
¡Hola a todos! ¿Cómo va la semana?
La mía un poco dolorida (me caí cual pato mareado el sábado y ya me han empezado a salir moratones), pero bueno, aguantoformo.

Llueve y llueve hoy en Madrid y esta mañana, más bien era agua nieve…

Si es que queda mucho invierno y lluvias, lo que pasa es que estamos


deseando un día primaveral y que dure y que dure.

Bueno, enseguida, por suerte o por desgracia, pasa todo.

Como digo a veces, de pronto estaremos poniendo otra vez el árbol de Navidad…
Antes me ha llamado Juan desde Barcelona, y yo, como si se hubiera ido mi bebé, preguntándole de todo: si tiene frío, si come, si necesita más ropa… No, claro, se las arregla perfectamente.

Me ha dicho que ya están poniendo poco a poco lo que faltaba de la casa y que hoy han contratado a una señora para que limpie y planche.

¡Ayyy, desde la distancia, todo lo veo negrooo! Le han dicho que con que planche las camisas, ya está.

«¡Qué son quince camisas a la semana, mamá!» (son tres chicos).


Dice que le han dicho que las sábanas no hace falta. Ya irán aprendiendo…
Esta mañana, he ido de compras y ya me he comprado un conjunto ideal, de la tienda que me chifla y que, por suerte o por desgracia, está al lado de casa.
¡Con el tiempecito que hacía! Si llega a hacer bueno, me llevo media tienda…
No. He pensado comprar con cabeza, que esto no es Burgos y sé que en verano, casi no me puedo vestir del calorazo tan horroroso que hace.
Tengo varios vestidos y conjuntos del año pasado con la etiqueta puesta, así que, frenoooo.
Que me conozco…

Os voy a hablar hoy de una colección exquisita, poco comercial, diferente, como lo que siempre nos presenta últimamente “Belle Chiara”. Julia, su diseñadora, tiene muy claro que disfruta con su trabajo y que busca algo más que gustar. Busca su propia proyección personal, disfrutar con lo que hace, ser diferente aunque no sea de un gusto generalizado ni comercial.

Sus colecciones, siempre tienen una historia detrás y eso, a mí me encanta.

Son siempre delicadas, estudiadas a fondo, con un estilo propio y mucho cuidado en los pequeños detalles.

Ya lo hizo este invierno, llevándonos a Corea, de la mano de la colección Han y ahora, lo hace, recreando el vestuario de los ingleses, irlandeses, holandeses y demás que comenzaron a colonizar Norteamérica. De hecho, la colección se llama The Colony.

Ver a las niñas con el vestuario que ha diseñado de una manera tan perfecta, delicada y real, te hace sentir.
Y eso es muy importante en una colección de ropa.

Es una colección delicada, elegante, con colores apagados, de una gran calidad y buen gusto.
Con que consiga gustar a una parte del público, ella ya se da por satisfecha, a sabiendas de que es una colección que tendrá sus defensores y sus detractores.

También nos enseña su colección de baño, elegante, en blanco y negro y su inigualable calzado, hecho por encargo, uno a uno, siendo cada par, único e irrepetible.


Yo me he quedado muda ante la puesta en escena, el estudio que ha hecho de esos siglos de colonización, el trabajo incansable que hay detrás de cada foto, tan divinas, que nos transportan a esa época sin quererlo.

Ya estáis viendo las fotos. Así, ni más ni menos, vestían las mujeres y niñas de la época. Bueno, ella lo ha mejorado todo con toques de actualidad, por supuesto.

De una ropa humilde, ha hecho una exquisitez.

Pero Julia, con su talento innato, ha cogido la idea y nos la muestra, para que todos veamos que una colección va más allá de lo que gusta a la mayoría.

Ella apuesta por esta manera de presentárnosla y yo, personalmente, estoy encantada y agradecida de que su talento no se quede en cuatro vestidos de vuelos que pueden ser de lo más comerciales (que lo sabe hacer perfectamente), sino que va más allá, busca una historia y la plasma.

Además, hay cosas monísimas, que yo pondría a mi hija sin pensarlo. Sé que hay otras que también. Pero reconozco que no es una colección de masas. Eso está claro.


Las faldas largas, las blusas con hombros amplios, los delantales y gorritos propios de la época los veis aquí, pero como os he dicho, con tejidos de calidad, clase, distinción y la búsqueda por ser diferente en los diseños, la innovación, el ver más allá…
Así va consiguiendo un público fiel y eso nos lo demuestra la cantidad de puntos de venta que tiene, no sólo en España, sino en muchas tiendas del extranjero.

No esperéis ver más colorido del que estáis viendo: blanco, negro, azul verdoso oscuro, denim y poco más. Pero todo hecho con tal exquisitez que te enamoras irremediablemente de cada conjunto, de cada niña.

Faldas largas peto, como ésta, de campesina, de rayas en blanco y negro y blusa al codo. Me parece un conjunto lleno de clase y para gente que sepa entenderlo, claro.

Doy por supuesto que todos los gorritos tan ideales, los pone para las fotos, para recrear el ambiente, no para que las llevéis tal cuál por la calle… Aunque es una pena, la verdad.

Monísima también la falda peto Jarapa con la blusa a juego, en un azul verdoso oscuro. ¿Cómo lo veis? ¿Os atrevéis con ello?

Yo sé de muchas, sobre todo en las provincias en las que se viste muy bien, que están deseando ponérselo. Y no digo nombre y apellidos porque a lo mejor me están leyendo, pero apuesto los dedos de una mano.

La falda campesina negra de gomas, con bolsillos de rayas, ideal con la blusa de rayas a juego. Depende, como siempre, de la niña, del sitio,

del momento…
El vestido delantal campesino, en blanco y con rayas en blanco y negro, otra monería, con el gorrito a juego.
No diréis que no es un vestido jugoso para poner a una niña llena de estilo y personalidad.
¡Me chifla!
O el del delantal denim que me volvió loca desde que lo vi.

¡Qué colorido! ¡Qué elegancia! Fijaos en los detalles, en el movimiento de la tela…

¡Qué lejos de tanto colorín al que estamos acostumbrados en verano! Fijaos en las mangas bárbaras, en las bailarinas a juego, el gorrito, qué maravilla de recreación…

Preciosa la chaqueta Jarapa con la falda de gomas. Un estilazo único para una niña única que lo sepa llevar. La chaqueta es de morir. Me encantaría para mí.
¿Y el chaleco? ¿Qué opináis de

esta joya con el bombacho a juego? Yo veo a una niña así y no me queda más remedio que pararla por la calle.

Divino en crudo con rayas en gris, con puntillas, volantes en el bajo, con tejido como de jarapa, como su nombre indica, de lo más bonito que he visto últimamente. Preciosa la niña, más no se puede.

El Delantal Jarapa, otra maravilla, en crudo con puntillas y con azul verdoso. La falda larga… Me llena el contároslo, de verdad. Lo veo sensacional. ¡Qué valía la de Julia y cuánto trabajo detrás!
Preciosísimo para los tórridos días de verano… No sé si decirle que me guarde uno de los gorritos. Me tienen enamorada del todo.

Espectacular la blusa Corchete. Mirad esos cuellos, las jaretas, los detalles, las mangas abullonadas en los hombros y fruncidas en el medio…

Con la falda midi de rayas, colosal. ¡Qué pena no tener niñas de esas edades! Almudena lo hubiera llevado fijo. Y ahora, lo llevaría yo…

Sensacional también en azul verdoso con los cuellos en blanco. ¿No es como si estuvieseis viendo una película? ¡Mamma mía! ¡Qué gozada de colección!

Los vestidos de volantón, de una clase fuera de lo normal. Sencillos, ponibles, mezclando el denim con rayitas… Ya lo veis.
Si ya lo ponéis con su calzado, el no va más…
Espléndido; no tengo otra palabra. Y de mucho poner estos ¿eh?
Y los vestidos blancos, el calado de lino, el de bolillo, el de plumetti…
Todos tan irresistibles como ponibles.


Cada una, el que prefiera. No hay posibilidad de que os confundáis. Yo no sabría con cuál quedarme, de verdad.

El de lino calado, soberbio incluso para algún evento. Bien complementado, una maravilla auténtica.

¡Todossss fantásticos! ¡Estoy requetechiflada con esta colección tan bárbara!


No puedo eternizarme, aunque quisiera, por lo que os enseño su colección de baño, tan ausente de colorines y tan imponente como la de ropa.

En blanco y negro, os enseño los bañadores y biquinis diseñados por Julia. Acompañados del gorrito de baño, el cuál no sienta bien a casi nadie, menos a estas niñas preciosas, que están de lujo con él.
Rayas, lunares de tamaños diferentes y diferentes diseños pero todo bicolor.

Ideales todos, aunque no puedo comentar cada uno, que de buena gana lo haría.

Ya veis los accesorios con jerseycitos, vestidos de playa en blanca, conjuntos… ¡Qué lujo de fotografía!
Todo es como estar admirando una obra de arte, al menos para mí. La clase es lo que recalco por encima de todo.

Da gloria verlas, es todo como una película en movimiento, en armonía…
Embobada, os dejo con un sorpresón. Sí, ni yo misma me lo creía cuando lo vi.

Me imagino, que ellas habrán recibido tantos o más mensajes que yo, pidiendo una y otra vez el conjunto que hace años presentaron para Comunión de niño con “La Pequeña Costura”.
No sabéis la cantidad enorme de madres que me lo han pedido. Sin exagerar, como cincuenta o sesenta en estos años.

Pues, las que aún no lo tenéis comprado, aquí está: la casaca marino con las bermudas en camel.

El traje más sencillo y bonito de Comunión que he visto desde hace mucho tiempo.
Y me encanta saber que hay tantísima gente que opina como yo.
Aquí lo veis y lo podéis pedir. Lo siento un montón por todas las que se han quedado sin él.
Julia, mi más sincera enhorabuena por este pedazo de colección y por mirar más allá de lo puramente comercial.
Un beso de otra época
Me ha gustado todo!!!
El estiloy los colores que utiliza que nunca pasan de moda