
Estoy helada (y ya es raro en mí). Acabamos de llegar de la otra casa… Bueno, las que me seguís, ya sabéis que estoy de mudanza. Una mudanza horrible. Horrible por todo. No quiero entrar en detalles. He ido con Pablo y hemos avanzado un poco en este tránsito que nos está tocando vivir.

Ha hecho un día de primavera total. Por la mañana, he salido con Tess por el paseo y dentro de lo mal que estoy, reconozco que es un privilegio.

Verla correr a toda velocidad, incluso con calor a ratos, en pleno mes de noviembre… La pobre no sabe que, en nada de tiempo, el ir sin correa va a ser


su destino.

Espero poder ir con ella los fines de semana al monte, a la sierra, donde sea…

También he echado muchísimo de menos a la persona que en todo esto, ha sido mis manos, mis pies, mi cabeza y mi cuerpo entero. Ha hecho todo por mí y veo que sin él, no hubiera sido posible nada.
El destino es caprichoso. No sé si es bueno o malo. Lo único que sé es que, si estoy aquí ahora escribiendo, es gracias a él. A nadie más.

Nunca jamás en la vida podrá saber lo que se lo agradezco. No, no me gusta esa palabra. No hay palabras en realidad.
Estoy viviendo como una especie de pesadilla, de algo que parece no tener fin. Espero despertar y ver de verdad lo que me está pasando. Ya soy

mayorcita.
En fin, visto que tenía varios mensajes preguntándome por las Comuniones, me he decidido a pasar por aquí para hablaros de algunos modelos que, justo en esta época convulsa que nos está tocando vivir, son (o yo lo veo así) los idóneos para todas las niñas que comulgan el año que viene.
Además, son totalmente de mi estilo. Sencillos, elegantes y sin muchos adornos. Coincide todo. Mi gusto, mi estilo y como os digo, el momento tan horrible que estamos viviendo.
Siempre os he dicho que me parecen espantosos los vestidos llenos de puntillas, encajes, blondas, tules y demás… Siempre que vaya todo junto en el mismo vestido, me parece, además de una horterada y de nuevos ricos, antiestético por completo.
Por eso hoy os hablo de “Un Vestido para ti”. Una marca clásica, con modelos frescos, elegantes y sobretodo, sencillos. De niñas niñas y no de señoritas top model. El piqué, la sarga, la organza, unos fajines de tul , capitas y tocados preciosos. No necesitan nada más para estar fantásticas.

Además, que todo hace, tienen unos precios bárbaros, así que si lo dudáis, no dejéis de tener en cuenta a esta marca, que vende, tanto en tiendas como online.

El modelo Provenza, en sarga y tul de plumeti blancos, es buen ejemplo de lo que os quiero transmitir.

La niña divina (todo hace), con un recogido en el pelo y el vestido…¡Qué más queréis! La veo tan ideal… Esas mangas tan elegantes con el tul de plumeti , el fajín ancho en rosa empolvado… Romántica total.

Ya veis que no tiene ningún misterio, pero sí todo el buen gusto. El bajo, también de tul de plumeti y el talle alto. Ni más ni menos. Buen precio, exquisito gusto y seguridad para llevarlo.

Me acuerdo de mi Primera Comunión. Es un día que recuerdo especialmente, porque siempre he sido obsesiva y no dormí en toda la noche anterior. El fotógrafo iba de una en una, en plena ceremonia, haciéndonos las fotos y cuando vi que me enfocaba, puse “morritos”… Jaja, me sonrío al recordarlo, porque tal cual salí en la foto.
¡Qué recuerdos!
El modelo Eucalipto es uno de mis favoritos. Veo impresionante a la niña, con el vestido de piqué rayado Otomán y el tul en verde oliva. Me encanta este color…


Ya la veis. No hace falta decir mucho más. La manga al codo, el talle alto, el fajín tan delicioso, los botones traseros forrados, el tocado y la hortensia (mi flor favorita con mucho) hablan por sí mismas.

No me puede gustar más. La naturalidad y frescura que desprende, es lo que considero que debe ser una Primera Comunión como Dios manda. Y eso que estoy enfadada con Dios…
Otra exquisitez, el modelo Borgoña, de sarga blanca y exquisita voile bordada de gran calidad. Lleva encajes tipo valenciene en las mangas y la escotada espalda.

El forro, de popelín blanco. Lo veo ideal. Súper elegante y romántico. Sin duda, acertaréis de pleno con él. No hay fallo posible…
Niñas así es lo que me hubiera gustado ver estos años atrás. Y no tantos vuelos y revuelos, volantes, encajes y como os digo, todo junto. Limosnera, tocado, capa, dobles vuelos…¡Buff! ¡Qué horror!

Pues como no hay mal que por bien no venga, espero que, aunque sea gracias a este maldito virus que nos tiene a todos en un puño, las niñas hagan la Primera Comunión vestidas de niñas y no de madames.
Más niñas así con el modelo Toscana, más veraniego, pero con el mismo encanto. De lino crudo, la ausencia de mangas ha sido sustituido por un encaje de plumeti crudo que me parece elegante a más no poder. Lo veo un poco vintage. Sencillo y súper elegante, repito.

El tocado, pues vosotras sabéis mejor que nadie lo que favorece a vuestras hijas. El recogido de la niña de la foto es precioso, pero tenéis mil y una opciones para llevarla como más os guste o más le favorezca.
Algún día os contaré lo que me puso mi madre el día de mi Primera Comunión. Jajaja. No puedo evitar reírme, aunque esté como estoy. Mi madre, genio y figura… Ante todo, que su hija fuera la más guapa, fuese como fuese. Jajaja…

Uno de los más románticos de esta marca, sin duda es el modelo Candela, de organza de plumeti blanco y con el forro en popelín blanco. El fajín, aunque aquí sea azul, lo podéis elegir en el color que más os guste y lo mismo ocurre con el tocado.

Hay niñas a las que las coronas de flores les sienta de maravilla y sin embargo, a otras, les sienta mejor un recogido o cualquier otro peinado.

Mi madre siempre me ha dicho que a mí me sentaba fenomenal cualquier cosa en el pelo (os parecerá vanidad, pero si la conocierais, sabríais que es todo un cumplido), cosa que yo, que no me gusta nada decirlo, he descubierto con el tiempo.

Lo digo porque ella siempre dice lo malo. Opina que las virtudes ya se ven, así se abstiene de decirlas… En fin.
El modelo Brenda, otra opción fetén. Como se nota que llevo en Madrid siete años… (por decir fetén). Confeccionado en estreck blanco y generosos encajes en el pecho, espalda, mangas y cuello, lo veo increíblemente bonito.


Incorpora el lazo arena talco, que va cosido a los costados. ¿Cómo la veis? Como os digo, lleva un recogido con un tocado a juego que le va a las mil maravillas, pero si preferís melena u otro peinado, también quedaría ideal. Nadie más que una madre conoce lo que más favorece a su hija.

El modelo Cerdeña, en piqué de nido de abeja con toques arena y streck blanco, no me puede entusiasmar más… La espalda tan escotada, le confiere ese toque de elegancia y romanticismo del que os llevo hablando todo el tiempo.

Ya lo veis… Como siempre, el peinado es cosa de cada madre y cada niña. Hay niñas a las que un recogido les sienta de maravilla y otras, a las que les favorece mucho más el pelo suelto, eso lo doy por sentado.

Podéis entrar en su página y deleitaros tranquilamente con todos sus modelos. Todos son divinos. De niñas, no de señoritas.

El modelo clásico, qué más queréis… Sus mangas grandes y acampanadas lo dicen todo. De lino crudo con mezcla de algodón, otro atemporal por los siglos de los siglos… Yo casi lo impondría como uniforme. Bueno, no os creáis que soy tan intransigente (que lo soy), pero es que cuando veo a esas niñas vestidas de cabareteras, me pongo enferma, de verdad.

Os dejo en fotos los modelos que puedo. Espero que entre viaje y viaje de la mudanza, podamos ir hablando y os pueda ir contestando a los mensajes. Me está siendo todo muy difícil…

El tiempo me ha enseñado a cambiar. Intento no discutir. Sólo escucho las opiniones de la gente con buena energía. Si alguien se quiere ir de mi vida, no lo detengo; y si me falla, me alejo.
Aprendí que si algo me molesta, lo evito. Aprendí que, donde la ignorancia habla, la inteligencia calla. Así, sigo intentando vivir …
Un beso inocente
Buenas noches. Llevo siguiéndote desde no hace mucho, antes del verano.
Antes que nada mandarte mucha fuerza y ánimo para sobrevivir con ese golpe tan tremendo que te ha dado la vida.
Y darte las gracias por este post tan estupendo.
Muchas gracias por todo, María. Te lo agradezco infinito. ¡Un abrazo!
Maravilloso