
Hola a todos…. Por fin por aquí. Como muchos ya sabéis, he estado sin escribir mucho tiempo debido a la enfermedad de mi marido, que ha terminado con su muerte hace unos veinte días.

Estoy hundida y rota del todo. Se ha desmoronado mi mundo entero. Como no quiero explicar lo que siento por dentro y cómo estoy, os diré, como la canción de Sabina y Pablo Milanés, que ha sido “la historia de amor más bonita del mundo”.

Muy pocos y de eso estoy totalmente convencida, han tenido el privilegio de estar junto a alguien como él, que me quisiera como él y que fuéramos el uno para el otro.

Es una historia larga de contar y no me quiero extender. Llevo días de llanto sin consuelo posible, sin poder casi ni respirar, ni comer, ni dormir, ni vivir.
Hoy, exclusivamente porque me lo ha pedido un amigo al que adoro desde que era pequeña, estoy haciendo un esfuerzo titánico por escribir.
Sabe que me encanta la moda, hablar de ella, aconsejaros y por eso y además, porque muchos me lo habéis pedido, voy a intentar hacer un resumen de algunas cosas de lo más demandado. Por algo se empieza. A ver si puedo…

Mis modelos favoritos para la época de eventos, como comuniones, bodas y bautizos, que es lo que toca, si el maldito corona virus nos lo permite.
Es ropa con estilo, clase y sencillez, que, como sabéis, es lo que más me gusta del mundo y no ir emperifollada como un farolillo de la Feria de Abril.
Me voy a centrar en la marca «Bella Bimba”, para niñas mayorcitas.
Sólo de niñas y de niñas mayorcitas, repito. Es una auténtica joya, por la calidad de sus tejidos, la originalidad de sus diseños y ese algo que tiene la marca para que, sin quererlo, te quedes mirando a la niña que lo lleva irremediablemente.

Claro, siempre que esté acompañado de los complementos adecuados, como siempre os he dicho. Si a estas maravillas no las conjuntáis bien, las arruináis por completo.

Vestidos como el Jala, que puede ser campana, de talle alto y manga de gasa blanca, con un acabado exquisito en ondas de encaje bordado de color beige. Volantazo en la manga con forma de campana, que lo hace sencillamente, espectacular.

Y tenéis también el Faralae Jala, con corte en el pecho y manga también de gasa blanca.
Divino, con adorno igualmente en el filo, con grandes flores bordadas de encaje bordado beige terminado en ondas. ¡Sublimes cualquiera de los dos para días inolvidables!

Este año, se lleva muchísimo el blanco para las celebraciones de todo tipo. ¡Tenedlo en cuenta!

De un clasón increíble, el vestido cintura Ananda, con gran movimiento en la caída y doble capa en la falda de gasa blanco roto.

Como veis arriba, lleva un corte en la cintura con hilera de flores doradas y marfiles que me parece un primor, jugando con la transparencia en las mangas, al llevar la doble capa. ¡Ya veis qué bombonazos de niñas! ¡Imposible no fijarse en ellas y recordarlas durante mucho tiempo!

¡Ayyyy, lo que me está costando contaros esto sin que invada una tristeza infinita y eterna! Tengo el estómago con un nudo que se ha quedado para no irse…

Pero sigo como puedo con uno de mis favoritos, aunque lo veo para niñas mayorcitas que por sí mismas ya tengan un poco de estilo, de “gracia” para llevarlo, como os digo a veces, ya que si no, es un poco complicado y hay madres que “pecan” de disfrazar a niñas muy menudas con vestidos de este estilo y parecen un poco disfrazadas.

¡No caigáis en ese error! El vestido tiene que sentar como un guante. Si no, mejor decantaros por otro modelo.

Es elegantísimo (me encantaría para mí, para algún evento, si tuviera ganas), de talle alto y cuello mao, así como manga al codo. Y como veis, está confeccionado en dos telas perfectamente diferenciadas: la falda, en tul crudo con doble capa asimétrica acabadas en pico; y el talle, en guipur crudo con pequeñas flores bordadas.
Este vestido juega de nuevo con las transparencias en las mangas, al no llevar forro en contraste con el cuerpo. ¿Cómo lo veis? ¿No es preciosísimo? ¡Ayyy, si yo estuviera bien!

Voy con otro que me pirra: el vestido evasé Sarira. De nuevo, de darse la vuelta. Colosal, elegante, como una pequeña obra de arte.

Las mangas, sello de la marca, formidables, acabadas en doble volante de gasa rosa amalvado con estampación de hojas bordadas al tono en el cuerpo, y en gasa rosa con pequeños bodoques en las mangas. Y de nuevo las transparencias, cómo no. ¡Brutal!

Para eventos más veraniegos, sobretodo en sitios calurosos, de esos que no aguanto, tenéis el modelo Sarira pero con tirantes. No tenéis nada más que observarlo. Otra divinidad, obra maestra de María, su diseñadora. Talle alto, falda de doble capa y dobles tirantes también. La falda, formada por una doble capa, la más larga e inferior en tul rosa con bodoques pequeños rosas y la superior y más corta, en tul rosa bordado con hojas.

No hacen falta muchas palabras, sólo que lo miréis y os fijéis bien en todos los detalles, la imaginación increíble y detalles infinitos. Todo un mundo en este pequeño mundo fascinante de la moda.

Y vamos con el colorido del vestido poncho Jiva, otro de mis favoritos. Tiene un estilazo que no se puede aguantar.

Me pirran las mangas caídas sobre el codo y el bajo asimétrico confeccionado en punto turquesa, con mucho movimiento. También, la exquisita cinta a modo de cinturón, de doble cordón tostado y con una florota grande turquesa y pequeños pompones en tonos crudos decorándola.

Es absolutamente de mi estilo. Yo llevo con asiduidad vestidos con este corte y no me puede gustar más. Además, después de la ceremonia, es muy ponible, lo que es un acierto total.

Para las que las queráis más arregladito, el vestido Jiva, con frunces, de talle alto y enjuto, con caída evasé en aumento, gracias a los falsos volantes que dibuja la falda. De gasa turquesa, con bordados de flores en crudo, tiene dos frunces debajo del pecho y bajo la cadera.

Como veis, mangas francesas y transparentes que terminan en volante acampanado ribeteado con pequeño volante en ondas con hilera de flecos, al igual que el bajo.

Éste sí que es más exclusivamente para ceremonia. A mí me gusta más el anterior, pero ya sabeís que sobre gustos, no hay colores que valgan. Además, el tono es precioso y para una niña morena, le puede favorecer de morir.

Todo lo de “Bella Bimba” tiene magia, tiene algo que te atrapa sin querer y de ahí, su gran éxito, pese a que no es una marca barata. Pero vamos, si quieres que tu niña vaya como Dios manda, quedas como una reina mora.

Cualquiera de los vestidos que os he enseñado, me sirve para ir de cuento. No hay ninguno con el que diga… “pues éste, no me convence”, así que acertaréis de pleno seguro.

Me encantan para las niñas a partir de los ocho años o así, ya que para más pequeñas, sigo viendo más monos los vestidos lenceros y otro estilo, como vestidos con bandas y lazadota trasera, etc. Ya me entendéis. No tienen cuerpo aún para lucir estas maravillas.
Tienen otro tipo de maravillas en muchísimas marcas que tenemos en España. Creo que hay pocholadas y viene una temporada cargada de maravillas. Espero que esta pandemia que nos está afectando, no arruine estos días tan bonitos.

Verdaderamente, sería una pena, ya que a todos los niños que les toca hacer la Comunión este año, se quedarían desolados. Confiemos, aunque no soy yo ahora la más indicada para el optimismo.

Os dejo por hoy con estas ideas, esperando que os hayan gustado tanto como a mí y haber podido resolver los problemas de madres que me preguntáis por lo más idóneo para estas edades tan difíciles.
Casi todos los modelos, los podéis encontrar en la tienda online www.ropitasymas.es
Como siempre digo, no hay edad difícil, sino modelo adecuado. Bueno, perdonadme por empezar con poquito, pero algo es algo…
Un beso inocente