¿Qué frío eh? Es de esos días en los que no te apetece ni pisar la calle, aunque yo, a las 8,30 de la mañana ya estaba con Tess por el campo de enfrente de casa. Es lo que tiene tener perro, que es para toda la vida y hay que concienciarse. Odio a la gente que lo compra por capricho. De ahí tantos abandonos.

Lo primero, quiero dar las gracias a tantísima gente que me ha felicitado: a mi familia y amigos de toda la vida por supuesto, pero también este año me ha hecho especial ilusión la felicitación de los lectores de mi blog y de mis amigos animalistas a los que no conozco de nada, pero tenemos inquietudes e intereses comunes.

La verdad es que el día de los Inocentes siempre es muy estresante porque no paro de hablar por teléfono (soy famosísima, jajaja) y no me deja disfrutar del todo de mi día. Pero bueno, estoy encantada. Lo malo, que entre cumpleaños, comidas y cenas de Navidad, no sé qué tipo de dieta voy a hacer en enero… No puedo engordar ni un kilo, no me lo permito, porque como soy más bien bajita (¡ayyy, que me troncho! Mido 1,59), tengo que estar delgada.

No os creáis, que luego me monto en mis tacones y llego a 1,70, estatura ideal para una mujer. (Ya sabéis, quién no se consuela es porque no quiere). Fuera de bromas, nunca he tenido complejo de bajita, porque tampoco he ido nunca con jirafas, jajaja. Aunque no me hacía ninguna gracia cuando mi padre, nos decía a mi hermana y a mi de pequeñas que “si os miráramos con lupa, seríais Miss Universo».

Hoy voy a hablaros de “Con mucho mimo”, o de Elena Royo que es su creadora. Hace monerías para las habitaciones de los niños, y no tan niños. Yo creo que de aquí, podéis sacar ideas para regalo preciosas y muy bien de precio.

A mí como me enloquece todo lo que sea decoración, detalles… ya sabéis, en cuánto la conocí, pensé que quería hablaros de ella.

Tiene unas manos increíbles para el dibujo y las manualidades: me chifla cómo dibuja las muñecas, me recuerdan a las de mi infancia; hace siluetas de adorno de todo tipo que dan un toque exquisito a las habitaciones, tablillas para las puertas, cuadros ideales, medallones para las cunas  o para ponerlos en la pared (yo tenía colgados los de los tres niños)… y mucho más. Todo lo que tú le pides, lo personaliza y le pone los detalles que quieras. Hasta pinta en los cojines. ¡Menudo arte!

Mejor paso a enseñároslo. Por ejemplo, el nombre del niño entero queda ideal, bien sea con las letras sueltas o encadenadas con los complementos a juego que hace. Todo en madera pintada. ¡Me encanta! Lo puedes pegar suelto o enmarcarlo. A mí me chiflan sueltas y pegadas, porque está menos visto. Éste de Valentina, con sus complementos

en rosa, son letras encadenadas. Las muñequitas de los complementos parece que tienen vida de la expresión y realismo que les da.

La inicial de la letra con un adorno también queda espectacular. Me encanta para cualquier rinconcito. Si tienes más de un niño, las pones  juntas y quedan deliciosas.

Sus famosas siluetas de madera me encandilan. Con qué gusto y monería están hechas. Fijaos en ésta de la cunita para poner en la puerta de la habitación por ejemplo. ¡ Me priva! Me chifla también la de la niña del trineo. Los lazos son de tela de verdad y daos cuenta de con qué perfección está todo pintado.

La de la niña coletitas con el chupete y el osito no puede ser más increíble. ¡Qué ternura! Para cualquier sitio: una repisa, la pared, la puerta…Te cambia

la habitación. Si pones un cuadro, una silueta y el nombre del niño, ya no te hace falta casi nada más que la cama o cuna y una mesillita.

Os dejo otras dos siluetas, porque me tienen embobada: la del cochecito de capota, que acompañada de una niña, me parece de lo más bonito que he visto en decoración infantil y la de la bañera, monísima y graciosa.

En los cuadros podéis elegir también tamaño, motivo, colores… Le dais un presupuesto y ella os lo hace precioso. Me encantan los que tienen oraciones y los natalicios personalizados, en los que tu vas eligiendo lo que más te gusta. Me pirra el de esta niña que va en moto tirando de su hermanita. ¡Mirad los detalles de las puntillas de los vestidos, con relieve! Mono, monísimo.

O para los chicos, éste de piratas, personalizado con uno o dos nombres. ¡Cómo están hechos!

O éste, de dos hermanitas con sus juguetes y sus nombres en un cartel con un lazo. Los detalles es lo suyo, desde luego. ¡Y qué trabajo tienen!

Los que os decía de natalicios, con el detalle del día de nacimiento, el lugar y el signo del zodiaco… o los de las oraciones, que siempre me han encantado, como éste del Ángel de la Guarda con el nombre de Pablo, que tanto me recuerda a mi Pablete.

Las tablillas tipo medalla me encantan para poner varias en la pared, como os he dicho, y los medallones de cuna los tiene en madera y en cerámica, divinos, con el lazo del color que toque…

Los percheros pueden ser un regalo ideal. Los personaliza también con el nombre, la inicial, los niños… Son

pocholos del todo. Mirad uno para niños  y otro para mixto. O sólo con la inicial. No tienen desperdicio. Colgad cosas pequeñitas y monas para que se vea bien el perchero.

Y las casitas de muñecas: no sabéis cómo me han gustado desde siempre. Las hace de todos los tamaños, personalizadas, con miles de detalles, complementos, siluetas en relieve, otras pintadas… Un caprichazo.

Os dejo una foto de una habitación con varias de sus cositas: las siluetas del niño en pijama y los patitos, la medallita de cerámica de un cojín y los otros dos cojines pintados por Elena. No me digáis que no dan calidez a la habitación. Pues sí, y mucha.

Por monerías que no quede: las chapitas para poner en las colchas o

sacos del cochecito me super privan; que me llamen pija que me da igual. Son divinas. O los corazones para los pomos de una puerta o una cómoda…Vamos, que los tengo parecidos en mi habitación.

Hace medallones preciosos para pegar en cajas monas, de madera, por ejemplo y ahí guardar cosas del niño, marca páginas exquisitos, cuelga puertas con mensajes en los que puedes leer: “ Mi cuarto” o “Valentina está

durmiendo”. En fin, todas esas monadas que sólo los detallistas sabéis entender. Algunos dirían «¡qué tonterías!» Aggg, serán cazurros.

 

 

Las vajillas, a tu gusto, con el nombre del niño… Monísimas. Y hasta relojes que me vuelven loca. Mirad cómo son… No falta ni una coma.

Los Pele Mele son originalísimos para un regalo: una tira de siluetas de muñecas unidas entre sí con pinzitas para colgar fotos, notas, lo que quieras… Me encanta cómo queda en la pared.

Se me olvidaba una idea original, que es la silueta de novios:   me parece un detalle muy bonito para toda la vida. Se utiliza como un tarjetón, en el que todos los invitados ponen algo por detrás… La vida está hecha de pequeños detalles y a mí, no lo puedo evitar, me vuelven loca.

Hace muchas más cosas, Elena es una máquina del buen hacer. Entrad en su página de «Con mucho mimo» o en su Facebook y poneos en contacto con ella. ¡Os va a resolver muchas cosas!

No me extraña que las tiendas la reclamen para sus decoraciones…

Un beso dibujado