
Comienzo de la semana… ¡Horror! La pereza nos invade a todos y más con este solecito que tenemos. Además, el jueves, bodorrio. Me apetece mucho porque es de unos buenísimos amigos, pero todo el día por ahí en un día de diario me va a trastocar todos los planes.

Pero ¿sabéis qué os digo? Que me va a dar igual. Intentaré dejar todo organizado y si no me da tiempo, pues ¿qué se le va a hacer? Me agobio mucho por todo y cualquier día me da un infarto.

Me tengo que tomar la vida de otra manera, más relajadamente… Mi cuñada me dice que vaya a yoga o a meditación… ¡Horror! No valgo para eso, me da un ataque seguro entonces. En mitad de la clase, todo el mundo meditando y yo sintiendo que estoy perdiendo el tiempo… Estoy casi segura de que a los cinco

minutos exactos de empezar, me iría.
Ya estoy negra porque esta tarde me voy a hacer una limpieza de cara… la cual ya me tocaba, porque creo que desde los veintidós años no me hago una, jajaja. Sólo de pensar que tengo que estar un hora

tumbada, ya me pongo nerviosa, así que, como para hacer meditación.
En fin, el sábado ví una tienda de niños (no lo puedo evitar) y entré. Estaban muchas de las colecciones de las que he hablado, pero en concreto, me llamó la atención una: la de Bebés Chic.
Hasta ahora, siempre la había visto en fotos, me la sé de memoria, pero parece mucho más arreglada de lo que es en realidad.

Quiero decir, parece “demasiado puesta”, como para alguna ocasión

especial, pero no. Indudablemente es ropita arreglada desde luego, pero me pareció realmente preciosa y sobre todo, algunas de sus colecciones super ponibles.
Delante de mí, vino una familia a comprar un vestido “sencillo” en color rosa. La dueña le enseño varios muy prácticos, veraniegos… y uno de la colección de Bebés Chic. ¿Adivináis cual se llevaron? Es que no tenía color con los demás. Arregladito, pero ponible e ideal.
Por eso, he decidido hablaros hoy de Bebés Chic, marca de alta costura que conquista a todos por sus diseños románticos y llenos de detalles, haciéndolos totalmente únicos.

Es una marca que tiene, además de la moda infantil, fundas para cochecitos personalizadas (monísimas) y también Comunión y Ceremonia.

Me voy a centrar en la moda infantil a secas, porque si no, ya me conocéis que no paro, aunque os dejaré fotos de lo demás. Esta marca nació en 2011. Fue el proyecto personal de Raquel Buendía y desde luego, ¡Bordado le salió!
En 2013 se introducen en el mercado las primeras colecciones de moda infantil para niños y niñas desde uno hasta seis años, en más de cincuenta puntos de venta en España, expandiéndose poco a poco a nivel internacional.

Es innegable la calidad de sus tejidos, la confección… Hasta el último detalle se ve que está cuidado al máximo. Y cuando lo tienes en la mano, te enamora. De verdad.

Tiene varias colecciones para este verano y, muy sabiamente, se ha basado en el cuento de “Alicia en el país de las maravillas”, para reflejar todos sus diseños.
Una idea original, una puesta en escena maravillosa, una creatividad apabullante… Una cosa es diseñar y otra, además, tener esa

capacidad para crear ropa en la que sin querer, vas viendo como se teje la historia del cuento.
Ya sé que en realidad es una tontería y que puedes llamar a los modelos como te dé la gana, pero sólo la idea y, como os digo, las fotos, merecen mi más sincera admiración. Ya sabéis que la estética es para mí, fundametal en todo.

Voy a empezar por la colección “Tarta”: vestidos de flores en distintos tonos de rosa, encajes de un rosa más subido para cuellos, bandas, lazos, puntillas en el bajo de los vestidos… Es una maravilla y diseños diferentes, para las distintas edades de las niñas. Los niños a juego, con bermudas en beige, el complemento perfecto.

El vestido con capota es maravilloso, con todo tipo de detalles, la tira bordada blanca, la puntilla más fresa, ese cuello…Bueno, una tarta preciosa es lo que parece la niña ¿no?

Y el de la mayor es de un gusto exquisito también: de talle bajo, con esa pechera de morir en los tonos rosas, tira bordada blanca, y falda de vuelo en las flores de la colección. Maravillas por todos lados: el tocado, los lazos, la exquisitez de la pechera… Además, no os olvidéis nunca de que tenéis la opción que siempre os doy del lazote fresa en el pelo, en lugar del tocado, para un día que no sea especial.

En concreto, este vestido pero en otro diseño (el intermedio) es el que se llevó la señora del “vestido sencillo”.

Paso a la colección “Relojes”. Impresionantes vestidos de plumetti en color rojo o fucsia reventón, no sé exactamente. Es una maravilla y un derroche total de imaginación: picunelas, volantes de tul en el cuello, en la

lazada, en el bajo que asoma …
El de la capota ya son palabras mayores. Dejo que lo miréis para que veáis que no exagero ni un ápice: fijaos bien en todo, ya que no tiene desperdicio. La espalda,

sublime: esa capota no la diseño yo ni en el sueño más bonito. El corazón en la espalda nos hace un guiño al famoso cuento. ¡Qué preciosidad! Éste sí que lo reservaría para una ocasión especial. En una boda o una comunión… dejas a todos patidifusos.

El de la más mayorcita, igual pero sin capota. Si tienes dos niñas, las llevas así y… ni Alicia será más famosa que ellas. Favorecedores y reventones como nada, ya lo veis.

Y la chaquetilla tipo Chanel de la mayor a juego de la falda con la lazada de tul… ¡Oh, la là! La elegancia personificada. Lleva a tu niña a un evento así y verás de lo que se habla en los días siguientes.

La colección “Troncos” no se queda atrás. Esta marca sí que ha sabido elegir colores llamativos para hacer diseños románticos totalmente. Yo siempre asociaba más todo lo romántico a los tonos suaves. Pero, en Bebés Chic, todo es posible.

Tonos morados, que sabéis que no son santo de mi devoción, han conseguido conquistarme en esa colección. De topos (ahhh, claro), encajes en crudo (ahh, claro…) Braguita a juego y capota de cine con encajes crudos grandes. ¡Ahhh! Lo morado se ha vuelto romanticón como nada. Mezcla la tela morada de topos crudos con el morado liso en los

que graba a fuego esos encajes divinos… Bueno, que mejor que lo veáis. Al de la pequeñita, le quitas lo arreglado que pueda parecer poniéndole unas bailarinas o alpargatas y queda una niña de anuncio.

El estampado en rosas y verdes es el protagonista de la colección “Espejos”: vestidos super favorecedores, con unas tiras bordadas en verde y rosa, bien anchotas, rematan estos conjuntos, que los veo totalmente para cualquier día, según cómo se lo pongas. Ya sabéis, el lazo en lugar del tocado, unas alpargatas en alguno de los tonos… y ya.

Son preciosos y de nuevo, color por todos lados. En Bebés Chic no hay cabida ni para la tristeza ni para colores grises o marrones en estas colecciones llenas de vida y alegría. Os lo repito: con lo que me gustan los tonos tristes, me ha conquistado totalmente esta gama de colores de Bebés Chic, porque está hecha de una manera

deliciosa en la que me quedo absorta observando los mil detalles que tiene y lo bien pensado que está todo. ¡Ayyy, qué suerte ser diseñadora, madre mía!

Fijaos bien en éste vestido: además del estampado y de las tiras bordadas, se permite el lujo de poner tules verdes en las mangas y cuadritos vichy rosa en el bajo y en la banda. ¿Y cómo queda? Si te lo explican sin verlo, piensas: ¡Dios mío, qué recargamiento! Pues ya véis que no: yo le planto unas alpargatas rosas y un lazo y me la llevo dónde haga falta. Divinooooo.
La mayor, impresionante del todo. De verdad, no tengo palabras. Chic total. Cómo posa la niña…

Pues voy con la colección “Hojas”, preciosísima y en colores vivos también. Además, de cuadros. ¿ya sabéis no? Que me pasará a mí con los cuadros… Además, éstos tienen una viveza increíble.

Son alegres y elegantes a la vez. Preciosos cuadros en distintos verdes con tul rojo, en la cintura y cuello. También en la capota espectacular de la pequeña, por supuesto. La camisa mao del niño, preciosa. No me digáis que no forman un divina estampa… como la canción de Maria Dolores Pradera.
La tela más de mi gusto no puede ser y la combinación rojo – verde, tampoco. Sí, es de mis favoritas, sino la más. Ya sabéis, si no queréis el tocado para todos

los días, alpargatas y lazo rojo: modelazo de impresión, pero de impresión. Hacedme caso. Para cualquier día. Eso es lo que tienen los maravillosos cuadros, la normalidad, la informalidad, y lo preciosísimos que son éstos en concreto.

La colección “Bosquecillo” es elegante, sofisticada… Da la impresión de que sean niñas salidas de una película antigua. En un tono entre azul y morado, con un estampado delicioso y cómo no, los detalles que me matan: tira

bordada blanca para un pechera exquisita y picunela y lazote en rosa bebé. Un contraste maravilloso. El cuento ya se ha hecho realidad. La espalda, de enamorar: tira bordada, escote de morir y de nuevo lazo rosa. ¡Qué combinación!

Lástima que en FIMI ni me acerqué a su stand. Como fui con fiebre, hablé con los que había quedado, ví un poco de lo que tenía más cerca y me fui. Pero ya me hago una idea de lo que vendrá para invierno. Para llevar tan poco tiempo, es fulminante la escalada en la moda infantil de Bebés Chic.

Con la colección “Camino”, ya han dado el campanazo. Estando morenito, más llamativa y favorecedora no puede ser la colección. Es especial, más arregladita, de un amarillo que parece que va a estallar en cualquier momento.

Y como siempre, llena de detalles. Éstos son los que hacen que esta marca sea diferente. Cuello bebé de encaje y banda a juego con el talle alto, y la lazada detrás. Blanco con amarillo y morenito de piel, éxito seguro.

La espalda del vestido entera de encaje es impresionante. Para un evento, perfecto el vestido. No lo veo para cualquier día. En un parque lo veo fuera de lugar. Para una boda, no tiene precio. Ya les estoy poniendo los complementos en mi cabeza: yo, desde luego, coronitas de flores y alpargatas hechas con algo del encaje del vestido. ¡Uhmmmm! Deliciosos helados de limón.

Y colorín colorado, con la colección “Póker”, estas maravillas se han acabado. No podían faltar los naipes en este cuento. Mis amigas y yo nos disfrazamos una vez de esto y ganamos el segundo premio. La verdad es que nos lo “curramos” a conciencia. Yo iba de As de corazones,

con dos cartulinas grandes que nos tapaban, una delante y otra detrás, mallas negras de arriba abajo y sombrero de copa. Mi amiga Teresa iba de Alicia, con un vestido maravilloso
de lunares y puntillas. ¡Qué recuerdos!
Ya veis que esta colección sea tal vez la más seria de todas. Contrasta con el estallido de colores de las demás:

cuadros en blanco y negro, picunela roja, tira bordada blanca y lazadas rojas con lunares blancos. ¿Qué más se puede pedir? Pues una pechera blanca divina y mangas de tira bordada en forma de alitas. Me parece preciosa, elegante y muy socorrida para cualquier fiesta o no fiesta.
La veo para las dos cosas. Desde luego, qué imaginación… Precioso el vestido.

Y ahora que termino, os confieso que jamás me gustó el cuento de Alicia en el país de las Maravillas, porque nunca lo entendí. Mirad que me han chiflado siempre las películas de Walt Disney… menos ésta. Me parecía absurda. Luego me enteré de que la película estaba llena de alusiones satíricas a los amigos del

autor de la novela, Lewis Carroll, a la educación inglesa y temás políticos de la época. ¡Acabáramos!
Ahora, tanto yo, como muchos de vosotros, la veremos de otra manera. Simplemente con recorrer esta colección de cuento, ya la entiendo un poco más….
Un beso para el Conejo blanco (falta esta colección ¿no? , jajaja)