
Hola a todos, ¿qué tal seguís? Yo muy enfadada con todo el mundo. No os voy a dar explicaciones, pero este mundo, como tantos otros, está lleno de envidias, de competitividad, de porquería, en resumidas cuentas.
He tenido que aguantar a

una marca diciéndome que no hablaba de ella porque no me pagaba… ¡Ya el colmo! Pero, a palabras necias…no me voy a alterar, que soy muy visceral y enseguida la lío. Que se planteé la marca en
cuestión el por qué no hablo de ella.

De verdad que para discutir en el trabajo, ya tengo el mío. Esto lo hago encantada y si me pagan, mejor. Estaría bueno.
Es increíble cómo, hasta, sin

conocer a las personas, te haces más o menos a la idea de cómo pueden ser. La verdad es que casi todas las marcas me han tratado genial, excepto casos como

éste. Claro que no todo puede ser bonito.
Estoy un poco amargadilla por eso, pero nada que dos horas de buena lectura (más tarde) no pueda resolver.

Y sigo a lo mío, que es todo bueno, y es para lo que estoy aquí. Ayer os di un susto hablando de trajes de flamenca ¿eh? Jajaja, es que Juana Martín me paga millones, y por eso hablo de ella…

Bueno, os voy a resumir cómo conocí a Babú, marca de la que os hablo hoy. Como sabéis, vine hace un año y medio a vivir a Madrid. De lo primero que conocí fue el restarurante que tengo enfrente de la urbanización que me encanta y todo está buenísimo, una floristería maravillosa en la que me

hicieron cestas de flores ideales (me pirran las flores) y otras cosas para decorar la casa…Y un poco más arriba, hay un centro comercial, con tienditas. Algunas monas, otras menos…Yo siempre pegaba la nariz al cristal del escaparate de una tienda de ropa infantil, así un día y otro…

Me encantaba todo lo que veía.
Hasta que hablando un día en un showroom, Rosanna Polo, una chica que conocí ese mismo día, me habló de Babú. Me dijo que allí le habían hecho el traje de Primera Comunión de una de sus hijas (la mayor) y que tenían un
gusto y una confección exquisita.
Cuando volví, pude comprobar que era la tienda donde yo metía las narices: Babú.

Ropa de niños pequeños, aunque en algunos modelos hace hasta los diez años. Es de esas tiendas en las que te paras, porque ves algo diferente, algo que te llama la atención: la exquisitez y el buen gusto de sus modelos, ver que no son de ninguna marca reconocible, como otras que tiene muy cerca… En definitiva, ropa de la que a mí me gusta, exquisita, delicada… En fin, marca que me hubiera gustado conocer antes, cuando mis hijos eran pequeños.

Isabel está al frente, no sólo de la tienda, sino que ella es la que diseña, la que va a otro local para los showrooms de Comunión… No para, hace todo ella. Bueno, con ayuda de su marido. Y con un gusto de estremecer. Lleva muchos años en la moda infantil, se lo sabe todo y se nota.

Buenos materiales, telas ideales y exquisitez en los diseños. Un día entré y hablé con ella. Justo, le acababan de poner la web online. Así que, estáis de suerte. Además tiene unos precios buenísimos para su calidad. Incluso demasiado. Os juro que he visto cosas iguales o peores por el doble de dinero. Así es la vida…

Bueno, el caso es que estuvimos un rato charlando y yo le dije que era una pena que no tuviera un catálogo con niños con esas maravillas puestas. Con niños monos, la ropa luce más. Así que, si así es precioso, imaginaos puesta en vuestros niños…
Bueno, que me encandiló: empecé a ver linos, tules, entredoses, puntillas, otomanes… ¡Cuánto tiempo sin oír esas

palabras! De las de antes, de las que hablan así porque saben de verdad, de las que habla mi madre, que en esto es una sabia.
Es una tienda pequeñita con un encanto especial. Desde que entras, te dan ganas de quedarte para siempre. Pensar que todas esas monadas las diseña ella…
Os voy a enseñar Comunión, bautizo y ceremonia que es lo que toca en estas fechas.
Pero no me resisto a dejaros algo de bebés y de niños, que además ahora tienen un precio fabuloso.

Los conjuntos de cubrepañal los tiene de mil formas y colores. Mirad algunos, como este rosa de bebota, que es de película, con el cubrepañal de pana fina y el rosa divino.

Y ¿Qué me decís de este de la blusa exquisita azul de cuadros y cubrepañal piedra? Precioso para un niño. Me supera lo mono que es. Y así, miles: el estampado con blusita

rosa y chaqueta rosa empolvado, el conjunto de pololo con lazote en rosas (me priva), y cómo no, el pelele apasionante escocés con el cuello y manguitas de plumetti.

¿Cómo me chiflará tanto el escocés? Este lo he tenido yo en la mano en vestidito y es una auténtica delicia cómo está hecho.
Para que veáis cosas de las que

suele tener, os dejo algunas fotos de su ropita de invierno, que os repito, están tiradas de precio para su calidad. Así tiene toda la tienda de pochola, tal y como lo veis en las fotos: todo coordinado, cuidado al detalle, con un gusto sublime…
Familias en rosa, en cuadros, en

azul… Para diferentes edades, distintas hechuras… Todo, absolutamente todo lo tiene pensado Isabel. Es una gozada verlo. Yo disfruté como una enana y eso que estuve poco tiempo. Si no, me pongo a ordenar y a planchar con ella… jajaja.
De ceremonia, os tengo que decir que me apasiona. Todo en colores crudos, blancos y tostados.


Ninguna concesión a los tonos chillones, así que ¿qué más puedo querer? Y es que donde estén los niños con estos tonos en una ceremonia, que se quite lo demás, por muy bonito que sea.

Mirad el vestido Isabella de piqué brocado y manga francesa con volante. Perfecto. O el de lino, con el talle a la cintura y lazote de lino en color piedra. Especiales y para llevar las arras…¡imaginaos el grupito!

También preciosísimo el vestido Leonor, de lino crudo y manga francesa con volante de valençien. El fajín, drapeado de seda salvaje, con el color a elegir. Depende del color, así le puedes poner la coronita de flores o el lazo. Exquisita la niña.

Otro ideal (uno de mis favoritos) es el de lino crudo con puntillas valençien en cuello, mangas y delantero. La banda en lino rústico color piedra me tiene totalmente enamorada. Y el lazote, por supuesto.

Delicatessen total. Y así el otro de lino precioso con el fajín de lino piedra y cuello, mangas y bajo en lino piedra. ¡Qué vestido! Es que no puedo describirlo, hay que verlo.

Otros dos que son una maravilla, y que si tuviera niñas de esa edad se los pondría, pero ya, son estos: uno para pequeñitas, como hasta tres años y el otro, lo hace hasta los diez. Mirad que joyas de la corona: lino

piedra con sobrefalda de tul bordado topos. Manga con entredós y volante de valençien y lazote de faya delantero y el otro, igual, con la sobrefalda, tul bordado de topos superpuesto… Pensad en varias niñas de distintas edades para una boda… sin parangón posible, de verdad. Delicia entre delicias.

Paso a las Comuniones que me empiezo a enrollar. Esta marca me daría para varios artículos…
Me chifla la sencillez de todos y cada uno de los vestidos, pero a la vez, trabajados

minuciosamente, al detalle, pero como si no se notara… quien no lo entienda, vamos… El vestido Luna, sencillo, de piqué de otomán con encaje de bolillos en gris y blanco en el escote y fajín de gros-grein en faya gris. La falda a tablones… sencillo, limpio, espectacular en su misma sencillez.

El vestido Yara, de lino con pequeños tablones en el cuerpo y falda con capas haciendo volantes asimétricos, es una chispa más moderno para las más coquetonas. Pero todo dentro del estilo de Babú, nada de estridencias ni de cosas fuera de lugar. El fajín de lino piedra nos lo recuerda… divino con la pasamanería rústica y aplique a juego.

Otro mortal para mí, ya que me recuerda al que llevó mi hija, es el vestido Cristina, de plumetti bordado, cuerpo de jaretas y entredós de valençien. La manga francesa con volante y la cintura con pasacintas. Lazote trasero, como el de mi niña. Espectacular.

El que me ha dejado a cuadros por su sencillez y trabajo a la vez, es el vestido Chloe, de plumetti topo bordado, en blanco, con todo el cuerpo llenito de encajes pero sin resultar para nada recargado, sino todo lo contrario. Media manga y banda en la cintura de faya gris. Matrícula de honor por unanimidad.

Deliciosos el vestido Mariam, el Paola, el Julietta, con su aire romántico, y el vestido María. De los que pueda os dejo fotos.
Todos los tenéis en su página web, con las medidas y detalles. Es facilísimo.

Y no puedo dejar los bautizos, que aunque todo el mundo piensa en Comunión, nacen niños cada día ¿no? Pues en Babú tenéis al bebé ideal. Lo digo como lo siento. Mirad este faldón: no hacen falta las palabras.

Todos los detalles los veis perfectamente. De morir. Otro chiflante es el de organdí suizo de plumetti, con entredós y
cinta de raso en el bajo.¡Buaaaaa!

Y mirad el faldón de plumeti, más sencillo, pero igualmente exquisito con pasacintas en gris… ¡Me chifla! Y con la chaquetita currita a juego, una foto para inmortalizar. De revista todos.

Y para todos aquellos (que hay bastantes) que no quieren llevar al niño tan “puesto”, en
Babú tienen una colección de ranitas para la ocasión dignas de un príncipe. Ésta, con el volante de puntillas y lazos tostados en los hombros es de toda la vida una maravilla y ponible para más días. O ésta otra, más vestida, de lino, puntillas y entredós… ¡Qué delicia! Para mi vitrina otro más.

Tampoco os podéis perder sus

complementos como las coronitas para la cabeza, discretas y preciosas y no os olvidéis de su ropa de todos los días. Aparte de lo que os he dejado de invierno, pronto llegará la primavera y tendréis maravillas como este

trajecito con pololos de plumetti, capota a juego, con cuello de volante, lazos… En fin, ya lo estáis viendo.
Creo que marcas como la de Babú, tan trabajadas, con tanto mimo y tan de siempre, conozco tres. De una ya os hablé y a esta la descubrí tarde. Pero en cuanto tenga un regalo que hacer…
Maravillas entre las maravillas, exquisita confección y amor a su trabajo es lo que percibí en Isabel. Toda una vida dedicada a vestir a nuestros niños cual exquisitos bombones.
Un beso de otomán.
Lo cierto es que la atención de la persona que atiende la tienda conoce la profesión y es de gran utilidad para poder comprar lo que de verdad necesitas.
Madre mia !!!! Babú????? ropa muy bonita si, pero el trato es pésimo. La dueña es una auténtica clasista…y mal educada.
Desde que entras a la tienda te escudriña y por la ropa que lleves…así te trata…en resumen… se te quitan las ganas de comprar en esa tienda…
Jajaja, ya sé a lo que te refieres… No te falta razón, pero después no es para tanto…. Jajaja
hola soy de cusco – peru
estoy interesada en las prendas que tienen.
como hago?
a la espera de de su pronta respuesta.
Gracias
Brigitte Salazar