¿Qué frío eh? Es de esos días en los que no te apetece ni pisar la calle, aunque yo, a las 8,30 de la mañana ya estaba con Tess por el campo de enfrente de casa. Es lo que tiene tener perro, que es para toda la vida y hay que concienciarse. Odio a la gente que lo compra por capricho. De ahí tantos abandonos.