Pues aquí estoy un día más con tiempo veraniego. ¡Qué bonito es octubre con su paleta inmensa de colores y este solecito que ya no abrasa!  ¡Me chiflaaa!

Estamos en esa etapa en la que no sabemos si vestirnos de invierno  o de verano. Yo iría en tirantes,

pero no me pega ya y me pongo cosas medio de verano, pero  con manga, etc.

Esta misma mañana, una chica del Centro Comercial donde suelo ir a comprar, me ha dicho que esta noche pasada, se ha levantado a tomarse un vaso de leche caliente y a ponerse calcetines del frío que tenía.

Claro, yo ya, ni comento, porque me van a tomar por loca. Con deciros que seguimos durmiendo con el aire acondicionado, os digo todo. Claro, mi marido no quiere, pero si no, no soy persona, y le tengo al pobre tapado con la sábana (sábana ¿eh?) toda la noche.

Vamos, que a mí no me importaría que hiciera un poco más de fresquito, porque parece que las de Burgos queremos frío…

Jajaja, si me oyen… con lo “escarchadas” que son todas mis amigas. No, es cosa mía y punto.

Parece que el virus empieza a abandonarnos, pero seguimos de baja por prescripción médica. Ya conocemos a un amigo de mi cuñada al que han ingresado hoy con lo mismo. Y no ha sido ninguna tontería.

Quiero tranquilizar a mi amigo Aurelio, que cada vez que lee el post, nos llama, porque cree que nos ha pasado algo grave. ¡Auren, tranquilo!  Nous sommes très bien… (Él y yo nos entendemos).

Y vamos a nuestro tema que no es otra cosa que la moda. Algo que nos distrae y nos quita de la cabeza por un ratito tantas noticias asquerosas que últimamente nos ponen en el telediario.

Porque yo, al menos, estoy en shock con la noticia de la niñita de año y medio que murió ayer encerrada en un coche porque a “su padre” se le olvidó que estaba «ahí”·

No me entra en la cabeza. No puedo comprender que haya padres así… No quiero ni pensar en esa pobre niña y en su madre.

Si no es eso, es que un padre ha matado a dos niñas de dos y seis años en Castellón por vengarse de su mujer. ¿Pero esto, que es? Por Diossss, cuánto enfermo suelto…

Y mientras, los puñeteros partidos peleando sólo por llegar al poder. ¡No aguanto a ninguno!

Y menos a los catalanes independentistas. ¡No quiero ver más la cara del Torra, ese! ¡Me da un asco que no lo soporto!  Ayer, todos pisoteando la foto del Rey y no se les puede decir nada, pero ¡Ojo!  Que se nos ocurra tocar un lazo amarillo… Más tontos, imposible.

Lo malo es que ahí los tenemos todo el día. Cataluña es España y siempre lo será, y así lo sienten la mayoría de los catalanes también. Así que no nos hagan perder más el tiempo, por favor. ¡Que nos dejen vivir en paz!

Bueno, que me he sulfurado, pero es que no los puedo ni ver. Si alguien que me lee es independentista, ya sabe que está invitado a dejar de leerme, sin problema. Yo, encantada.

Bella Bimba & Bamboline: Hoy os voy a hablar de esta marca, un poco de su línea juvenil, que es “Bella Bimba” y la reciente línea para las más pequeñas “Bamboline”. Una ropa que engancha, que te quedas mirando, quieras o no quieras, porque encarna el estilo bohemian-chic como nadie. Eso sí, un bohemian-chic de lujo. Estilosa y llamativa como nada.

Mucho punto de lúrex, colores preciosos, capuchas con pelo natural, vestidos originales, conjuntos, botas,  fotos impresionantes con niñas ideales que nos hacen desear que nuestras hijas lo tengan todo.

Yo, he de confesar, que, cuando empezó la marca, no me gustó nada. Me parecía todo de mayores y de mayores un poco cabareteras… Animal print y terciopelos negros abundaban en sus colecciones.

Pero ahora, María, su diseñadora, ha dado un giro radical, no sé si asesorada o por ella misma, y en las tiendas se pelean por sus diseños.

Tengo que reconocer que son muy llamativos, llenos de glamour y de estilo. Ya os he dicho, que te quedas mirando sin querer sus fotos, sus niñas…

Pero también, ojito,  que puede ser un arma de doble filo. No a todas las niñas les van estos modelos. Son modernitos y hay que llevarlos con cierta gracia, sabiendo lucirlos con la misma naturalidad que si llevaras el pijama de casa.

He visto a niñas con esta ropa que daban verdadera pena, porque eran muy pequeñas y, para mi gusto, sus famosas botas no les van. No saben llevarlo, parecen vestidas de mayor y a veces, el vestido les roza con las botas de lo largo que les queda.

¡No queramos que esta ropa le vaya a cualquiera!  Ahora, con la línea Bamboline, se ha solucionado algo el problema, pero lo sigo viendo arriesgado para según que niñas.

No cabe duda de que María nos presenta a beldades, niñas profesionales que lo llevan de cine, pero no todas son iguales. Es mi opinión, claro.

Y eso que el invierno es mucho más bonito, hasta el momento que el verano. En verano, sus vestidos de tul bordados sólo los veo para bodas, bautizos y demás.

Porque las adolescentes y veinteañeras quieren ir más informales, con short, vestidos más ajustados, enseñando el ombligo, más juveniles y menos puestas, digamos.

Yo le enseñé a mi hija un vestido muy mono, bordado en beige, y me dijo que ni hablar, que no se ponía eso. Y ya me lo ha dicho más gente. Aunque tiene cosas divinas, pero como digo, para mi gusto, para ocasiones especiales.

Yo misma tengo varios modelos de “Bella Bimba”, regalo de una amiga que tiene una tienda y me gustan más para mí que para mi hija. Este invierno he preguntado a la marca por un vestido y un poncho, pero como siempre, la callada por respuesta.

Mis pocas críticas hacia la marca parece ser que no gustan, pero como digo siempre, éste es mi blog y digo lo que me da la gana. La humildad no se debe perder jamás. Por mucho que ahora se esté en lo más alto, nadie sabe lo que puede pasar en un futuro no muy lejano.

Pero me callo, porque si tuviera que decir todo lo que pienso, no acabaría. Así que me limito a decir que la colección de este invierno es fabulosa, que las niñas pueden estar divinas y llenas de gusto, diferentes a los modelos clásicos, arrebatadoras y de llamar la atención.

Así lo veis en sus colecciones, como la preciosa colección Dalara, que presenta vestido y poncho en gris con pelo natural y que es una maravilla.

También el conjunto de jersey de punto de lúrex con shorts crudos terminados en ondas. ¡Divino para los catorce, quince … hasta los dieciocho años!

Esta colección está en color buganvilla, una delicia de color muy bien conseguido, que quien esté convencida y lo lleve bien, será con toda seguridad, el centro de las miradas.

Si no, el gris es más seguro y me consta que lo han pedido más las tiendas. Es el conjunto (vestido y poncho por el que he preguntado yo).

El aire romántico llega con su colección Zaniah, en un tejido precioso de plumetti tostado, con estampado original de estrellas doradas y corte en el canesú.

Lo tenéis en dos versiones: el de volantes en las mangas, que caen por debajo del talle,  más atrevido e igualmente sensacional y más sencillo, con mangas abullonadas.

El color es mi favorito, así que nada más que decir… Que lo ha logrado con matrícula de honor este invierno.

Estos vestidos, de mis preferidos. Y facilísimos para combinar con camel, negros, topos, etc.

Otra colección es la Bellatrix, en blanco o negro, dos colores básicos que nunca defraudan. Ya veis a lo largo del artículo las fotos.

Son conjuntos originalísimos y repito, no para cualquiera, aunque la propia marca los define como desenfadados y looks sencillos e informales, con lo que no estoy de acuerdo.

Para mi gusto, de sencillos nada y de informales, tampoco. Pero si son especialísmosssss…. Me parecen monísimos pero de todo menos sencillos. En fin, que no vemos lo mismo. Ya me diréis si el conjunto blanco de falda es sencillo. ¡Pues que venga Dios y lo vea!

Es uno de los conjuntos que veo para muy pocas niñas. Estilosísimo si le queda bien, eso sí.

Faldas asimétricas, volúmenes, partes de arriba diferentes, picos, ya lo veis. Si le añades unas botas negras, con lo que puede quedar fantástico, genial para una niña bombón y llena de estilo, como la que lo lleva en la foto de la firma.

Pochola la colección Argay, de la línea Bamboline, en morados y florecitas. ¡Cómo están las niñas de monas!  Da gloria verlas, la verdad.

Si no sois muy clásicas ni amigas de los nidos de abeja o vestidos con lazada, esta opción puede ser la que estéis buscando.

Chaqueta de punto tricot morada con pelo natural con rosa pálido, vestido de flores azules y rosas con cuello alzado, gabardina en las mismas flores…

Niñas modernitas, pero con mucho gusto.

También ideales los conjuntos de bombacho-peto y falda de tirantes en las mismas flores combinado con rosa… Le añades la capa morada y de morir.

La colección Rigel, de la que también os dejo fotos, es un sueño en mostaza y también en morado (el color fetiche de la diseñadora).

La capa-poncho, igual que las demás, acompaña a vestidos mostaza, consiguiendo looks monocolor, que sabéis que me privan.

Ya me diréis cómo está esta niña…

Y el vestido con un estampadito pequeño, con cordoncillos en el cuerpo y talle bajo, no puede ser más bonito.

Con las botas a juego, para una  niña o chica con estilazo, de impresión, vamos, no así cualquier cosa.

Y de nuevo para las más pequeñas, la colección Náyade, en mostaza y azul, liso y con rayas, otra delicia.

Ya veis a la niñas con sus ponchos y sus conjuntos.

El poncho mostaza, el vestido de rayas con leotardos azules y botas mostaza… ¡Divinas!  Estilazo sin igual, repito, si lo saben llevar bien.

Cada una conoce a su hija y ve si le va o no le va este estilo. Muchas se dejan llevar por lo llamativos y diferentes que son y después, se lo compran grande o no lo llevan bien y como os digo, he visto auténticos desastres. Una pena.

Y llegamos a la colección Ross, en rosa empolvado y una de las que más éxito está teniendo. Y es que cómo gusta el rosa, madre mía.

Vestidos y conjuntos de falda con picos de tul. O shorts, calados o de punto liso, acompañada de sudadera, con bolsillo canguro y capucha de pelo.

Uno de los conjuntos más  arriesgados y una de las colecciones con las que he visto más desastres, al ponérselas a niñas de cinco y seis años.

Otro vestido de talle bajo, con puños y cuello de pelo también en rosa, que me recuerda a Anastasia,  y otro más sencillo, evasé, pero con los mismos detalles en puños y capucha de pelo.

¡Sensacional para las mayores!

Bueno, y más y más. Pero como siempre digo, no puedo seguir escribiendo. Tenéis esta marca en un montón de puntos de venta. Ya os he dicho que hay tortas por ella.

Yo insisto: una marca que ahora me encanta para determinadas niñas y momentos y también para nosotras.

Con un poco más de humildad y menos prepotencia, tanto las tiendas como las que escribimos

por amor al arte, la marca llegará lejos, si se lo propone.

Ahora hay mucha competencia, como en todo.

Rafa Nadal es uno de mis referentes  y de mis ejemplos a seguir: por muy arriba que esté, jamás pierde sus raíces, su honestidad y su humildad innata.

Eso es lo que le hace tan grande como deportista y como persona.

Mucha gente no sabe asumir el éxito y entonces, es cuando empieza su declive.

Un beso esperanzador