
Y otro día más de febrero. El mes más feo del año.
Ahora estamos en esa época de pensar que se acaba el frío y en que pronto llega la primavera. Nada más lejos de la realidad, porque aún queda invierno para rato, pero…

Y si no, que se lo digan a los de Burgos, que están congelados. Pero ya conozco a algunas que, pese a esto, han comenzado con los preparativos de la comunión de sus hijos.

Y es que, en Burgos, nos gustan los acontecimientos de este estilo y nos gusta ir perfectas. Somos así de chulas, jajaja.

Como ya sois bastantes las que me preguntáis cómo ser la perfecta madre del o de la comulgante, os voy a enseñar algunos modelos, que, no es que sean los únicos, pero sí todos los que veis en este post, son totalmente adecuados para esa ocasión tan bonita.
Sé que esta diseñadora tiene mucho éxito con las «mamás de comunión. ¿Quién es?
He elegido a “María Picaretta”, que con sus vestidos y conjuntos arreglados y perfectamente complementados, os resuelve toda duda que pudierais tener.

A mí, personalmente, no me gustan los bolsos tan “a juego” como ella los muestra. Yo llevaría algo muy diferente, pero si dudáis, os quedáis con el total look y arreglado.


Si supierais el calor que tengo ahora mismo… Hace de primavera total. Sin embargo, me acaba de llamar Almudena y en Burgos están con la manta.
Bueno, imagino que el vestido o traje ya lo tendréis más o menos elegido o, al menos sabréis el estilo que van a llevar vuestros hijos. Queda mucho, pero después, llega todo de golpe y te pilla el toro.
Además, ahora que las comuniones se han convertido en mini bodas, entre las invitaciones, los detalles para los asistentes, recordatorios, etc, no hay tiempo que perder.

Lo que de nuevo va a deslucir todo va a ser el maldito Covid. No veo que en mayo se haya solucionado ni por asomo. Una pena. Por todo.

Ya sabéis que a las comuniones no se va de largo ¿no? Si lo digo es porque alguien me lo ha preguntado y porque yo misma lo he visto con mis ojos. No sólo iba de largo, sino que era un vestido brillante y con el “chal a juego”. Ni se os ocurra, por favor.
La verdad es que yo fui siempre con trajes de chaqueta, que es lo que más me gusta para las comuniones. A la de Juan y Almudena, con pantalón. A la de Pablo, con falda tubo.

No es necesario arreglarse tantísimo ese día. Sencillez ante todo. Como siempre os digo, si dudáis entre poneros o no poneros tal complemento, no lo llevéis.
Los que estáis viendo aquí, para mi gusto son vestidos excesivamente arreglados, o, al menos, algunos. Aunque hay que

reconocer que son todos adecuados y sé que muchas queréis cosas de este estilo. ¡Que la primera comunión, sólo se hace una vez!

Otros, como por ejemplo, el modelo Tequila, estilo Chanel, no pueden ser más ideales. Elegantes, sencillos… Así, más o menos, fui a la de Pablo.
También es monísimo el vestido Monsanto, que es similar, pero lleva el cuerpo y las mangas de tul de plumetti. Y tres volantitos de encaje, tanto en las mangas, como en la cintura. La falda, del mimo estilo chanelero.

¿Os veis con él? Pues de eso se trata. De lo que mejor os siente a cada una. Ya sabéis que a mí, los tonos beiges me chiflan.

El modelo Loures, con estos tonos tan dulces, también es idóneo para la comunión. Fijaos en el fajín rosa rematado por flores, la falda azul y la camisa cruda y bordada que no puede ser más bonita. No es fácil la elección ¿eh?
Exquisito el vestido Marvao, completamente chanelero, en un rosa precioso y perlas que llegan hasta el bajo. La coquetería de los dos chatos, también es muy “Chanel.”
No me digáis que no es una monería. Yo, no llevaría ese bolso, pero eso ya, para gustos.

La manga al codo, las perlas también en los bolsillitos, etc. Además de bonito, es totalmente perfecto para este día.
Si sois de faldas tubo, como yo, el modelo Sintra, sienta de fábula.

Ya veis qué blusa más fantástica con escote en pico, dos volantes y bordada a juego con las de falda. El fajín en morado y vais espectaculares.

Nada de ir de largo, repito.

Podéis elegir el vestido Guadalupe, en un rosa ideal. Lleno de pliegues, le dan un volumen increíble y es muy “preppy”. Os repito lo del bolso. No me gusta nada que sea idéntico, aunque se lleva mucho.
Por detrás lleva una abertura coronada por un chato en mitad de la espalda. Sienta muy bien y si alguna está embarazada, fijaos qué maravilla.
El vestido Denver, igualmente
idóneo, aunque yo lo sigo viendo excesivo, pero ya veis que sigue con el estilo Chanel en la falda y un cuerpo verde mint forrado de encaje (fijaos en qué maravilla de mangas) que termina en la cintura, formando unas ondas.

Como para gustos, los colores, siempre hay madres más arregladas que otras, eso es de cajón. Pero no pasa nada, a no ser que desentonen de forma increíble, que, por supuesto, algunas lo harán.

No está más elegante la que más adornos lleva o la que se ha gastado un dineral en el modelo, sino la que sabe ir a cada sitio acorde con la importancia del evento, en este caso.
Y no olvidéis que es mejor ser recordada que impactar nada más llegar.

También sabéis que la moda, pasa de moda. El estilo, jamás.

Este post lo empecé el sábado por la mañana. Hoy es domingo por la noche. Salí de casa y acabo de volver. El tiempo, totalmente primaveral. Es más, he pasado calor.
Sólo le quiero dar las gracias a Dios por este fin de semana tan intenso, tan bonito y tan de verdad.
Un beso lleno