Bueno, primer día oficial de rutina. Yo, ya sabéis, con cumpleaños, pero bueno, la cumpleañera se ha ido a la biblioteca porque mañana tiene examen… ¡Qué manía con la biblioteca! Desde luego, mi hermana y yo estudiábamos juntas en una habitación y tan ricamente. Ahora, ni con toda la casa vacía para ella sola, puede estudiar. Dice que se “desconcentra”. Ayyy… estos niños de ahora (al menos, los míos) están fatal educados.

Además, Pablo sigue con fiebre y creo que ya voy a llamar al médico para ver si puede venir a verle porque está durando demasiado esta gripe o lo que sea. Es que hay que pasar la Navidad en Burgos para saberlo… jajaja.

Bueno, ¿habéis ido de rebajas? A mí me espanta, pero con “la niña” me va a tocar este fin de semana. Lo prometido es deuda, y

será pasado mañana porque el siguiente fin de semana (del 17 al 19 de enero), es FIMI, y he quedado con varias marcas. Desde luego, iré encantada para enseñaros todas las propuestas de mis marcas favoritas. Así vuestros niños irán como soles.

Hoy hablamos de Ancar. Sé que es una marca muy conocida, pero si no hablo de ella, reviento, porque me encanta su estilo clásico, pero clásico. Ni clásico renovado ni nada. Los niños de toda la vida, con colores exquisitos y diseños aún más, si cabe.

Me encanta, porque mirando las fotos, me veo de pequeña reflejada en muchas de ellas. Me parece una marca deliciosa, de siempre, bonita, con estampados divinos, cortes sencillos y favorecedores y colores que se adaptan a las tendencias, claro. Sé que a los que no la conozcáis, os va a chiflar. Ninguna cosa fuera de su lugar, ninguna estridencia. Es todo armonía y buen gusto. De toda la vida de Dios, vamos.

Tiene ropita  desde bebé hasta los doce años y aún no he visto nada que no me guste. Coordina perfectamente a bebés con mayorcitos y los colores como nadie.

Mirad la colección de bebé “Báltico”: azulón y blanco. Divina, con faldones, camisas, jerseys, ranitas… no le falta nada. Absolutamente

deliciosa. El vestido azulón con cuello gola me parece irresistible, el color es perfecto.

Como el otro de niña bebé con dos botones y manga francesa con puntilla blanca y ese pliegue divino. A juego, el chaquetón con capucha, clasicón y precioso. Colección divina donde las haya.

Otro vestido en azulón estampado, clásico y precioso es éste con su chaquetita a juego. ¡Me recuerda tanto a una niña de San Sebastián que conozco!… Con este conjunto y un abrigo inglés de esta misma marca, no se puede ir mejor. Oye, que para gustos los colores, pero rápidamente me apunto a lo clásico, si es bonito.

Y éste es superior.

Fijaos si me gusta Ancar, que los que  me vais conociendo, sabéis que los morados no son santo de mi devoción. Bueno, pues en esta colección, os los recomiendo encarecidamente. Son tan ideales las telas y los diseños, tan exquisitas las combinaciones y los tonos, que me han cautivado. Me gusta combinado con gris.

Hasta de bebés me ha gustado en los lilas y morados, como este faldón con cuerpo y capota preciosos de punto y falda de un estampado de estremecer de bonito. ¿Os gusta? Ya sé que sí.

En estos mismos tonos, los vestidos de las niñas son de exposición. Los de toda la vida

pero con un estampado sublime. Me chiflan. Tanto con granates, como con grises, quedan perfectos. Los niños de siempre… Ayyy qué monos, por Dios. Y aún los hay morados más intensos y más bonitos aun, si cabe. ¿Qué opináis de esta niña con capota  y vestido de estampado

increíble? Yo la veo bombón Ferrrero Rocher. Me recuerda  a las niñas de Biarritz de toda la vida. ¡Ayyy chica, por Dios… jajaja! El vestido  de la más

mayorcita no tiene desperdicio con ese volante ribeteadado en blanco. Con chaquetón o abrigo gris, la visualizo  y mis ojos hacen chiribitas.

¿Pasamos a los colores topo? Es que me encandilan. Tanto el vestido con cuello de volante blanco y raya blanca de talle bajo como los jerseys de niño y niña, bombachos, bermudas, abrigo…

Me desmayo por este color. Niños normales, niños bonitos, niños de gusto. Mucha gente que va de “progre” los llama “pijos”. ¡Uffff! Qué ganas tengo de tener tiempo para poder explicar lo que es ser pijo… No tienen ni idea, ni la menor idea. Son niños atemporales, que vayan donde vayan será una maravilla mirarlos.

Y ¿el topo mezclado con cuadros? Ohhhh, maravilla estos  vestidos ¿no? Tanto el de cuerpo color topo, como el otro, de cuadritos en azul, me entusiasman. Niñas divinas dónde las haya. ¿Y la colección de bebé, que yo misma la titulo Nata-Topo? Faldón, jersey, ranita, camisa, vestido, capota, cubrepañal… de todo para estar de dulce.

También hay bombachos, falda y vestido topo mezclado con aguamarina. ¡Divinos! Da igual el color que mezcles con el topo, que, como los diseños son tan clásicos, da auténtica gloria verlos…  Mirad el vestido o los conjuntos con 

bombacho o bermudas y jersey… Da muchísimo juego a la hora de ponerles los complementos. Me priva.

Bueno, de esta marca, como me gusta todo, no me puedo dejar pasar por alto la colección Adriático: azules y verdes en sintonía total.

Mira que es difícil combinar estos dos colores, pero…una vez que se combinan bien, repites y repites. Bueno, o eso me ha pasado a mí.

Ancar los combina con maestría, con unos tonos que no “desentonan” en ningún momento. Desde la colección de bebé, en la que encuentras de todo: polainas, camisitas, jerseys, capotas, patucos… hasta las de los mayores, que me han dejado embobada. ¡Qué gusto, por Dios! La falda azul con camisa de lazo blanca y chaleco de punto verde es, sin duda, mi conjunto favorito. Los vestidos azules sencillos, el vestido de punto verde con pasacintas en azul, el jersey del niño verde, chaquetas… Apuesta segura.

¿Y los grises? Color eterno… Dulce, ponible, combinable, elegante. Creo que este color lo tiene todo. ¿Qué me decís de estas tres niñas? Estampado suave, chaqueta currita, chaleco divino, cuello bobo, nidos…Uhhmmmm… Delicioso es poco. Y mezclado con granate, un clásico con Oscar.

Los vestidos, más sencillos, imposible y el conjunto del niño igual. Los veo y no me lo creo, ya que ahora sobre todo los niños van un poco disfrazaditos por algunas marcas que quieren igualar a los de las niñas y noooo… Todo no puede ser. No es por nada, pero jamás les pondría a mis hijos ciertos

conjuntos que nunca  publicaré en este blog. Tranquilo todo el mundo.

Para bebé, también los grises al poder: polainas, jerseys, camisas, capotas, mantas…¡Que ya no es todo azul o rosa señores! Y me he dado cuenta, al ver con mis propios ojos cómo van algunos niños con grises. Espectaculares, si se lo sabes poner bien.

Los abrigos, de cualquier color, los Clásicos, con mayúscula: sencillos, con ondas, bolsillos y cuellos de terciopelo… ¡Cómo me puede lo clásico! Estos abrigos, dentro de veinte años serán igual de bonitos y de ponibles, os lo aseguro. Como bien dice mi madre, comprar un abrigo clásico, es una “inversión”, no un gasto. Cada vez la entiendo más y más.

Bueno, pues os he hecho un resumen de Ancar: diseños sencillos, estampados deliciosos y clasicismo por todos lados. Ahora es buen momento para la inversión.

 

 

Me declaro Clásica. Dicen que la gente que escribe blogs no tiene que decantarse por un estilo u otro. Bueno, pues yo lo hago, porque si no, no sería yo. Reconozco que de todo lo que escribo, siempre me gusta algo o muchas cosas y todo lo que pongo es la absoluta verdad, pero no podría seguir escribiendo sin que supierais que soy una clásica. (Al repasarlo, me troncho, ¡como si no lo hubiérais notado!).

Aunque, a veces, me gustan los toques de genio de los diseñadores que tenemos en España.

Me gusta el estilazo, lo atrevido cuando merece la pena, la originalidad cuando lo es… Y me espanta lo ordinario, lo super recargado, lo over dress…

¡Hala! Por si no había que opinar, aquí estoy yo, siempre dando la nota…

Un beso sin ambigüedades