
Ya no me está gustando nada que haga este calor.
Las tiendas están desesperadas; no han vendido casi nada de invierno y como es lógico, están preocupadas.
He hablado con algunas, sobre todo

por el sur y me han dicho textualmente, que si sigue todo igual, tendrán que terminar cerrando.

No es normal… Claro, la gente, ahora, con estas temperaturas, no lo necesita y como siga así un poco más, nos presentamos casi en Navidad y comienzan las promociones.
¡Madre mía! ¡Esto es una catástrofe! Con la de monadas que hay para ir de pleno invierno…

Lo siento un montón. Hasta sitios como Burgos está afectando. No igual, pero sí. Y claro, después a vender todo en rebajas. ¿Y qué ganan las tiendas? Nada, sólo disgustos.
Espero de corazón que cambie radicalmente el tiempo y que podamos ponernos de invierno, que es lo que procede y que todo siga el ritmo normal, más o menos.

Hoy no voy a hablar de ropa. Ya lo haré, y con muchísimo gusto, cuando el frío y el viento nos haga abrigarnos y ponernos ropa maravillosa que han diseñado las marcas para nuestros hijos y para nosotras.

Como bien sabéis, me chifla la decoración también. Una buena música, cantar, tocar la guitarra, escuchar a gente brillante cantando, una buena lectura…
Me gustan varias cosas muchísimo. Siempre me han gustado pocas cosas, pero mucho. A otras, les gustan algo muchas cosas, que no es lo mismo. Yo soy de extremos, qué le vamos a hacer…
Pues de algo de decoración vamos a hablar hoy. De la de habitaciones de nuestros niños, de lo que las hace acogedoras, brillantes, con ganas de estar allí… Detalles que tengo y he tenido siempre por toda la casa y principalmente en sus habitaciones. Artesanas que hacen virguerías, te lo personalizan con mil detalles y con todo el trabajo y cariño del mundo.


Poco a poco, he ido descubriendo las mejores en lo suyo.
Hay muchas, pero prefiero gastarme un poco más en algo ideal, exquisito, hecho con mil detalles y casi perfecto a comprar lo primero que veo en una tienda simplemente para que la habitación esté “más llena”. Eso no lo aguanto. Prefiero

no poner nada.
Y ahora que, aunque no lo parezca, queda poco para los Reyes Magos (sobre todo si vas a encargar algo hecho a mano), os enseño las Popis maravillosas de “El Taller de mi mamá”, del que ya me habéis oído hablar.


Son muñecas cien por cien artesanales, hechas con mimo, con su ropita, sus calzas, sus gorros, sus faldas… ¡Uhmmmm!

La habitación de Almudena siempre ha tenido cosas de este estilo y a mí me chiflaba y me regodeaba simplemente mirándola.

Eva María Alende hace un montón de cosas, pero me voy a centrar en sus muñecas “Popis”, que más ya no me pueden gustar. Es más, me encantan también para nosotras, tal es su grado de perfección.
Tanto la muñeca, como la ropa y complementos, se pueden encargar totalmente personalizados y en un plazo de 15 ó 20 días, la tendrás preparada.

¡Cómo quedan en cualquier rincón o estantería! Son una obra de arte auténtica.

Ya las estáis viendo. Es como volver a jugar a las muñecas. Yo la quiero con falda de tul rosa…, bufanda rosa con flor, etc. Cambian los gorros, los detalles, los colores, pero todas son parecidas. Me chiflan hasta para hacer colección.

¡Mira que me han gustado siempre las muñecas! Pero éstas de adorno, más que de jugar, las que más. Igual que las de trapo, de las que aún tengo varias.
¡Cómo son las gemelitas! Hay que apreciar bien todo. No les falta detalle y más conjuntadas, imposible. ¡Qué trabajazo! Vestido rosa de lunares, bolso, peluchito, converse rosas con calentadores, cuellos con flor, gorro rosa… ¡Increíble! Ahora mismo las encargaría…

Como veis, todas divinas. Las que tienen el gorro tipo gnomo, tampoco tienen desperdicio… Te cambia la habitación por completo. Con estas muñecas y más cosas, claro.

Bueno, una idea que ahí la dejo para esta Navidad. No es un regalo más. ¡Es un regalo bárbaro!

“Ke Monada”, también se dedica a alegrarnos y a decorar las habitaciones con detalles únicos y perfectamente hechos. Los amigurimis, de los que ya os hablé y cuya técnica para hacerlos es dificilísima, me privan también. En forma de osito, ratón, conejo… todos preparados para endulzar a nuestros pequeñajos y sus habitaciones, colchas, paredes…

Una de las cosas que más me gustan son los bastidores de adorno con la fecha de nacimiento y el nombre, lo que queráis… Hay mil modelos para elegir. Decoran la pared como nada…
Precioso éste, de fondo estampado rosa, con la osita

amigurimi con vestido rosa. La pared se transforma de inmediato. ¡Me privan estos detalles!
O éste otro, con fondo blanco, por si tenéis la habitación con papel pintado y la osita con el nombre y la fecha de nacimiento.

Divinos también, como simples adornos para estanterías, mesilla, etc. Mirad el amigurimi Ratoncito Pérez, con la bolsita para cuando se le caiga el primer diente…¡Ohhh! Y después, un adorno colosal.

Broche del osito para la mini cuna… ¡Cómo es! Prendido en cualquier sitio de la cunita o en la misma colcha, queda de diez… De alguien que se preocupa de los detalles, de lo mono, coquetón…

Un regalo de escándalo, para mi gusto, es el osito amigurimi, con el chupete y chupetero. Para llevar en el cochecito o en la silla…
¡De muerte! ¡Qué gusto demuestra el que lo regala!
Estas cosas me pierden. Siempre me ha pasado.

Otro broche delicioso para el capazo, con la inicial y en el color que tú quieras… ¡No me digáis que no son ideas monísimas! Diferentes a lo de siempre y desde luego, no lo busquéis en las tiendas, porque así, no lo vais a encontrar.

Chupeteros con la inicial, para prender en la ropita, todo coordinado. Estos son especiales y preciosos, pero tenéis miles para elegir.

El adamascado en celeste, el de topitos… Cualquiera es de dulce. ¡Quién volviera a tener bebés!
Parece que exagero, pero os juro que ni un ápice. Estas cosas coquetonas es lo que más me gusta del mundo. ¡Tendríais que ver mi casa! Soy una caprichosa de la decoración.

También, un detalle perfecto, el marco del día de su bautizo, personalizado y con el osito amigurimi…
¡Oh la lá!
Y vamos con “K de Kids”, otros artesanos de matrícula de honor, de los que os voy a enseñar los cuadritos, como he hecho otras veces con otros. Las placas para las puertas…

En fin, esas cosas que, como os he dicho, me apasionan totalmente.
Os voy enseñando lo que más me ha gustado y lo que pienso que más gusta.
Este cuadro de la niña con pijama rosa, me trastorna. ¡Cómo debe de quedar puesto! Parece un angelito…

Y daos cuenta del trabajo que tiene… Los pendientes, la bolsa de agua caliente y los lacitos van superpuestos. ¡Un trabajo ímprobo! Pero se nota en el resultado.
Precioso el de los dos hermanitos vestidos de celeste…

A mí me hubiera venido de perlas, ya que, con los dos primeros, predominaba el celeste, aunque eran niño y niña.
Monísimo para un poco mayor, el de la vespa, que es un clásico y a los niños les encanta.

Lo mismo que las bailarinas para las niñas…
Es algo que les apasiona. Y los cuadritos en su cuarto, son una requetemonería.
El de las gemelitas de gris, es graciosísimo.
¡No me digáis! Para las madres más modernitas y ahora que se lleva tanto este color para decorar…
Claro, que lo podéis encargar en cualquier color, ya os lo he dicho.


Las placas, otra debilidad mía. Mis hijos siempre las han tenido y ahora, las tengo yo en muchas puertas.
Monísima esta mini, para indicar el dormitorio de la niña. En el color que queráis…

O la ovalada, también pochola. Quieras o no, la puerta es otra.
¡Detallazos que se hacen con ilusión! Vamos, lo mío no era normal.

Claro, si eres minimalista, de esas a las que no les gusta nada que no sea práctico, este artículo sobra. Y no es bobada, que haberlas, las hay y más de las que me gustaría.

Son de esas a las que vas a su casa y te encuentras con un marciano que resulta que es una lámpara espantosa, paredes vacías o con una pintura que da miedo; o te vas a sentar en un sofá y resulta que se mueve, porque puedes estirar las piernas como quieras…

Bueno, como siempre, para gustos, los colores. Pero podéis comprender que ese sofá, de coqueto y mono, poquito… Jajaja, espero que no lo lean los que me invitaron.
Otra monería, son las placas para los pomos de las puertas…
Para el despacho, para el dormitorio, etc.

Quién no lo entiende, no lo entiende.
Fijaos en ésta ovalada de arriba: las puntillas de la cama y los visillos son de verdad. ¡Una auténtica virguería! Y así todo lo que sobresale.

Otras para la puerta de la cocina, como éstas, que me recuerdan tanto a todo lo que tengo…
Esto es dar vida a una casa, vivirla, disfrutar de las cosas pequeñas, siempre que sean con buen gusto.

Mirad también la del lavadero.
No me puede parecer más exquisita, con la ropita de verdad, tan blanca, tan mona.
De baño, de cocina,

ovaladas, rectangulares, como más os gusten, no cabe duda de que toda esta gente que os he enseñado son artistas como la copa de un pino.
¡Que conozco muchos y no lo hacen ni parecido!
Ya de ponerlo, ponerlo mono, con todo el mimo e ilusión con el que yo lo he hecho.
Espero haberos dado ideas para esos detalles de Navidad o de nacimiento que tantos quebraderos de cabeza nos dan.

Y me quedo con ganas de poner la casa entera…
Un beso cálido
Me encantann son una monada