que mi hija son las que va a querer, aunque creo que va a ser que no… jajaja. Me río, porque luego será que sí. En fin…

Y no os podéis perder lo más de lo más: ya os he dicho que cada vez me gustan más los blutcher. Pues mirad qué joya: los blutcher Tana glitter. Me chiflan para ciertas edades y ciertas cosas. Por ejemplo, para ir entera de negro (una adolescente o de más edad, claro) y estos blutcher. A ellas les priva. Tienen algo, tienen lo que tienen que tener a esas edades. Originales no pueden ser más.

En el otro extremo, están estas botas Gaetane, también con mucho estilo: aquí las veis en gris con las estrellitas, también tan de moda. ¿Ideales no? Desde luego, para mi hija, me encantan. No he visto a nadie por la calle con nada parecido a esto último que os estoy enseñando.

Y de niña-adulta, tiene tantas cosas… Os enseño por último, los botines Eli de charol negro, que a ellas les apasiona. Con cordones, dos hebillas… Perfectas para el frío y para pantalones.

Y cómo no las famosas botas Skimo Mou: en Burgos y en todo el Norte vienen que ni pintadas… y además, son agradables y bonitas. Me encantan estas que os enseño: el color, la altura, los remaches en crudo… Las más bonitas que he visto hasta ahora. ¡Uhmmm!

Y los pobres niños, pues tienen menos, pero cosas ideales, como los botines Thousand con la T bien marcada. Estilosos, con el elástico negro… ¡Me privan!

También, las zapatillas Thousand para ir más informal. Hay algunos niños que las llevan y me chiflan… Combinadas con un pantalón bonito y una camisa y jersey… es decir, formales vestidos y luego, el toque de las zapatillas…¡Perfectos!

Y precioso también el Inglés Thousand Navy ante: ya los veis, divinos y perfectos para un niño que vaya bien vestido. ¡De categoría! Y todo terreno. Son cómodos, prácticos y bonitos.  ¿Quién da más?

¡Buffff! Ya llega la hora de terminar. Y no sabéis lo que me dejo… Maravillas… Pero, cuando nos acerquemos más a la Navidad, haré otro especial zapatos. Lo veo necesario, visto lo visto…

Un beso bien calzado.