¡Holaaaaaa! ¿Qué tal la Nochevieja? Yo, como visteis ayer, he acabado agotada. La noche de fin de año es de la juventud, es decir, de mis hijos. Nosotros, los mayores, en casita con una copita y charlando estamos genial. Imaginaos en Burgos, con cinco grados bajo cero que había, y todos preparándose para salir… más pereza no me podía dar.

Ellos, encantados de la vida, claro, sobre todo Pablo, el pequeño, que era la primera Nochevieja que iba a un cotillón.

Daba gloria verlos: con su traje y su corbata. Desde luego, mucho decimos de las niñas, pero donde haya un niño, es todo mucho más fácil. Con lo de siempre, van perfectos.

Las niñas son mucho más complicadas, sobre todo a edades como las de mi hija y mi sobrina. Quieren taconazo, faldas cortas… En fin, tonterías que todas hemos tenido. La verdad es que estaban muy guapas. En concreto, Almudena (mi hija) iba con un vestido negro de licra ceñido y de pleno verano (se lo compré en julio, jajaja). Encima se puso una americana de lentejuelas muy mona que le compré para su graduación de

Bachiller. Y luego, taconazos de doce centímetros. Y así, tal cual, se fue al cotillón. ¡Ayy  Dios mío!

Menos mal que constaté que iban todas de la misma guisa. Es bobada, los tiempos han cambiado y es así. Aún recuerdo cómo me ponía mi madre para ir en Nochevieja… jajaja. Si se lo propongo a mi hija, directamente me ingresa. (Que yo iba monísima ¿eh?). Pero claro, eran otros tiempos. Recuerdo un conjunto en

concreto: pantalones negros normales, camisa blanca de puntillas y luego, como un exceso de modernidad, un pañuelo grande de colores atado en la cintura como un fajín. Lo que os digo,  monísima.

Como ya sé el problema de muchas madres con hijas mayores, les voy a tranquilizar porque algunas de mis amigas están escandalizadas de cómo van sus hijas. Yo, mientras vaya mona y no se pase de “elementillo”, como decía mi queridísima tía Petra, estoy tranquila.

Reconozco que son edades muy difíciles y que la adolescencia cada vez es antes. Así que os propongo una marca desenfadada, juvenil, moderna y actual con la que a mí me parece que las niñas entre dieciséis hasta mi edad estamos ideales, jajaja.

Hablo de Brownie.  A mí me parece que ha sabido entender a las “chicas” de ahora a la perfección. Ropa estilosa, desenfadada, nada que pueda recordar a que son pequeñas… A ellas les chifla y a mí también. Y es una gozada, porque hay tan pocas cosas monas para estas edades…que acaban todas iguales, compradas en el mismo sitio.

Brownie además, propone looks semanales, les da ideas en su página, y ellas mismas, con gran acierto, siguen sus consejos y dan en el clavo. Van monas, sin ordinarieces ni nada por el estilo. Distinguen un día que salen por la noche (y no vuelven hasta la mañana siguiente) de un día de diario perfectamente.

Bueno, que a mí me encanta y espero que a vosotros también. Os voy a ir dejando cosas que me gustan para estas pequeñas mujercitas que se niegan en rotundo a ser niñas.

Estas dos “niñas”, me recuerdan mucho a cómo va la mía: faldas minis, jerseys, foulards puestos con estilo… Eso es lo que ellas quieren y por supuesto, no resultar demasiado pijas…

Lo que hay que aguantar. Pero reconozco que van monas con sus minifaldas y medias tupidas (eso sí

que es fundamental). No hay nada más feo que una falda corta y medias transparentes, me espanta. Los dos conjuntos son monos, de niñas normales y todo, propuesta de Brownie.

Para todos los días, hay un montón de ideas y todas monas y estilosas: mirad esta faldita estampada de botones, con una camiseta y bolso de flecos. Luego se ponen unas botas y voilà: perfectas para clase.

También me encantan los gorros de pompón con los jerseys y vaqueros o falda: les da un toque de niñas pequeñas sin que ellas lo sepan. Desde luego, a mi hija le chiflan los gorros de pompón, los turbantes… y reconozco que va muy mona.

La falda estampada en burdeos con el jersey de pico con coderas y el bolso grande (en el de mi hija cabe hasta la

carpeta de los apuntes), me parece un conjunto monísimo. Ellas se lo ponen con calzas y botas y por encima un chaquetón o similar y van estupendísimas.

Las chaquetas de pelo de Brownie son ideales, ahora tan de moda además: mirad ésta en tonos grises. Mona ¿eh? Eso sí, les da por ir con todo muy oscuro. Yo de vez en cuando, insisto en que se ponga un pañuelo o algún complemento más colorido, ya que suelen ir de gris y negro en su mayoría.

Me encantan también las camisas fruncidas de varios colores y los jerseys y camisetas con lazos en la espalda. Las chaquetas, tanto

largotas, como cortas, los jerseys holgados, otras camisetas con mensaje… Todo aquello que les da sensación de libertad y con lo que se sienten identificadas.

 

No olvidemos que esta edad es la edad de las amigas: para mi hija, sus amigas son sagradas, todo lo que

dicen está bien, es bueno… ¡Que no se os ocurra ni por un segundo decir ninguna cosa mala de alguna de ellas! “Mis amigas no son así”, es su contestación o la famosa frase de “ Es mi vida, yo ya sé lo que hago”. A veces dan ganas de matarlas, pero qué le vas a hacer. Los hijos son para toda la vida.

Así que se van de compras juntas, se suelen comprar la misma camiseta en varios colores pero todas igual… en fin, son como una pequeña secta. A mí me

hace gracia, porque, como además, Almudena es hipersociable, tiene la pandillota de Burgos y la de Madrid. Lleva unas Navidades… como una maleta. Donde hay fiesta, allí está ella.

Los shorts siguen siendo demandadísimos en invierno: con puntillas, de punto, de viscosa… Quedan muy monos con jerseys grandes, chaquetones… y las zapatillas se siguen llevando tanto como las botas.

Éstas negras se las ponen muchísimo, deben de ser super cómodas… Para salir, los tops al poder, aunque revientes de frío. Y además, con shorts. Por lo menos, ya que van a coger un pasmo, que vayan monas: este de leopardo con el short de ondas me encanta. Eso sí, luego, un buen abrigo. Brownie tiene unos muy

estilosos, de los que les gustan a ellas. Unos con capucha de pelo, otros de cuadros… y como os he dicho, las chaquetas gordas y grandonas, como la Texas. En estas fotos los veis, todo increíblemente monocromático. O

también los jerseys grandes, ya que las faldas son tan minis… Esta chica esta monísima con este conjunto: faldita que se puede titular “donde estás que no te veo” y el jersey gris. Estilosa.

Las blusas de lazos  en la espalda son muy coquetas y quedan fenomenal con vaqueros o leggins. Hay unos muy monos de cinco bolsillos que sientan increíbles.

Los leggins o vaqueros siguen siendo los reyes del día a día: con sudaderas, camisetas, camisas por encima… Luego se ponen su gorro, sus

botas y una bandolera o bolsón y tan monas.

Reconozco totalmente a mi hija en este estilo. Yo la dejo ir corta, siempre que por arriba vaya con cosas amplias y al revés: si lleva pantalones amplios estilo indio, 

me gusta con camisetas ajustadas por arriba. Hay que compensar…

Porque ya no me da tiempo, y tiene muchas cosas, pero si no, la chaqueta cruda de la capucha ya estaba en casa. Tal vez para rebajas… Es que su

cumpleaños es el ocho de enero. ¡No hay derecho! Esta cuesta de enero va a ser muy, pero que muy empinada en mi casa.

Bueno, espero que con esta marca, entren vuestras hijas en su página web y ellas mismas vean la cantidad de combinaciones posibles y, como os he dicho, los looks que proponen cada semana. Es como ir de tiendas a ver qué hay nuevo, pero en Internet. La entrega la hacen entre 24 y 48 horas. Es estupendo.

Que miren y remiren, que como todo es mono, y ahora tienen promociones y enseguida rebajas, es un momento único para comprar.

Un beso incomprendidamente rebelde