
Y otra semana que se acaba. Y la semana que viene, el martes es fiesta en Madrid. La Almudena, mi Almudena, mi niña. Hoy está en una boda en Toledo y esta mañana, ya estaba preparada dos horas antes de salir, como siempre.

Yo llevo toda la mañana remoloneando por la casa y ahora, estoy escuchando al Consorcio, con una canción de Cecilia, “Andar”. ¡Qué bonita es!
Hace bastante frío, pero con un sol intenso. Al mediodía, con abrigo, tengo hasta calor. ¡Lo mío no es normal!

En el supermercado (también he ido esta mañana), ya están con los turrones y demás. Es decir, la Navidad, que, cada año, llega antes… Me da una pereza tremenda. Desde hace años, ya no es lo que era. Pero bueno, supongo que a todo el mundo le pasa eso con el paso del tiempo. Demasiadas ausencias para soportarlo.
Las que me seguís hace tiempo, ya sabéis que el mes de diciembre era mágico para mí. No sólo por la Navidad, sino por todos los cumpleaños que hay en mi familia, vacaciones y demás.
El mes sigue siendo mi favorito. Eso no me lo quita nadie. ¡Cuantísimos Capricornio!
Hoy viajamos a Córdoba para ver a Beatriz, con su marca “ Dimelo Hilando”, su sencillez y su frescura que hace que nuestras niñas vayan siempre bien con no mucho dinero.

A Luis le chiflaba el nombre de la marca… Desde que estuvimos en Córdoba, en aquel viaje tan inolvidable, esta firma se ha convertido en una de mis favoritas.

Me gustó todo tanto… No quiero llorar. Ya. Voy a salir con Tess y enseguida estoy de vuelta.
Ya hemos comido y todo. He estado con Tess y Sergio ha venido a vernos. Nos hemos tomado un vino y hemos charlado sobre la vida… mejor no decir nada.
Esta tarde me toca hacer la bolsa, porque nos vamos dos días a Cáceres Nos ha dado por viajar últimamente. Y recuerdo cómo me gustaba hacerlo siempre. Eran escapadas cortas que sabían a gloria bendita. Ya podéis cuidar lo que tenéis y valorarlo, que después, se va y te deja con un vacío terrible.

Mirad la ropita tan mona de “Dimelo Hilando”. Blusas, jerseys, y chaquetas coquetas y sencillas, como os he dicho.
Monísimos los conjuntos de faldita con blusa también.
Con cualquier cosa, a estas edades están monas. ¡Mucho os tendríais que empeñar para lo contrario!

Un par de conjuntos de esta marca y unos vaqueros y tenéis el asunto resuelto.
Bea ha ido poquito a poco y no lo ha podido hacer mejor. Su mérito para el gusto en la ropa, solo es igual a su valor como persona. Cualquier cosa que leo de ella, me encanta. El amor que tiene a su familia es increíble, como debería ser en todas. Y nada más lejos de la realidad, como sabréis…

Y ya estoy de vuelta del puente de “La Almudena”. Dos días que, como os decía, saben a gloria bendita. Yo desconecto y es como si hubiera estado en otro mundo, intentando no pensar en las cosas y problemas diarios.
El casco antiguo de Cáceres es precioso, impresionante. También estuvimos en Mérida comiendo unas migas extremeñas exquisitas.

A la vuelta, paramos a comer en Guadalupe, que ya conocía de cuando los niños eran pequeños, pero me encantó y repetimos, volviendo a comer migas y unos postres enormes… A ver ahora cómo me quito los kilos de más. ¡Bufff! He engordado un montón.
Tess ha disfrutado como la que más y volvió completamente agotada. Ya no es una “niña” y se le nota. Tampoco lo quiero pensar.

¿Qué os está pareciendo la ropa? Ya os digo que es practiquísima, de mucho poner. Enseguida hablaré de sus vestidos de Comunión, que son de matrícula de honor. De esos que yo hubiera diseñado, de haber sabido, claro.

Las niñas parecen niñas, como debe ser y no “novias”, que ahora, entre lo tarde que hacen la comunión y lo grandes que son algunas, me parece que estoy en una boda. También contribuye toda la parafernalia que ahora se hace, con las invitaciones, música, bar de chuches etc.

A mí me gusta ver a las niñas pequeñitas, como cuando yo la hice. Todas de monjitas monísimas y con siete años.

Ya sé que hay muchas que prefieren los vestidos de princesa y para suerte suya, hay varias marcas que tienen los vestidos así, llenos de tules bordados y

miles de puntillas…
Así no son los de Bea. Los de esta marca son pura sencillez, unos vestidos totalmente deliciosos, con toda la frescura y clase que os podáis imaginar.

Como veo que ya os lo estoy contando, os enseño algunos para que os hagáis una idea de lo que me gusta a mí para las Comuniones, a pesar de que ya sé que os lo he dicho ochenta veces.

Os diré que en este viajecito relámpago, tampoco he visto a niños bien vestidos… me parece que es algo en extinción por desgracia.
A las que me estáis escribiendo pidiéndome ideas para regalos de comunión y para las hermanitas invitadas, todo a su tiempo que aún es muy pronto y luego terminamos saturadas.
Hay gente que lo prepara todo en dos o tres días y otra que, desde ahora, ya quiere tener todo preparado. ¡Hay un término medio y es el más indicado!

Ahora me voy a la peluquería, que buena falta me hace. A Tess ya le quitaron las grapas y le va a quedar marca, pero bueno, es lo de menos.
Tengo que tener cuidado con ella, porque “da besitos a los niños” que van corriendo y ellos empiezan a llorar diciendo que les ha mordido. Los padres me llaman y empieza el follón… Para resumir, diré que qué pena de humanos que no saben lo que se pierden.
Os convoco aquí para dentro de unos días. Intentaré enseñaros cosas que me estáis pidiendo….¡No puedo con todooo!
Dejamos entonces también los vestidos de Primera Comunión para un poquito más adelante.
Un beso saleroso