
¡Holaaa! ¿Qué tal? Aquí, ya sabéis que, con un día de fiesta, pero como si no, porque las elecciones americanas, nos dieron la noche.
No soy muy partidaria de hablar de política aquí, pero cuándo me hierve la sangre, como es el caso, pues sí. Me sale, no lo

puedo evitar.Ninguno de los dos candidatos me gustaba.

Hillary, me cae fatal, pero fatal, desde siempre. Me echa para atrás, la veo mala, ambiciosa, viviendo de las apariencias y vamos, que me espanta de toda la vida. Y su marido, ni te cuento…
Pero el Trump encarna todo lo que odio en un hombre: machista, fascista, xenófobo, soez y putero.

Así de claro. Con que, imaginaos en un Presidente… ¡Que Dios nos pille confesados!
No entiendo este mundo. Cada vez menos. No sé ni en qué manos estamos… Y eso que no nos afecta directamente, pero sí indirectamente, y mucho.

En fin, habrá que rezar para que se le ilumine algo de su humanidad (que dudo que la tenga) para gobernar semejante país.

Bueno, estamos en España, y ya está, pero el día de La Almudena quedó empañado por esta triste noticia. Al menos para mí, claro.
Prefiero cantar: “Quién le escribía versos, dime quién era… quién le mandaba flores por primavera, quién cada 9 de noviembre, como siempre sin tarjeta, le mandaba un ramito de violetas…” ¡Qué bonita canción! ¡Qué bien cantaba Cecilia!

Para mí, este día, siempre me recuerda a ella y así seguirá siendo. Ni Trump ni nadie lo va a cambiar.
Voy a hacer caso a varias de mis lectoras, que de nuevo me piden cosas. Hoy, de calzado. Para nosotras, no para niños.
Voy a hablaros, de calzado especial. De zapatos caprichosos, como para darte un homenaje, o que te los regalen en las próximas fiestas. Calzado que me llama la atención y que por cierto no me puedo poner yo, en su mayoría, porque no me va, no sé andar con ellos. Pero todos con una clase y un “algo” impresionante.

De los que hacen que me de la vuelta, cuando veo a alguna chica o señora estupenda con ellos. ¡Qué envidia me dan! Los veo tan elegantes…

Me encantan algunos con traje pantalón; otros con vestido y unas piernas largas…
En fin, rabio por no poder ponérmelos. Y es que la mayoría son planos (con alguna excepción) y la verdad es que me sientan como un tiro.

Muchas me pedís que hable de ellos, a raíz de un artículo del año pasado y voy a intentar (esta vez, sí), ser breve y resumir, porque si no, hablaría horas de ellos.
En “My Blüchers”, los tenéis preciosos. Como os digo, con clase, de calidad, exquisitos…

Los vais viendo y os vais enamorando. Me privan los New Chicago, en nude y negro.

Súper masculinos, como os dije una vez, nunca he visto nada tan femenino, como estos zapatos puestos en una mujer con clase y combinándolos como es debido.
Con un traje pantalón oscuro, todo el mundo girará la vista a estos increíbles zapatos. Te “visten”, aunque no quieras. Dicen muchísimo de ti. ¡Me chiflan!

Y así, más o menos todos. Más modernos, más clásicos, pero todos de una calidad superior. Para más y menos atrevidas.

Del mismo estilo y desde luego, para pantalón, los blucher de charol negro y rosa. ¡Otro caprichazo! No van con muchas cosas, así que hay que tener todo muy estudiado para saber con qué y cuándo ponérselos.

Más modernitos, pero que también quedan de lujo, los blucher Chicago, bien los Samoa, metalizados en tono rosáceo (buff, se me ocurren con un montón de cosas y con tonos marrones, el no va más), como los que son dorados, que también pegan con un montón de looks.

Desde luego, será lo fundamental de tu vestimenta, hay que darle importancia a estas maravillas.
Un día le vi unos parecidos a Paula Echevarría y por cierto, estaba horrible. Mira que es guapa, pero cuando no se tiene clase, pues es bobada.

No puede llevar más dinero encima, ni más marcas, cada vez más caras, pero raro es el día que la veo bien.

Lo mismo que su niña. Como tiene cosas de todas las marcas, algunos días acierta y otros no, pero nunca remata. Ya veis que el dinero, no tiene nada que ver con la clase ¿no?
Me privan también estos botines camel totalmente planos (sniff), deliciosos, de piel… Hablan por ellos mismos. Las más atrevidas también los tenéis en morado.

El botín Leo print, otra maravilla. ¡Es increíble cómo se llevan, cada vez más y más! A mí no me gusta ir entera así, pero un toque como estos botínes, es irresistible. ¡Que se lo pregunten a mi hermana!

Caprichosísimas las bailarinas Cruz Ballet Flat, en estos colores.
La verdad es que llaman la atención de una manera increíble. Si veo a una chica mona con ellas, me pirran. Todo depende. Pueden ser maravillosas o catastróficas. ¡Hay que saber llevarlas con seguridad!

Elegantísimos y tampoco fáciles de llevar los mocasines Jeanette, en blanco y negro. Preciosos, caprichosos, increíbles si los ves bien puestos.

Lo mismo pasa con los zapatos de borlas, también en estos dos colores. Arriesgados, pero maravillosos. ¿Quién se atreve? No me digáis que no es un regalo fantástico…


Paso a la marca “Antía”, de la que ya os hablé y me consta que algunas comprasteis. También son absolutamente irresistibles. Son como para hacer colección.

Y pensar que antes no le daba casi importancia a los zapatos… Debe ser la edad, pero ahora, los complementos me parecen casi más importantes que la propia ropa. Y por supuesto, una perfecta combinación de ambas cosas, me vuelve loca.

Divino el sliper Tronceda oro. Lo mismo. Para pantalones o para falda, si se tienen unas piernas de infarto. En dorado metalizado y marrón, con las bellotas, los flecos… son clásicos, pero con algo más. Impresionantes.

Bárbaros los zapatos, tipo inglés, como el Miño Brown que veis aquí, de charol. ¡Qué maravilla! Con lo que me pongo yo de marrón, es una faena no poder tenerlos…

Caprichosos también, con esa mezcla de azul, también divino, me parecen una joya. Y más llamativos, igual de bonitos, pero no para todo el mundo, los mismos, pero en negro y rosa.

Son los Miño black y ya veis qué maravilla. Si vas entera de negro, con algún detalle en fucsia (pañuelo, foulard o bolso), te quedan de matrícula de honor. Pero cuidado…

Extraordinarios en los dos colores. Sólo hay que saber llevarlos, cosa que no es fácil. Pero muchas de vosotras, con vuestro buen gusto, podéis hacer maravillas con ellos.

Más difícil y de hacer chiribitas los ojos: los blucher Masma geranio. No los describo, porque ya los veis. Su colorido es fascinante y tiene tantas posibilidades…

A quiénes os gusten y los queráis comprar, por capricho o como regalo de Navidad, adelante. No hay por qué resignarse a las cuatro tiendas que tengáis en vuestra ciudad.
Desde luego, llamaréis la atención y espero que por elegantes, originales y con buen gusto.

Monísimo queda también el zapato Eo rojo (hay más colores). También con clasón, las hebillas y la puntera tienen una elegancia sublime.
Con grises, negros, marrones… ¿Se puede impresionar a la gente con tan sólo unos zapatos? Pues ya veis que sí, está claro.

Me voy a “Pretty Ballerinas”, donde siempre rabio en su escaparate, por no saber andar sin tacón. Tanto con un vestido lencero como con pantalones, hay muchas chicas que las llevan como si hubieran andado así toda la vida.


Y es que lo han hecho, claro, como Marta, una amiga de Burgos, a la que no me imagino con taconazo y sin embargo, las bailarinas le sientan de lujo, sea con lo que sea. ¡Qué suerte!

Ideales las Marylin, de color topo (arriba), con esa puntera tan preciosa, con piedras y pompón de pelo.
Las Sasha, elegantes per se. Tanto para ir con pitillos, como para ir más arreglada. Me parecen superiores.

Las bailarinas Page, con un poquito de tacón, elegantísimas en ese rosa pálido y con ese chato en la puntera.
Me recuerdan a Jacqueline Kennedy… Tan impecables y exquisitas, tan de los años 60. Divinísimas para ir con un vestido coquetón o con un traje de chaqueta tipo Chanel.

Comodísimas y originales, las Rosario, en granate. Una monería para saberlas llevar. Preciosas y ponibles como nada.

O estos zapatos, en cocodrilo rojo oscuro, de nuevo, la elegancia personificada. Con las iniciales en la puntera, otra joya.

¿Son o no son para coleccionar? ¡Ayyy, que pena que valgan dinero! Tenían que ser gratis para aquellas que las saben llevar de maravilla…
Más monadas, como las

Shirley caramelo, en beige y negro. Marta, éstas te pegan una barbaridad.
Estilosísimo el botín rojo de piel de oveja de abajo. Ya veis que tiene la suela de goma, preparadísimo para el frío… También en más colores.
Voy ahora con “Castañer”, donde yo me puedo poner algunas de sus joyas.
Las botas de piel con lazada atrás y suela de goma, no me pueden parecer más bonitos.

Si tuvieran tacón, no me gustarían ni la mitad. Son deliciosas. Y súper combinables, nada llamativas, sólo gusto y clase.

Lo metalizado, ya veis que está a la última, así que no os perdáis este botín de flecos. Yo me atrevería sin duda, pero sigue siendo poco tacón… Me encantan. Le das un toque increíble a tu modelazo.

En el mismo metalizado, los zapatos con cordones. Son tan especiales… Me chifla verlos en esas señoras mayores tan impresionantes y con un gusto delicioso. En Burgos hay unas cuántas…

El botín bicolor, en negro y crudo, sería de los míos. Pero tengo zapatos parecidos. Son preciosísimos para ir de negro entera.

Castañer siempre está a la última y siempre se caracteriza por algún zueco en invierno. Mirad éstos negros, con taconazo y piel. ¿Qué os parecen? ¿Os los podriaís? Yo sí, desde luego. Pero, lo que os he dicho: habría que tener tantos… Y ninguna somos Imelda Marcos ¿no?

Las alpargatas de invierno, otro bombón. Plana, de piel con pelo crudo. La veo difícil pero mona, monísima. Lo que os digo, para que nos toque la lotería y llevarnos un par de cada.
Bueno, que se me echa la hora encima, como siempre. A ver si alguna me enseña sus adquisiciones…¡No sabéis qué ilusión me hace cuando me mandáis fotos con algo que habéis visto aquí!
Un beso con un ramito de violetas
Me gustaría ,tener en Santander , donde comprar Pretti Vailarinas. Podría ser? Un saludo.
En Santander, nos hemos quedado sin comercios de Pretty Ballerinas. Es una pena.
Marina, conozco perfectamente Santander y por desgracia, no sólo sin eso, sino que muchas tiendas han cerrado. Me he quedado desolada este verano. Con la de maravillas que me he comprado allí… Esperemos que una ciudad tan preciosa, vuelva a tener esas tiendas que tanto he echado de menos…¡Un abrazo!
Hola Eva , tienes razón con lo de la política , ninguno de los dos merecían la pena , pero creo q Trump no hará todo lo q ha prometido , ofrecen mucho y luego hacen la mitad y si lo han votado tantos millones de personas q da igual q sean blancos o negros todos lo se habrán equivocado. Tienes razón con lo de las bailarinas a mí me cuesta andar con ellas les pongo otra suela y un poco más de tacón y así las llevo mas cómodas las suelas atraen son muy finas y según q calles te hacen daño los bultos de las aceras . Gracias y un abrazo .ana
Hola Ana. Gracias por tu comentario. En cuánto a la política, pues sí, con el tiempo se irá viendo y respecto a las bailarinas, yo, ni con otra suela. Sólo sé andar con tacón y mira que hay planos ideales….
Me dais envidia las que podéis. Hay a algunas que me quedo mirando cuando veo unos zapatos bonitos planos como una tonta, jajaja. ¡Un saludo! Eva.
Buenos días EVA, qué razón tienes. Me encanta cómo piensas, cómo escribes, lo sincera que eres y hoy me ha emocionado que hayas nombrado la canción de Cecilia. El 9 de Noviembre cumple mi abuela materna los años y mi madre y yo siempre escuchamos esta canción. Bien pequeñita era yo, y mi madre me explicaba de qué hablaba la canción, aunque yo entonces no entendía quién enviaba ese ramito, vaya lío me hacía… Solo quería saludarte y decirte que todos los días espero ansiosa tu nuevo post…y esque tengo dos niñas de 3 y de 5 años…
Un beso violeta!
¡Muchísimas gracias Arantza! Me alegro de que te gusten mis artículos. Mucha gente dice que soy muy radical en mis gustos, opiniones, etc… pero si no, no escribiría, no podría decir lo que no pienso.
¡Encantada de que me sigas! Y viva Cecilia….