Triste puente de diciembre el de este año maldito… Acabo de hablar con Almudena, que está en Burgos y se van a la montaña palentina a escalar. Ya estoy negra, pensando en la ola de frío y que les pueda pasar algo. No vivo o vivo sin vivir en mí…

Sigo con gestiones y papeleos. No he visto nada más difícil que intentar vivir un poco “normal” después de la muerte de un amor que yo creía inmortal. Es horrible, no os puedo transmitir escribiendo todo lo que siento.

Poco a poco, intentamos rehacer los trozos rotos, los sueños que ya no se harán realidad, tantas ilusiones y tantos proyectos… Me está costando la propia vida, amigos y familia. Tal cual.

Cuando estoy dejándome llevar por lo que la vida me ha deparado, de repente, alguien me escribe o me pide consejo sobre algún evento, modelo para llevar, etc. y eso, sin querer, me dice que todo sigue, que hay gente ahí fuera, que tengo que seguir.

En este año tan increíblemente asqueroso para todos, veo que  os siguen preocupando  los eventos para la primavera que viene.

Eso quiere decir que la esperanza la seguís teniendo; que no os han quitado las ganas de celebrar con la gente que más queréis los momentos más entrañables de la vida, como por ejemplo, las Comuniones.

Incluso, precisamente por los momentos que estamos viviendo, algunas queréis  o soñáis en celebraciones por todo lo alto, deseando que esta pesadilla se termine de una vez por todas.

Por eso, “Hortensia Maeso”, con su innato talento y su creatividad, se ha encargado de llevarnos a un mundo diferente. Un mundo de creatividad que se ha gestado en el tiempo de pandemia y después de ella.

Ha inventado un “futuro” increíble lleno de volúmenes, tules, exquisitez a la hora de combinar tonalidades y tejidos que marcan la diferencia. Comuniones, que, desde luego, pasarán a la historia.

Sus diseños jamás dejan a nadie indiferente. Siempre te quedas pensando en cómo se le ha podido ocurrir esa espalda, ese fajín tan divino, ese tocado… Muchas no queréis nada que no sea diseñado por ella. Una mujer con un don mágico, sin duda.

Lo vais a tener difícil para elegir. Los diseños en celeste y crudo forman un tándem perfecto. Algo especial, fuera de la normalidad del blanco. Para las más arriesgadas, para un

año especial.

Ya los estáis viendo arriba. Boleros de tul bordado que se abrochan en la parte trasera para dejar el cuerpo limpio pero enriquecido y vestidos con falda de mil y un volantes, superpuestos unos con otros, generando una cascada en movimiento. Es como siempre, la mágica mano de Hortensia, que, tal vez, más que nunca, ha dado todo lo que sabe dar.

Es un año del que no sabemos nada, un año que está por escribir.

Por eso, valoraremos más todo.

Estas maravillas que nos ofrecen las buenas diseñadoras se nos antojan como algo casi inalcanzable, pero con la esperanza de poder llevar a nuestras hijas con cualquiera de ellos y celebrar con más ganas que nunca ese día tan importante para ellas y para toda la familia.

Así que, ya veis, que la primera parte de la colección de Hortensia, en crudo y celeste es francamente formidable, elegante y como siempre, única, especial, con el sello de la diseñadora en cada ínfimo detalle.

Por supuesto, también podéis elegir la colección rústica, que es deliciosa. Se trata de tules en mil y una versiones: lisos, bordados con ilustraciones o rematados con exquisitas puntillas. Como veis, conforman trajes de Comunión de ensueño donde destacan los volúmenes y las asimetrías que nadie como ella sabe diseñar y plasmar.

Si os fijáis bien, esta colección está realizada con un tejido que, hasta la propia diseñadora reconoce que la ha cautivado y no es para menos. Se trata de un tul de lino tan rústico como sofisticado. No. No es incompatible, como veis.

Lo que no consiga esta marca, difícil de verlo, si bien es verdad que ahora hay muchas y algunas de ellas, preciosas también. Otros estilos, diferentes, pero preciosas, repito.

Los modelos son de impresión. Ni me molesto en describirlos, porque mirarlos y volverlos a mirar es lo mejor para sorprenderte cada momento, para descubrir algo nuevo, para enamorarte cada vez.

Espaldas para lucir de nuevo, fabulosas lazadas de tafeta (me

pirran) para combinar y punto smock que se usa para fruncir el tejido en puños y corpiños y que son mi debilidad. Me he pasado la vida vestida con nidos de abeja que nos hacía mi madre con verdadera maestría. Vestidos, blusas, camisones… todo lo recuerdo con nidos de abeja.

No me gusta nada presumir, ya lo sabéis, pero la verdad es que tanto mi hermana, mis primas y yo llamábamos la atención con esos vestidos tan bonitos. Recuerdo a mi madre enseñando a sus amigas a hacerlos, si bien no les quedaban igual. Jaja, menos mal que mi madre no me lee, que si no, le da un ataque, aunque en el fondo, estaría encantada.

Imagino que más de una de vosotras ya está eligiendo el vestido para su hija y es que, es inevitable y como os digo, ahora más que nunca nos parece un lujazo poder tener un día grande y celebrarlo por todo lo alto.

Otras propuestas, también únicas de esta firma son los vestidos con lazada grande. Es un elemento clave del ADN de la marca. Ahora,

apuestan también por lazadas de tul azul que se fruncen, superponiendo anchas puntillas bordadas en tono piedra.

Imagino que tanto tiempo de confinamiento ha hecho que la imaginación y creatividad de Hortensia se haya desbordado, porque veo los vestidos más bonitos que nunca. Ya se dice que no hay mal que por bien no venga…

Así, que vemos cómo emergen lazadas de tafeta en color malva y azul, ambos mate; y otras, en tejido rústico de algodón crudo y cintas anchas de grogrén. Tampoco faltan las lazadas de lino en tonos celeste y rosa. Por supuesto, son colores clásicos de la casa.

No me digáis que por unos momentos, no os transportáis, y os dejáis llevar por el encanto y hechizo de estos diseños. No penséis nada más. Sólo en que vuestras hijas podrán llevarlos en uno de sus días más importantes.

Y cómo no, no podía faltar el omnipresente blanco. Todas las que conocéis esta marca bien, acudís a ella buscando algo diferente, modernito, único…

El concepto clásico, tradicional o incluso “anticuado” lo borráis y sin embargo, os podéis sorprender, porque descubriréis prendas con una visión fresca, desenfadada, divertida…

Sí, sí, en blanco, como os digo.

Cuerpos de vestidos diseñados mediante la superposición de bordados. Una labor compleja, ya que, a su vez, hay que ir dándoles forma, a fin de que la confección y el patronaje sean siempre perfectos.

Los cuerpos se acompañan con un cuello “Perkins” (toma ya con los vestidos blancos) y por manga corta o francesa. En resumen, otra maravilla para las que queréis que vayan de blanco con toques de color

en el tocado, fajín, etc.

Como habéis podido ver, una multitud de posibilidades se abre ante vosotras con esta marca tan anhelada por muchas.

Gran diversidad de complementos completan la colección. Complementos que tienen la capacidad de transformar un look bonito en un look extraordinario.

Broches, tocados, coronas, levitas, zapatos… Todos estudiados y creados para que combinen a la perfección con cada vestido o traje.

Yo siempre os digo que los complementos son fundamentales y pueden arruinar el mejor de los vestidos.

Por eso, en “Hortensia Maeso», ofrecen el look completo, evitando así que vayáis de un sitio a otro para conseguir el estilismo perfecto.

Os recomiendo que, si vuestra elección es cualquiera de estos vestidos, compréis también los complementos para acertar de pleno.

No tengo mucho más que deciros. Sólo que ha sido un placer enseñaros las colecciones del año que viene, que esperemos que sea mejor que éste, que, para mí, ha sido el peor año de mi vida.

Sólo tenemos una vida y de repente, todo se nos rompe en mil pedazos. Así que, disfrutad cada segundo, vivid a tope, beberos a sorbos cada cosa que os guste, os importe… ¡Carpe diem!

A ver si me lo puedo ir aplicando yo también, que parece que me estoy castigando a mí misma. Me impido intentar volver a ser feliz o no sé hacerlo.

Tengo que buscar la manera. Como sea.

Un beso enlazado