
Creí que había vuelto el invierno, pero los rayos de sol que entran por la ventana, me dicen que no, que los días luminosos están a la vuelta de la esquina… Vengo de correr y caerme una vez más (no se puede ir con tacones a pasear al perro). Ya sabéis que es “perrita”.
Bueno, hoy estoy exultante, ya que me ha llamado una marca increíble, una de mis favoritas, para darme las gracias y asegurar su presencia en el super showroom que voy a organizar, Dios sabe cuándo… Pero, por todo lo alto, os lo aseguro.

También lo estoy porque he resuelto los conjuntos de dos lectoras que estaban perdidas y he dejado a las dos niñas como dos soles. No soy una “chulita”, como dice mi hija, pero es que los años dedicados a empaparme de moda infantil, me dan la experiencia que otros, que no se han preocupado por estas

no tienen. Y desde luego, como es normal y nada de creídas (mi hija es un caso), creo que mi gusto es el bueno. Y lo digo así, tal cual. ¿Acaso no todo el mundo piensa que lo que les pone a sus hijos es lo mejor? Pues eso. Es exactito, lo mismo. Pero yo lo digo.
Llevo poco tiempo con el blog, pero si lo ponemos en una balanza, gana por goleada lo positivo, y a los números y seguidores me remito, lo que para mí, es todo un orgullo. Sé que hay mucha gente que lleva

muchos años y que no puedo competir con ellas, pero… ¿quién sabe? Cada uno tiene su público, su manera de exponer las cosas, no sé, desde luego, gracias a Dios, estamos en un país democrático ( creo,

porque ni las noticias del Telediario puedo ver) y cada uno escribe lo que le da la santa gana. Pues eso hago yo.
Hoy, como siempre me suele pasar, os iba a hablar de una marca, y ya no. Me faltan…detalles, digamos. Y no concibo la vida sin detalles. Así que, os voy a hablar de otra que ha sabido

adaptarse a los tiempos como nadie y con gran éxito. A mí, desde luego, siempre me ha dejado… de piedra.
Empezó hace muchísimo tiempo, con prendas de punto para bebés, en lo que toda su familia eran únicos. Su artesanía nació en Fabara, un pueblo entre Aragón y Cataluña.

La abuela de la gran diseñadora de la que os voy a hablar, esperaba con ilusión la llegada de su primer nieto y confeccionó para él una canastilla que fue la admiración de todos sus alrededores y conocidos.

Digamos que este fue el punto de partida del negocio familiar. Yo, que soy tan romanticona, estoy encantada con esta historia, ya que no suele ser así. Quiero decir que, de padres ingenieros, hijos licenciados en historia y de padres filósofos, ingenieros industriales. Todo, para

llevar la contraria. Pues éste no es el caso.
En 1967, la madre de «la artista”, decidió continuar con el negocio familiar, conservando la misma línea artesanal, pero adaptándose a los nuevos tiempos, con la incorporación de máquinas de tejer manuales… ¡Qué tiempos, en los que todo se apreciaba mucho más que ahora!
Y por fin, la tercera generación: Carmen Taberner sigue con la tradición y su reto es seguir fabricando la misma línea artesanal, pero ampliando sus proyectos para las necesidades no sólo del bebé, sino del niño actual.

En 2001, Carmen Taberner, amplía su fabricación con una línea alta de algodón cien por cien, una materia muy solicitada en el recién nacido.
Y no contenta con eso, ha ampliado a los mayores, diseñando modelos, que yo, jamás hubiera imaginado, pero que son totalmente divinos. Casi siempre con algo de punto y siempre bonitos y a la moda.

Ya podéis encontrar su ropa desde recién nacido hasta los 6 años, en la que encontraréis cosas realmente exquisitas, tanto para diario, como para algún evento. Carmen ha sabido experimentar con el punto y la verdad es que le ha salido bordado.

Como os decía, sus colecciones anteriores eran siempre de bebé y os voy a ir dejando maravillas de las que hace. Además, ahora todo el mundo se la rifa para diseños más coquetones, sobre todo para niñas, en los que ha sabido conjugar punto y confección como nadie. Sus diseños, me atrevo a decir que son novedosos, mezclando las nuevas tendencias pero sin descuidar el aire inocente de sus orígenes; todo infantil. El resultado ha sido delicioso.

Y paso sin más al desfile de las novedades magníficas que nos ha preparado para este verano. ¡Cómo ha cambiado el punto! ¿Quién nos iba a decir que iba a haber conjuntos de tan rabiosa actualidad de esta manera? A mí, si me lo dicen, no me lo creo, aunque ya llevo años viéndolo y comprobando que es verdad.

Carmen Taberner ha hecho una cuidada y magnífica colección. Empiezo, cómo no, por el vestido marino con lunares blancos y tiras bordadas con pasacintas rojas en el canesú… Típicos colores del verano que a mí me pirran. Con la chaqueta roja de punto, queda divino el conjunto. Sobre todo para las del Norte nos viene de perlas.

También precioso el vestido en los mismos tonos pero de talle bajo para las más mayorcitas: combinación de rayas y topos… ¡Mi favorita! Cuando puse la tienda, una de mis opciones fue esa: «Topos y Rayas». Pero resulta que, había otra con el mismo nombre y tuvimos que desistir. “Lunares” fue la otra opción y la que triunfó.

Es que me encantan tanto las rayas como los lunares.
Y los colores, son los típicos marineros. Me chiflan los tres. El conjunto del niño, que va de rojo entero, me enamora, ya que me recuerda a mis niños cuando eran pequeños. ¡Los puse tanto de rojo!

Es un tono super favorecedor y a este conjunto no se le puede poner pero alguno. La camisa de cuello mao con las rayas en los puños y bermudas y chaqueta roja. ¡Uhmmm, a este conjunto, en el Norte le sacamos un partido increíble!

Y más ponible e informal, el conjunto de pololos y camisa blanca, todo coordinado en esos tonos. ¡ Me chiflan los pololos de rayas con los volanatitos de lunares! Es de una coquetería…Monísimo. Y con chaqueta roja, por supuesto.

¿Qué os parece el vestido azul Luna? Con su puntilla, es arregladito. ¿Veis? Pese a ser de punto, puede ser arreglado y ¡Vaya si lo es! Mirad la espalda… Me maravilla. Puedes ir así a una Comunión y después ponértelo mucho. No es de los que se dejan en el

armario. El tono de azul es chiflante y la espalda, para qué tanto… ¡divina! No le faltan ni el lazote, ni los encajes. Nada de lo típico de un vestido de niña arreglado para un evento. Y con éste vas sencilla y arreglada a la vez. Lo que se aprende con los años…

Os enseño ahora el vestido Lima combinado con gris. ¡Ojo! Que estos dos colores vuelven con fuerza para el invierno…
El vestido es una monada y os digo lo de antes, es arregladito, pero super ponible. Esa ventaja tiene el punto. A mí éste me chifla. Predomina el color lima, pero tiene ese encaje gris en el talle bajo que es de impresión y el lazo rosa empolvado en el escote y pasacintas a juego, igual que en el talle… Es de dulce. Y me encantaría con bailarinas en ese tono de rosa.

Nunca lo hubiera imaginado, pero le va como anillo al dedo. Al no ser amarillo limón ni rosa chicle… los colores discretos y la mezcla, maravillosa. Éste vestido es un ejemplo de que, con buen gusto, todo puede ir con todo.
El vestido en estos tonos pero de talle bajo, ya son palabras mayores. Más arreglado, incluso para una boda. Es precioso el cuerpo gris perla de punto y esa falda de vuelo amarilla de piqué con el encaje gris… Me encanta

hasta para llevar las arras, con una coronita de flores amarillas y alpargatas a juego, hechas donde yo me sé, en amarillo y gris… Irían originales y nunca vistas. ¡Chapeau! Se me acaba de ocurrir, pero lo visualizo y me chifla la idea. ¡Tomad nota almas cándidas!
Este vestido, con lazote chato detrás también, no tiene desperdicio… Lo que no me gustan son los zapatos que lleva la niña. Ya os he dicho que con alpargatas o bailarinas, el triple de monas.

Increíblemente, de la mano del rosa pálido, vienen los vestidos más arregladitos. De diferentes diseños, son todos divinos: para arras, para bodas, comuniones… ¡Y con punto! Qué manía tenemos todas de que el punto es de sport… Pues Carmen Taberner nos enseña una lección con todo esto: las maravillas que se pueden hacer con el punto.

Empieza el desfile. ¡Con todos ustedes! Sara con vestido con cuerpo de punto rosa pálido con encajes en crema y falda de vuelo con lazos estampados de manera muy sutil: lazadas en crema seguidas, con una armonía deliciosa. Ya sabéis: para mí, fallan los zapatos. Con bailarinas rosas o crema, mil veces mejor.

Y ¿qué os parece éste otro, también con el cuerpo rosa tejido con una lazadota preciosa blanca bordeada en camel y falda de vuelo de piqué camel con dos filas de encajes rosa? Sé que está triunfando y es que original no puede ser más. Con bailarinas a juego, ejem… y chaquetita camel para las del Norte. Divino.

Y aquí tenemos a Cloe, con un conjunto de “pavita” con el que se cree muy mayor: camiseta blanca con cuello de volante de puntillas rosas increíble y minifalda de volantes con puntillas. Todo en rosa y preparada para «epatar al personal».

Como colofón de los rosas, vuelve Sara con la versión más arreglada: el vestido con cuerpo de punto y chaquetilla a juego. Todo lleno de puntillas, lazos y pasacintas. Con alpargatas divinas en el mismo tono, me las imagino de arras en la Iglesia, mientras cantan la Salve Rociera… Será por los volantes, pero les pega totalmente. ¡Olé, olé, olé, olé y olé y olé… ! Desde luego, el vestido es de filigrana… Abajo lo luce Marta, sin la chaqueta.

Ya veis que los rosa pálidos no son patrimonio de los bebés y ya era hora de que una marca nos lo hiciera saber. Cuando pensamos en algún conjunto para niñas de 6 años, nunca se nos ocurre el rosa pálido. ¡Craso error! Ya veis que precisamente por ser un color dulce y discreto, se puede permitir el lujo de adornarlo más de la cuenta. Mucho más que si fuera un fucsia reventón, que parecerían los caballos adornados en la feria de abril.

Y aquí, el conjunto de las niñas, con los diferentes modelos: una estampa deliciosa y a cada cual, más bonito. Fijaos en la espalda de vértigo de la niña del tocado o en la chaqueta larga-abrigo de la otra. ¡Ohhh! Son espectaculares.

Voy ahora con otro vestido impresionante, en azul pálido y rosa empolvado: con bajo asimétrico, lleno de puntillas, sin mangas. La tela tiene lunares y por delante es muy corto para dar paso a una falda de vuelo blanca. Bueno, mejor que lo veáis. Sin ninguna duda, para una ocasión especial, como especial es el vestido.

Y aún me gusta más por detrás: escote en pico con puntillas y lazada en ese rosa espectacular…Y con la florota que lleva en el pelo, me parece perfecto. La flor rosa, grande, contrastando con la dulzura del vestido… Le pones a la niña unas bailarinas de ese rosa y de aquí a la eternidad, como la
película. Parece de un sueño…

Voy a terminar el recorrido con unos conjuntos en azulón y amarillo, veraniegos totalmente y ponibles cien por cien: de niño y de niña. El conjunto del niño me fascina, enterito: la chaqueta de punto bobo perfecta, con los tres botones y la vuelta de los puños en amarillo, a juego de los pantalones cortitos en piqué azulón con picunela amarilla en el bajo. Va de matrícula de honor. ¡Hasta los zapatos me chiflan!

El vestido es muy mono, con el cuerpo de punto azulón, cuello de volante amarillo con lazo azulón (no le falta detalle) y falda de vuelo en un estampado con ambos colores. ¡De revista los niños! ¿No?

Hay otros modelos, como un vestido en blancos y tostados, que me apasiona, pero del que ahora no encuentro foto. Ayyy, sí, aquí está. Es entero de punto blanco, talle bajo y detalles tostados: elegante y sencillo.

Bueno ¿ y qué? ¿ Sigue siendo el punto exclusivo de los bebés? Esta saga familiar, de la que me apasiona su historia, nos ha demostrado que no, sobre todo Carmen Taberner, porque ya imagino que en los tiempos de su abuela, como podéis comprender, esto no existía…

Siempre he visto las colecciones de Carmen Taberner con admiración, pero hasta hoy, no había hablado de ella. Algún día tenía que ser el primero. Y no será el último…
Las que queráis algo original y que se salga de lo corriente para una boda o Comunión, animaos a poner a las niñas como os digo. No os arrepentiréis. Es un “arreglado” super, pero super-mega original.
Un beso que rompe el molde
Soy seguidora de tu pagina de facebook y blog,me encanta todo lo que publicas y como lo publicas.En concreto con Carmen Taberner has tocado una de mis mayores debilidades,sobretodo con la coleccion de punto,es ideal!! Te felicito por todo tu trabajo y publicaciones y no quiero dejar pasar la oportunidad de invitarte a que visites mi modesto y recien estrenado blog.Un cordial saludo desde Burgos.
¡Muchas gracias Katy! no dudes de que en cuánto tenga un ratito, lo miraré. Gracias por estar ahi! Un beso, Eva.¿ De Burgos también? Eso es muy muy bueno, jajaja.