Pues aquí estoy escuchando la canción portuguesa que ganó el festival de Eurovisión y es que no me puede gustar más… El idioma, la canción, la música, el sentimiento con el que la canta…

Me la sé ya de memoria. ¡Ya era hora de que por una vez ganara la música y no las horteradas de coreografías y las canciones en las que sólo gritan!

Como soy muy de que cuando algo me gusta, me gusta, no sé ni las veces que la voy poniendo. En casa, ya me echan la bronca…

Bueno, también estoy resoplando del calor (no voy a empezar así todos los días, pero lo tengo que decir). Hoy, de verano pleno. No lo aguanto. He salido con Tess y hemos vuelto las dos con la lengua fuera.

¡Este calor de Madrid, me mataa! Dentro de nada, de aire acondicionado en aire acondicionado o en la piscina, no puedo estar en otro lado.

Atrás quedaron mis ideales abrigos de verano que me ponía en Burgos (fundamentales), mis trajes de chaqueta primaverales y todo.

Ya sólo me puedo poner vestidos de tirantes, que no son mis favoritos, pero es que no se aguanta nada más…

Y mira que hago milagros para ir mona, jajaja. Me compro pantalones anchos de una tela fina que sientan fenomenal, camisetas monas, collares…

Es decir, la burgalesa sigue existiendo en Madrid, pero no tal y como vestía allí. Es imposible. ¡Cuánto echo de menos mis modelazos!

Menos mal que el otro día, Almudena se graduó por el fin de la carrera, y no hizo excesivo calor. Se vieron modelos de todo tipo y mira, la mayoría iban bien. Los chicos, con traje y corbata, que lo tienen más fácil y entre las chicas, vi muchísimo mono y trajes de chaqueta.

Me sorprendió gratamente, salvo las pobres que se compraron para un día tan especial de sus vidas algún conjunto en Uterqüe o Massimo Dutti… ¡Varios modelos iguales, horror! Es el riesgo que corres, al comprar en estas tiendas. Hasta cuatro monos mostaza idénticos, conté.

Bueno, pues pasamos a la moda infantil y hoy lo hago con una marca que, cuando la conocí, hace unos pocos años, ya vi que prometía: sus modelos con cierto aire retro fueron un triunfo y todo se vendió como churros.

Hablo de Coccó Rose: una marca singular, especial, innovadora y con una calidad sólo apta para las que adoramos y apreciamos los detalles, el querer que nuestras niñas vayan diferentes, divinas, con cosas poco vistas. Es para las que no nos conformamos con cualquier cosa, sino que esperamos ese algo más que tiene esta marca en cada una de sus colecciones.

Hay de todo: cosas más tranquilas, más clásicas y otras en las que nos quedamos con la boca abierta, por su originalidad, sus combinaciones de tejidos, colores, su exquisitez… Para todo tipo de exigencias.

Porque, desde luego, es una marca para gente exigente, eso está más que claro.

Ya estáis viendo algunas de sus prendas. Cada colección es un misterio, un ¿cómo será? Eso es lo que pienso yo cuando sacan lo nuevo cada temporada.

La colección Malibú, por empezar con alguna, es una delicia. Todo como os he dicho diferente, atípico, exclusivo.

Lo más “normal”, dentro de lo preciosos que son, son los monos. Dos versiones: el de cuadros en vichy negro ribeteado de rojo y con banda roja y el rojo con motitas en marino, el que más rabia os de, porque son los dos bárbaros.

El típico mono de niña “mona”. Con bailarinas rojas, una delicia ¿no os parece?

El de cuadros vichy me pirra, pero eso es porque me priva el vichy como a una loca…

Aquí vemos a Elena, de la tienda on line “Ropitas y Más”, con él. Está realmente preciosa, una niña como las que me gustan a mí de siempre. Ya veis qué mangas de volantes tan divinas, abombachado… Bueno, que me pirra.

La otra versión, también perfecta, como podéis ver. A elegir…

Especialísima y super ponible para cualquier conjunto, sobre todo, con cualquiera de estilo marinero, la cazadora tipo bomber, con adorno exlusivo. Es una monería, una cazadora diferente, como os digo, de todo lo que os podáis imaginar.

El cuello, el bolsillito y la vuelta de las mangas en vichy… Una monería con el conjunto de braguita-falda y jersey de esta colección, que no puede ser más de escándalo de bonito.

¿Qué os parece? De parar a las niñas por la calle. ¿Sí o no? Van estilosas, colosales. Me parece un señor modelazo.

La braguita-falda roja con motitas en marino y el jersey marino de rayas blancas con ese diseño tan requetemono, con la estrella…

No se puede tener más imaginación, creatividad ni buen gusto. Algo diferente a lo que estamos acostumbrados. Y todo, sin ser recargado, sin mucha floritura, sin vuelos excesivos en nada….

Monísima está la niña también con el conjunto de falda, más normal, pero con el sello de calidad y buen gusto de la marca. Una niña cañón.

Y la sudadera unisex, con el adorno metalizado, no me puede gustar más. Practiquísima para el norte y para septiembre, incluso octubre. Ideal para miles de modelos y soberbia para vaqueros.

Ya veis de nuevo a los niños preciosos de “Ropitas y Más”. ¡Cómo están, por Dios!  ¡Cuántos veraneos recuerdo con niños que llamaban la atención, como éstos!  Los que tenéis niño y niña, no podéis perderos esta joya. ¡Es una auténtica inversión, lo digo en serio!

La colección Blue, una de las más dulces, no me la puedo dejar, ya que su combinación de tejidos y sus dos colores, camel y celeste, me han enamorado por completo.

En plumetti, con tul de plumetti y miles de detalles que no os pasarán desapercibidos, el vestido, único para cualquier día especial, ya que es una maravilla como veis. Sin desperdicio de ningún tipo.

Al igual que el Jesusito, más bonito si cabe, porque yo se lo pondría cualquier día para ir por la calle. ¡Cómo es, mamma míaaaa!

Sin mangas, en plumetti camel y con una especie de mandil de tul de plumetti celeste, haciendo juego con la preciosísima capota… Éste, fijo, estaría en mi armario,.

Me imagino a Almudena de pequeña con él… ¡Colosal!

Otro que podéis encontrar en la tienda “Ropitas y Más”, sin duda, una de las tiendas con más surtido en maravillas del momento.

Y el conjunto, pues para no repetirme, simplemente miradlo… Hasta los cuatro años, me como a una niña así….

Braguita de plumetti camel con volante de tul en celeste y jersey celeste con cuello y puños de volantitos, cochecito en camel. ¡Un puro dulce!

Otra colección chiflante es la Sorbete, en amarillo y marino, un color que viene fuerte este verano.

Precioso el vestido, sin nada más que explicar. Suelto, con mangas de volantes y detalles en marino. De morir al ver a una niña así por la calle, con lazo en el pelo en marino.

El Jesusito, de nuevo una joya.

De plumetti amarillo terminado en varios volantes, con capota a juego y braguita marino con lunares blancos… Dos versiones.

¡Ayyy!  Qué delicia de colecciones, por Dios… Luego dicen que me meto con las niñas repollo. En fin, me callo, que pueden volver a saltar chispas .

Y de nuevo el conjunto de braguita falda con el jersey, especialísimo como todos, ya es un fijo de la marca, una gozada para la vista, diferente a todo, como os vengo repitiendo todo el rato.

Disponible en las tiendas on line “Annette Children” y en “ Ropitas y Más”… Si os gusta tanto como a mí, daos prisa, que están volando…

La colección Portobello, más maravillas. Mezcla de marino con lunares blanco y vichy en rojo.

Cada cosa en su sitio, puesta con delicadeza, donde más se requiere…

El vestido me chifla, no así cualquier cosa. Ya lo veis, por delante y por detrás. Poco puedo decir de él. Sencillamente, quien tenga buen gusto, lo sabrá apreciar.

La ranita es una monería para los días de calorazo intenso, muy ponible, muy original, muy de todo.

De nuevo la vemos puesta en Elena, que más mona no puede estar con ella.

Y el Jesusito, pues más y más. En marino con motas blancas, ribeteado de rojo, capota de vichy roja con puntilla blanca…

Graciosísima hasta con las converse, que tanto se llevan ahora, si bien yo prefiero unos zapatitos o bailarinas en rojo.

Otra colección con la que superan todas las expectativas: la Cecilia.

Un abrigo mágico de entretiempo, perfecto para los días en los que no hace calor y para septiembre y octubre.

Perpleja me quedé cuando lo ví. Indescriptible, de una batista azul con bordado, corte trapecio y volantito en el cuello delicioso a juego del bordado.

En la espalda, un lazo camel y pliegue que le va dando volumen en la caída… ¡Bufff!  Impresionante.

Y si tenéis algún evento en septiembre, ni lo dudaría. Divino tanto con el mono de la misma colección, que lo veis de nuevo en Elena, a la que le sienta como un guante, como con el conjunto de short y blusón, de nuevo, una delicatessen y un recreo para la vista.

Mirad cómo está la niña con él. Si es que no hay nada más que mirarla para ver que va de lujo, que no es algo normal, sino una exquisitez…

En fin, ya sabía yo que no me iba a dar tiempo, pero es que con tanta maravilla, no sabía ni por dónde empezar.

No me puedo olvidar de su colección Glassé, en particular del exquisito vestido blanco de maripositas transparentes y con lazote rosa en la espalda, que está triunfando para cualquier evento u ocasión especial.

Un vestido que no creo que llegue a julio… Algunas tallas quedan tanto en “Annette Children” como en “ Ropitas y Más”.

Lo mismo que el abrigo a juego de piqué, que veis aquí, tan especial y perfecto para un día inolvidable.

Mirad, mirad…

Y como broche final, destaco la colección Volver y en particular, su espectacular Jesusito que me tiene sorbido el seso.

De hilo exclusivo blanco con jaretas en su faldón y adornos entrelazados manualmente uno a uno en puntillas valencienne y bolillos.

Se nota, ¿no? Colección dedicada a la abuela de la diseñadora, típico de aquella época en la que ponían todo su amor, trabajo y sacrificio para llevar a las niñas cuál pinceles, muy lejos de las fabricaciones en serie de ahora.

Que luego no vengan diciéndome que es caro… ¡Barato no va a ser!  ¡Sólo faltaba!  Quien quiera esta joya sin igual, la tendrá que pagar…. Demasiado barata me parece a mí. Pero eso es para gustos, ya sabemos.

Hay quien prefiere gastárselo en otras cosas… Cuestión de prioriades.

Me faltan las colecciones Paseo de Verano, Sueños, Rita… En fin, creo que merece la pena que echéis un ojo a las tiendas que os he dicho. De nuevo, sorprendentes y con detalles para recordar toda la vida.

Un beso entusiasmado