
Ya es Año Nuevo. Comienza el 2021 y sigo como en shock.
Ha pasado un año negro para todos y en especial, para mí. También supongo que habrá sido horrible para miles de personas, pero cada uno es cada uno y lo vive de diferente manera.

Luis me lo dio todo. Absolutamente todo. Y ahora estoy herida de muerte, pero sabiendo que, quiera o no, tengo que seguir. Por mis hijos, por él, por mi madre, por mi hermana y por toda la gente que me quiere.

Especialmente, para todos aquellos que, durante este año de horror, me han cuidado, me han querido y siguen estando ahí. Como digo siempre, ellos saben quiénes son.
Ayer por la noche, ni siquiera me puse las uvas. Nunca me las tomaba. Empezaba y siempre las dejaba, pero estábamos todos y éramos felices. Ayer fue una noche triste. Otra más.

Recuerdo a Eva Ruiz Aldereguía con un cariño inmenso. Aún no nos conocemos personalmente, pero me escribió y tenemos que quedar sin falta. Ella ha pasado por lo mismo que yo, exactamente hace tres años.
Recuerdo, que, cuando lo leí, casi me da algo al imaginármelo y pensé: ¿Qué haría yo si me pasara algo así? Y fijaos, al año justo, le diagnosticaron el cáncer a Luis…

La fortaleza de mi tocaya fue increíble, así como lo que me dijo. Me admira. Pienso si llegaré alguna vez a ser feliz, tal y como ella me aseguró.
Me están pasando cosas que no puedo controlar. No sé, prefiero guardármelas para mí, pero, como siempre, pienso que nada llegará a ser de nuevo igual. Lo dejo en interrogante.

Tanta gente me dice que tengo toda la vida por delante. Y yo pienso ¿qué vida? Bueno, la realidad supera la ficción, eso lo tengo claro. Lo que no sé es si me puedo agarrar a alguna brizna de optimismo, de esperanza…

Y a pesar de que acaba de empezar el año, las Comuniones siguen siendo vuestra prioridad en cuanto a la moda infantil se refiere.
En este post, “Mercedes de Alba”, es la que se encarga, con sus propuestas para esta primavera que viene, de daros ideas para el gran día.

Tanto de niña, como de niño, ya que sus marineros son preciosos. Personalizados con las iniciales, tanto con bermudas como de pantalón largo, son de los más bonitos que he visto. Los modelos de ceremonia también merecen la pena. Para hermanas de la comulgante, bárbaros.

Ya veis que los colores crudos, rosa y celeste siguen siendo los reyes del cotarro. Los diseños, románticos. Algunos más “puestos” y otros, mis preferidos, más sencillos.

Lo que está claro es que este año de confinamiento, ha potenciado la creatividad y el talento de los diseñadores, porque la riqueza de detalles y los complementos es mayor que nunca.
Eso sí, no les pongáis todo a la vez, porque, como os digo muchas veces, pueden parecer un poco disfrazadas.

Que las ganas de celebrar no puedan a la prudencia y a la elegancia.
Lo que nos dan son ideas. De vosotras depende la dosis para que nada se salga de madre y para que la sencillez, la elegancia y el saber complementar todo en su justa medida, siga siendo vuestra prioridad.

Ahora mismo estoy en bata como si fuera un día más, en lugar de Año Nuevo. Pablo está en el ordenador y Tess, dormida. Somos un trío atípico ahora mismo.
¡Ayyy, madre mía! Quiero también (mis pensamientos, caóticos, como siempre) desde aquí decirles a Auren y a Charo que son fundamentales en mi vida.

Sé que están un poco “así” conmigo y no quiero ni por lo más remoto que piensen que no cuento con ellos.
Sencillamente, a veces, me duele demasiado todo y estoy muy hundida. Tengo los sentimientos a flor de piel.
Pero quiero que sepan que nunca les agradeceré todo suficiente. También (ellos y Merche, la hermana de Charo, lo entenderán) quiero dejar claro, que la marca “Mon Air” me chifla. Que, a veces sé que me expreso con demasiada vehemencia y queriendo remarcar algunas cosas.

Merche, ya me conocerás. Soy intensa y complicada. Hablo sin filtros. Qué te voy a contar…
Irene irá preciosa. Yo fui quién le habló a Charo de la marca. Bueno, esto ha sido un inciso, porque me quedé un poco chafada por un comentario que hizo de unos de mis post.
Bueno, voy a planchar un poco y sigo. Necesito un respiro.
Ya estoy aquí. Ha mandado Titi, mi amiga, la grabación de la canción de Mecano que ayer interpretó Nacho Cano en la puerta del Sol. Preciosa. ¡Cuántas cosas se pueden decir sólo con la música!

Ya veis que no tengo orden ni concierto y menos hoy. Tengo agujetas y no sé de qué. O sí…

Espero que la candidez y la inocencia que desprenden los niños vestidos por «Mercedes de Alba» os atrapen, encontréis inspiración, ideas, etc.

No es necesario ir a Sevilla, aunque siempre es una buena excusa, pero ya hay varios puntos de venta en toda España.
Si os gusta mucho alguno de los modelos, sólo tenéis que preguntar y acercaros a la tienda que más cerca os pille. No sé si en Burgos los vende alguna…

Pero insisto en esto. Comprad en las pequeñas tiendas de vuestras ciudades o pueblos.
La pandemia ha hecho mella en los pequeños negocios también y podemos ayudar a que, los que no han cerrado, puedan salir de la crisis tan horrible por la que están pasando.
A ver si con prudencia y cumpliendo las normas a rajatabla, este año puede ser un poco mejor que el anterior.
Otra marca más que sigue. Pero hay muchas que han desaparecido.
¡Qué pena! ¡Qué año de penas!


Los niños que están viviendo esta situación es como si hubieran nacido con ella. Es increíble las lecciones que dan algunos, que se ponen la mascarilla como si hubieran nacido con ella. A ver si aprendemos todos…
Cuando duele el alma, un suspiro se escapa a sabiendas, con calma. Te encoges, te atrapa.
Cuando duele el alma, te nubla, te empapa, te tira, te arde, te llama, te tiembla, sonríes y lloras, no sabes


qué pasa.
Cuando duele el alma, la vida se para, o corre deprisa, sin ganas.
Cuando duele el alma de ausencias recientes, de ausencias pasadas, no sientes consuelo, si bien, unas notas perdidas de una guitarra, te llenan, te marcan.
Y suenan y cantan, recuerdan las notas cantadas de risas y nanas. De canciones mías que tanto cantabas.

Al son de mis notas, al son de mis ojos negros, decías. Tu vida llenaba… Un año no es tiempo, más bien un mañana que ahoga mis penas mirando al recuerdo de haberte tenido rezando, cantando, mirando callado, riendo despacio, jugando en silencio.

Un año si es tiempo, mucho. Más que hoy, menos que mañana. Te fuiste callado, diciendo te quiero a quienes amabas, entregando silencios y risas cansadas. Tranquilo, sin fuerzas, con ganas.

Te quiero, te extraño. Agarra mi mano, sentirte me cuesta. Me duele el recuerdo.
Alivian mi alma las notas sencillas de nuestra guitarra. Y ruedan calientes las lágrimas vivas que asoman valientes ante el recuerdo que vive contigo, que vive en mi alma.
Tan solo me basta mirar hacia Arriba para sentirte empujando mis pasos, los mismos que apenas un día antes de marcharte empujaban mis manos, con fuerza, llevándote al Cielo sin darme cuenta que ya te marchabas.

Y el Cielo te canta, te llena, te gana. Hiciste carrera, llegaste a la meta, y ahora nos meces, nos cantas, nos miras con tus profundas miradas.
Nos cuidas, nos llamas, nos dices que pronto, mañana, cantaremos todos al son de las notas alegres de nuestra guitarra.
Espero que me entiendas. Todo lo que hago o si no hago nada. Lo sé, porque me querías con toda tu alma, tan grande, tan llena. ¡Qué envidia me dabas!

Amar es mejor que ser amado, me decías siempre. Y tú eras sabio, eras dar sin recibir, eras mucho, eras todo.
“Demasiado Luis”, como decía Mencía, tu hermana..

Intentaré todo, te lo juro. Pero me está costando el alma.
Mil gracias a Beatriz Baldasano. Mil gracias.
Mirando hacia adelante. Te lo juro. Lo intento.
Un beso de Año Nuevo