
¡¡Hola a todossss!! En Madrid, ha vuelto el verano. Ya sabéis, el veranillo de San Miguel. De nuevo, con manga corta e incluso sudando…

Vengo de hacer un montón de gestiones. Sigo con la casa empantanada y un caos terrible. Pienso: “poco a poco”, pero el torbellino que tengo en el estómago, corazón y cabeza no me deja relajarme.
La vida me está poniendo a prueba. Y de mí depende cómo afrontarla. A veces, me hundo y otras veces, pienso que puedo con todo. No sé… como os digo, este año está completito de todo. Y cuando digo de todo es que es de todo.

Siempre he sido una niña buena, responsable. Nunca di ningún problema a mis padres. Fui la típica niña “modelo”.

Pero fui creciendo y siguiendo las normas que marcaba la sociedad. Sobretodo, si se tiene en cuenta, que, en Burgos y en mi entorno, la sociedad es muy cerrada, muy clasista y muy “de cara a la galería”.

Imagino que en otras ciudades similares será igual, pero yo sólo puedo hablar de la mía.
Seguí el camino establecido, lo que se esperaba de mi. Y fui, de nuevo, la chica “modelo”.

Pero, a pesar de mi comportamiento ante todos, de mi forma de vestir y ser coqueta (eso lo sigo siendo igual, pero con la libertad de que si un día voy en chándal, aquí nadie va a cotillear), me fui dando cuenta de que no compartía ese mundo, la hipocresía que muchas veces veía en mi círculo de amistades o conocidos con los que compartía mesa para tomar algo, padel, piscina,etc.
Mi alma y mi espíritu se rebelaron y dejé a todos pasmados con mis decisiones y comportamientos, pero, al fin, fui realmente feliz.

Y, ahora, sé perfectamente, que si se está en paz con uno mismo, si eres buena persona, tienes una sonrisa limpia y no te aferras a lo material, puedes ser feliz incluso en una buhardilla con goteras…

Sí, estoy exagerando. Sé que todo el mundo está preocupado por su futuro y que a todos nos tranquiliza y queremos cierta estabilidad en nuestra vida. Pero hace tiempo que sé que eso no lo es todo.
Podéis escuchar la última canción de la Oreja de Van Goh, que se llama “Durante una mirada” y más o menos, resume un poco lo que os estoy diciendo.

Creo que ya lo he escrito en otro post, pero es que es así. Yo no me conformé con lo establecido. Y estoy súper orgullosa de ello.
Lo que pasa es que la vida te sorprende cada día y nunca sabes lo que te espera. Y a mí, pues me esperaba este mazazo tan tremendo.
Ahora, veremos cómo lo voy superando, porque no lo tengo fácil. La mudanza me está matando, miles de gestiones, nuevo trabajo… No os quiero aburrir, pero lo tengo complicado.

Aun así, no cambio nada de lo vivido porque, como os he dicho muchas veces durante este año, hay gente que jamás lo vivirá.
Y lo que me quede por vivir, será porque lo siento de verdad, porque sé que no puedo ser feliz de otro modo. Sólo siendo consecuente con lo que siento, cueste lo que cueste, podré volver a ser feliz, tal y como me dijo mi queridísima Eva Ruiz Aldereguía, que no se me olvida que le debo una visita. Eva, que sepas que estoy deseando conocerte pronto.
Hoy, os hablo de los tonos caldera (estrella de este otoño), del negro, grises combinados con caldera o mostaza… Es decir, de colores tristes, pero de diseños increíbles. Vamos, de la ropa que me gusta de siempre. Ya sabéis que no soy de mucho colorín.

La marca “Kids Chocolate”, con su buen gusto de siempre, nos presenta la colección Zebras, en la que veis las monerías que Victoria ha diseñado para este otoño tan extraño y tan poco esperado por todos.

Como veis, el negro se lleva de nuevo, combinado en este caso con el mostaza y el toque de luminosidad que da el blanco estampado de cebras negras.

Divino el Jesusito, como podéis apreciar, así como el conjunto de bombacho del niño, con jersey mostaza y cebra.

Precioso blusón para las mayorcitas,

bien acompañado de pantalón o de falda y vestido con chaleco, con un toque bárbaro. ¿Triste?

No sé, para mí es sencillamente ideal. Me da igual si los colores son tristes. Será que me gustan los colores tristes, es verdad.

El vestido blanco con cebras y chaquetón negro, una maravilla. Victoria no sólo demostró en su día que valía y mucho, sino que cada año se sigue manteniendo con colecciones tan perfectas e idóneas como ésta.

“Manuela Montero”, es otra de las marcas que os enseño. Vamos, la colección caldera, que, como os digo, está triunfando.
Esta vez, el gris de cuadros tipo Gales es el otro color a combinar con el caldera. Ya veis qué conjuntos tan actuales, tan versátiles y tan normales y monos. Nada de estridencias ni de muchos volúmenes ni volantes.

Pantalón y blusa con lacito en caldera. El pantalón lo presenta o bien gris con el gorro de pompón a juego o bien caldera… Dos opciones y las dos acertadísimas.
El conjunto de niño, con bermudas caldera y camisa en grises a juego del vestido con estampado gris y detalles en caldera. ¡Me encantan!

Y para las que os gusta lo monocolor, mirad a estas niñas… O bien jersey monísimo y pantalón caldera o bien el vestido de antes.

El vestido gris de cuadros con el cuello alzado y los ribetes en caldera, así como todos los demás detalles es absolutamente exquisito.
Toda esta familia me chifla. Unos niños de ahora, con mucho gusto y poca tontería de sus madres, vamos.
Manuela es una diseñadora que me encanta. Tiene una capacidad increíble para crear y aún nos tiene que sorprender mucho. Además, es encantadora, que todo hace.


“Pétalos Kids” nos enseña sus colecciones Caramelo y Topo, más de “mis colores favoritos”. La blusa Caramelo de la niña es chiflante del todo…


Mirad qué mona queda con el cubrelazada de la más pequeña… Un conjunto coquetón del todo.
Con unas medias altas o leotardos y botas (depende de dónde viváis), espectaculares.

Y la misma blusa para la cubrefalda, esta vez para las mayorcitas. ¡Fijaos que hermanitas podéis llevar a juego! Con una prenda de abrigo en los mismos tonos, no me pueden gustar más…
Y de la Topo, mejor lo miráis,

porque la blusa es indescriptible… sigue la misma tónica, con los cubrefaldas, pantalón, lo que queráis…

Si tengo que elegir en cuanto a las blusas, me lo ponen muy, pero que muy difícil.
¡Qué tonos, Dios mío!
Hasta en “Valentina Bebés” han optado por estos colores para los bebotes de la casa.

Fijaos la monería de conjuntos en caldera y beige para niño y niña. Y mirad que soy clásica, pero es que, realmente están hechos con un gusto exquisito para que vayan de escándalo por la calle.
El niño, con la pelliza, que

parece hecha expresamente para este conjunto, ya me diréis…
El pichi caldera de la bebota, con el pompón en beige, otra monería, con la blusita estampada de animalitos.

Y también, tenéis la opción del vestidito estampado en tonos caldera… Ya veis que los más pequeños también se apuntan a estos colores.
Pocholote también, el conjunto de cuadros mostaza y negro. ¿Qué os parece?

El jersey mostaza con el Koala, el lacito de terciopelo… Y la pelliza de nuevo. ¡Bombonazooo!
Para niño y para niña. Ahí lo tenéis. Es tan fácil llevarlos monos y tan difícil verlos por la calle así… Espero estar dando ideas buenas, que no estoy en mi mejor momento, pero diferenciar lo bonito y lo correcto de lo que no es así, hasta ahí, de momento, llego.

Termino con una marca que me pirra, de un estilazo increíble y que logra enseguida captar tu atención. Los tejidos, las combinaciones, los detalles… Lo tiene todo: «Petite Antoinette».
Como veis, en las colecciones que nos presenta, predominan el negro, mostaza y gris. ¡Triunfando mis colores! ¡Biennn!

Monísimas sudaderas y joggins con braga falda liberty para niños de hoy en día. Prácticos, monos, con estilo…

Los conjuntos tartán Curry, ideales también, combinados con negro y mostaza. Ya veis que no miento.

¿Cómo está esta niña con el cuello capa tartán, la sudadera jogging mostaza y el gorro negro de pompón? Pues eso, quien no lo vea, no se lo puedo explicar. ¡De portada de revista!
Y los antracita y la colección print, más de lo mismo. Los mismos colores y diferentes y preciosísimos diseños.

Peto de lazada con blusa de volante negra, conjunto de flor print… Yo no veo nada más que buen gusto y estilazo, qué queréis que os diga…

O el Jesusito flor print, qué detalles y cómo está con el gorro mostaza de pompón…

El detalle de la blusa flor print, que es lo más, como diría mi hija….
Los antracita y negros mezclados con el mostaza no pueden resultar más favorecedores y originales.
Ya lo veis. En todos sus diseños ha apostado por colores ¿tristes?

Pues entonces, ¡que viva lo triste! Aunque yo no lo veo así, está claro.
Bravo por esta marca, que, prácticamente con tres colores, nos ha demostrado cómo hay que vestir a unos niños de manera que todo el mundo se vuelva a mirarlos. Nada más y nada menos.
Os dejo, que ya está Tess preparada para el paseo. A ver si vemos conejos y se cansa. Yo ya salgo cansada.
Poco a poco… eso voy a ir pensando todo el camino. Y mirad que ya he andado en esta vida… pero se sigue haciendo camino al andar.
Un beso tricolor