
Y sigue abril lloviendo sin parar… Cada año, lo mismo. Pero no nos damos cuenta y ya hemos comprado muchas cosas de verano. Es lo normal, pero da una rabia…
La temperatura es buena, pero lleva tres días jarreando sin parar. Yo en este pueblo ya no sé ni qué tipo de indumentaria ponerme.

Ayer vino mi amiga Adela a Madrid, porque tenía un curso por la mañana. Quedamos por la tarde para “ir de compras”, porque ella quería…

Primero: ella apareció vestida como si íbamos a atravesar el polo Norte y yo con mi americana. Seguimos como cuando éramos pequeñas.
Y segundo y más importante: ¿Quién creéis que compró? Pues yo. Fuimos a varias tiendas, no sin montar el número… No lo podemos evitar. Nos da la risa y ya está. Se empeñó en que todo le quedaba mal, que le dolían las cervicales… bueno, no os lo puedo explicar, porque hay que conocerla.

El caso es, que, a pesar de la lluvia, pasamos una tarde estupenda y cenamos algo por ahí, y tan ricamente, recordando viejos tiempos y resolviendo el mundo actual.
El sábado tenemos todas una

comida en Burgos, pero yo no voy a ir, porque ya lo teníamos comprometido con unos amigos.
Así que, esta semana se me va a pasar volando. Voy a ir a apuntarme al gimnasio (Adela va tres veces a la semana, cada día dos horas y no sabéis lo poco que le pega) porque llevo una vida muy sedentaria en Madrid.

Y también me voy a dar un tratamiento en el pelo, para que me lo hidraten bien, porque últimamente lo tengo sequísimo y fatal. ¿Veis cómo Madrid no me sienta bien? Jajaja.
Todo ésto lo digo para meterme con mi marido, siempre le recuerdo el sacrificio tan grande que he hecho viniendo a Madrid…

Y después de contaros estos propósitos, que ya veremos si se cumplen (el del pelo seguro), pasemos a lo nuestro.
Hoy os enseño algo de dos marcas portuguesas, que tantísimo me gustan, tan estilosas, tan de sport, tan poco cursis…. ¡Me encanta Portugal, en todos los aspectos, ya lo sabéis!

Y os hablo de estas dos marcas, puesto que más no voy a poder: «María Gorda» y «Ammiko». La primera, para más pequeños, si bien no bebés, y la segunda para mayorcitas (pre adolescentes y adolescentes).

Ambas de un gusto y un estilo increíble, sin necesidad de recurrir a grandes ni impresionantes adornos, ni cosas pomposas. Tan sólo estilo y buen gusto, que ya es…
Ya, con mi música de fondo, empiezo con “Ammiko”, donde las niñas van normales, pero con “algo”, ropa de cualquier día, pero monísimas; niñas de las que te puedes encontrar en cualquier esquina, para ir a hacer un recado, para pasear, para lo que sea.

Para ir a una fiesta o evento, pues no. Pero ¿ya era hora de hablar un poco de esta frescura, con la que van a pasar casi todo el verano, no?

Bueno, por eso os enseño estas túnicas hippies, en gris claro, sencillas con una simple lazada en el escote y una encantadora puntilla cruda a lo largo de la manga.
Me parece que están monísimas con los shorts vaqueros o con cualquier cosa informal, un pantalón o bermudas crudas, etc…

Se trata de pasar un verano divertido, cómodo y a la vez, no es por nada, con “algo”.

Ya veis que la llevan niñas de cualquier edad. El detalle de los pompones en crudo, también hace que no sean unas sudaderas corrientes y molientes.

Como también monísimas y apropiadas sobre todo para el Norte, donde hacen un servicio bárbaro, son estas sudaderas con un dibujo de alas en la parte trasera.
También con shorts, con vaqueros, totalmente informales, pero con gusto. La hay en cruda (mi favorita, sobre todo si estás morena) o en gris, que a ellas les chifla. Ambas muy monas y sobre todo, muyyyyy prácticas.

Y el mismo servicio hacen las camisolas azules que veis aquí. Normales, pero no del todo. Tienen pequeños detalles de los que me apasionan: un trocito de tela en el bajo con la mano de Fátima, un pompón… y sobre todo, la preciosa cremallera rosa con la que se cierra la espalda.

¿Veis? Estilo, gusto, “algo”. Están monísimas y como os digo, no es un simple jersey, aunque sirva para lo mismo.
Además, a estas edades, son especialistas en ponerse cosas en el pelo, como veis, adornos, cualquier pañuelo… Si hay buen gusto, con cualquier cosa que se lo pongas, están monísimas.

Y otra monada un poco más arregladita son los ponchos crudos de crochet. Mirad qué monas están estas pipiolas, con su short y su bolsito.

Francamente muy favorecedores y si les añades, el cinturón-bolso estilo boho chic de la marca, resultan estilosas del todo. ¡Qué veranos los de esos años! Cuando empiezan a presumir y tú ves que crecen de manera que no lo puedes evitar…

Aquí lo veis con más detalle, tanto los ponchos, como los bolsos, realmente conseguidos y en tres colores. Ya sabéis que cada una tiene su favorito… ¡Me encanta ver a las niñas de estas edades así!
Ya me están entrando ganas de ir a Portugal… no sé lo que me pasa, pero me chifla. Desde que fui por primera vez con todo mi curso, me enamoró el sitio…
También influía el ambiente, cómo lo pasamos, nuestro primer viaje con chicos y más, si iba el que te gustaba, como fue mi caso… jajaja.

Totalmente de morir de mona es la túnica Romance, en gris, con encaje crudo… ¡Cómo es! Coquetona, ponible… ¡Bufff! Cuando la vi, me quedé muerta. Me parece un diseño divino, una mezcla entre sport y romanticismo…

Fijaos cómo queda con la falda cruda tan mona, con gomas y una cinta de rayas anudada delante. Es una monería también.
El encaje es divino, haciendo volantes hasta la espalda y la túnica finita, veraniega… ¡Me pirra!
Para más presumir, con la falda queda ideal, pero también con unos vaqueros, divina. Ésta no hay que perderla.
Aviso para toda la Royuelada y cualquier prima del otro lado (pobre Elena, siempre le toca a ella, pero es que tiene las niñas en la edad idónea para esta maravilla).

Quiero que os fijéis bien en la falda, porque, a pesar de su sencillez, no me puede gustar más. Los colores, la hechura, todo… Y me encanta también para llevar una blusita o camiseta mona por dentro. Hace tipín total.

Super veraniegos y de un rosa favorecedor, los tops que parecen a medio hacer, estilosos, asimétricos, como en picos… vamos, de lo que les gusta a estas niñas.
Ya veis que son normales y corrientes, pero se los pones con unas zapatillas monas tipo converse en rosa, con los shorts y ya es otra cosa.

Y lo que os digo: un pañuelo en la cabeza, un bandeau, cualquier cosa les queda bien… Son tops, que a lo mejor los encontráis en cualquier sitio, pero yo los he encontrado en Lisboa.

Detalles como la cinta que lleva esta niña en el pelo, de rayas, pues ya te cambia todo el modelo. En los pequeños detalles, se ve si una niña va con gusto.
¿Y los trajes de baño? Buaaa, más sencillos y más estilosos y de mi gusto, imposible.

Mirad éstos en fucsia qué maravilla: absolutamente cerrados por delante, casi como si fueran olímpicos (me encantan los trajes de baño enteros, muchísimo más que los bikinis, tengan la edad que tengan), y abiertos del todo por detrás.

¡Qué estilazo! No sé si lo veréis como yo, pero los veo de morir de bonitos. Lisos, también como me gustan a mí, para combinarlos con pañuelos estampados, cosas en el pelo, la toalla…

Mirad que divinidad de espalda, entera desnuda, sólo atada arriba con un nudo precioso con rayas blancas y marino… Bueno, que me encanta, no puedo decir más.

Y cambiamos a otros, no menos ideales: azulones con raya verde flúor y faldita… ¡Mirad qué grupón tan bárbaro! Desde la mayor a la pequeña, con traje de baño entero.

Os enseño el detalle en la pequeñita, donde veis la espalda, también entera al aire y una franja negra, contrastando con el color flúor. ¿Qué os parece? La faldita, tan discreta, una auténtica monería. ¡Gustazo de bañadores!

Monísimos también, sobre todo para niñas morenas, los blancos con detalles en rojo. Elegantes, lisos y enteros… ¡Han dado con mi gusto por completo!
No me diréis que no están monas… Después, la toalla roja, una bolsa, cualquier detalle en rojo en el pelo… Hay que buscar e intentar sacar el mayor partido posible. Y así se hace, procurando que la niña vaya super favorecida, según su tipo, su color de piel, su pelo…
Y los detalles… esos, que no falten nunca. Son tan importantes como la propia ropa. A veces, más.

Y de «María Gorda», ¿qué os digo que no os haya dicho ya? Me voy a limitar a enseñaros sus monadas para este verano (o algunas, que me extiendo mucho).


Los monos, como ya sabéis, nunca faltan en esta marca. Y éstos, en fucsia y negro, son maravillosos. A juego, la camisa del niño. Diferentes edades, diferentes diseños y como siempre, su sello inconfundible.
El de la pequeñita es un bombón, por debajo de la rodilla, fruncido con gomas. También veis aquí la espalda del de la mayor, con la camiseta blanca. Yo sólo veo estilazo.
Divino el mono malva también, con sus frunces, sin los que no sería María Gorda. Adorno a juego en la frente y ¡Cómo está!


Sencillo, con la espalda cruzada y no puedo evitar mirarla más de una vez… me resulta encantadora. El «toque” del adorno de la frente, hace mucho también. Esta diseñadora triunfa y es por algo, por su encanto.

Yo creo que a todas las que la conocemos, nos ha encadilado alguno de sus modelos, por no decir todos.
Monísimo también el blusón azul grisáceo, con parte de algodón y el bajo de tela… todo tiene algo encantador. No me digáis qué misterio encierra, pero me pasa con varias marcas portuguesas…

Y aquí, al lado de la preciosa niña con mono gris azulado de plumetti…¡Uhmm!

La simple camiseta gris, pero con un volantito ya la hace coqueta… y la niña está preciosa.
No faltan tampoco la especie de túnicas-

sudaderas, con capucha y dibujo de estrella, tan necesarias en el Norte (repito). Tienen un no se qué… que no les da el aspecto de sudaderas normales. Será la capucha, el tejido fino, la estrella. Será todo junto…


Estilosos y ponibles los pantalones y shorts con manchas, con chaleco marino. Unos conjuntos fetén para pasar un verano cómodo. ¿No están monísimas? Y qué precios…
Para los más pequeños, mirad los conjuntos azules, con tejido tipo Oxford… el peto del pequeñajo, el vestido con frunces de la niña, la camisa cruda con cuello mao…¡Espléndidos!


¿Veis cómo no hace falta complicarse mucho si no es para un evento muy específico? Ya me diréis cómo está la beldad que veis aquí… Se aprecia perfectamente la tela de cuadritos, los frunces que tan magistralmente diseña esta marca… Vamos, hasta con las flores del pelo, me la llevaba yo por ahí. ¡Qué niña, por Dios!

Y nosotros, venga volantes, venga frunces, venga vuelos, venga, venga, venga…
Más monos: en algodón gris, como el de esta niña, monísimo y mañanero total…. O con un simple short con camiseta… Para las mañanas de playa ¿qué más queremos?

Como siempre digo, cada diseño tiene su día. Y no os empeñéis en lo contrario. Es como si llevo a los niños a una boda con los petos… ¿No, verdad? Pues así llevan muchos a los niños, pero al revés, es decir, de boda, para un día normal y corriente.

El turquesa de florecitas, exquisito para un día de calorazo. Tela dulce, diseño sencillo, tobillero… La manguita de la “simple camiseta” blanca es una delicia.


Ya sabéis cómo es el algodón en Portugal. La niña está para comérsela de un bocado.
Coquetón el mono estampado de florecitas en verde, con volante en el cuello y fruncido, a juego de la camisola de la mayor. ¿No están preciosas?
Ya os digo, que no sé que les pone, o con qué endulza esta marca a sus prendas tan sencillas, para darles ese toque espectacular.

Porque no sé si os habréis fijado en las mangas y detalles de la camisola… A lo mejor, sólo me fijo yo, que ya estoy obsesionada.
Preciosos también el mono y culotte de estas niñas, en estampado color fresa formando corazones… más de lo

mismo, no lo repito.
Llevamos un buen surtido de monos, ¿eh? Supongo que tendréis vuestro preferido.

Pues fijaos que yo no. Es que me apasionan todos. Los veo tan… tan… que no me decido.

O este vestido y falda en un azul estampado increíble y de un favorecedor de muerte… No me digáis, pero yo no he visto cosa más sencilla y más mona. Siempre me pasa lo mismo con María Gorda. Es una pena que se resista a vender en España. Se nos hace de rogar demasiado…

Pero doy fe de que es encantadora, siempre atenta y educada. Ejemplo deberían tomar algunas de aquí…
Y os voy a dejar con estos modelitos de niños pequeños de rayitas, que me han enamorado. De nuevo, por su buen gusto, por su sencillez y por ese misterio, que sin tener nada, llegan a atraparte del todo.

Y de lo que no haya hablado, os dejo las fotos que pueda… Todo es ideal, todo igual de sencillo y de práctico a la vez.
Un beso tan sencillo y que te atrapa como un fado
De acuerdo contigo, ropa sencilla con un toque de encanto que es sello de distinción evifeal para las que están ven esa edad difícil vde la pre- pre adolescencia 😉