¡Feliz jueves a todos!  ¿Qué tal el día de la fiesta nacional? Porque para mí es eso, desde luego. Estoy harta de los cuatro memos que quieren cargarse este día. Si no son españoles, que se vayan y nos dejen en paz, pero en paz de una vez.

No puedo ver al anormal del Ayuntamiento de Badalona o algunos similares, abriendo sus puertas y retando las

Resoluciones judiciales, rompiéndolas en público para que todos veamos lo “duros y valientes que son”. ¡Qué asco me dan!

Espero de corazón que lo que ha hecho, no se quede impune y que tenga su castigo correspondiente, tipificado en el Código Penal. ¡Hartaaaa me tienen todo éstos!

Bueno, después del berrinche, muchísimas felicidades a todas las Pilares, de las que yo, he echado de menos a 2 fundamentales en mi vida, y las dos por causas tristes. Las felicito con toda mi alma, allá donde estén.

Bueno, vamos a alegrarnos, que os voy a llevar de viaje. Un viajecito corto, pero intenso. ¿Qué os parece Lisboa?

Sí, ya sabéis que me encanta, me enamora, me chifla todo en Portugal. Y como es costumbre en mí,

Os voy a hablar de dos marcas portuguesas que siempre, temporada tras temporada, tienen cosas para nuestras niñas mayorcitas que me gusta enseñaros.

Se trata de Antimilk y Amikko. Las dos de sport, un sport bonito, estiloso, con un “algo” que encanta a madres y a niñas. Jerseys, pantalones, shorts, túnicas, sudaderas. Estilo y buen gusto. Por supuesto, también buen precio. Y un encanto en cada prenda, un detalle por aquí o por allá, que me enamora, tanto como Portugal.

Comienzo por Antimilk. Casi todas lo conoceréis ya, así que no me voy a detener mucho, pero para las que sea nueva, que sepan que en España, hay una tienda en mi Burgos querido que la venden. Se llama Tonos y podéis preguntarme sin compromiso que os doy todos los datos.

Pues ya estáis viendo un poco el estilo: de ponerse todos los días, de machacarlo, además de ir monísimas. Mezclas de colores y texturas, bufandas al cuello… Estilo al fin y al cabo.

Es un sport bonito, no como muchas que se plantan unos vaqueros y una sudadera sin más y ya está. Pues no, aquí hay algo más… como esta niña, con camisa estampada y falda negra. Pero ya veis, la bufandona mostaza al cuello, la gorra… ¡Me encanta el conjunto!

También lo tenéis en vestido, como esta niña que lo lleva acompañando a la de antes. ¡Van perfectas!  Con una

chaqueta larga negra o gris para el vestido, ya está.

Estilazo también en ésta otra de abajo,  con mono de napa, chaqueta mostaza y cuello morado. La gorra en esos tonos y…¡el mundo es suyo!  Así se sienten ellas con esta ropa, os lo aseguro.

Monísimos también estos conjuntos en los que predomina el morado.

El mono, me chifla. El conjunto de pantalón con una especie de rayas abastractas en unos tonos preciosos con la camiseta, le da un toque bohemio, que la que tenga gracia, sabrá aprovecharlo a tope.

Y el conjunto de short, también muy mono. ¿Quizá demasiado arriesgada la mezcla con esa camiseta? Yo le pondría una lisa y mejor.

¡No me digáis cómo están estas dos niñas que os acabo de describir! ¡Preciosasssssssss! Parecen mi hija y mi sobrina, que las dos son rubias y tienen cosas de Antimilk… Me encantan, no lo puedo evitar.

También las podéis ver aquí a la izquierda, con conjuntos de short y pantalón largo negros con detalles en blanco, la bufanda, la sudadera de rayas…

Más punto en gris, con este mono de bolsillos de lentejuelas y el conjunto de pantalón de punto, con esa chaqueta topo con la camisa cruda.

La verdad es que es “monísimo”, valga la redundancia. Sirve tanto para un día normal, como para un día que te quieras arreglar más, con los complementos adecuados, claro.

Otra mezcla de colores con este peto estilo vaquero, en ocre, camiseta rosa y la sudadera de rayas.

Si me lo describen, me da un patatús, pero lo ves en esta niña y la cosa cambia, aunque no es mi favorito. Depende mucho de la personalidad de la mujercita en cuestión.

El mono también lo han hecho en un azul pavo real, muy favorecedor (a mí me encanta con marrón chocolate).

Ya lo veis, junto al vestido del mismo color, sencillo, pero, que, aderezado con la bufanda, con un cuello, chaleco, lo que queráis, queda precioso.

Sin ir más lejos, con otro diseño, el vestido queda ideal también con este verde azulado: cuello y medias altas. Si le ponéis unas botas y un chaquetón al tono, la niña va divina y original como nada.

En defintiva, éste es un poco el espíritu de «Antimilk”: muy a su aire, pero sin dejar atrás la coquetería. Pantalones anchos, cuellotes, cueros,  chaquetas amplias… Si se lo saben poner bien, no cabe duda de que destacarán por la calle.

“Amikko”: otra marca que me priva. Aún más de sport si cabe, pero siempre con unos detalles en las sudaderas y túnicas que a mí, no se me escapan. Encanto por todos lados.

Eso sí, lo que no veréis es ni una prenda de abrigo, siempre os lo digo. No sé si en Portugal no hace frío o qué, pero, para eso, en España, hay cosas divinas para complementarlo. ¡Probad y veréis!

Mirad este grupo de niñas de arriba, con las sudaderas de las que os hablaba… ¿No están de cine? Bolsillos laterales con borde en negro, gris y blanco y capucha.

Casi todo lo de esta marca se reduce a las partes de arriba, pero son tan encantadoras, que, con unos simples jeans, están de muerte. Y si la niña lo sabe llevar, pues ya, la bomba.

Y más en gris, color de la temporada, con estos jerseys  de arriba, estilosísimos, con cuellos grandes en gris perla. Están perfectas. ¿Qué me decís de la espalda?  Originales, divinas las veo.

El adorno de cremallera con azul y burdeos les da un aire de niñas monas y cuidadas, que se preocupan por su aspecto, vamos. ¡Chiflantes!

Igual de ideales estos jerseys en crudo con los cuellos grises. Fijaos en el detalle de rayas de los puños… Todo tiene “algo”.

Esta niña, que es un bellezón, nos lo demuestra. Tiene una clase que no puede con ella… ¡Qué gusto no ver por un día vuelos y pascualas, jajaja!

Monísimos también por encima, los chalecos de piel con flecos. ¡Más estilo, señores! ¿No están preciosas? Pues ya lo creo que sí.

Las sudaderas amplias en crudo con lazo gris también, otro bombón. Aquí las veis con pañuelo de camuflaje al cuello. Pues eso es lo que os digo: son prendas ya de por sí, estilosas, pero tú le puedes dar “algo más” si tienes gusto e imaginación.

Las simples camisolas crudas ya tienen encanto, como veis aquí. Añadidle un chaleco mono, una chaqueta amplia, un pañuelo grande…

Más sudaderas en azul con cremallera roja. Ideales para vaqueros, minifaldas… El detalle de las alas en la espalda y su diseño, hace que no sea “una simple sudadera”.

Aquí vemos a la más pequeña de la pandilla cómo la luce de bien. El  tono de azul me pirra.

Especialísimas y con un gusto requetechiflante, las túnicas gris perla, con bordados en crudo. Algo más arregladitas, pueden quedar divinas con pantalón o falda gris o negra.

Sencillas, como todo, pero “con algo”, como siempre también. Me parecen ideales para lo que sea, ya os digo.

La “belleza por casar” la lleva con bufanda grande en crudo y está de muerte. ¿No? Pues vuestras hijas pueden estar igual. Que a estas edades es dificilito aguantarlas… Pues estas cosas les privan.

Para quién prefiera rosa, pues también hay rosa, cómo no… Con cuello y puños en gris, originalísimas como siempre. ¿Cómo las veis?

Todo depende de vuestros gustos, colores, pero variedad, reconozcamos que hay un rato…

Estas dos niñas con túnicas de borlas y minifalda ¿no están de revista? El sombrero sobra, claro, para todos los días, pero sustituidlo por un gorro mona, una boina… el conjunto es precioso.

Termino ya mi recorrido por Lisboa (por hoy), con las sudaderas marino, que también son para enseñar.

Ya veis al grupito de la bici con ellas puestas. Los cuellos, súper originales y detalles en un azul más claro en los puños y más sitios, todo encajando a la perfección.

Con ellas os dejo, esperando que os haya gustado todo y que en estas edades imposibles, os haya podido solucionar algo. ¡Dejadles libertad algún día para que lleven estas cosas, que a ellas les encanta y a nosotras también!

Ya que se ponen sudaderas y vaqueros, que se lo pongan bien y bonito.

Yo, antes, sufría cuando Almudena quería ir así, pero después, no te queda más remedio que claudicar, cuando ves que todas sus amigas lo llevan.

¡Por lo menos, un toque de distinción, que van todas que parecen de alguna orden y no precisamente religiosa!

Un beso desde la Torre de Bélem