
Aquí estoy en pleno mes de agosto en Madrid. Las calles están desiertas. He salido con Tess a primera hora de la mañana y parecía que estábamos rodando una película; las dos por el medio de una carretera con paso firme. Ella, pensando en sus cosas y yo en las mías…

Nunca había estado tan sola en pleno verano. Para todo hay una primera vez. Volví de Galicia sin ganas. Las vacaciones se me quedaron cortas, como siempre. Ahora, toda mi familia está en Cantabria como cada año. Y yo, aquí, pensando mil cosas.

Mi cabeza no para de dar vueltas a lo que voy a hacer en septiembre. La idea de volver a Burgos, que, en un principio me espantaba, ahora la veo como única esperanza a mi corazón destrozado.
Aún me sigo despertando en mitad de la noche sudando y con pesadillas. Ayer soñé que Luis se moría… Y al despertar, parecía tan real que era como si acabase de suceder. Lloro y lloro sin poder evitarlo.

Mi débil esperanza de vivir en Madrid se va esfumando poco a poco…No puede ser. Y punto.
Ya sabéis que esto comenzó siendo exclusivamente un blog de moda infantil. Después hablé de moda para nosotras y de decoración.

Ahora, es un blog de las cosas que me gustan y que me chiflan. Da igual de lo que sea. Me gusta hablar de ellas y daros buenas ideas.
Descubrir cosas nuevas para decoración me pirra. Pero me pirra del todo, no así cualquier cosa.
Por eso, hoy os hablo de “La Bohétnica”. Detrás, está su creadora, Laura y desde que vi su primer trabajo, me sentí atrapada por él hasta que decidí escribirle. Espero que os guste tanto como a mí y que, a algunas os de buenas ideas para regalar.

Laura es de Sevilla y trabajó en diferentes cosas. Como dice ella “he sido pluriempleada muchos años”. Pero siempre le fascinó la artesanía, los bordados, la decoración y el estilo bohemio/étnico, la pintura, la restauración de muebles y en general, todo lo relacionado con el arte.

Le gustaba su trabajo pero su pasión era otra y tenía la sensación de estar malgastando parte de su vida y su tiempo, porque sabía que de verdad tenía talento para dedicarse a esas otras cosas con las que sentía que vibraba.

Y llegó el confinamiento, lo que le dio mucho que pensar. Así que, cuando su pareja le propuso irse a una finca de Cádiz donde tenía ganadería brava y mansa, así como caballos, no se lo pensó ni un segundo y se fueron a vivir al campo. Ahí estaba su oportunidad para crecer en lo que realmente le gustaba y sacar lo que llevaba dentro.

Así empezó con cojines, bolsos, etc.. pero tenía en su cabeza el tema de los cráneos como piezas de decoración (a mí me requetechiflan). Esos animales nacen y disfrutan del campo y también mueren en el campo… eso es algo bello. Y son los cráneos de esos animales que mueren en el campo los que ella recoge y da una segunda vida.


“Una vida acaba, pero otra empieza”. La belleza del toro, de la vaca, nunca muere, ya que incluso después de la muerte, existe la belleza. Observas lo grande de la naturaleza y de la vida en cada uno de sus cráneos.

Así que, los vecinos que tiene cerca, ya le guardan los cráneos cuando se les muere algún animal, porque saben lo que Laura hace con ellos.
Y así es como he empezado a conocer sus trabajos. Me apasionan. Tienen mil posibilidades para decorarlos y me parecen preciosos para decorar cualquier habitación.

Ya estáis viendo algunos y como podéis comprobar, todos tienen mil detalles, todos son diferentes y fascinantes. Cada uno cuenta una historia, unas vivencias, todo un mundo.

La Intuitiva, de cornamenta muy vistosa, tiene una base pintada en color nude y los complementos que luce, llevan tonos caldera, tierra y mostaza. Corona de Hortensia de tela y tiara de terracota. Todo su alrededor envuelto en flecos en las mismas tonalidades que la corona de flores.

El Surfer Peach, de tamaño mediano y pintado en color melocotón contrastado con aguamarina y teja resulta un éxito de combinación. Fresca y divertida, no puede ser más ideal para ese rincón que estáis pensando.

¡Ayyy, cómo me gustan estas cosas! Y es que lo bonito lo es siempre, sea ropa, decoración o cualquier otra cosa.
Divino el cráneo Boho Romantic, con

un carácter claramente romántico, en tonos nude, tabaco y beige. Totalmente, mis colores preferidos. Chiflante la espectacular tiara elaborada artesanalmente con filigranas e incrustaciones de caracolas, cuentas de madera y piedritas.

Yo, porque ahora no estoy para pensar en decoraciones, pero sin duda, sería uno de los que hubiera elegido. Ya me imagino el resto de la pared… ¡Cuánto dolor tengo dentro!
El cráneo Arlequín es de macho joven . Va pintado con acrílicos brillantes y fuertes y está lleno de motivos alegres que recuerda mucho al estilo de los alebrijes mejicanos.

No sé por cuál decidirme para regalar… no es tarea fácil.
Ya podéis comprobar que todos tienen su aquél, su misterio, sus colores.

Y directamente nos transporta a los pueblos bereberes del Sahara el cráneo Bereber, pintado en colores aguamarina y tierra. Adornado con antiguos complementos bereberes que han sido especialmente restaurados para esta pieza.

El Ilusionista, cráneo de macho bravo en un diseño de colores flúor, combinando diferentes formas y motivos, todo con un acabado espectacular y flipante.
¡No me digáis que no son preciosos! Cómo me decía Luis siempre riéndose: “es que no se puede ser niña bien y bohemia a la vez”… me daba a elegir y yo elegía bohemia…¡cuántos momentos de felicidad plena!

El cráneo Frida va dirigido a Frida Kalo, con mucho amor. Una mujer fuerte, independiente y luchadora que decía: “enamórate de ti, de la vida y luego, de quién tú quieras”.

Desde luego, me podía aplicar esto para mí misma: quererme un poco, enamorarme de la vida… no sé si ya seré capaz algún día.

La vida me ha enseñado muchas cosas y todas, a base de palos y más palos. También con momentos plenamente felices, como os he dicho, pero sabiendo que lo que hoy es felicidad, en cualquier momento se puede volver una desgracia.

Y aun así, yo he seguido poniendo mi corazón y mi alma en un desengaño…Ya sabéis, como dice la canción de Julio Iglesias: “tropecé de nuevo y con la misma piedra”….
Bueno, me dejo de penas. Espero que los trabajos de Laura os hayan gustado tantísimo como a mí. No os perdáis todo lo que hace. Merece la pena dedicar un buen rato para conocer su obra.

Además de los cráneos grandes, tiene los pequeños, que también es un detalle ideal para el coche, algún rinconcito, etc. Bolsos y muchas más cosas…
Un beso cabezota